Para calcular la probabilidad de un suceso, se divide el número de resultados favorables entre el número total de resultados posibles. La probabilidad se expresa como un porcentaje entre 0% y 100%, donde 0% significa un suceso imposible y 100% un suceso seguro. Por ejemplo, la probabilidad de sacar un número par al lanzar un dado es del 50%, mientras que la de sacar un 2 es del 16.7%.