1. TEMA 7. EL BUCEO
ÍNDICE
1. Formas de buceo
1.1. Buceo con ayuda de equipo subacuático completo
1.2. Buceo con ayuda de material subacuático sencillo
1.3. Buceo sin ayuda de material
2. Fenómenos que ocurren en el buceo
3. Principios para la práctica del buceo
3.1. Principios de la eficacia fisiológica
3.2. Principios de la eficacia biomecánica
3.3. Principios de la eficacia psicológica
4. Estrategia ante rescates en los que se debe bucear
2. INTRODUCCIÓN
En salvamento acuático es imprescindible que se llegue al conocimiento y
dominio de las técnicas de buceo sin material y con material subacuático
sencillo. El buceo con ayuda de equipo subacuático completo no forma
parte del entrenamiento del socorrista subacuático por la complejidad de
este, aunque existen cursos de formación.
1. FORMAS DE BUCEO
1.1. BUCEO CON AYUDA DE EQUIPO SUBACUÁTICO COMPLETO
No es válido como forma de buceo para una actuación inmediata, aunque
es interesante su conocimiento. Requiere un aprendizaje y entrenamiento
adecuado y no obedecer las normas puede suponer un grave accidente.
Las cualidades físicas de un buceador son: buena salud, condición física
normal y adaptación al medio. Una vez en inmersión no se necesita ni
velocidad ni potencia ni fuerza. Los requisitos son más fisiológicos que
físicos y las dos cualidades necesarias, destreza principalmente y
resistencia, son fácilmente mejorables.
Los accidentes que suelen ocurrir se deben en un 60% a la ignorancia, en
un 35% a la temeridad y en un 5% a la mala suerte.
MATERIAL BÁSICO
1) Gafas: permiten ver nítidamente bajo el agua gracias al pequeño
volumen de aire que encierran en su interior. Su cualidad esencial debe ser
una perfecta adherencia a la cara que impida la mínima entrada de agua.
2) Aletas: se utilizan para deslizarse con un mínimo derroche de energía.
Hay de dos tipos las calzantes o de zapatilla, para llevar el pie desnudo, y
las de cincha de goma para usarlas con escarpines.
3) El tubo respirador: corto y ancho para permitir una buena aireación y un
fácil vaciado de agua.
4) El cinturón lastrado: flotar es natural, por lo que se hace necesario. La
flotabilidad positiva se mantiene hasta los 10 - 15 metros. A partir de esta
cota el cuerpo humano comienza a hundirse inexorablemente.
3. 5) Traje isotérmico: protege de la frialdad del agua, de la pérdida del calor
corporal y de los roces y golpes que se pueden sufrir en el fondo.
6) El regulador permite respirar bajo el agua el aire que llevan las botellas.
El monotráquea es preferible por ser más cómoda la inspiración.
7) Las botellas: son preferibles las de acero a las de aluminio porque sufren
menos desgaste.
8) Reloj.
9) Profundímetro.
10) Manómetro: va conectado a la salida de aire y nos indica la presión de
aire, con lo que podemos saber el aire que nos queda.
11) Chaleco hidrostático: conectado a la botella para poder inflarlo y
desinflarlo cuando queramos mantener mayor o menor flotabilidad.
1.2. BUCEO CON MATERIAL SUBACUÁTICO SENCILLO
1.2.1. Material
Este material se concreta en aletas, gafas y tubo. En ocasiones cuchillo
(para cortar cabos de cuerda, etc…) y prendas isotérmicas. Es un material
de utilidad práctica fundamental en el salvamento acuático, ya que facilita
enormemente cualquier tipo de rescate, por lo que el socorrista debería
disponer del suyo propio y utilizarlo siempre que le sea posible.
GAFAS. El ojo humano al contacto con el agua se convierte en
hipermétrope, y la única forma de solucionar esto es rodearlo de un
ambiente aéreo adecuado como medio corrector, por lo que gracias a
las gafas conseguimos una visión clara, pero también alterada, ya
que los objetos se perciben más cercanos (4/3) y de mayor dimensión
(1/3).
TUBO. Permite, en combinación con las gafas de buceo, observar el
fondo de una manera continuada si las condiciones del agua son
adecuadas. Cuanto más sencillo sea su diseño, más sencillo y
práctico resulta. El diámetro del tubo no debería exceder los 25 mm
y su longitud debe ser entre 30 y 40 cm.
4. ALETAS. Es el material más importante para el buceo, ya que su uso
repercute muy positivamente en el desplazamiento. Estas aumentan
la velocidad, economizan el gasto energético y permiten la acción
libre de manos, ya que no se necesitan para la propulsión.
La velocidad que proporciona una aleta es directamente proporcional a
su longitud, igual que el esfuerzo necesario para moverlas. Por eso, cada
persona debe buscar la proporción adecuada velocidad-esfuerzo, sin
olvidar nunca que en salvamento acuático un exceso de longitud
dificultaría la colocación, entrada al agua e, incluso, el remolque.
1.2.2. Técnica de propulsión con aletas
En el medio acuático, para conseguir una mayor velocidad en el
desplazamiento y reducir el gasto energético, se hace preciso conseguir una
posición que ofrezca la mínima superficie frontal del cuerpo y que, a su
vez, reduzca la succión que se produce en las partes posteriores del mismo.
Esto incide en la importancia de adoptar una postura lo más
hidrodinámica posible, en la que los brazos se extiendan totalmente por
delante de la cabeza con las manos unidas o superpuestas, que permite,
además, proteger la cabeza de posibles golpes en zonas de escasa o nula
visibilidad, la cabeza va entre los brazos, la cadera en posición neutra y se
evitan las oscilaciones laterales.
Adoptando la posición hidrodinámica, las acciones de piernas más eficaces
que se pueden realizar con ayuda de las aletas son exactamente iguales a las
que practican en la natación, pero realizadas con movimientos más amplios
y un batido más lento:
Batido de crol, alternando la acción de las piernas
Batido de delfín, con acción simultánea de piernas y movimientos
ondulatorios de todo el cuerpo.
Con la intención de averiguar qué tipo de acción propulsiva era más eficaz
y rápida, se realizó una experiencia en 1992 en el INEF de Galicia sobre
una distancia de 25 m. En el análisis de los resultados obtenido se confirmó
la diferencia favorable hacia el batido alternativo, siendo esta alternativa
mejor en un 86% de los casos.
5. La actuación con material ligero es la mejor forma de buceo para una
actuación inmediata en un rescate en el que se deba llegar a profundidades
superiores a las habituales, pero siempre prudentes y posibles.
Aunque el nivel de complejidad no es muy alto es importante tener en
cuenta que es necesaria la adaptación al material y la práctica continuada
utilizando este.
1.3.BUCEO SIN AYUDA DE MATERIAL
Este tipo de buceo es el practicado sin ningún tipo de material auxiliar, es
decir, utilizando únicamente las acciones y movimientos del propio cuerpo.
Aunque no es la mejor forma de buceo conviene dominarla y entrenarla,
puesto que los imprevistos y casos urgentes son frecuentes en el
salvamento acuático.
Las técnicas para el buceo sin material son diversas, pero las más eficaces
son las siguientes:
Brazos y piernas realizan movimientos de braza
Técnica de mariposa-delfín
- Los brazos efectúan las acciones propulsoras de la brazada de
mariposa, recobrando por debajo del cuerpo hasta las caderas.
- Las piernas realizan las acciones propulsas de la braza, a las
que se le puede añadir una fase ondulatoria del cuerpo y
piernas (batido delfín) cuando la articulación de las rodillas
está en extensión completa.
- La coordinación sería la siguiente: la brazada se efectuaría
cuando la articulación de las rodillas está en extensión
completa y flexión plantar de tobillos. La acción de las piernas
se realiza cuando los brazos están completamente extendidos
por delante de la cabeza.
2. FENÓMENOS EN EL BUCEO
Al bucear suceden una serie de fenómenos físicos y fisiológicos que el
socorrista acuático debe conocer para evitar sorpresas o temores que
puedan hacer fracasar el rescate. Los más importantes son los siguientes:
6. - Aumenta la presión y disminuye el volumen pulmonar (cada 10m de
profundidad la presión aumenta 1 atmósfera y el volumen pulmonar se
reduce a la mitad). Esto explica la frecuencia de accidentes
barotraumáticos.
- Varía la transmisión del sonido y el oído sufre alteraciones. Los sonidos
se captan con mayor facilidad que en el medio aéreo y en el medio acuático
sentimos molestias como presión en el oído, dolor, desequilibrio, y
cualquier vibración se percibe con gran sensibilidad.
- La luz se reduce a medida que se desciende. A los 10 m desaparece el
color rojo, a los 20 el anaranjado, a los 30 el amarillo y a los 400 existe la
oscuridad total.
- Sin gafas la visión se ve alterada, borrosa, confusa. Con gafas los objetos
se ven aumentados y más oscuros.
- Pérdida de calor hasta de 25 veces mayor en el agua que en el aire. Por
conducción se cede el calor corporal al agua que nos rodea.
3. PRINCIPIOS PARA LA PRÁCTICA DEL BUCEO
En el buceo, si se desea la consecución de una técnica adecuada y que evite
los riesgos y peligros innecesarios, deberíamos tener en cuenta los
siguientes principios, que los podemos agrupar en tres apartados:
3.1. Principios de la eficacia fisiológica
A. Respiración sin hiperventilación.
Antes de comenzar a bucear es conveniente que la respiración sea normal y
completa, lo que permite realizar grandes distancias sin problemas y
mantenerse dentro del agua bastante tiempo, en función también de la
capacidad de la persona y de su estado físico y emocional.
La hiperventilación consiste en la realización de sucesivas respiraciones
profundas antes de la inmersión lo que, contrariamente a lo que se piensa,
no aumenta la saturación de la hemoglobina sanguínea, ya máxima con una
inspiración normal, sino que hace descender la presión parcial del CO2 a
nivel arterial. Esta técnica, según estudios realizados, aumenta la duración
de la apnea en un 60% en reposo y un 40% en ejercicio, pero a expensas
del retraso de la alarma fisiológica del centro respiratorio, lo que conlleva
7. el peligro de anoxia en la inmersión y el riesgo de morir si sucede incluso a
poca profundidad.
B. Nunca espirar aire.
Mientras se permanezca con el aire que se ha espirado se puede utilizar el
oxígeno que contiene. Por el contrario, si se espira una parte se
desaprovecha el oxígeno que no se había utilizado.
Con cada inspiración se introducen en los pulmones unos 5 litros de aire de
los que el 21% es oxígeno. De éste, en una respiración normal, sólo se
aprovecha el 5%. Precisamente por esto es tan eficaz la respiración boca a
boca. El alivio que supone espirar aire en la inmersión se explica por los
efectos de una mayor presión dentro del agua al tener un volumen corporal
mayor.
C. Respuestas comunes del cuerpo.
Ante la práctica del buceo, habitualmente, el cuerpo responde de una
manera determinada, sobre todo, por las condiciones del entorno en el que
se desenvuelve:
Reacciones ante el frío: Aumento de la secreción de agua por el
riñón que favorece la vasoconstricción cutánea y disminuye la
conductividad térmica de la piel. Aumenta la temperatura gracias al
trabajo muscular y, además, los escalofríos provocan contracciones
involuntarias, el hígado calienta la sangre que lo atraviesa, se
aumenta el metabolismo basal, lo que también conlleva un aumento
de la tº…
Malestares diversos: malestares hipoglucémicos que sobrevienen
después de un periodo de esfuerzo, malestares hipóxicos, que están
unidos a la disminución de la tasa de O2 en sangre, y
barotraumatismos, que afectan fundamentalmente al tímpano.
Pequeñas molestias como los que aparecen en la rótula debido al
rozamiento, en el empeine por la extensión del pie en el uso de aletas
demasiado rígidas o ardores de estómago debido a un reflujo
gástrico.
8. 3.2. Principios de la eficacia biomecánica
A. Comienzo del buceo de forma hidrodinámica.
La entrada al agua con salto debe ser suave, sin brusquedades y adoptando
una posición lo más hidrodinámica posible.
B. Recorrido subacuático eficaz.
Las acciones de propulsión se realizarán con suavidad y continuidad,
evitando los movimientos bruscos y rápidos que crean mayor resistencia y
consumen más oxígeno.
3.3. Principios de la eficacia psicológica
A. Relajación.
Como en cualquier otra actividad física, la tensión y el nerviosismo va a
perjudicar enormemente el buceo, produciendo incluso mayor desgaste
físico, y mayor fatiga, incluso antes de comenzar la actividad.
Debemos repasar la tarea que vamos a realizar, repasando cada uno de los
pasos y los posibles imprevistos. Una adecuada concentración nos va a
permitir no sólo permanecer más tiempo debajo del agua sino también tener
una mayor seguridad.
B. Conocimiento completo de las propias capacidades y limitaciones.
Aunque se menciona en último lugar, es el principio más importante para el
socorrista acuático, ya que sin él difícilmente estará preparado para la
práctica del buceo y pondrá en peligro su vida y, en consecuencia, la de la
persona a la que va a rescatar.
4. ESTRATEGIA ANTE RESCATES EN LOS QUE SE DEBE
BUCEAR
El motivo principal que obliga a un socorrista acuático a practicar el buceo
es el de buscar personas que se han sumergido en el agua, por lo que es
importante tener en cuenta una serie de aspectos:
9. I. Rapidez. Las posibilidades de recuperación de un accidentado en
función del tiempo que tarda en recibir la ayuda necesaria son las
siguientes:
TIEMPO EN MUERTE POSIBILIDADES DE
APARENTE REANIMACIÓN
1 minuto 95%
2 minutos 85%
3 minutos 75%
4 minutos 50%
5 minutos 1%
Más de 6 minutos Sólo casos excepcionales
II. Lugar exacto de búsqueda. Las referencias tomadas para
localizar un punto nunca deben ser móviles. Las referencias
tomadas desde el agua deben constar de dos visuales en distintos
rumbos que contengan cada una de ellas dos puntos fijos
alineados. El punto donde se corten estas dos rectas será el punto
a localizar
III. Considerar corrientes. Estas hacen que el hundimiento de un
objeto o persona no sea en línea recta hacia el fondo. Es de gran
ayuda conocer el lugar, porque el viento, las mareas y el trazado
del terreno influyen.
IV. Nado de aproximación económico. Esto posibilitará ahorrar
energía para el buceo. Si las condiciones lo permiten también
podremos usar el rastreo desde la superficie del agua, adoptando
una posición lo más hidrodinámica posible.
V. Descenso. Se inicia con un golpe de riñón. Los brazos dirigidos
hacia el fondo y la cadera flexionada. Cuando comenzamos a
hundirnos extendemos la cadera. Cuando queramos frenar, basta
con flexionar los tobillos hasta un ángulo de 90º, lo que provoca
que las aletas frenen.
Durante el descenso podemos llevar una mano en la nariz para
realizar la maniobra de Valsalva. En profundidad, el agua ejerce
10. una presión sobre el oído produciendo dolor. Para reducir la
presión se debe hacer pasar aire de los pulmones a través de la
trompa de Eustaquio hasta el oído medio, lo que se logra con el
gesto de deglución o con la maniobra de Valsalva, que consiste en
soplar fuerte por las fosas nasales mientras la nariz permanece
tapada.
VI. Alternar o simultanear estratégicamente la acción de dos
socorristas. Si acuden dos socorristas uno puede descansar
mientras el otro bucea, además de servirle de apoyo en superficie.
También pueden actuar simultáneamente repartiéndose la zona de
búsqueda, aunque esto plantea problemas de comunicación entre
ellos, de tiempos muertos en los que tengan que descansar los
dos, falta de apoyo en superficie, etc.
VII. No remover el fondo para evitar la pérdida de visión. Si se
llevan aletas conviene desplazarse por el fondo con brazos y
manos.
VIII. Duración controlada de las inmersiones. No se deben prolongar
más de 20-25 segundos. Se evita el agotamiento y se posibilita
realizar más de una. Es preferible realizar 6 ó 7 de esta duración
que 1 ó 2 de 40 segundos ya que se gasta menos energía y la
deuda de O2 acumulada es menor.
IX. Ascenso. Se realiza con un impulso fuerte de los dos pies
apoyados en el suelo. La mirada hacia la superficie y al menos un
brazo extendido hacia arriba para evitar percances en la
superficie. Si vamos con el accidentado, se pasará un brazo por
detrás de él cogiendo sus dos brazos y el otro lo colocaremos
hacia la superficie.
X. Persistir. No abandonar la búsqueda al poco tiempo de
comenzada. Debemos tener una actitud positiva de búsqueda, ya
que puede que tengamos éxito en la próxima inmersión.
XI. Si es posible, y las circunstancias lo aconsejan, utilizar
material (frío, corrientes, turbiedad). Puede ser de gran ayuda un
chaleco isotérmico o un arnés con una cuerda en caso de
corrientes o agua muy turbia.
11. XII. Estrategia de búsqueda Buscar a una persona mediante buceo
no suele ser sencillo, por lo que se requiere cierta planificación.
Los métodos o estrategias más usados son:
Cuadrado de expansión: desde el lugar que se sospecha que se
encuentra la persona y se va abriendo un cuadrado
progresivamente.
Rastreo en línea: desde unos metros antes del lugar se iría
progresando barriendo la zona de un lado a otro.
Búsqueda en sector: desde el lugar en que creemos que se
encuentra la persona se iría abriendo un círculo, volviendo
siempre al centro del mismo.