2. Introducción
La dimensión espiritual de la persona nunca
ha sido prioritario en los cuidados de los
pacientes.
Los cuidados han de ser desde la perspectiva
holística del ser humano.
El sufrimiento espiritual ha de aliviarse también,
no solo el físico.
El enfermo terminal o en cuidados paliativos se
hace planteamientos distintos al de un
enfermo agudo.
3. ¿Qué es la espiritualidad?
Concepto amplio y abstracto.
Plantea cuestiones que no se pueden explicar con
la razón o el conocimiento.
Se agudiza en la enfermedad, incluso en personas
que son «poco espirituales».
No hay que confundir espiritualidad con religiosidad,
y en cualquier caso, es independiente de la
confesión religiosa de la persona.
Común a todos los enfermos, con independencia
de la enfermedad, entorno social, proyecto de vida,
etc.
4. DIFERENCIAS ENTRE ESPIRITUALIDAD Y RELIGIOSIDAD
La religiosidad no es solo una, si no cientos. La espiritualidad es una.
La religión tiene un conjunto de reglas dogmáticas e
incuestionables que se han de seguir.
La espiritualidad te invita a razonarlo todo, cuestionarlo
todo y decidir tus propias acciones asumiendo sus
consecuencias.
La religión habla de pecado y de culpa. La espiritualidad te dice ya pasó, no te remuerdas por
lo que ya pasó, levántate y aprende del error.
La religión se suele inculcar desde niño, como la
medicina o la sopa que no quieres tomar.
La espiritualidad es el alimento que tú mismo buscas,
que te satisface y es gustoso a los sentidos
La religión se alimenta del miedo. La espiritualidad se alimenta de la confianza.
La religión vive en el pasado y en el futuro. La espiritualidad vive en el presente, en el aquí y ahora.
La religión cree en la vida eterna. La espiritualidad te hace consciente de ella.
5. Los cuidados paliativos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) define
los cuidados paliativos:
“Enfoque que mejora la calidad de vida de pacientes y
familias que se enfrentan a los problemas asociados con
enfermedades amenazantes para la vida, a través de la
prevención y alivio del sufrimiento por medio de la
identificación temprana e impecable evaluación y
tratamiento del dolor y otros problemas, físicos,
psicológicos y espirituales”.
6. Los cuidados paliativos.
La definición se completa con los siguientes principios
sobre los cuidados paliativos:
Proporcionan alivio del dolor y otros síntomas.
Afirman la vida y consideran la muerte como un proceso normal.
No intentan ni acelerar ni retrasar la muerte.
Integran los aspectos espirituales y psicológicos del cuidado del
paciente.
Ofrecen un sistema de soporte para ayudar a la familia a
adaptarse durante la enfermedad del paciente y en el duelo.
Utilizan una aproximación de equipo para responder a las
necesidades de los pacientes y sus familias, incluyendo soporte
emocional en el duelo, cuando esté indicado.
Mejoran la calidad de vida y pueden también influenciar
positivamente en el curso de la enfermedad.
7. Los cuidados paliativos.
Deberían comenzar en las fases tempranas del diagnóstico y
simultáneamente con los tratamientos curativos.
Conjuntamente con otros tratamientos que pueden
prolongar la vida, tales como quimioterapia o radioterapia, e
incluyen aquellas investigaciones necesarias para
comprender mejor y manejar situaciones clínicas complejas.
8. Los cuidados paliativos.
La transición de los cuidados curativos a paliativos es a
menudo gradual, y debe basarse en las necesidades
individuales de la persona más que en un plazo
concreto de supervivencia esperada.
9. Relación entre los cuidados paliativos y
los cuidados espirituales.
Es esencial en los cuidados paliativos preocuparse por
las Necesidades Espirituales del paciente.
Estas necesidades son las carencias y/o falta de recursos
para lograr la paz interior necesaria para entender la
muerte como última etapa de la vida, reconciliándose
consigo mismo, con los demás y con sus ideales.
Enfermería tiene un papel importante en el cuidado
espiritual del enfermo en esta última etapa, y para ello
debe saber cuáles pueden ser esas necesidades
espirituales y con qué recursos cuenta para satisfacerlas.
10. Necesidades espirituales.
Las necesidades espirituales propuestas por la Sociedad
Española de Cuidados Paliativos de 2008 son las siguientes:
Ser reconocido como persona.
Releer su vida.
Encontrar sentido a la existencia y al devenir: búsqueda del
sentido.
Liberarse de la culpabilidad, perdonarse.
Reconciliación. Sentirse perdonado.
Establecer su vida en algo más allá de sí mismo.
Continuidad de un más allá.
Auténtica esperanza, sin falsas ilusiones.
Expresar sentimientos y vivencias religiosos.
11. Recursos espirituales.
Una atención integral: que tenga en cuenta los
aspectos físicos, emocionales, sociales y espirituales.
Los pacientes, en muchas ocasiones, recurren a los
profesionales sanitarios en busca de algún tipo de
respuesta, por tanto estos son los que deben ocuparse
de las necesidades espirituales de los enfermos al final
de la vida como uno de los recursos totalmente
imprescindibles para cuidar de esa forma integral al
paciente y poder darle un final en paz.
12. Apoyo espiritual.
Se lleva a cabo:
Explorando la espiritualidad individual de cada
paciente.
Apoyando los aspectos positivos de la fe del
enfermo.
Proporcionando apoyo religioso específico.
Ofreciendo cuidado espiritual a la familia del
paciente.
Atendiendo las propias necesidades espirituales.
13. ¿Quién debe hacerse cargo de
las necesidades espirituales?
La persona encargada de desempeñar este papel será quien el
paciente elija .
Médico
Enfermera
Psicólogo
Cura
Sea quien sea la persona se debe tener en cuenta que deposita
su confianza en él.
14. Consejero espiritual.
Habitualmente confundimos espiritualidad con religión,
generando un vacío asistencial ante la persona con
necesidades espirituales no religiosas.
En nuestro país éste apoyo ha sido habitualmente
ofrecido por capellanes católicos.
A veces, independientemente del consejero espiritual,
será el propio enfermo el que elija la persona dentro del
equipo, con la que más sintonice, por tanto, el equipo
interdisciplinar debe tener nociones básicas para prestar
éste tipo de cuidados cuando la ocasión lo requiera.
15. Perfil del consejero espiritual.
No es fácil establecer un perfil concreto, aunque sí podemos
destacar algunas características:
El consejero espiritual debe ser un intérprete para el hombre
cuando habla consigo mismo.
Debe ayudarle a traducir sus propias preguntas y emociones y a
dialogar consigo mismo.
Debe ayudarle a conectar con él mismo, a afrontar sin huir y a
expresar sus sentimientos.
En los momentos difíciles, debe consolar y animar con palabras,
oraciones, silencios, narraciones, o algún rito o ceremonia que lo
consuele.
Y, finalmente, el consejero espiritual podría ser un puente, entre el
paciente y su propio entorno familiar, ayudar a entender las
diferentes respuestas que se dan a las preguntas que evoca la
enfermedad.
16. Conclusión.
La función de enfermería como atención integral al
enfermo va más allá de un cuerpo que sufre.
Tanto sufrimiento espiritual como riesgo de
sufrimiento espiritual tienen como factor
relacionado la enfermedad crónica (NANDA, 2012)
Las necesidades espirituales de una persona sana no
son las mismas que las de una persona física o
mentalmente enferma.
17. Conclusión.
Nuestro mayor reto: Ayudar al enfermo a
encontrar la Paz.
Valorar el sufrimiento con preguntas abiertas.
Promover el despliegue de los propios recursos
del enfermo, que podrán ir orientados hacia:
1. Su pasado (El perdón)
2. Su presente (Sentido de la vida)
3. Su futuro.
18. Conclusión.
Apoyo de su autonomía
Reducción de la dependencia Paciente
verdadero
Reconocimiento de su dignidad protagonista
como ser humano
19. ¡¡Muchas gracias por vuestra
atención!!!
Autores:
Elia Lemos
José Catalá
María Campos
Patricia Camps
Sandra Ricart
José Luis Nieto