1. 142 | Revista Internacional Minería & Energía
¿Quién dijo que Macondo era sólo literatura?
Cuando uno viaja por las zonas más
inhóspitas de la selva peruana, es
inevitable recordar al pueblo ficticio de
Macondo de Gabriel García Márquez,
el imperio de lo real maravilloso es
más que evidente. Mientras se avanza
por la travesía de un río aparecerán
malocas tras malocas , y en eso
aparece una construcción descomunal
equivalente a una vivienda de la más
exclusiva zona limeña, y nuevamente
en el recorrido fluvial continúan
apareciendo malocas, tras malocas.
En un contexto más cercano, sea
costa o sierra, es común encontrar
las plazas de armas de una pequeña
localidad, con un monumento al
lagarto, o quizá un monumento al
cuy. Negritos, que es una localidad
pequeña que pertenece a Talara
(Piura), posee un coliseo semejante al
Dibos de Lima .
Los generadores de esos paisajes
real maravillosos, son empresas
extractivas que producto de una
El autor de este artículo comenta sobre las confusiones de los roles Empresa-Estado-Comunidad
que suelen producirse en nuestro medio. Así, las comunidades suelen exigir más de lo que
deberían, las empresas ceden y el Estado acepta los acuerdos.Toda un caos.
Por: Abog. Víctor Javier Echevarría Mejía *
Consultor externo DE Negocios Consultores & Asesores EIRL
negociación (y en aras de la paz
social) con la localidad, han cedido
ante el pedido de la comunidad.
”Nosotros sólo les hemos dado lo que
el pueblo pide, quisimos proponerles
algo más sostenible, pero ellos igual
insistieron que querían eso, además
amenazaron paralizar la producción
si no les damos lo que pedían”,
sentencian cuando se les pregunta
sobre el tema al personal vinculado
a la empresa extractiva que generó el
despropósito.
Al parecer evitar la paralización de
la producción, producto de afrontar
actos de protesta con medidas de
fuerza, es lo que llevaría a la empresa
el aceptar este tipo de pedidos. No hay
que olvidar que los actos de protesta
en principio buscan hacer un reclamo
legítimo, muchas veces pierden un
sentido de proporcionalidad.
Por ejemplo, una comunidad puede
buscar hacer una medida de fuerza,
ante un supuesto de contaminación
inminente (derrame de crudo por
ejemplo), como también busca
practicar la misma medida de fuerza
por un pedido recreativo (torta
de cumpleaños para el jefe de la
comunidad). Esta es una realidad
ineludible que debe afrontar la
empresa.
El rol del Estado en este tipo de
situaciones, se limita a celebrar
la aceptación de la empresa
ante el pedido de la comunidad,
inaugurando muchas de estas obras
real maravillosas. El Estado está
totalmente convencido que sólo se
trata de un acuerdo entre particulares,
un asunto que ante él como Estado no
tiene responsabilidad alguna.
Mientras tanto, el Perú profundo se
sigue llenando de obras exóticas, las
mismas que luego pasaran la factura
respectiva al tiempo, sobretodo
cuando se trata del mantenimiento
de las mismas. Se requiere una
clase dirigente responsable que sepa
orientar a la población en exigir cosas
sostenibles antes que recreativas, por
decirlo propositivamente, teniendo en
cuenta que los proyectos extractivos
son limitados en el tiempo, y no son
infinitos.
De igual forma, el Estado debe
formar parte activa orientando o
restringiendo a la población en el tipo
de pedidos, y de esta manera dejar de
eludir responsabilidad. Idealmente, se
requeriría un rol activo del Estado en
el área de relaciones comunitarias de
cada empresa particular, intentando
asegurar la sostenibilidad.
*Abog. Víctor Javier Echevarría Mejía
Consultor externo de Negocios
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