Cómo las diferencias generacionales influyen en los hábitos culturales
1. Domingo 10.06.18
IDEALCULTURAS64
GENERACIÓN Y
MILLENNIALS
GENERACIÓN Z
GENERACIÓN X
L
a Generación Z ya está sa-
liendo al mercado y dicen
por ahí que han dejado vie-
josasusmayores,los‘mille-
nials’, esa generaciónY tan criticada
por supuesta superficialidad e inmo-
vilismoporpartede miembrosdelas
generaciones precedentes, no tanto
por sus hermanos mayores de la Ge-
neraciónX,sinomásbienporlospa-
dres de laGeneración Babyboomers,
que ahora mismo detentan el poder
y la influencia de su opinión desde
losmediosdecomunicaciónquecrea-
ron sus coetáneos. LaGeneración de
la postguerra parece más dedicada a
contemplardesdesuatalayadelaex-
perienciacómosevansucediendoge-
neraciones, circunstancias y aconte-
cimientos.
Hemos querido averiguar qué di-
ferencias culturales hay entre los
cohortes de cada grupo de edad, qué
características tienen en común, en
qué se están hibridando y qué les se-
para. Iñaki Ortega, coautor junto a
Núria Vilanova del ensayo ‘Genera-
ción Z’ (‘Todo lo que necesitas saber
sobrelosjóvenesquehandejadovie-
jos a los millennials’, Ed. Plataforma
Actual), explica si son la generación
YyZtandiferentesdecómoeranlas
demás generaciones en la juventud.
EstedoctorenEconomíadelaDeus-
to Business School lo detalla toman-
docomoiconoaJustinBieber,quese
ELISABETH
G. IBORRA
CS
asocia automáticamente con los Z
«porque nace con la nueva genera-
ción, de familia desestructurada, su
madreponeunvídeoenunaincipien-
te plataforma, lo ve un productor y
lo convierte en fenómeno social,
mimaYoutubeylasredes,ejerceuna
irreverenciaqueesmuyZ,seponeel
mundo por montera: ‘Me da igual lo
que piensen de mí, tengo arte y ta-
lento, vosotros me seguís’. Tiende a
saltarse las normas». En eso precisa-
mente,continúaOrtega,es«enloque
los Z se parecen a los jóvenes de la
movida, a los hippies, los del Mayo
del68...teníanesairreverencia,pero
la diferencia es que era una élite, no
era mundial, sino de los que estaban
enlacapitaldeturnoenesemomen-
to, la globalización y las redes socia-
les ahora tienen el efecto capitaliza-
dor de llegar a todos los hogares del
mundo». Lo malo es que «el paso del
tiempohacequesepierdaesairreve-
renciaytesometasalprincipiodeau-
toridad al chocar con la realidad».
Ynohaymayorchoqueconlarea-
lidad que el que se han llevado la ge-
neraciónY y la Z, como pone de ma-
nifiestoManuelRodríguez,politólo-
go del 90, con una excepcional capa-
cidad de análisis que le ha llevado a
montar la revista ‘Cámara Cívica’:
«Ambasgeneracionestenemosenco-
mún que vivimos un escenario de
destrucciónmasivadepuestosdetra-
bajo, aguantandoeldiscursoinfantil
degurúsdecharlasTEDqueporLin-
kedin nos dicen que nuestras ocupa-
ciones aún no se han inventado, por
lo que debemos ser emprendedores
y vender nuestra marca. Eso genera
legionesdeególatrasquepiensanque
sonespecialesyqueelmundolesdebe
algo. Lo sé porque yo también caí en
esa trampa. Por suerte o por desgra-
cia, cada día 1 de mes hay que pagar
el alquiler y eso te da una buena do-
sis de realidad».
Desideologizados
Lo comprende muy bien el psicólo-
go, sexólogo, antropólogo y profesor
y congresista Alfonso Antona, que
pertenecealageneracióndelos‘boo-
mers’: «Si algo está cambiando en las
nuevasgeneraciones,esquealgunas
relativascertidumbresqueteníamos
en el pasado (si estudias serás un al-
guien de provecho con la posibilidad
de independencia económica) ya no
sontales.Esposiblequelaspróximas
generacionestenganmásproblemas
económicos. Por poner un pero: ado-
lescentes y jóvenes actuales se han
criadocomounbiendelujoenentor-
nosfamiliaresqueyanosonfamilias
numerosas y más dependientes. Ha-
brá que ver cómo evolucionan…» Lo
diceporque,indefectiblemente,«cada
generación, ante los cambios socia-
les, busca sus propias referencias, es
un proceso de identificación que se
da siempre». Por ello hemos hecho
untercergradoavariosrepresentan-
tesdesdelaGeneraciónZ(15-20),Mi-
llennials (21-34),Generación X (35-
49) y Boomers (50-64). De la Silen-
ciosa (65+), están el escritor del 48
Luis Landero.
A la pregunta en qué se distingue
su generación de las demás, Landero
apuntaque«lasdiferenciasentrege-
neraciones acaso tengan que ver con
laideologíapolíticayconlatradición
humanística como referente cultu-
ralindiscutible.Lasgeneracionespos-
teriores a la nuestra se han ido desi-
deologizando, al tiempo que se han
desancladodelatradiciónclásica.Hay
dos hechos que marcan estos fenó-
menos:lacaídadelMurodeBerlíny,
sobretodo,laaparicióndeInternet».
Por su parte,AlfonsoAntona (60)
señala que, «salvando las distancias,
entremigeneraciónylas(varias)que
mehansucedido,ladiferenciaesque
enlamíameenculturéenunadicta-
dura católico-fascista, sufrí el último
plandedesarrollofranquista,noexis-
tía libertad de expresión, estuve en
la cárcel por militar en una organiza-
ción política… la TV era única y en
blancoynegro.¡Ah!yaprendíaescri-
bir con plumilla. No obstante, tam-
biénexistensemejanzasenloquese
refiere a sueños, valores, etc.»
Los dos autores de ‘Yo fui a EGB’,
JavierIkaz(39)yJorgeDíaz(46),que
representan a la X, apuntan que su
generación «creció sin internet, ni
móvilesyesolimitabastanteelacce-
soamuchascosas.Habíamuchame-
nos información y casi todos hacía-
mos las mismas cosas. Incluso a la
vez».IñakiOrtega,integrantedeesta
generación,consideraquelosdelaX
son «mucho más eclécticos. Tenía-
moslaaperturademente,somosmás
«Alosmásjóvenesleshan
dichoquedebenvender
sumarcayesogenera
legionesdeególatras»
Cultura
generacional
Representantes de cinco
generaciones hablan de
sus hábitos de consumo y
sus referencias en todas
las disciplinas