1. Leucemia o cáncer en la sangre
La Leucemia es una enfermedad de la médula osea, y esto sucede
ya que la médula osea, la que se encuentra en el interior de
algunos huesos y es la encargada de renovar todo el tiempo a los
glóbulos blancos, es invadida por células malignas que crecen de
forma ilimitada y no le permite funcionar normalmente. Estas
células cancerígenas pueden extenderse a otros órganos como el
cerebro, la médula espinal, el hígado, etc. Leucemia es el termino
que se utiliza para referirse a todos los cáncer de la sangre.
2. Esta enfermedad es más frecuente
en la infancia, la estadística es de
3-4 casos por años por cada
100 000 niños menores de 15
años. En el año 2000 unos 256 000
niños y adultos desarrollaron
leucemia.
3. Distintos tipos de leucemia
● Leucemia mieloide crónica
● Leucemia linfoide crónica o Leucemia Linfoblástica Aguda
● Leucemia linfoide aguda o Leucemia Mieloblástica
● Leucemia mielógena
Aguda: en este caso, se da un aumento muy rápido de las células
sanguíneas inmaduras. Estas células no realizan las funciones sanguíneas
necesarias, y ocupan un espacio que permitiría el desarrollo de las células
maduras. Esta es la mas frecuente en niños.
Crónica: en esta afección, se producen demasiados glóbulos blancos
maduros pero anormales. Progresa durante meses o años, por lo que no
siempre se administra el tratamiento inmediatamente, si no que a veces se
monitoriza la situación para ver cual es el momento más efectivo para la
terapia. La leucemia crónica ocurre más a menudo en personas mayores.
4. En la leucemia aguda, los síntomas se presentan precozmente y se
agrava con rapidez, mientra que en la leucemia crónica, los
síntomas pueden demorar un largo periodo de tiempo en aparecer
y cuando aparecen, suelen empezar leves y ir empeorando a
medida que pasa el tiempo. Cuando el cáncer se extiende a los
órganos puede provocar:
● Fiebre, escalofríos, a los que las personas pueden asociar a una gripe.
● Debilidad y fatiga.
● Infecciones frecuentes.
● Pérdida de apetito y/o de peso.
● Aumento de tamaño de los ganglios linfáticos, hígado o bazo.
● Equimosis, petequias y hemorragias mucosas.
● Encías inflamadas o sangrantes.
● Sudoración profusa, especialmente durante la noche.
● Dolores óseos o en las articulaciones.
5. Tratamiento
El tratamiento consiste en quimioterapia, a veces con radioterapia.
En muchos casos el tratamiento quimioterápico habitual se
completa con un trasplante de una médula ósea sana que puede
ser de un hermano, del propio enfermo ya tratado, o de un donante
voluntario.
Se pueden curar permanentemente hasta un 60% de los enfermos
con leucemia, sobre todo si son menores de 60 años. Pero el
periodo de tratamiento es largo.