SlideShare uma empresa Scribd logo
1 de 18
Baixar para ler offline
JOSÉ LUIS LÓPEZ SÁNCHEZ - INSTITUTO DE MECÁNICA DE FLUIDOS
FACULTAD DE INGENIERÍA - UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA
25
I. INTRODUCCIÓN
LECCIONES APRENDIDAS DEL DESASTRE DE VARGAS
Aportes Científico-Tecnológicos y Experiencias Nacionales en el Campo de la Prevención y Mitigación de Riesgos
26
JOSÉ LUIS LÓPEZ SÁNCHEZ - INSTITUTO DE MECÁNICA DE FLUIDOS
FACULTAD DE INGENIERÍA - UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA
27
EL EXTRAORDINARIO EVENTO HIDROMETEOROLÓGICO DE DICIEMBRE DE 1999 EN
EL ESTADO VARGAS
José Luis López (1)
, David Pérez-Hernández (2)
(1)
Instituto de Mecánica de Fluidos, Facultad de Ingeniería, Universidad Central de Venezuela
(2)
Departamento de Ingeniería Hidrometeorológica, Facultad de Ingeniería, Universidad Central de Venezuela
jlopez@imf.ing.ucv.ve, dph60@hotmail.com
RESUMEN
Las lluvias torrenciales ocurridas en Venezuela en diciembre de 1999 produjeron la peor tragedia de origen
natural que se haya producido en Venezuela, y una de las peores de Latinoamérica. A pesar de la cuantiosa
destrucción de viviendas e infraestructura, investigaciones recientes han estimado el número de víctimas en
Vargas en una cifra no mayor a 800 personas. En este trabajo se realiza una revisión general del extraordinario
evento hidrometeorológico enfatizando los aspectos hidrológicos y geomorfológicos de los aludes torrencia–
les generados en 1999 en las principales quebradas del Estado Vargas. A partir de observaciones y mediciones
en campo, se han estimado los máximos flujos y los volúmenes de las acumulaciones sedimentarias en
algunas de las cuencas afectadas por los deslaves. Los resultados indican que los caudales pico generados
por los flujos torrenciales pueden ser, en algunos casos, hasta 4 o 5 veces mayores que los caudales líquidos
correspondientes al evento de 500 años de periodo de retorno. Los volúmenes de sedimentos depositados
en los abanicos aluviales se estimaron en 20 millones de metros cúbicos, repartidos a lo largo de unos 40 km
sobre la franja costera del estado Vargas. Esta acumulación sedimentaria penetró en el mar modificando la
línea de costa y creando nuevas tierras cuya extensión superficial se estimó en 150 hectáreas.
THE EXTRAORDINARY METEOROLOGICAL EVENT OF DECEMBER 1999 IN
THE STATE OF VARGAS
ABSTRACT
The torrential flows that occurred in Venezuela in december 1999 produced the worst natural disaster in this
country and maybe in Latin America. In spite of the enormous magnitude of the destruction, new research
has estimated the number of victims close to 800 persons. In this paper a general review of the extraordinary
event is made, emphasizing the hydrologic and geomorphic characteristics of the debris flows that took place
in 1999 in the main streams of the state of Vargas. An estimation of maximum flow discharges and sediment
accumulation volumes in some basins are made based on field observations. The results indicate that the
peak of the debris flows were, in some cases, 4 or 5 times greater than the water discharges for a 500-year
return period. The volume of sediment deposition in the alluvial fans was estimate to be in the order of 20
million cubic meters. This sediment accumulation penetrated in the sea creating a new coast line and gaining
new lands whose surface was about 150 hectares.
PALABRAS CLAVE: aludes torrenciales, desastre, Vargas.
LECCIONES APRENDIDAS DEL DESASTRE DE VARGAS
Aportes Científico-Tecnológicos y Experiencias Nacionales en el Campo de la Prevención y Mitigación de Riesgos
28
Puerto de La Guaira, arrastrando troncos de árboles
y masas de rocas de un volumen considerable.
Una tormenta más extraordinaria y catastrófica
azotó la región central del norte del país en febrero
de 1951, abarcando Caracas y las poblaciones del
Litoral entre Choroní y Los Caracas (Sardi, 1959). La
estación de Maiquetía, a una elevación de 43 msnm,
reportó un total de 250 mm en 3 días, mientras que
la estación El Infiernito (a 1.750 msnm) registró 529
mm. Un número considerable de ríos y quebradas
crecieron arrastrando automóviles y grandes troncos
y peñones, estimándose un balance de más de 30
personas muertas o desaparecidas (Sucre, 1951). El
evento más catastrófico en nuestro país era, hasta
1999, el caso del río Limón cerca de la ciudad de
Maracay, donde una lluvia de 176 mm en menos de 5
horas produjo los aludes torrenciales de septiembre
de 1987, ocasionando cerca de 300 víctimas.
Evidencias geológicas muestran que aludes
torrenciales de gran magnitud ocurrieron en el valle
de Caracas en la época precolombina, entre los años
1100 y 1500 (Singer et al., 1983). En otro capítulo de
este libro se demuestra que los aludes torrenciales
han sido recurrentes a lo largo del pasado geológico
reciente y del acontecer histórico en una extensión
significativa del territorio nacional, como lo evi–
dencian los datos presentados por Singer (2009) que
agrupa a más de 150 eventos, en diferentes estados
de país, con indicación del lugar y fecha de su
ocurrencia, así como de sus efectos más dañinos.
ALUDES TORRENCIALES EN
AMÉRICA LATINA
Los aludes torrenciales han sido mucho más
frecuentes en América Latina, y en particular en
las ciudades que se han desarrollado al pie de la
Cordillera de Los Andes. Entre los más recientes
puede mencionarse el deslizamiento del río Paute,
cerca de la ciudad de Cuenca, Ecuador, en 1993,
mejor conocido como el Desastre de La Josefina
(Zevallos et al., 1993). Ayala et al. (1994) reportan
cuatro grandes eventos relacionados con aludes
torrenciales en Chile, en el período entre 1987 y
1993, los cuales causaron centenares de víctimas
y pérdidas de decenas de millones de dólares. El
INTRODUCCIÓN
Las lluvias torrenciales que se produjeron a
lo largo de la región centro-norte-costera de
Venezuela en Diciembre de 1999 generaron masivos
deslizamientos, aludes torrenciales e inundaciones
repentinas, causando la peor tragedia de origen
natural que haya ocurrido en nuestro país. En la
mañana del 16/12/99 casi simultáneamente, como
una reacción en cadena, ocurrieron crecientes
extraordinarias en la mayoría de las quebradas que
drenan el flanco norte del Macizo Ávila, arrastrando
consigo peñones, árboles y sedimentos finos, hasta
depositarlos en los abanicos aluviales o conos de
deyección, que en algunos casos se extendieron
más allá de la línea de costa, ganándole terreno
al mar. Barrios y urbanizaciones enteras fueron
barridos por las avalanchas de los flujos de barros
y escombros que descendieron de la montaña.
Las pérdidas en vidas humanas fueron cuantiosas
y los daños materiales superaron los cuatro mil
millones de dólares. El objetivo de este trabajo es
realizar un análisis hidro-geomorfológico de los
aludes torrenciales que ocurrieron en Diciembre de
1999 en el estado Vargas, enfatizando los aspectos
hidrológicos, hidráulicos y sedimentológicos de
las diferentes quebradas y cuencas afectadas. En
primer lugar se revisan brevemente los antecedentes
de eventos torrenciales en nuestro país y en
América Latina, y se discuten las características del
fenómeno hidrometeorológico y sus consecuencias.
Posteriormente, se presentan los resultados de la
investigación de campo que permitieron estimar
los volúmenes de sedimentación y algunos caudales
máximos en las cuencas de Vargas.
ALUDES TORRENCIALES EN VENEZUELA
Las inundaciones de agua asociadas con arrastres de
sedimentos han sido frecuentes en el estado Vargas,
tales como los eventos de 1798, 1912, 1938, 1944,
1948, 1951, y 1954 (Pacheco, 2002; Sardi, 1959). El
testimonio escrito más antiguo sobre la ocurrencia
de aludes torrenciales en nuestro país se remonta
a la tormenta de febrero de 1798 en la región de
La Guaira, reportada por el barón Alejandro de
Humboldt (Humboldt, 1985), quien se refiere a la
lluvia de sesenta horas de duración que ocasionó
una creciente extraordinaria del río Osorio, en el
JOSÉ LUIS LÓPEZ SÁNCHEZ - INSTITUTO DE MECÁNICA DE FLUIDOS
FACULTAD DE INGENIERÍA - UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA
29
evento más dramático ha sido el causado por la
erupción del volcán Nevado del Ruiz en Colombia
el 14 de noviembre de 1985, el cual produjo el
rápido derretimiento de la capa de hielo del nevado,
originando flujos y coladas de barro que destruyeron
la ciudad de Armero, matando aproximadamente
a 21.000 personas (Aguirre y Moncada, 1999). Un
evento catastrófico más reciente ocurrió cuando el
Huracán Mitch pasó por Centroamérica, generando
aludes torrenciales que destruyeron el pueblo Casita
del Volcano en Nicaragua, dejando un total de 2.000
víctimas (Must, 1999). Otros eventos de menor
magnitud que ocurrieron en algunos estados de
México en 1999 han sido reportados por Caldino y
Bonola (2000).
DESCRIPCIÓN DEL ÁREA DEL DESASTRE
La región norte costera de Venezuela, donde se
localiza el estado Vargas, se encuentra adyacente
al mar Caribe y está compuesta por una región
montañosa (Serranía del Litoral) que se extiende
paralelaalalíneadelmaralcanzandoalturasmáximas
cercanas a los 2.800 m. La distancia entre los picos
de las montañas y la línea de costa oscila entre 6 a 10
km. Entre la montaña y el mar, en una franja estrecha
de tierra cuyo ancho varía entre 200 y 2.000 m, han
tenido lugar desarrollos urbanísticos y recreacionales
que conforman el estado Vargas (Figura 1), con una
población cercana a las 300.000 personas. Las áreas
más pobladas se han asentado sobre las gargantas
y conos de deyección de las quebradas o torrentes,
así como también sobre las laderas y pendientes de
la montaña. A unos 15 km al sur de esta serranía,
se asienta la población de Caracas sobre un valle
que se ubica a 900 msnm. La mayoría de estos
cauces son efímeros, mostrando caudales solamente
durante la estación lluviosa entre los meses de mayo
y septiembre. La precipitación promedio es de 520
mm a nivel del mar. El número de cuencas afectadas
por los deslaves ha sido estimado en 24. El mapa de
la Figura 2 muestra la ubicación de las principales
cuencas en el área de afectación.
CARACTERÍSTICAS DEL FENÓMENO
HIDROMETEOROLÓGICO
Las altas precipitaciones en la región norte de
Venezuela fueron causadas por una persistente
vaguada actuando durante los primeros 20 días
del mes de diciembre de 1999. Las “vaguadas”
son flujos de los vientos en la altura con sentido
de desplazamiento oeste-este y se asocian a
la generación de extensos campos nubosos e
intensas precipitaciones que se mantienen por
aproximadamente 5 días, aunque su influencia
puede sentirse por mayores lapsos de tiempo,
manifestándose su acción en Venezuela durante el
final e inicio de la época lluviosa. Un resto de frente
frío proveniente del norte, aunado a la presencia
de la zona de alta presión del Atlántico Norte,
contribuyó a bloquear la circulación en la altura
(Figura 3), con lo cual la persistencia y desarrollo
de la nubosidad en la región costera se acentuó,
formándose un sistema frontal debido al suministro
continuo de masas de aire húmedas procedentes
desde los Andes de Colombia y dirigido hacia las
costas de Venezuela. Para mediados del mes de
diciembre la actividad de la vaguada se incrementó,
cubriendo el frente nuboso una superficie de
20.000 km2
, abarcando varios estados en la zona
norte costera del país en una extensión aproximada
de 900 km (Matute et al., 2.000).
LaFigura4presentalosregistrosdeprecipitación
obtenidos en las estaciones de Maiquetía (43 msnm),
Figura 1. Vista aérea del Macizo Ávila y la región norte
costera de Venezuela (imagen del satélite Ikonos).
LECCIONES APRENDIDAS DEL DESASTRE DE VARGAS
Aportes Científico-Tecnológicos y Experiencias Nacionales en el Campo de la Prevención y Mitigación de Riesgos
30
y Mamo (81 msnm) para el mes de diciembre
(Matute, 2000; FAV, 2000). Los datos indican un
período continuo de lluvias de baja intensidad
entre diciembre 1 y diciembre 13, acumulándose
en Maiquetía casi 300 mm, continuando con altas
precipitaciones que alcanzaron un total de 911 mm
durante los días 14, 15 y 16, hasta totalizar 1.207 mm
para el 18 de diciembre. En Mamo, sin embargo, la
cantidad acumulada de lluvia durante el período de
17 días fue de 438 mm. Esta notable discrepancia
entre los datos de estas estaciones localizadas casi a
la misma elevación y a una distancia aproximada de
8 km, no ha podido ser explicada.
Si comparamos estos datos con los registros
históricos en Maiquetía para un período de 52 años
(excluyendo 1999), los cuales reportan un promedio
anual de 523 mm, un máximo anual de 961 mm
(1951), y un mínimo anual de 205 mm, tenemos que
concluir que la lluvia fue realmente extraordinaria.
Análisis de frecuencia de la tormenta con los datos
históricos de Maiquetía indican que el período de
Figura 3. Imagen satelital del 16/12/99, donde se observa un fuerte avance de nubes proveniente del suroeste
(estado Táchira) así como vientos a gran altura (color anaranjado) en dirección noreste y los alisios provenientes del
noreste a nivel de la superficie (color amarillo). Fuente: Muguerza (2001).
Figura 2. Mapa de ubicación de las cuencas principales afectadas por los deslaves en el estado Vargas.
JOSÉ LUIS LÓPEZ SÁNCHEZ - INSTITUTO DE MECÁNICA DE FLUIDOS
FACULTAD DE INGENIERÍA - UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA
31
retorno para las lluvias de 1 y 3 días (410 y 911 mm)
está en el orden entre 500 y 1.000 años (Bello et al.,
2002; González y Córdova, 2009).
Wieczorek et al. (2001) reporta datos del satélite
GOES 8 y auto-estimadores de lluvia preparados por
la NOAA-NESDIS para determinar la distribución
espacial y temporal de la tormenta del 99 en
Vargas. Los datos de GOES cubren solamente un
período de 52 horas entre el 15/12 (19:45 horas) al
17/12 (23:45 horas). Las estimaciones de lluvia se
calcularon usando una relación entre la intensidad
de la precipitación y las temperaturas en el tope de
las nubes, determinadas con sensores infrarrojos
del satélite. Los resultados indican que las máximas
precipitaciones ocurrieron, grosso modo, en un
sector ubicado en la cuenca media del río San Julián,
aguas arriba de Caraballeda, y decrecen hacia el este
y hacia el oeste. Los valores máximos estimados
son de 400 mm de lluvia en ese período. El mapa
generado utiliza celdas de 4 x 4 km por lo que su
precisión es limitada.
Figura 4. Datos diarios de precipitación en estaciones
de Maiquetía y Mamo durante el mes de diciembre de
1999.
Takahashi (2001) presenta las líneas isoyetas de
la distribución acumulada de la tormenta de 1999
durante los días 15 al 17/12 obtenidas a partir de los
auto-estimadores de lluvia preparados por el NOAA,
los cuales fueron modificados por Takahashi usando
los registros de la estación de Maiquetía.
Figura 5. Isoyetas de la distribución acumulada de la
tormenta de 1999 durante los días 15 al 17/12, basada en
información del satélite GOES. Fuente: Takahashi, 2001.
Las isoyetas se presentan en la Figura 5
indicando que la mayor precipitación se concentró
en la zona ubicada en el área de Macuto y Camurí
Chico, con un valor máximo de 800 mm. Al igual que
Wieczorek, el gráfico de Takahashi muestra que la
lluvia decrece hacia el este y hacia el oeste del estado
Vargas (Figura 5). A pesar de que la precisión del
mapa isoyético es pobre (debido a la amplitud de la
representación espacial del satélite y a la lejanía con
Maiquetía, a 12 km al oeste de Macuto), el gráfico
da una idea de cómo se distribuyó espacialmente la
precipitación extraordinaria del año 1999. Hay que
notar que el mapa de Takahashi muestra la cantidad
de lluvia entre el 15 y el 17 de diciembre (no incluye
el 14/12 donde cayeron 120 mm).
LECCIONES APRENDIDAS DEL DESASTRE DE VARGAS
Aportes Científico-Tecnológicos y Experiencias Nacionales en el Campo de la Prevención y Mitigación de Riesgos
32
EFECTOS DE LOS ALUDES TORRENCIALES
Las precipitaciones extremas de diciembre de
1999 produjeron el colapso de las laderas de las
montañas y generaron aludes torrenciales en la
gran mayoría de los torrentes del estado Vargas, lo
cual se inició casi simultáneamente en las primeras
horas de la mañana del día 16 de diciembre. El
desplome de los taludes, por saturación de los
suelos que cedieron ante la elevada cantidad de
lluvia, constituyó la fuente principal de sedimentos
para los aludes torrenciales que se desplazaron
aguas abajo hasta alcanzar las zonas pobladas,
destruyendo casas, edificios, carreteras y toda
la infraestructura construida sobre las terrazas,
gargantas y conos de deyección o abanicos aluviales
de las quebradas. La mayoría de los daños fueron
producidos por inundaciones de agua y flujos de
sedimentos, impactos de peñones y escombros, y
por erosión hídrica. El total de viviendas afectadas
se estimó en 40.160, de las cuales fueron destruidas
unas 20.000 (Grases, 2000). La cifra de personas
muertas, sin embargo, a pesar de que en las
primeras estimaciones se hablaba de decenas de
miles, nunca fue cuantificada con precisión. Un
trabajo de investigación reciente en este mismo
libro (Altez, 2009) estima en un número no mayor
a 800 personas el total de víctimas (entre fallecidos
y desaparecidos) de los deslaves del 99 en Vargas.
La Figura 6 muestra algunos de los daños
ocurridos en el abanico aluvial del río San Julián,
donde se asientan las poblaciones de Caraballeda
y Los Corales. Los flujos transportaron enormes
cantidades de peñones mayores de 2 m de diámetro
que destruyeron numerosas viviendas y colapsaron
edificios de concreto armado. La Figura 7 muestra
daños por erosión de flujo en Carmen de Uria,
donde muchas viviendas fueron totalmente barridas
por el alud torrencial que abrió un cañón de 30 m
de ancho y 7 m de profundidad en el área central
de la urbanización. La foto derecha en la Figura 7
presenta una imagen de la Urb. Cerro Grande en
Tanaguarena, donde casas de 2 y 3 plantas fueron
sepultadas por los sedimentos.
Figura 6. Vista de la Av. Principal de Los Corales y parte de la urbanización cubierta por un manto de peñones
(izquierda) que destruyó numerosas viviendas ubicadas en el abanico aluvial del río San Julián. Colapso estructural de
un edificio por impacto de peñones en la Urb. Los Corales (derecha).
JOSÉ LUIS LÓPEZ SÁNCHEZ - INSTITUTO DE MECÁNICA DE FLUIDOS
FACULTAD DE INGENIERÍA - UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA
33
Figura 7. Daños por erosión en Carmen de Uria (izquierda) y por sedimentación en Urb. Cerro Grande,
Tanaguarena (derecha).
ASPECTOS GEOLÓGICOS
La montaña del Ávila forma parte de la Cordillera de
la Costa de Venezuela que abarca una superficie de
30.000 km2
. Las elevaciones más grandes se alcanzan
al norte de Caracas con un máximo de 2.765 m (pico
Naiguatá) y 2.640 m (pico La Silla de Caracas).
Los suelos están compuestos principalmente por
rocas metamórficas y sedimentarias, con edades
comprendidas entre el Precámbrico y el Mesozoico.
Los relieves topográficos están controlados por las
diferencias en la resistencia de las rocas. La mayoría
de los grandes clastos y peñones encontrados en
los abanicos aluviales pertenecen a las unidades
litológicas superiores (esquistos de San Julián y
gneisses de peña de Mora). Sin embargo, algunos de
ellos parecen haber sido transportados por eventos
pasados, los cuales fueron removilizados por la
tormenta de 1999, tal como se evidencia por los
colores rojizos y oscuros observados en la superficie
de algunos bloques, indicando una mayor exposición
a la atmósfera. Las grandes proporciones del material
fino transportado por los deslaves, se originaron en
la fase Tacagua (mármoles, esquistos epidóticos, y
calcáreos) que se ubica en las elevaciones medias
y bajas de las cuencas, donde abundan suelos
meteorizados de color rojizo ladrillo.
Dos sistemas de fallas geológicas están presentes
en la zona afectada por los deslaves. Uno de ellos
es paralelo a la cordillera de la Costa y el otro es
transversalaésta.Algunostorrentes,comoSanJulián,
Quebrada Seca y Cerro Grande, han desarrollado
sus canales a lo largo de las fallas transversales. La
falla más importante es la falla de San Sebastián, la
cual es considerada el límite de la Placa Tectónica del
Caribe. La inestabilidad de las laderas y pendientes
se incrementa por el potencial sísmico en la zona,
la cual ha sufrido grandes terremotos en el pasado.
Las tasas actuales de emergencia tectónica en la
Cordillera de la Costa de Venezuela no han sido
determinadas, pero algunos investigadores estiman
que pudieran estar en el orden de 1 cm por año.
EROSIÓN Y METEORIZACIÓN
El período largo de lluvia continua, entre el 1 y el 13
de diciembre, contribuyó a la saturación de los suelos
reduciendo su resistencia al corte y desencadenando
la falla de los taludes y la ocurrencia de miles de
deslizamientosenelMacizoÁvila.Losdeslizamientos
dejaron grandes cicatrices y rasguños en la montaña,
que se extendieron en algunos casos desde el tope
de las colinas hasta el pie de las pendientes. Uno de
los más grandes deslizamientos ocurrió en la cuenca
de Camurí Chico, con dimensiones cercanas a los
500 m de largo por 200 m de ancho. Los materiales
involucrados en los deslizamientos están formados
por suelos residuales y coluviales saturados, los
cuales se desplazaron aguas abajo arrastrando a la
vegetación circundante. Observaciones mediante
fotografías aéreas muestran áreas de denudación
tan grandes como 30% del área total de la cuenca,
en algunas de las más severamente afectadas. Sin
embargo, la densidad de las cicatrices fue mucho
más grande en las partes bajas de las cuencas que
LECCIONES APRENDIDAS DEL DESASTRE DE VARGAS
Aportes Científico-Tecnológicos y Experiencias Nacionales en el Campo de la Prevención y Mitigación de Riesgos
34
Tacagua, al oeste de Maiquetía (no se muestran en
la Figura 2). La mayoría de estos cauces presentan
ejes axiales coincidiendo con la orientación de los
cauces principales a través de fallas con dirección
nor-oeste, siendo los de mayor longitud Cerro
Grande, San Julián, Camurí Grande y Naiguatá,
los que han disectado más profundamente las
unidades geológicas como consecuencia del mayor
grado de erodabilidad en las cuestas y estar los
en las partes altas, lo cual puede estar relacionado
con la geología y el tipo de vegetación. En los
tramos inferiores de las cuencas, el suelo y las rocas
meteorizadas con un manto pequeño de cobertura
vegetal, fueron erosionados más fácilmente que las
rocas duras (esquistos y gneises) protegidos por
grandes árboles. Considerando todas las cuencas, se
estima que el área total afectada por la denudación y
los deslizamientos, está en un orden cercano al 20%
del área total expuesta a la tormenta.
La distribución de los deslizamientos, de
acuerdo a observaciones de campo, parece coincidir
también con la distribución de la precipitación
dada por la Figura 5. Las fotos de la Figura 8
muestran vistas de las cicatrices en la parte baja de
la cuenca de Cerro Grande, donde la densidad de
los deslizamientos es enorme, y en la parte alta de
la cuenca de Macuto, donde la densidad es menor.
Igualmente, la densidad de los deslizamientos se
reduce al este de la población de Naiguatá, lo cual es
consistente con las características de la distribución
de la lluvia, que decrece hacia el este.
Los espesores de la capa de suelo en la montaña
varían entre 1 y 5 m, dependiendo de la elevación
y pendiente del terreno. Suelos residuales se han
desarrollado debido a la descomposición de la masa
de roca que se extiende debajo de la cobertura
vegetal.Lazonameteorizada,conespesoresvariables
estimados entre 80 y 100 m de profundidad, se debe
a la alteración química y mecánica de la roca en
presencia de una alta humedad, ácidos orgánicos y
Figura 8. Vista de la distribución densa de los deslizamientos en las cuencas bajas de Cerro Grande, Quebrada Seca y
San Julián (izquierda) y distribución menos densa en la cuenca alta de San José de Galipán (derecha).
efectos de temperatura. Las máximas profundidades
se encuentran a lo largo de los cursos de agua que
coinciden con fallas geológicas, donde la alteración
química es mayor debido a la percolación del agua
transportando minerales y ácidos orgánicos a través
de las grietas y fracturas de la roca.
PERFILES LONGITUDINALES
Uno de los aspectos geomorfológicos más notable del
Ávila es su abrupto relieve y las elevadas pendientes
de las cuestas y faldas de la montaña en la mayoría de
las cuencas. Los torrentes descienden abruptamente
desde cerca de 3.000 m de elevación hasta llegar al
nivel del mar en una distancia horizontal no mayor
que 10 km. Pendientes longitudinales en el orden de
90% son comunes en los tramos superiores de las
cuencas. En la Tabla 1 se resumen las características
geométricas de los cauces en las cuencas principales
del área del desastre. Los perfiles longitudinales se
muestran en la Figura 9. Las longitudes mayores
de cauces corresponden a las cuencas de Mamo y
JOSÉ LUIS LÓPEZ SÁNCHEZ - INSTITUTO DE MECÁNICA DE FLUIDOS
FACULTAD DE INGENIERÍA - UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA
35
fondos de valles altamente tectonizados y sujetos a
procesos diastróficos. Cambios significativos en las
pendientes se observan en elevaciones cercanas a los
400 m, en la zona de transición entre la garganta y
la cuenca superior. La máxima pendiente promedio
corresponde a la quebrada de Guanape con un valor
de 32,7%. Los abanicos aluviales muestran valores
de pendiente entre 1,3% y 6,7%. No se encontraron
muchos peñones en los abanicos aluviales de Mamo,
Tabla 1. Características geométricas y fisiográficas de las cuencas principales de Vargas.
Figura 9. Perfiles longitudinales de las principales quebradas de la vertiente norte del Ávila.
Tacagua, Naiguatá y Camurí Grande, donde las
pendientes son inferiores al 2,5%, predominando el
materialarenoso-gravoso.Sinembargo,enlamayoría
de los cauces con pendientes de abanicos mayores
que 4%, grandes cantidades de cantos rodados y
peñones alcanzaron los abanicos aluviales.
LECCIONES APRENDIDAS DEL DESASTRE DE VARGAS
Aportes Científico-Tecnológicos y Experiencias Nacionales en el Campo de la Prevención y Mitigación de Riesgos
36
VOLÚMENES DE SEDIMENTACIÓN
Los aludes torrenciales de diciembre de 1999
transportaron grandes volúmenes de sedimentos
que se depositaron en las gargantas y conos de
deyección de las quebradas, penetrando en algunos
casos al mar y modificando sustancialmente la
línea de costa en los sitios de descarga. A partir
de observaciones de campo y fotografías aéreas
tomadas el 21 de diciembre de 1999, se ha hecho
una estimación de los volúmenes de sedimentos
acumulados en los abanicos aluviales de algunas de
las cuencas de Vargas (López et al., 2003), incluyendo
la cantidad de área ganada al mar (Tabla 2). La
cantidad de sedimentos depositados en el abanico
aluvial del torrente San Julián fue la mayor de todas
y ha sido estimada en 2,6 millones de m3
. Según
Wieczorek et al. (2002), este volumen de sedimentos
es el más grande registrado en el mundo en un solo
evento hidrometeorológico. La cantidad total de
sedimentos depositados en los abanicos aluviales
de las 24 cuencas que sufrieron deslaves se estima
en 20 millones de m3
. La deposición de sedimentos
desplazó la línea de costa, en algunos casos, hasta
200 m hacia el mar, generando nuevas playas y zonas
de recreación. La cantidad de terreno ganado al mar
se estima en 150 ha.
CARACTERÍSTICAS DEL MATERIAL
DEL LECHO
Se captaron muestras del material del lecho en
diferentes abanicos aluviales del estado Vargas
(López et al., 2001). Las muestras con tamaños
inferiores a las gravas (D < 6,4 cm) fueron
analizadas en el laboratorio y las fracciones más
gruesas (cantos y peñones) se analizaron mediante
contabilidad de las partículas del lecho a lo largo
de una sección longitudinal representativa de dicho
material. La Figura 10 presenta las características
granulométricas del material de lecho en algunos
cauces del área de interés. Las fracciones finas
muestran una distribución bastante uniforme con
diámetros medios variando entre 0.1 y 10 mm. El
porcentaje máximo de arcillas y limos se registró
en el río Cerro Grande con un valor de 12%,
mientras que el mínimo es de 2%, lo que indica
que existe una disponibilidad de material arcillo-
limoso apropiado para generar flujos de barros. En
numerosos cauces se observó una matriz de cantos
rodados, grava y material fino debajo de una base
de grandes peñones, indicando la presencia del
llamado “gradiente inverso”, típico de los flujos
de detritos. Un estimado del conjunto basado en
observaciones de campo y en el uso de fotografías
Tabla 2. Volúmenes de sedimentos depositados en los abanicos aluviales de las principales cuencas.
JOSÉ LUIS LÓPEZ SÁNCHEZ - INSTITUTO DE MECÁNICA DE FLUIDOS
FACULTAD DE INGENIERÍA - UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA
37
dieron como resultado unas proporciones de 50%
peñones, 20% cantos, 20% gravas, y 10% de arenas
y limos, para el río San Julián. Valores típicos para
el lecho del cono aluvial de Cerro Grande fueron:
40% peñones, 16% cantos, 25% grava, 7% arena
y 12% limos y arcillas.
Figura 10. Curvas granulométricas del material del lecho en diferentes quebradas de Vargas.
Tamaños máximos de peñones medidos en
las zonas del cono de deyección y garganta de los
ríos Camurí Chico y San Julián, se presentan en la
Tabla 2, calculándose adicionalmente los factores de
forma y volúmenes de estas partículas asociándolos
a elipsoides de dimensiones en sus ejes máximo,
medio y mínimo iguales a: a, b y c, respectivamente.
Los valores del factor de forma indican que los
peñones no presentan altos grados de redondez,
encontrándose valores cercanos a 0.7 en dos casos
cuyos pesos exceden las 300 toneladas. En San
Julián, sin embargo, se encontró un peñón con un
factor de forma de 0,81 cuyo peso es cercano a 7 ton.
Algunos de estos peñones se ubican en los conos de
deyección a distancia considerable del ápice, lo cual
es indicativo de un transporte producido por un
flujo de alta viscosidad, tal como el peñón observado
en San Julián, ubicado a unos 800 m aguas abajo del
pie de la montaña, con dimensiones de 8,2 m x 7,5
m x 4,4 m.
CAUDALES MÁXIMOS DE LAS CRECIENTES
Una de las características relevantes del evento de
diciembre de 1999 en Venezuela fue la ocurrencia
de caudales extraordinarios en algunas cuencas
de Vargas. La Tabla 4 resume estimaciones de los
caudales máximos de las crecientes que ocurrieron
en Cerro Grande y Uria, usando diferentes métodos
(García y López, 2005). Los datos históricos basados
en mediciones de crecientes extremas, reportados
por Creager et al. (1945) en función del área de la
cuenca, se usan para obtener un límite superior para
ladescarga.Unsegundoestimadoseobtieneparauna
creciente de 500 años de período de retorno usando
un modelo de lluvia-escorrentía y datos históricos
de lluvia en diferentes estaciones del estado Vargas
(GonzálezyCórdova,2002).Basándoseenlasmarcas
de creciente dejadas por el flujo justo aguas arriba
de un vertedero rectangular en el cañón de Cerro
Grande, se estimó un valor de 1.230 m3
/s a partir
de la ecuación clásica del vertedero. Similarmente,
se ha estimado el pico del flujo en Carmen de Uria,
basándose en marcas de la creciente dejada en una
curva del río y en la fórmula para sobrelevación en
curvas de canales abiertos, obteniéndose un valor de
1.670 m3
/s (López et al., 2001). Se puede observar
que estos valores, calculados en base a la medición
de marcas de inundación en el campo, son mucho
mayores que los estimados anteriormente.
LECCIONES APRENDIDAS DEL DESASTRE DE VARGAS
Aportes Científico-Tecnológicos y Experiencias Nacionales en el Campo de la Prevención y Mitigación de Riesgos
38
Otras estimaciones pueden hacerse para la
descarga producida por rompimiento de presas
naturales formadas por deslizamientos que bloqueen
temporalmenteelcanaloporacumulacióndetroncos
de árboles, sedimentos y escombros. La Figura 11
muestra2pequeñaspresasnaturalesformadasenuna
calle de Los Corales en el abanico del río San Julián,
y en el cauce del río San José de Galipán en Macuto.
Con propósitos de discusión se han calculado los
caudales que produciría una presa hipotética de 15
m de altura sujeta a un rompimiento brusco. Si se usa
la ecuación clásica para un rompimiento repentino
(García y López, 2005; López et al, 2001):
Q = B g 0.5
H 1.5
donde Q es el caudal pico en m3
/s, B es el ancho
del canal, H es la altura de flujo aguas arriba, g es
aceleración de la gravedad y es igual a 0,21, se
obtienen unos valores muy similares a los calculados
a partir de las mediciones de los niveles de la
creciente.
La Tabla 3 muestra también el caudal máximo
delaludtorrencialcalculadoparalalluviade500años
pero suponiendo una concentración de sedimentos
igual a 50% en volumen, mediante la ecuación:
Qalud
= Qagua
/ (1-Cv
) donde Cv
es la concentración
volumétrica de sedimentos.
Tabla 3. Dimensiones, factores de forma y pesos de peñones medidos en Camurí Chico y San Julián.
Para el caso de Cerro Grande, este valor
concuerda bien con el estimado con las marcas de
inundación, pero para Uria es mucho menor. Esto
no es sorprendente ya que en el caso de Carmen
de Uria, la máxima descarga ha debido producirse
debido al colapso de una presa artificial de concreto
de 15 m de altura, construida en el cañón del río Uria
en la década de los años 50, la cual fue totalmente
destruida por la creciente. La discusión anterior
ilustra las limitaciones existentes para calcular los
caudales máximos producidos por los flujos de
aludes torrenciales.
CONCLUSIONES
Una de las características más resaltantes del macizo
Ávilaessutopografíaabruptaylasfuertespendientes
de canales y laderas. El efecto combinado de la
meteorización, actividad tectónica y movimientos
sísmicos, ha desestabilizado la montaña afectada
por numerosas fallas y grietas, con abundancia de
rocas fracturadas, sedimentos y suelos inestables.
Las lluvias extraordinarias de diciembre de 1999
aprovecharon este ambiente favorable y produjeron
milesdedeslizamientosyderrumbesenlaspartesaltas
y medias de la montaña, los cuales se trasformaron
en aludes torrenciales con gigantescos aportes de
sedimentos a las zonas más bajas de las cuencas
localizadas a lo largo de una extensión de 50 km en
JOSÉ LUIS LÓPEZ SÁNCHEZ - INSTITUTO DE MECÁNICA DE FLUIDOS
FACULTAD DE INGENIERÍA - UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA
39
el estado Vargas. Las conclusiones más importantes
de este trabajo se resumen a continuación.
1) Las lluvias que se produjeron en diciembre
de 1999 en Venezuela fueron extraordinarias. La
extensión, magnitud y consecuencias del evento
hidrometeorológico supera a otros eventos similares
ocurrido en Venezuela y en otros países del Caribe.
La precipitación total medida en la estación de
Maiquetía (ubicada a nivel de mar) para los días
14 al 16/12 fue de 911 mm (410 mm en un día),
bastante mayor que el promedio anual de 523 mm.
No existían otras estaciones operando en la parte alta
de las cuencas de Vargas, pero usualmente se acepta
que la precipitación en la montaña es mayor debido
al ascenso de las masas de aire por efecto orográfico.
Por ejemplo, los datos de la lluvia de 1951 (529 en
el Infiernito y 250 en Maiquetía) sugieren que la
precipitación en la montaña puede ser el doble que
en la costa. Sin embargo, las observaciones y datos
Tabla 4. Comparación de caudales máximos estimados por diferentes métodos.
Figura 11. Presas naturales formadas por troncos de árboles, rocas y sedimentos en Los Corales (izquierda) y Macuto
(derecha) (Foto izquierda cortesía de Daniel Salcedo).
del satélite GOES indican que la zona de máxima
lluvia se concentró en las partes bajas y medias entre
las cuencas de Macuto y Caraballeda, decreciendo
los valores de precipitación hacia el este y hacia el
oeste de este sector, así como hacia el sur (valle de
Caracas). El período de retorno para las lluvias en
Maiquetía (410 mm en 1 día y 911 mm en 3 días) ha
sido estimado entre 500 y 1.000 años.
2) Observaciones en campo y en fotografías aéreas,
muestran que la densidad de las cicatrices de los
deslizamientos fue mucho mayor en las partes
bajas de las cuencas que en las partes altas, lo cual
parece estar relacionado con la geología, el tipo de
cobertura vegetal, y la magnitud de la lluvia caída.
En los tramos inferiores de las cuencas, el suelo y
las rocas meteorizadas con un manto pequeño de
coberturavegetalfueronerosionadosmásfácilmente
que las rocas duras (esquistos y gneises) protegidos
por grandes árboles. Esta distribución espacial de
LECCIONES APRENDIDAS DEL DESASTRE DE VARGAS
Aportes Científico-Tecnológicos y Experiencias Nacionales en el Campo de la Prevención y Mitigación de Riesgos
40
los deslizamientos en la montaña es consistente con
la distribución de la tormenta determinada por el
satélite GOES (patrones de lluvia mayores en las
partes medias y bajas). Considerando todas las
cuencas, se estima que el área total afectada por la
denudación y los deslizamientos está en un orden
cercano al 20% del área total expuesta a la tormenta.
Los volúmenes de sedimentos depositados en los
abanicos aluviales se han estimado en el orden de
20 millones de m3
, y la extensión del área ganada al
mar aproximadamente de 150 ha. La cantidad de
sedimentos depositados en el abanico aluvial del río
San Julián ha sido estimada en 2,6 millones de m3
siendo este valor el volumen más grande registrado
en el mundo en un solo evento torrencial.
3) Muchos de estos sedimentos, sin embargo, no
llegaron a los abanicos aluviales y se quedaron
acumulados y represados en los tramos superiores
de los cursos de agua. Esta ha sido la causa de
que, después de diciembre de 1999, se haya estado
observando con mayor frecuencia en Vargas, la
colmatación de los cauces y la obstrucción de los
puentes con lluvias de menor o regular intensidad.
Es de esperar que este fenómeno se siga repitiendo
en Vargas, hasta que la cuenca termine por evacuar
los sedimentos en tránsito y se alcance una nueva
condición de equilibrio morfológico en los cauces.
4) Los valores extraordinarios de caudales máximos
observados son probablemente consecuencia de
la formación y rompimiento de diques naturales
formados por la acumulación, en los lechos de las
quebradas, de sedimentos y troncos de árboles
suministrados por las cuencas altas.
5) Las pendientes de los cauces en los tramos
superiores son todas mayores que 30% por lo
que satisfacen la condición de pendiente mínima
requerida para la generación de aludes torrenciales
(S 15°). Sin embargo, diferentes tipos de aludes
ocurrieron en las gargantas y abanicos aluviales
de los torrentes, dependiendo de la pendiente del
abanico y las características geológicas de la cuenca,
tales como la litología, espesor del suelo, topografía,
cobertura vegetal y grado de meteorización. En
los abanicos con pendiente mayor a 4%, como
es el caso de Uria, San Julián, Camurí Chico, San
José de Galipán (Macuto), El Cojo y Osorio,
grandes cantidades de peñones (flujos de detritos)
fueron transportados a las zonas urbanas asentadas
sobre estos abanicos aluviales, alcanzando allegar
en algunos casos hasta la línea de costa. Por el
contrario, en las áreas residenciales ubicadas en los
abanicos aluviales de Naiguatá y Camurí Grande,
con pendientes menores a 3%, se encontraron
pocos peñones y mucha arena y material fino que
sedimentaron y enterraron numerosas viviendas.
6) La mayoría de los daños fueron producidos
por inundaciones de agua y de barros, impactos
de peñones y escombros, sedimentación y por
erosión del flujo. El total de viviendas afectadas se
estimó en alrededor de 40.000 de las cuales fueron
destruidas unas 20.000. Muchas personas fueron
enterradas por los deslizamientos en la montaña al
buscar refugio en las partes altas huyéndole a las
inundaciones de los ríos y quebradas. La cifra de
personas muertas, sin embargo, a pesar de que en
las primeras estimaciones se hablaba de decenas de
miles, ha sido estimada en un número no mayor a
800 (entre fallecidos y desaparecidos).
7) Por último, hay que resaltar que la catástrofe, en
términos de pérdidas de vidas humanas y materiales,
se produce principalmente debido a la incontrolada
ocupación urbana de los abanicos aluviales,
gargantas de las quebradas y laderas de los cerros
circundantes, sin la presencia de obras de control ni
de sistemas de alerta temprana, que hubiesen podido
avisar anticipadamente a la población para evacuar
las zonas de peligro. Los efectos de las posteriores
lluvias de febrero de 2005 pusieron en evidencia,
una vez más, que la lucha contra las inundaciones
y los aludes torrenciales en el estado Vargas es a
largo plazo. Ella no termina con la construcción
de las presas previstas actualmente, sino que se va
a extender a futuro por muchas generaciones en la
medida en que las presas se sedimenten y haya que
construir nuevas obras de control.
JOSÉ LUIS LÓPEZ SÁNCHEZ - INSTITUTO DE MECÁNICA DE FLUIDOS
FACULTAD DE INGENIERÍA - UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA
41
REFERENCIAS
Aguirre, J. y Moncada, A., (1999), “Regímenes en el
flujo de barros y escombros”, Ingeniería Hidráulica
en México, Vol. XIV, Núm.1, pp. 5-12, enero-abril.
Altez, R., (2009) “Lo que puede aprenderse de
un desastre de muertes masivas: la experiencia de
Vargas”, en: “Lecciones aprendidas de la tragedia
de Vargas”, Instituto de Mecánica de Fluidos,
Facultad de Ingeniería, Universidad Central de
Venezuela, José L. López (Ed.).
Ayala, L., López, A., Tamburrino, A., and Vera,
G., (1994), “Aspectos hidrometeorológicos e
hidrodinámicos de algunos eventos aluvionales
recientes en Chile”, Memorias del XVI Congreso
Latinoamericano de Hidráulica, Santiago, Chile,
Noviembre.
Bello, M.E., López, J.L., García, R., y O’Brien,
J.S. (2003), “Simulation of Debris Flows in Cerro
Grande River Valley”, Acta Científica Venezolana,
Vol. 54, N°1.
Caldino Ignacio, and Bonola Isaac (2000),
“Viscosidad de mezclas agua-arcilla en relación
con los flujos de lodos y Debris”, XIX Congreso
Latinoamericano de Hidráulica, Córdoba,
Argentina, octubre, 2000.
Creager, W.P., Justin, J.D., and Hinds, J. (1945),
Engineering for Dams, Vol. 1, John Wiley & Sons,
New York.
Fuerza Aérea Venezolana (FAV) (2000), “Análisis
de las situaciones meteorológicas que afectaron
el área norte costera del país durante el mes de
diciembre del año 1999”, Servicio de Meteorología,
Ministerio de la Defensa, Venezuela.
García, R. y López, J.L. (2005), “Debris flows of
December 1999 in Venezuela”, Capítulo 20 en
el libro Debris-flow Hazards and Related
Phenomena, M.Jakob y O. Hunger (Editors),
Springer and Praxis.
Garner, H.F. (1959), “Stratigraphic-Sedimentary
Significance of Contemporary Climate and Relief in
Four Regions of the Andes Mountains”, Bulletin of
the Geological Society of America, Vol. 70,
pp. 1327-1368, october.
González, M. y Córdova, J.R. (2009), “Evaluación
hidrológica y de caudales pico de la tormenta
extraordinaria de 1999 en el estado Vargas”, en:
“Lecciones aprendidas de la tragedia de Vargas”,
Instituto de Mecánica de Fluidos, Facultad de
Ingeniería, Universidad Central de Venezuela,
José L. López (Ed.).
Grases, J. (2000), “Efecto de las lluvias caídas en
Venezuela en diciembre de 1999”, Programa de
las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
y Corporación Andina de Fomento (CAF), CDB
Publicaciones, Caracas, Venezuela, abril.
Humboldt, Alejandro de (1985), “Viaje a las
regiones equinocciales del nuevo continente en
los años de 1799 a 1804”, Monte Ávila Editores,
Edición de 1985, Caracas, Venezuela.
López José L., Reinaldo García, y David Pérez
H. (2001), “Una visión panorámica de los aludes
torrenciales de diciembre de 1999 en Venezuela”,
Revista Técnica de Ingeniería (LUZ), Vol. 24, No.3,
diciembre. 2001, pp. 157-168.
López, José .L., Pérez-Hernández D., y García
Reinaldo (2003), “Hydrologic and Geomorphologic
Evaluation of the 1999 Debris Flow Event in
Venezuela”, Proceedings of the Third International
Conference on Debris-Flow Hazards Mitigation,
Davos, Switzerland, Sept. 10-12, 2003.
Matute, M., Pérez, R., Reyna, J., y Limongi, S.,
(2000), “Aspectos climatológicos del desastre
natural de diciembre de 1999 en la zona norte
costera de Venezuela”, MARN, Febrero.
Muguerza, A. (2001), “Aguas arriba del flujo
torrencial”, Fundación Polar, Caracas.
LECCIONES APRENDIDAS DEL DESASTRE DE VARGAS
Aportes Científico-Tecnológicos y Experiencias Nacionales en el Campo de la Prevención y Mitigación de Riesgos
42
Must, Vince., (1999), “Huracan Mitch”, National
Geographic, November.
Pacheco, T.G., (2002) “Las iras de la serranía”,
Editorial Tropykos, Caracas.
Sardi, Víctor (1959), “Gastos máximos de los ríos
y las quebradas del Litoral Central”, Colegio de
Ingenieros de Venezuela, Revista No. 275, Febrero.
Singer, A, Rojas, C., and Lugo, M. (1983),
“Inventario nacional de riesgos geológicos”,
FUNVISIS, Caracas, Venezuela.
Singer, A. (2009), “Los aludes torrenciales
en Venezuela: antecedentes”, en: “Lecciones
aprendidas de la tragedia de Vargas”, Instituto
de Mecánica de Fluidos, Facultad de Ingeniería,
Universidad Central de Venezuela, José L. López
(Ed.).
Sucre Alemán, O., (1951), “Daños causados por la
tormenta del 15 al 17 de febrero de 1951”, Informe
Inédito, Instituto Nacional de Obras Sanitarias,
Caracas, Venezuela.
Takahashi, T. (2001), “Flood and Sediment Disaster
caused by the 1999 Heavy Rainfall in Venezuela”,
Research Report on Natural Disasters, Japanese
Ministry of Education, Science, Sports and Culture.
Zevallos, O., Fernández M., Plaza, G., and
Klinkicht, S. (1993), “Sin plazo para la esperanza”,
Reporte sobre el Desastre de la Josefina, Escuela
Politécnica Nacional, Quito, Ecuador.
Wieczorek, G.F., Larsen, M.C., Eaton, L.S.,
Morgan, B.A., Blair, J.L., (2001), “Debris-flow and
flooding hazards associated with the December
1999 storm in coastal Venezuela and strategies for
mitigation”, U.S. Geological Survey Open File
Report 01-144.

Mais conteúdo relacionado

Semelhante a EL EXTRAORDINARIO EVENTO HIDROMETEOROLÓGICO DE DICIEMBRE DE 1999 EN EL ESTADO VARGAS

Presentacion gestion de riesgos
Presentacion gestion de riesgosPresentacion gestion de riesgos
Presentacion gestion de riesgoskike1970
 
El terremoto de valdivia alex y fran
El terremoto de valdivia alex y franEl terremoto de valdivia alex y fran
El terremoto de valdivia alex y fransaragalanbiogeo
 
INUNDACION CUMANACOA - MUNICIPIO MONTES - ESTADO SUCRE - JAIME MARQUEZ
INUNDACION CUMANACOA - MUNICIPIO MONTES - ESTADO SUCRE - JAIME MARQUEZINUNDACION CUMANACOA - MUNICIPIO MONTES - ESTADO SUCRE - JAIME MARQUEZ
INUNDACION CUMANACOA - MUNICIPIO MONTES - ESTADO SUCRE - JAIME MARQUEZJaime Manuel Marquez
 
INUNDACION CUMANACOA - MUNICIPIO MONTES - ESTADO SUCRE - JAIME MARQUEZ
INUNDACION CUMANACOA - MUNICIPIO MONTES - ESTADO SUCRE - JAIME MARQUEZINUNDACION CUMANACOA - MUNICIPIO MONTES - ESTADO SUCRE - JAIME MARQUEZ
INUNDACION CUMANACOA - MUNICIPIO MONTES - ESTADO SUCRE - JAIME MARQUEZJaime Manuel Marquez
 
01 A NIVEL INTERNACIONAL ARTICULO MOTILLA.pdf
01 A NIVEL INTERNACIONAL ARTICULO MOTILLA.pdf01 A NIVEL INTERNACIONAL ARTICULO MOTILLA.pdf
01 A NIVEL INTERNACIONAL ARTICULO MOTILLA.pdfxaviortizpea
 
3 fascculoinundaciones-ilovepdf-compressed
3 fascculoinundaciones-ilovepdf-compressed3 fascculoinundaciones-ilovepdf-compressed
3 fascculoinundaciones-ilovepdf-compressedsadyo
 
3 fasiculo inundaciones
3 fasiculo inundaciones3 fasiculo inundaciones
3 fasiculo inundacionesdora armenta
 
Desastres Naturales
Desastres NaturalesDesastres Naturales
Desastres Naturalesalpiso
 
Ante proyecto
Ante proyectoAnte proyecto
Ante proyectojek422
 
Inundaciones
InundacionesInundaciones
Inundacionesmazenso
 
Inundaciones
InundacionesInundaciones
Inundacionesmazenso
 
sesion-1-tema-2.pdf
sesion-1-tema-2.pdfsesion-1-tema-2.pdf
sesion-1-tema-2.pdfdoris111047
 
Aporte ind. patricia elthoma cambio_climatico
Aporte ind. patricia  elthoma cambio_climaticoAporte ind. patricia  elthoma cambio_climatico
Aporte ind. patricia elthoma cambio_climaticoHONILDENY
 
Contaminacion Ambiental y Climatica en Venezuela
Contaminacion Ambiental y Climatica en VenezuelaContaminacion Ambiental y Climatica en Venezuela
Contaminacion Ambiental y Climatica en VenezuelaAlejandro Castillo
 
Principales emergencias y desastres de colombia y el huila
Principales emergencias y desastres de colombia y el huilaPrincipales emergencias y desastres de colombia y el huila
Principales emergencias y desastres de colombia y el huilaAlejandro Hernández
 

Semelhante a EL EXTRAORDINARIO EVENTO HIDROMETEOROLÓGICO DE DICIEMBRE DE 1999 EN EL ESTADO VARGAS (20)

Presentacion gestion de riesgos
Presentacion gestion de riesgosPresentacion gestion de riesgos
Presentacion gestion de riesgos
 
PRESENTACION 2000-ACT.pptx
PRESENTACION 2000-ACT.pptxPRESENTACION 2000-ACT.pptx
PRESENTACION 2000-ACT.pptx
 
coceptos.docx
coceptos.docxcoceptos.docx
coceptos.docx
 
El terremoto de valdivia alex y fran
El terremoto de valdivia alex y franEl terremoto de valdivia alex y fran
El terremoto de valdivia alex y fran
 
Efemérides Meteorológicas Canarias
Efemérides Meteorológicas CanariasEfemérides Meteorológicas Canarias
Efemérides Meteorológicas Canarias
 
INUNDACION CUMANACOA - MUNICIPIO MONTES - ESTADO SUCRE - JAIME MARQUEZ
INUNDACION CUMANACOA - MUNICIPIO MONTES - ESTADO SUCRE - JAIME MARQUEZINUNDACION CUMANACOA - MUNICIPIO MONTES - ESTADO SUCRE - JAIME MARQUEZ
INUNDACION CUMANACOA - MUNICIPIO MONTES - ESTADO SUCRE - JAIME MARQUEZ
 
INUNDACION CUMANACOA - MUNICIPIO MONTES - ESTADO SUCRE - JAIME MARQUEZ
INUNDACION CUMANACOA - MUNICIPIO MONTES - ESTADO SUCRE - JAIME MARQUEZINUNDACION CUMANACOA - MUNICIPIO MONTES - ESTADO SUCRE - JAIME MARQUEZ
INUNDACION CUMANACOA - MUNICIPIO MONTES - ESTADO SUCRE - JAIME MARQUEZ
 
01 A NIVEL INTERNACIONAL ARTICULO MOTILLA.pdf
01 A NIVEL INTERNACIONAL ARTICULO MOTILLA.pdf01 A NIVEL INTERNACIONAL ARTICULO MOTILLA.pdf
01 A NIVEL INTERNACIONAL ARTICULO MOTILLA.pdf
 
3 fascculoinundaciones-ilovepdf-compressed
3 fascculoinundaciones-ilovepdf-compressed3 fascculoinundaciones-ilovepdf-compressed
3 fascculoinundaciones-ilovepdf-compressed
 
3 fasiculo inundaciones
3 fasiculo inundaciones3 fasiculo inundaciones
3 fasiculo inundaciones
 
Desastres Naturales
Desastres NaturalesDesastres Naturales
Desastres Naturales
 
Redacis16 a
Redacis16 aRedacis16 a
Redacis16 a
 
Ante proyecto
Ante proyectoAnte proyecto
Ante proyecto
 
Inundaciones
InundacionesInundaciones
Inundaciones
 
Inundaciones
InundacionesInundaciones
Inundaciones
 
sesion-1-tema-2.pdf
sesion-1-tema-2.pdfsesion-1-tema-2.pdf
sesion-1-tema-2.pdf
 
Wilmar aza
Wilmar azaWilmar aza
Wilmar aza
 
Aporte ind. patricia elthoma cambio_climatico
Aporte ind. patricia  elthoma cambio_climaticoAporte ind. patricia  elthoma cambio_climatico
Aporte ind. patricia elthoma cambio_climatico
 
Contaminacion Ambiental y Climatica en Venezuela
Contaminacion Ambiental y Climatica en VenezuelaContaminacion Ambiental y Climatica en Venezuela
Contaminacion Ambiental y Climatica en Venezuela
 
Principales emergencias y desastres de colombia y el huila
Principales emergencias y desastres de colombia y el huilaPrincipales emergencias y desastres de colombia y el huila
Principales emergencias y desastres de colombia y el huila
 

Último

Historieta-ecología/ayudemonos a vivir..
Historieta-ecología/ayudemonos a vivir..Historieta-ecología/ayudemonos a vivir..
Historieta-ecología/ayudemonos a vivir..torrescinthya46
 
cambio climatico, efecto invernadero, calentamiento global
cambio climatico, efecto invernadero, calentamiento globalcambio climatico, efecto invernadero, calentamiento global
cambio climatico, efecto invernadero, calentamiento globalalexispanuera1
 
Adex-Guia-De-Lombricultura. Como criar lombriz
Adex-Guia-De-Lombricultura. Como criar lombrizAdex-Guia-De-Lombricultura. Como criar lombriz
Adex-Guia-De-Lombricultura. Como criar lombrizdanius2009
 
Presentación cuidado del medio ambiente .pdf
Presentación cuidado del medio ambiente .pdfPresentación cuidado del medio ambiente .pdf
Presentación cuidado del medio ambiente .pdfMillarayYasminVergar
 
Humedales, ecosistemas estratégicos V1.pdf
Humedales, ecosistemas estratégicos V1.pdfHumedales, ecosistemas estratégicos V1.pdf
Humedales, ecosistemas estratégicos V1.pdfliliana100269
 
TRABAJO FINAL AGENTES I MANIPULACION DE RESIDUOS SOLIDOS.pptx
TRABAJO FINAL AGENTES I MANIPULACION DE RESIDUOS SOLIDOS.pptxTRABAJO FINAL AGENTES I MANIPULACION DE RESIDUOS SOLIDOS.pptx
TRABAJO FINAL AGENTES I MANIPULACION DE RESIDUOS SOLIDOS.pptxLuisRodrigoParedesBo
 
Tesis: Cambio Climatico Capitulo 1, Planteamiento del problemaCC
Tesis: Cambio Climatico Capitulo 1, Planteamiento del problemaCCTesis: Cambio Climatico Capitulo 1, Planteamiento del problemaCC
Tesis: Cambio Climatico Capitulo 1, Planteamiento del problemaCCRutPerez7
 
PLASTICOS - POLIETIlENO DE ALTA DENSIDAD
PLASTICOS - POLIETIlENO DE ALTA DENSIDADPLASTICOS - POLIETIlENO DE ALTA DENSIDAD
PLASTICOS - POLIETIlENO DE ALTA DENSIDADJorgeEBernalD
 
Tema 9. La Familia en Roma en la epoca republicana
Tema 9. La Familia en Roma en la epoca republicanaTema 9. La Familia en Roma en la epoca republicana
Tema 9. La Familia en Roma en la epoca republicanaGizelSilesRoca
 
5.-Sigersol No Municipal_MANIFIESTOS.pdf
5.-Sigersol No Municipal_MANIFIESTOS.pdf5.-Sigersol No Municipal_MANIFIESTOS.pdf
5.-Sigersol No Municipal_MANIFIESTOS.pdfCorona51
 
nutricion de la plantas superiores e inferiores
nutricion de la plantas superiores e inferioresnutricion de la plantas superiores e inferiores
nutricion de la plantas superiores e inferioresarmandoespinoza37
 
SESIÓN DE APRENDIZAJE N° 3 - CCSS 4.docx
SESIÓN DE APRENDIZAJE N° 3 - CCSS 4.docxSESIÓN DE APRENDIZAJE N° 3 - CCSS 4.docx
SESIÓN DE APRENDIZAJE N° 3 - CCSS 4.docxpedrofriasdiaz
 
Funciones comite seguridad y salud en el trabajo
Funciones comite seguridad y salud en el trabajoFunciones comite seguridad y salud en el trabajo
Funciones comite seguridad y salud en el trabajomikylm72
 
Economía de los recursos naturales y del medio ambiente
Economía de los recursos naturales y del medio ambienteEconomía de los recursos naturales y del medio ambiente
Economía de los recursos naturales y del medio ambientekemyespinoza07
 
INFOGRAFIA-GA1-240201524-AA3-EV01 SENA-ATL
INFOGRAFIA-GA1-240201524-AA3-EV01 SENA-ATLINFOGRAFIA-GA1-240201524-AA3-EV01 SENA-ATL
INFOGRAFIA-GA1-240201524-AA3-EV01 SENA-ATLLuisDavidVegaOrozco1
 
CLASIFICACION DE 5 REINOS: reino animal, vegetal, hongos, bacterias.pptx
CLASIFICACION DE 5 REINOS: reino animal, vegetal, hongos, bacterias.pptxCLASIFICACION DE 5 REINOS: reino animal, vegetal, hongos, bacterias.pptx
CLASIFICACION DE 5 REINOS: reino animal, vegetal, hongos, bacterias.pptxmaryoriemaroncari1
 
Identificación y clasificación del suelo
Identificación y clasificación del sueloIdentificación y clasificación del suelo
Identificación y clasificación del sueloEugenia919105
 
Problemas medioambientales para reflexionar.pptx
Problemas medioambientales para reflexionar.pptxProblemas medioambientales para reflexionar.pptx
Problemas medioambientales para reflexionar.pptxalejandragoded
 
Programacion Anual DPCC 1º Masinteresantes.doc
Programacion Anual DPCC 1º Masinteresantes.docProgramacion Anual DPCC 1º Masinteresantes.doc
Programacion Anual DPCC 1º Masinteresantes.doctonylimazegarra1
 

Último (20)

Historieta-ecología/ayudemonos a vivir..
Historieta-ecología/ayudemonos a vivir..Historieta-ecología/ayudemonos a vivir..
Historieta-ecología/ayudemonos a vivir..
 
cambio climatico, efecto invernadero, calentamiento global
cambio climatico, efecto invernadero, calentamiento globalcambio climatico, efecto invernadero, calentamiento global
cambio climatico, efecto invernadero, calentamiento global
 
Adex-Guia-De-Lombricultura. Como criar lombriz
Adex-Guia-De-Lombricultura. Como criar lombrizAdex-Guia-De-Lombricultura. Como criar lombriz
Adex-Guia-De-Lombricultura. Como criar lombriz
 
Presentación cuidado del medio ambiente .pdf
Presentación cuidado del medio ambiente .pdfPresentación cuidado del medio ambiente .pdf
Presentación cuidado del medio ambiente .pdf
 
Humedales, ecosistemas estratégicos V1.pdf
Humedales, ecosistemas estratégicos V1.pdfHumedales, ecosistemas estratégicos V1.pdf
Humedales, ecosistemas estratégicos V1.pdf
 
TRABAJO FINAL AGENTES I MANIPULACION DE RESIDUOS SOLIDOS.pptx
TRABAJO FINAL AGENTES I MANIPULACION DE RESIDUOS SOLIDOS.pptxTRABAJO FINAL AGENTES I MANIPULACION DE RESIDUOS SOLIDOS.pptx
TRABAJO FINAL AGENTES I MANIPULACION DE RESIDUOS SOLIDOS.pptx
 
Tesis: Cambio Climatico Capitulo 1, Planteamiento del problemaCC
Tesis: Cambio Climatico Capitulo 1, Planteamiento del problemaCCTesis: Cambio Climatico Capitulo 1, Planteamiento del problemaCC
Tesis: Cambio Climatico Capitulo 1, Planteamiento del problemaCC
 
PLASTICOS - POLIETIlENO DE ALTA DENSIDAD
PLASTICOS - POLIETIlENO DE ALTA DENSIDADPLASTICOS - POLIETIlENO DE ALTA DENSIDAD
PLASTICOS - POLIETIlENO DE ALTA DENSIDAD
 
Tema 9. La Familia en Roma en la epoca republicana
Tema 9. La Familia en Roma en la epoca republicanaTema 9. La Familia en Roma en la epoca republicana
Tema 9. La Familia en Roma en la epoca republicana
 
5.-Sigersol No Municipal_MANIFIESTOS.pdf
5.-Sigersol No Municipal_MANIFIESTOS.pdf5.-Sigersol No Municipal_MANIFIESTOS.pdf
5.-Sigersol No Municipal_MANIFIESTOS.pdf
 
nutricion de la plantas superiores e inferiores
nutricion de la plantas superiores e inferioresnutricion de la plantas superiores e inferiores
nutricion de la plantas superiores e inferiores
 
SESIÓN DE APRENDIZAJE N° 3 - CCSS 4.docx
SESIÓN DE APRENDIZAJE N° 3 - CCSS 4.docxSESIÓN DE APRENDIZAJE N° 3 - CCSS 4.docx
SESIÓN DE APRENDIZAJE N° 3 - CCSS 4.docx
 
Funciones comite seguridad y salud en el trabajo
Funciones comite seguridad y salud en el trabajoFunciones comite seguridad y salud en el trabajo
Funciones comite seguridad y salud en el trabajo
 
Economía de los recursos naturales y del medio ambiente
Economía de los recursos naturales y del medio ambienteEconomía de los recursos naturales y del medio ambiente
Economía de los recursos naturales y del medio ambiente
 
INFOGRAFIA-GA1-240201524-AA3-EV01 SENA-ATL
INFOGRAFIA-GA1-240201524-AA3-EV01 SENA-ATLINFOGRAFIA-GA1-240201524-AA3-EV01 SENA-ATL
INFOGRAFIA-GA1-240201524-AA3-EV01 SENA-ATL
 
CLASIFICACION DE 5 REINOS: reino animal, vegetal, hongos, bacterias.pptx
CLASIFICACION DE 5 REINOS: reino animal, vegetal, hongos, bacterias.pptxCLASIFICACION DE 5 REINOS: reino animal, vegetal, hongos, bacterias.pptx
CLASIFICACION DE 5 REINOS: reino animal, vegetal, hongos, bacterias.pptx
 
Identificación y clasificación del suelo
Identificación y clasificación del sueloIdentificación y clasificación del suelo
Identificación y clasificación del suelo
 
Problemas medioambientales para reflexionar.pptx
Problemas medioambientales para reflexionar.pptxProblemas medioambientales para reflexionar.pptx
Problemas medioambientales para reflexionar.pptx
 
bioseguridad alimentaria .
bioseguridad alimentaria                        .bioseguridad alimentaria                        .
bioseguridad alimentaria .
 
Programacion Anual DPCC 1º Masinteresantes.doc
Programacion Anual DPCC 1º Masinteresantes.docProgramacion Anual DPCC 1º Masinteresantes.doc
Programacion Anual DPCC 1º Masinteresantes.doc
 

EL EXTRAORDINARIO EVENTO HIDROMETEOROLÓGICO DE DICIEMBRE DE 1999 EN EL ESTADO VARGAS

  • 1. JOSÉ LUIS LÓPEZ SÁNCHEZ - INSTITUTO DE MECÁNICA DE FLUIDOS FACULTAD DE INGENIERÍA - UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA 25 I. INTRODUCCIÓN
  • 2. LECCIONES APRENDIDAS DEL DESASTRE DE VARGAS Aportes Científico-Tecnológicos y Experiencias Nacionales en el Campo de la Prevención y Mitigación de Riesgos 26
  • 3. JOSÉ LUIS LÓPEZ SÁNCHEZ - INSTITUTO DE MECÁNICA DE FLUIDOS FACULTAD DE INGENIERÍA - UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA 27 EL EXTRAORDINARIO EVENTO HIDROMETEOROLÓGICO DE DICIEMBRE DE 1999 EN EL ESTADO VARGAS José Luis López (1) , David Pérez-Hernández (2) (1) Instituto de Mecánica de Fluidos, Facultad de Ingeniería, Universidad Central de Venezuela (2) Departamento de Ingeniería Hidrometeorológica, Facultad de Ingeniería, Universidad Central de Venezuela jlopez@imf.ing.ucv.ve, dph60@hotmail.com RESUMEN Las lluvias torrenciales ocurridas en Venezuela en diciembre de 1999 produjeron la peor tragedia de origen natural que se haya producido en Venezuela, y una de las peores de Latinoamérica. A pesar de la cuantiosa destrucción de viviendas e infraestructura, investigaciones recientes han estimado el número de víctimas en Vargas en una cifra no mayor a 800 personas. En este trabajo se realiza una revisión general del extraordinario evento hidrometeorológico enfatizando los aspectos hidrológicos y geomorfológicos de los aludes torrencia– les generados en 1999 en las principales quebradas del Estado Vargas. A partir de observaciones y mediciones en campo, se han estimado los máximos flujos y los volúmenes de las acumulaciones sedimentarias en algunas de las cuencas afectadas por los deslaves. Los resultados indican que los caudales pico generados por los flujos torrenciales pueden ser, en algunos casos, hasta 4 o 5 veces mayores que los caudales líquidos correspondientes al evento de 500 años de periodo de retorno. Los volúmenes de sedimentos depositados en los abanicos aluviales se estimaron en 20 millones de metros cúbicos, repartidos a lo largo de unos 40 km sobre la franja costera del estado Vargas. Esta acumulación sedimentaria penetró en el mar modificando la línea de costa y creando nuevas tierras cuya extensión superficial se estimó en 150 hectáreas. THE EXTRAORDINARY METEOROLOGICAL EVENT OF DECEMBER 1999 IN THE STATE OF VARGAS ABSTRACT The torrential flows that occurred in Venezuela in december 1999 produced the worst natural disaster in this country and maybe in Latin America. In spite of the enormous magnitude of the destruction, new research has estimated the number of victims close to 800 persons. In this paper a general review of the extraordinary event is made, emphasizing the hydrologic and geomorphic characteristics of the debris flows that took place in 1999 in the main streams of the state of Vargas. An estimation of maximum flow discharges and sediment accumulation volumes in some basins are made based on field observations. The results indicate that the peak of the debris flows were, in some cases, 4 or 5 times greater than the water discharges for a 500-year return period. The volume of sediment deposition in the alluvial fans was estimate to be in the order of 20 million cubic meters. This sediment accumulation penetrated in the sea creating a new coast line and gaining new lands whose surface was about 150 hectares. PALABRAS CLAVE: aludes torrenciales, desastre, Vargas.
  • 4. LECCIONES APRENDIDAS DEL DESASTRE DE VARGAS Aportes Científico-Tecnológicos y Experiencias Nacionales en el Campo de la Prevención y Mitigación de Riesgos 28 Puerto de La Guaira, arrastrando troncos de árboles y masas de rocas de un volumen considerable. Una tormenta más extraordinaria y catastrófica azotó la región central del norte del país en febrero de 1951, abarcando Caracas y las poblaciones del Litoral entre Choroní y Los Caracas (Sardi, 1959). La estación de Maiquetía, a una elevación de 43 msnm, reportó un total de 250 mm en 3 días, mientras que la estación El Infiernito (a 1.750 msnm) registró 529 mm. Un número considerable de ríos y quebradas crecieron arrastrando automóviles y grandes troncos y peñones, estimándose un balance de más de 30 personas muertas o desaparecidas (Sucre, 1951). El evento más catastrófico en nuestro país era, hasta 1999, el caso del río Limón cerca de la ciudad de Maracay, donde una lluvia de 176 mm en menos de 5 horas produjo los aludes torrenciales de septiembre de 1987, ocasionando cerca de 300 víctimas. Evidencias geológicas muestran que aludes torrenciales de gran magnitud ocurrieron en el valle de Caracas en la época precolombina, entre los años 1100 y 1500 (Singer et al., 1983). En otro capítulo de este libro se demuestra que los aludes torrenciales han sido recurrentes a lo largo del pasado geológico reciente y del acontecer histórico en una extensión significativa del territorio nacional, como lo evi– dencian los datos presentados por Singer (2009) que agrupa a más de 150 eventos, en diferentes estados de país, con indicación del lugar y fecha de su ocurrencia, así como de sus efectos más dañinos. ALUDES TORRENCIALES EN AMÉRICA LATINA Los aludes torrenciales han sido mucho más frecuentes en América Latina, y en particular en las ciudades que se han desarrollado al pie de la Cordillera de Los Andes. Entre los más recientes puede mencionarse el deslizamiento del río Paute, cerca de la ciudad de Cuenca, Ecuador, en 1993, mejor conocido como el Desastre de La Josefina (Zevallos et al., 1993). Ayala et al. (1994) reportan cuatro grandes eventos relacionados con aludes torrenciales en Chile, en el período entre 1987 y 1993, los cuales causaron centenares de víctimas y pérdidas de decenas de millones de dólares. El INTRODUCCIÓN Las lluvias torrenciales que se produjeron a lo largo de la región centro-norte-costera de Venezuela en Diciembre de 1999 generaron masivos deslizamientos, aludes torrenciales e inundaciones repentinas, causando la peor tragedia de origen natural que haya ocurrido en nuestro país. En la mañana del 16/12/99 casi simultáneamente, como una reacción en cadena, ocurrieron crecientes extraordinarias en la mayoría de las quebradas que drenan el flanco norte del Macizo Ávila, arrastrando consigo peñones, árboles y sedimentos finos, hasta depositarlos en los abanicos aluviales o conos de deyección, que en algunos casos se extendieron más allá de la línea de costa, ganándole terreno al mar. Barrios y urbanizaciones enteras fueron barridos por las avalanchas de los flujos de barros y escombros que descendieron de la montaña. Las pérdidas en vidas humanas fueron cuantiosas y los daños materiales superaron los cuatro mil millones de dólares. El objetivo de este trabajo es realizar un análisis hidro-geomorfológico de los aludes torrenciales que ocurrieron en Diciembre de 1999 en el estado Vargas, enfatizando los aspectos hidrológicos, hidráulicos y sedimentológicos de las diferentes quebradas y cuencas afectadas. En primer lugar se revisan brevemente los antecedentes de eventos torrenciales en nuestro país y en América Latina, y se discuten las características del fenómeno hidrometeorológico y sus consecuencias. Posteriormente, se presentan los resultados de la investigación de campo que permitieron estimar los volúmenes de sedimentación y algunos caudales máximos en las cuencas de Vargas. ALUDES TORRENCIALES EN VENEZUELA Las inundaciones de agua asociadas con arrastres de sedimentos han sido frecuentes en el estado Vargas, tales como los eventos de 1798, 1912, 1938, 1944, 1948, 1951, y 1954 (Pacheco, 2002; Sardi, 1959). El testimonio escrito más antiguo sobre la ocurrencia de aludes torrenciales en nuestro país se remonta a la tormenta de febrero de 1798 en la región de La Guaira, reportada por el barón Alejandro de Humboldt (Humboldt, 1985), quien se refiere a la lluvia de sesenta horas de duración que ocasionó una creciente extraordinaria del río Osorio, en el
  • 5. JOSÉ LUIS LÓPEZ SÁNCHEZ - INSTITUTO DE MECÁNICA DE FLUIDOS FACULTAD DE INGENIERÍA - UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA 29 evento más dramático ha sido el causado por la erupción del volcán Nevado del Ruiz en Colombia el 14 de noviembre de 1985, el cual produjo el rápido derretimiento de la capa de hielo del nevado, originando flujos y coladas de barro que destruyeron la ciudad de Armero, matando aproximadamente a 21.000 personas (Aguirre y Moncada, 1999). Un evento catastrófico más reciente ocurrió cuando el Huracán Mitch pasó por Centroamérica, generando aludes torrenciales que destruyeron el pueblo Casita del Volcano en Nicaragua, dejando un total de 2.000 víctimas (Must, 1999). Otros eventos de menor magnitud que ocurrieron en algunos estados de México en 1999 han sido reportados por Caldino y Bonola (2000). DESCRIPCIÓN DEL ÁREA DEL DESASTRE La región norte costera de Venezuela, donde se localiza el estado Vargas, se encuentra adyacente al mar Caribe y está compuesta por una región montañosa (Serranía del Litoral) que se extiende paralelaalalíneadelmaralcanzandoalturasmáximas cercanas a los 2.800 m. La distancia entre los picos de las montañas y la línea de costa oscila entre 6 a 10 km. Entre la montaña y el mar, en una franja estrecha de tierra cuyo ancho varía entre 200 y 2.000 m, han tenido lugar desarrollos urbanísticos y recreacionales que conforman el estado Vargas (Figura 1), con una población cercana a las 300.000 personas. Las áreas más pobladas se han asentado sobre las gargantas y conos de deyección de las quebradas o torrentes, así como también sobre las laderas y pendientes de la montaña. A unos 15 km al sur de esta serranía, se asienta la población de Caracas sobre un valle que se ubica a 900 msnm. La mayoría de estos cauces son efímeros, mostrando caudales solamente durante la estación lluviosa entre los meses de mayo y septiembre. La precipitación promedio es de 520 mm a nivel del mar. El número de cuencas afectadas por los deslaves ha sido estimado en 24. El mapa de la Figura 2 muestra la ubicación de las principales cuencas en el área de afectación. CARACTERÍSTICAS DEL FENÓMENO HIDROMETEOROLÓGICO Las altas precipitaciones en la región norte de Venezuela fueron causadas por una persistente vaguada actuando durante los primeros 20 días del mes de diciembre de 1999. Las “vaguadas” son flujos de los vientos en la altura con sentido de desplazamiento oeste-este y se asocian a la generación de extensos campos nubosos e intensas precipitaciones que se mantienen por aproximadamente 5 días, aunque su influencia puede sentirse por mayores lapsos de tiempo, manifestándose su acción en Venezuela durante el final e inicio de la época lluviosa. Un resto de frente frío proveniente del norte, aunado a la presencia de la zona de alta presión del Atlántico Norte, contribuyó a bloquear la circulación en la altura (Figura 3), con lo cual la persistencia y desarrollo de la nubosidad en la región costera se acentuó, formándose un sistema frontal debido al suministro continuo de masas de aire húmedas procedentes desde los Andes de Colombia y dirigido hacia las costas de Venezuela. Para mediados del mes de diciembre la actividad de la vaguada se incrementó, cubriendo el frente nuboso una superficie de 20.000 km2 , abarcando varios estados en la zona norte costera del país en una extensión aproximada de 900 km (Matute et al., 2.000). LaFigura4presentalosregistrosdeprecipitación obtenidos en las estaciones de Maiquetía (43 msnm), Figura 1. Vista aérea del Macizo Ávila y la región norte costera de Venezuela (imagen del satélite Ikonos).
  • 6. LECCIONES APRENDIDAS DEL DESASTRE DE VARGAS Aportes Científico-Tecnológicos y Experiencias Nacionales en el Campo de la Prevención y Mitigación de Riesgos 30 y Mamo (81 msnm) para el mes de diciembre (Matute, 2000; FAV, 2000). Los datos indican un período continuo de lluvias de baja intensidad entre diciembre 1 y diciembre 13, acumulándose en Maiquetía casi 300 mm, continuando con altas precipitaciones que alcanzaron un total de 911 mm durante los días 14, 15 y 16, hasta totalizar 1.207 mm para el 18 de diciembre. En Mamo, sin embargo, la cantidad acumulada de lluvia durante el período de 17 días fue de 438 mm. Esta notable discrepancia entre los datos de estas estaciones localizadas casi a la misma elevación y a una distancia aproximada de 8 km, no ha podido ser explicada. Si comparamos estos datos con los registros históricos en Maiquetía para un período de 52 años (excluyendo 1999), los cuales reportan un promedio anual de 523 mm, un máximo anual de 961 mm (1951), y un mínimo anual de 205 mm, tenemos que concluir que la lluvia fue realmente extraordinaria. Análisis de frecuencia de la tormenta con los datos históricos de Maiquetía indican que el período de Figura 3. Imagen satelital del 16/12/99, donde se observa un fuerte avance de nubes proveniente del suroeste (estado Táchira) así como vientos a gran altura (color anaranjado) en dirección noreste y los alisios provenientes del noreste a nivel de la superficie (color amarillo). Fuente: Muguerza (2001). Figura 2. Mapa de ubicación de las cuencas principales afectadas por los deslaves en el estado Vargas.
  • 7. JOSÉ LUIS LÓPEZ SÁNCHEZ - INSTITUTO DE MECÁNICA DE FLUIDOS FACULTAD DE INGENIERÍA - UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA 31 retorno para las lluvias de 1 y 3 días (410 y 911 mm) está en el orden entre 500 y 1.000 años (Bello et al., 2002; González y Córdova, 2009). Wieczorek et al. (2001) reporta datos del satélite GOES 8 y auto-estimadores de lluvia preparados por la NOAA-NESDIS para determinar la distribución espacial y temporal de la tormenta del 99 en Vargas. Los datos de GOES cubren solamente un período de 52 horas entre el 15/12 (19:45 horas) al 17/12 (23:45 horas). Las estimaciones de lluvia se calcularon usando una relación entre la intensidad de la precipitación y las temperaturas en el tope de las nubes, determinadas con sensores infrarrojos del satélite. Los resultados indican que las máximas precipitaciones ocurrieron, grosso modo, en un sector ubicado en la cuenca media del río San Julián, aguas arriba de Caraballeda, y decrecen hacia el este y hacia el oeste. Los valores máximos estimados son de 400 mm de lluvia en ese período. El mapa generado utiliza celdas de 4 x 4 km por lo que su precisión es limitada. Figura 4. Datos diarios de precipitación en estaciones de Maiquetía y Mamo durante el mes de diciembre de 1999. Takahashi (2001) presenta las líneas isoyetas de la distribución acumulada de la tormenta de 1999 durante los días 15 al 17/12 obtenidas a partir de los auto-estimadores de lluvia preparados por el NOAA, los cuales fueron modificados por Takahashi usando los registros de la estación de Maiquetía. Figura 5. Isoyetas de la distribución acumulada de la tormenta de 1999 durante los días 15 al 17/12, basada en información del satélite GOES. Fuente: Takahashi, 2001. Las isoyetas se presentan en la Figura 5 indicando que la mayor precipitación se concentró en la zona ubicada en el área de Macuto y Camurí Chico, con un valor máximo de 800 mm. Al igual que Wieczorek, el gráfico de Takahashi muestra que la lluvia decrece hacia el este y hacia el oeste del estado Vargas (Figura 5). A pesar de que la precisión del mapa isoyético es pobre (debido a la amplitud de la representación espacial del satélite y a la lejanía con Maiquetía, a 12 km al oeste de Macuto), el gráfico da una idea de cómo se distribuyó espacialmente la precipitación extraordinaria del año 1999. Hay que notar que el mapa de Takahashi muestra la cantidad de lluvia entre el 15 y el 17 de diciembre (no incluye el 14/12 donde cayeron 120 mm).
  • 8. LECCIONES APRENDIDAS DEL DESASTRE DE VARGAS Aportes Científico-Tecnológicos y Experiencias Nacionales en el Campo de la Prevención y Mitigación de Riesgos 32 EFECTOS DE LOS ALUDES TORRENCIALES Las precipitaciones extremas de diciembre de 1999 produjeron el colapso de las laderas de las montañas y generaron aludes torrenciales en la gran mayoría de los torrentes del estado Vargas, lo cual se inició casi simultáneamente en las primeras horas de la mañana del día 16 de diciembre. El desplome de los taludes, por saturación de los suelos que cedieron ante la elevada cantidad de lluvia, constituyó la fuente principal de sedimentos para los aludes torrenciales que se desplazaron aguas abajo hasta alcanzar las zonas pobladas, destruyendo casas, edificios, carreteras y toda la infraestructura construida sobre las terrazas, gargantas y conos de deyección o abanicos aluviales de las quebradas. La mayoría de los daños fueron producidos por inundaciones de agua y flujos de sedimentos, impactos de peñones y escombros, y por erosión hídrica. El total de viviendas afectadas se estimó en 40.160, de las cuales fueron destruidas unas 20.000 (Grases, 2000). La cifra de personas muertas, sin embargo, a pesar de que en las primeras estimaciones se hablaba de decenas de miles, nunca fue cuantificada con precisión. Un trabajo de investigación reciente en este mismo libro (Altez, 2009) estima en un número no mayor a 800 personas el total de víctimas (entre fallecidos y desaparecidos) de los deslaves del 99 en Vargas. La Figura 6 muestra algunos de los daños ocurridos en el abanico aluvial del río San Julián, donde se asientan las poblaciones de Caraballeda y Los Corales. Los flujos transportaron enormes cantidades de peñones mayores de 2 m de diámetro que destruyeron numerosas viviendas y colapsaron edificios de concreto armado. La Figura 7 muestra daños por erosión de flujo en Carmen de Uria, donde muchas viviendas fueron totalmente barridas por el alud torrencial que abrió un cañón de 30 m de ancho y 7 m de profundidad en el área central de la urbanización. La foto derecha en la Figura 7 presenta una imagen de la Urb. Cerro Grande en Tanaguarena, donde casas de 2 y 3 plantas fueron sepultadas por los sedimentos. Figura 6. Vista de la Av. Principal de Los Corales y parte de la urbanización cubierta por un manto de peñones (izquierda) que destruyó numerosas viviendas ubicadas en el abanico aluvial del río San Julián. Colapso estructural de un edificio por impacto de peñones en la Urb. Los Corales (derecha).
  • 9. JOSÉ LUIS LÓPEZ SÁNCHEZ - INSTITUTO DE MECÁNICA DE FLUIDOS FACULTAD DE INGENIERÍA - UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA 33 Figura 7. Daños por erosión en Carmen de Uria (izquierda) y por sedimentación en Urb. Cerro Grande, Tanaguarena (derecha). ASPECTOS GEOLÓGICOS La montaña del Ávila forma parte de la Cordillera de la Costa de Venezuela que abarca una superficie de 30.000 km2 . Las elevaciones más grandes se alcanzan al norte de Caracas con un máximo de 2.765 m (pico Naiguatá) y 2.640 m (pico La Silla de Caracas). Los suelos están compuestos principalmente por rocas metamórficas y sedimentarias, con edades comprendidas entre el Precámbrico y el Mesozoico. Los relieves topográficos están controlados por las diferencias en la resistencia de las rocas. La mayoría de los grandes clastos y peñones encontrados en los abanicos aluviales pertenecen a las unidades litológicas superiores (esquistos de San Julián y gneisses de peña de Mora). Sin embargo, algunos de ellos parecen haber sido transportados por eventos pasados, los cuales fueron removilizados por la tormenta de 1999, tal como se evidencia por los colores rojizos y oscuros observados en la superficie de algunos bloques, indicando una mayor exposición a la atmósfera. Las grandes proporciones del material fino transportado por los deslaves, se originaron en la fase Tacagua (mármoles, esquistos epidóticos, y calcáreos) que se ubica en las elevaciones medias y bajas de las cuencas, donde abundan suelos meteorizados de color rojizo ladrillo. Dos sistemas de fallas geológicas están presentes en la zona afectada por los deslaves. Uno de ellos es paralelo a la cordillera de la Costa y el otro es transversalaésta.Algunostorrentes,comoSanJulián, Quebrada Seca y Cerro Grande, han desarrollado sus canales a lo largo de las fallas transversales. La falla más importante es la falla de San Sebastián, la cual es considerada el límite de la Placa Tectónica del Caribe. La inestabilidad de las laderas y pendientes se incrementa por el potencial sísmico en la zona, la cual ha sufrido grandes terremotos en el pasado. Las tasas actuales de emergencia tectónica en la Cordillera de la Costa de Venezuela no han sido determinadas, pero algunos investigadores estiman que pudieran estar en el orden de 1 cm por año. EROSIÓN Y METEORIZACIÓN El período largo de lluvia continua, entre el 1 y el 13 de diciembre, contribuyó a la saturación de los suelos reduciendo su resistencia al corte y desencadenando la falla de los taludes y la ocurrencia de miles de deslizamientosenelMacizoÁvila.Losdeslizamientos dejaron grandes cicatrices y rasguños en la montaña, que se extendieron en algunos casos desde el tope de las colinas hasta el pie de las pendientes. Uno de los más grandes deslizamientos ocurrió en la cuenca de Camurí Chico, con dimensiones cercanas a los 500 m de largo por 200 m de ancho. Los materiales involucrados en los deslizamientos están formados por suelos residuales y coluviales saturados, los cuales se desplazaron aguas abajo arrastrando a la vegetación circundante. Observaciones mediante fotografías aéreas muestran áreas de denudación tan grandes como 30% del área total de la cuenca, en algunas de las más severamente afectadas. Sin embargo, la densidad de las cicatrices fue mucho más grande en las partes bajas de las cuencas que
  • 10. LECCIONES APRENDIDAS DEL DESASTRE DE VARGAS Aportes Científico-Tecnológicos y Experiencias Nacionales en el Campo de la Prevención y Mitigación de Riesgos 34 Tacagua, al oeste de Maiquetía (no se muestran en la Figura 2). La mayoría de estos cauces presentan ejes axiales coincidiendo con la orientación de los cauces principales a través de fallas con dirección nor-oeste, siendo los de mayor longitud Cerro Grande, San Julián, Camurí Grande y Naiguatá, los que han disectado más profundamente las unidades geológicas como consecuencia del mayor grado de erodabilidad en las cuestas y estar los en las partes altas, lo cual puede estar relacionado con la geología y el tipo de vegetación. En los tramos inferiores de las cuencas, el suelo y las rocas meteorizadas con un manto pequeño de cobertura vegetal, fueron erosionados más fácilmente que las rocas duras (esquistos y gneises) protegidos por grandes árboles. Considerando todas las cuencas, se estima que el área total afectada por la denudación y los deslizamientos, está en un orden cercano al 20% del área total expuesta a la tormenta. La distribución de los deslizamientos, de acuerdo a observaciones de campo, parece coincidir también con la distribución de la precipitación dada por la Figura 5. Las fotos de la Figura 8 muestran vistas de las cicatrices en la parte baja de la cuenca de Cerro Grande, donde la densidad de los deslizamientos es enorme, y en la parte alta de la cuenca de Macuto, donde la densidad es menor. Igualmente, la densidad de los deslizamientos se reduce al este de la población de Naiguatá, lo cual es consistente con las características de la distribución de la lluvia, que decrece hacia el este. Los espesores de la capa de suelo en la montaña varían entre 1 y 5 m, dependiendo de la elevación y pendiente del terreno. Suelos residuales se han desarrollado debido a la descomposición de la masa de roca que se extiende debajo de la cobertura vegetal.Lazonameteorizada,conespesoresvariables estimados entre 80 y 100 m de profundidad, se debe a la alteración química y mecánica de la roca en presencia de una alta humedad, ácidos orgánicos y Figura 8. Vista de la distribución densa de los deslizamientos en las cuencas bajas de Cerro Grande, Quebrada Seca y San Julián (izquierda) y distribución menos densa en la cuenca alta de San José de Galipán (derecha). efectos de temperatura. Las máximas profundidades se encuentran a lo largo de los cursos de agua que coinciden con fallas geológicas, donde la alteración química es mayor debido a la percolación del agua transportando minerales y ácidos orgánicos a través de las grietas y fracturas de la roca. PERFILES LONGITUDINALES Uno de los aspectos geomorfológicos más notable del Ávila es su abrupto relieve y las elevadas pendientes de las cuestas y faldas de la montaña en la mayoría de las cuencas. Los torrentes descienden abruptamente desde cerca de 3.000 m de elevación hasta llegar al nivel del mar en una distancia horizontal no mayor que 10 km. Pendientes longitudinales en el orden de 90% son comunes en los tramos superiores de las cuencas. En la Tabla 1 se resumen las características geométricas de los cauces en las cuencas principales del área del desastre. Los perfiles longitudinales se muestran en la Figura 9. Las longitudes mayores de cauces corresponden a las cuencas de Mamo y
  • 11. JOSÉ LUIS LÓPEZ SÁNCHEZ - INSTITUTO DE MECÁNICA DE FLUIDOS FACULTAD DE INGENIERÍA - UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA 35 fondos de valles altamente tectonizados y sujetos a procesos diastróficos. Cambios significativos en las pendientes se observan en elevaciones cercanas a los 400 m, en la zona de transición entre la garganta y la cuenca superior. La máxima pendiente promedio corresponde a la quebrada de Guanape con un valor de 32,7%. Los abanicos aluviales muestran valores de pendiente entre 1,3% y 6,7%. No se encontraron muchos peñones en los abanicos aluviales de Mamo, Tabla 1. Características geométricas y fisiográficas de las cuencas principales de Vargas. Figura 9. Perfiles longitudinales de las principales quebradas de la vertiente norte del Ávila. Tacagua, Naiguatá y Camurí Grande, donde las pendientes son inferiores al 2,5%, predominando el materialarenoso-gravoso.Sinembargo,enlamayoría de los cauces con pendientes de abanicos mayores que 4%, grandes cantidades de cantos rodados y peñones alcanzaron los abanicos aluviales.
  • 12. LECCIONES APRENDIDAS DEL DESASTRE DE VARGAS Aportes Científico-Tecnológicos y Experiencias Nacionales en el Campo de la Prevención y Mitigación de Riesgos 36 VOLÚMENES DE SEDIMENTACIÓN Los aludes torrenciales de diciembre de 1999 transportaron grandes volúmenes de sedimentos que se depositaron en las gargantas y conos de deyección de las quebradas, penetrando en algunos casos al mar y modificando sustancialmente la línea de costa en los sitios de descarga. A partir de observaciones de campo y fotografías aéreas tomadas el 21 de diciembre de 1999, se ha hecho una estimación de los volúmenes de sedimentos acumulados en los abanicos aluviales de algunas de las cuencas de Vargas (López et al., 2003), incluyendo la cantidad de área ganada al mar (Tabla 2). La cantidad de sedimentos depositados en el abanico aluvial del torrente San Julián fue la mayor de todas y ha sido estimada en 2,6 millones de m3 . Según Wieczorek et al. (2002), este volumen de sedimentos es el más grande registrado en el mundo en un solo evento hidrometeorológico. La cantidad total de sedimentos depositados en los abanicos aluviales de las 24 cuencas que sufrieron deslaves se estima en 20 millones de m3 . La deposición de sedimentos desplazó la línea de costa, en algunos casos, hasta 200 m hacia el mar, generando nuevas playas y zonas de recreación. La cantidad de terreno ganado al mar se estima en 150 ha. CARACTERÍSTICAS DEL MATERIAL DEL LECHO Se captaron muestras del material del lecho en diferentes abanicos aluviales del estado Vargas (López et al., 2001). Las muestras con tamaños inferiores a las gravas (D < 6,4 cm) fueron analizadas en el laboratorio y las fracciones más gruesas (cantos y peñones) se analizaron mediante contabilidad de las partículas del lecho a lo largo de una sección longitudinal representativa de dicho material. La Figura 10 presenta las características granulométricas del material de lecho en algunos cauces del área de interés. Las fracciones finas muestran una distribución bastante uniforme con diámetros medios variando entre 0.1 y 10 mm. El porcentaje máximo de arcillas y limos se registró en el río Cerro Grande con un valor de 12%, mientras que el mínimo es de 2%, lo que indica que existe una disponibilidad de material arcillo- limoso apropiado para generar flujos de barros. En numerosos cauces se observó una matriz de cantos rodados, grava y material fino debajo de una base de grandes peñones, indicando la presencia del llamado “gradiente inverso”, típico de los flujos de detritos. Un estimado del conjunto basado en observaciones de campo y en el uso de fotografías Tabla 2. Volúmenes de sedimentos depositados en los abanicos aluviales de las principales cuencas.
  • 13. JOSÉ LUIS LÓPEZ SÁNCHEZ - INSTITUTO DE MECÁNICA DE FLUIDOS FACULTAD DE INGENIERÍA - UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA 37 dieron como resultado unas proporciones de 50% peñones, 20% cantos, 20% gravas, y 10% de arenas y limos, para el río San Julián. Valores típicos para el lecho del cono aluvial de Cerro Grande fueron: 40% peñones, 16% cantos, 25% grava, 7% arena y 12% limos y arcillas. Figura 10. Curvas granulométricas del material del lecho en diferentes quebradas de Vargas. Tamaños máximos de peñones medidos en las zonas del cono de deyección y garganta de los ríos Camurí Chico y San Julián, se presentan en la Tabla 2, calculándose adicionalmente los factores de forma y volúmenes de estas partículas asociándolos a elipsoides de dimensiones en sus ejes máximo, medio y mínimo iguales a: a, b y c, respectivamente. Los valores del factor de forma indican que los peñones no presentan altos grados de redondez, encontrándose valores cercanos a 0.7 en dos casos cuyos pesos exceden las 300 toneladas. En San Julián, sin embargo, se encontró un peñón con un factor de forma de 0,81 cuyo peso es cercano a 7 ton. Algunos de estos peñones se ubican en los conos de deyección a distancia considerable del ápice, lo cual es indicativo de un transporte producido por un flujo de alta viscosidad, tal como el peñón observado en San Julián, ubicado a unos 800 m aguas abajo del pie de la montaña, con dimensiones de 8,2 m x 7,5 m x 4,4 m. CAUDALES MÁXIMOS DE LAS CRECIENTES Una de las características relevantes del evento de diciembre de 1999 en Venezuela fue la ocurrencia de caudales extraordinarios en algunas cuencas de Vargas. La Tabla 4 resume estimaciones de los caudales máximos de las crecientes que ocurrieron en Cerro Grande y Uria, usando diferentes métodos (García y López, 2005). Los datos históricos basados en mediciones de crecientes extremas, reportados por Creager et al. (1945) en función del área de la cuenca, se usan para obtener un límite superior para ladescarga.Unsegundoestimadoseobtieneparauna creciente de 500 años de período de retorno usando un modelo de lluvia-escorrentía y datos históricos de lluvia en diferentes estaciones del estado Vargas (GonzálezyCórdova,2002).Basándoseenlasmarcas de creciente dejadas por el flujo justo aguas arriba de un vertedero rectangular en el cañón de Cerro Grande, se estimó un valor de 1.230 m3 /s a partir de la ecuación clásica del vertedero. Similarmente, se ha estimado el pico del flujo en Carmen de Uria, basándose en marcas de la creciente dejada en una curva del río y en la fórmula para sobrelevación en curvas de canales abiertos, obteniéndose un valor de 1.670 m3 /s (López et al., 2001). Se puede observar que estos valores, calculados en base a la medición de marcas de inundación en el campo, son mucho mayores que los estimados anteriormente.
  • 14. LECCIONES APRENDIDAS DEL DESASTRE DE VARGAS Aportes Científico-Tecnológicos y Experiencias Nacionales en el Campo de la Prevención y Mitigación de Riesgos 38 Otras estimaciones pueden hacerse para la descarga producida por rompimiento de presas naturales formadas por deslizamientos que bloqueen temporalmenteelcanaloporacumulacióndetroncos de árboles, sedimentos y escombros. La Figura 11 muestra2pequeñaspresasnaturalesformadasenuna calle de Los Corales en el abanico del río San Julián, y en el cauce del río San José de Galipán en Macuto. Con propósitos de discusión se han calculado los caudales que produciría una presa hipotética de 15 m de altura sujeta a un rompimiento brusco. Si se usa la ecuación clásica para un rompimiento repentino (García y López, 2005; López et al, 2001): Q = B g 0.5 H 1.5 donde Q es el caudal pico en m3 /s, B es el ancho del canal, H es la altura de flujo aguas arriba, g es aceleración de la gravedad y es igual a 0,21, se obtienen unos valores muy similares a los calculados a partir de las mediciones de los niveles de la creciente. La Tabla 3 muestra también el caudal máximo delaludtorrencialcalculadoparalalluviade500años pero suponiendo una concentración de sedimentos igual a 50% en volumen, mediante la ecuación: Qalud = Qagua / (1-Cv ) donde Cv es la concentración volumétrica de sedimentos. Tabla 3. Dimensiones, factores de forma y pesos de peñones medidos en Camurí Chico y San Julián. Para el caso de Cerro Grande, este valor concuerda bien con el estimado con las marcas de inundación, pero para Uria es mucho menor. Esto no es sorprendente ya que en el caso de Carmen de Uria, la máxima descarga ha debido producirse debido al colapso de una presa artificial de concreto de 15 m de altura, construida en el cañón del río Uria en la década de los años 50, la cual fue totalmente destruida por la creciente. La discusión anterior ilustra las limitaciones existentes para calcular los caudales máximos producidos por los flujos de aludes torrenciales. CONCLUSIONES Una de las características más resaltantes del macizo Ávilaessutopografíaabruptaylasfuertespendientes de canales y laderas. El efecto combinado de la meteorización, actividad tectónica y movimientos sísmicos, ha desestabilizado la montaña afectada por numerosas fallas y grietas, con abundancia de rocas fracturadas, sedimentos y suelos inestables. Las lluvias extraordinarias de diciembre de 1999 aprovecharon este ambiente favorable y produjeron milesdedeslizamientosyderrumbesenlaspartesaltas y medias de la montaña, los cuales se trasformaron en aludes torrenciales con gigantescos aportes de sedimentos a las zonas más bajas de las cuencas localizadas a lo largo de una extensión de 50 km en
  • 15. JOSÉ LUIS LÓPEZ SÁNCHEZ - INSTITUTO DE MECÁNICA DE FLUIDOS FACULTAD DE INGENIERÍA - UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA 39 el estado Vargas. Las conclusiones más importantes de este trabajo se resumen a continuación. 1) Las lluvias que se produjeron en diciembre de 1999 en Venezuela fueron extraordinarias. La extensión, magnitud y consecuencias del evento hidrometeorológico supera a otros eventos similares ocurrido en Venezuela y en otros países del Caribe. La precipitación total medida en la estación de Maiquetía (ubicada a nivel de mar) para los días 14 al 16/12 fue de 911 mm (410 mm en un día), bastante mayor que el promedio anual de 523 mm. No existían otras estaciones operando en la parte alta de las cuencas de Vargas, pero usualmente se acepta que la precipitación en la montaña es mayor debido al ascenso de las masas de aire por efecto orográfico. Por ejemplo, los datos de la lluvia de 1951 (529 en el Infiernito y 250 en Maiquetía) sugieren que la precipitación en la montaña puede ser el doble que en la costa. Sin embargo, las observaciones y datos Tabla 4. Comparación de caudales máximos estimados por diferentes métodos. Figura 11. Presas naturales formadas por troncos de árboles, rocas y sedimentos en Los Corales (izquierda) y Macuto (derecha) (Foto izquierda cortesía de Daniel Salcedo). del satélite GOES indican que la zona de máxima lluvia se concentró en las partes bajas y medias entre las cuencas de Macuto y Caraballeda, decreciendo los valores de precipitación hacia el este y hacia el oeste de este sector, así como hacia el sur (valle de Caracas). El período de retorno para las lluvias en Maiquetía (410 mm en 1 día y 911 mm en 3 días) ha sido estimado entre 500 y 1.000 años. 2) Observaciones en campo y en fotografías aéreas, muestran que la densidad de las cicatrices de los deslizamientos fue mucho mayor en las partes bajas de las cuencas que en las partes altas, lo cual parece estar relacionado con la geología, el tipo de cobertura vegetal, y la magnitud de la lluvia caída. En los tramos inferiores de las cuencas, el suelo y las rocas meteorizadas con un manto pequeño de coberturavegetalfueronerosionadosmásfácilmente que las rocas duras (esquistos y gneises) protegidos por grandes árboles. Esta distribución espacial de
  • 16. LECCIONES APRENDIDAS DEL DESASTRE DE VARGAS Aportes Científico-Tecnológicos y Experiencias Nacionales en el Campo de la Prevención y Mitigación de Riesgos 40 los deslizamientos en la montaña es consistente con la distribución de la tormenta determinada por el satélite GOES (patrones de lluvia mayores en las partes medias y bajas). Considerando todas las cuencas, se estima que el área total afectada por la denudación y los deslizamientos está en un orden cercano al 20% del área total expuesta a la tormenta. Los volúmenes de sedimentos depositados en los abanicos aluviales se han estimado en el orden de 20 millones de m3 , y la extensión del área ganada al mar aproximadamente de 150 ha. La cantidad de sedimentos depositados en el abanico aluvial del río San Julián ha sido estimada en 2,6 millones de m3 siendo este valor el volumen más grande registrado en el mundo en un solo evento torrencial. 3) Muchos de estos sedimentos, sin embargo, no llegaron a los abanicos aluviales y se quedaron acumulados y represados en los tramos superiores de los cursos de agua. Esta ha sido la causa de que, después de diciembre de 1999, se haya estado observando con mayor frecuencia en Vargas, la colmatación de los cauces y la obstrucción de los puentes con lluvias de menor o regular intensidad. Es de esperar que este fenómeno se siga repitiendo en Vargas, hasta que la cuenca termine por evacuar los sedimentos en tránsito y se alcance una nueva condición de equilibrio morfológico en los cauces. 4) Los valores extraordinarios de caudales máximos observados son probablemente consecuencia de la formación y rompimiento de diques naturales formados por la acumulación, en los lechos de las quebradas, de sedimentos y troncos de árboles suministrados por las cuencas altas. 5) Las pendientes de los cauces en los tramos superiores son todas mayores que 30% por lo que satisfacen la condición de pendiente mínima requerida para la generación de aludes torrenciales (S 15°). Sin embargo, diferentes tipos de aludes ocurrieron en las gargantas y abanicos aluviales de los torrentes, dependiendo de la pendiente del abanico y las características geológicas de la cuenca, tales como la litología, espesor del suelo, topografía, cobertura vegetal y grado de meteorización. En los abanicos con pendiente mayor a 4%, como es el caso de Uria, San Julián, Camurí Chico, San José de Galipán (Macuto), El Cojo y Osorio, grandes cantidades de peñones (flujos de detritos) fueron transportados a las zonas urbanas asentadas sobre estos abanicos aluviales, alcanzando allegar en algunos casos hasta la línea de costa. Por el contrario, en las áreas residenciales ubicadas en los abanicos aluviales de Naiguatá y Camurí Grande, con pendientes menores a 3%, se encontraron pocos peñones y mucha arena y material fino que sedimentaron y enterraron numerosas viviendas. 6) La mayoría de los daños fueron producidos por inundaciones de agua y de barros, impactos de peñones y escombros, sedimentación y por erosión del flujo. El total de viviendas afectadas se estimó en alrededor de 40.000 de las cuales fueron destruidas unas 20.000. Muchas personas fueron enterradas por los deslizamientos en la montaña al buscar refugio en las partes altas huyéndole a las inundaciones de los ríos y quebradas. La cifra de personas muertas, sin embargo, a pesar de que en las primeras estimaciones se hablaba de decenas de miles, ha sido estimada en un número no mayor a 800 (entre fallecidos y desaparecidos). 7) Por último, hay que resaltar que la catástrofe, en términos de pérdidas de vidas humanas y materiales, se produce principalmente debido a la incontrolada ocupación urbana de los abanicos aluviales, gargantas de las quebradas y laderas de los cerros circundantes, sin la presencia de obras de control ni de sistemas de alerta temprana, que hubiesen podido avisar anticipadamente a la población para evacuar las zonas de peligro. Los efectos de las posteriores lluvias de febrero de 2005 pusieron en evidencia, una vez más, que la lucha contra las inundaciones y los aludes torrenciales en el estado Vargas es a largo plazo. Ella no termina con la construcción de las presas previstas actualmente, sino que se va a extender a futuro por muchas generaciones en la medida en que las presas se sedimenten y haya que construir nuevas obras de control.
  • 17. JOSÉ LUIS LÓPEZ SÁNCHEZ - INSTITUTO DE MECÁNICA DE FLUIDOS FACULTAD DE INGENIERÍA - UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA 41 REFERENCIAS Aguirre, J. y Moncada, A., (1999), “Regímenes en el flujo de barros y escombros”, Ingeniería Hidráulica en México, Vol. XIV, Núm.1, pp. 5-12, enero-abril. Altez, R., (2009) “Lo que puede aprenderse de un desastre de muertes masivas: la experiencia de Vargas”, en: “Lecciones aprendidas de la tragedia de Vargas”, Instituto de Mecánica de Fluidos, Facultad de Ingeniería, Universidad Central de Venezuela, José L. López (Ed.). Ayala, L., López, A., Tamburrino, A., and Vera, G., (1994), “Aspectos hidrometeorológicos e hidrodinámicos de algunos eventos aluvionales recientes en Chile”, Memorias del XVI Congreso Latinoamericano de Hidráulica, Santiago, Chile, Noviembre. Bello, M.E., López, J.L., García, R., y O’Brien, J.S. (2003), “Simulation of Debris Flows in Cerro Grande River Valley”, Acta Científica Venezolana, Vol. 54, N°1. Caldino Ignacio, and Bonola Isaac (2000), “Viscosidad de mezclas agua-arcilla en relación con los flujos de lodos y Debris”, XIX Congreso Latinoamericano de Hidráulica, Córdoba, Argentina, octubre, 2000. Creager, W.P., Justin, J.D., and Hinds, J. (1945), Engineering for Dams, Vol. 1, John Wiley & Sons, New York. Fuerza Aérea Venezolana (FAV) (2000), “Análisis de las situaciones meteorológicas que afectaron el área norte costera del país durante el mes de diciembre del año 1999”, Servicio de Meteorología, Ministerio de la Defensa, Venezuela. García, R. y López, J.L. (2005), “Debris flows of December 1999 in Venezuela”, Capítulo 20 en el libro Debris-flow Hazards and Related Phenomena, M.Jakob y O. Hunger (Editors), Springer and Praxis. Garner, H.F. (1959), “Stratigraphic-Sedimentary Significance of Contemporary Climate and Relief in Four Regions of the Andes Mountains”, Bulletin of the Geological Society of America, Vol. 70, pp. 1327-1368, october. González, M. y Córdova, J.R. (2009), “Evaluación hidrológica y de caudales pico de la tormenta extraordinaria de 1999 en el estado Vargas”, en: “Lecciones aprendidas de la tragedia de Vargas”, Instituto de Mecánica de Fluidos, Facultad de Ingeniería, Universidad Central de Venezuela, José L. López (Ed.). Grases, J. (2000), “Efecto de las lluvias caídas en Venezuela en diciembre de 1999”, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y Corporación Andina de Fomento (CAF), CDB Publicaciones, Caracas, Venezuela, abril. Humboldt, Alejandro de (1985), “Viaje a las regiones equinocciales del nuevo continente en los años de 1799 a 1804”, Monte Ávila Editores, Edición de 1985, Caracas, Venezuela. López José L., Reinaldo García, y David Pérez H. (2001), “Una visión panorámica de los aludes torrenciales de diciembre de 1999 en Venezuela”, Revista Técnica de Ingeniería (LUZ), Vol. 24, No.3, diciembre. 2001, pp. 157-168. López, José .L., Pérez-Hernández D., y García Reinaldo (2003), “Hydrologic and Geomorphologic Evaluation of the 1999 Debris Flow Event in Venezuela”, Proceedings of the Third International Conference on Debris-Flow Hazards Mitigation, Davos, Switzerland, Sept. 10-12, 2003. Matute, M., Pérez, R., Reyna, J., y Limongi, S., (2000), “Aspectos climatológicos del desastre natural de diciembre de 1999 en la zona norte costera de Venezuela”, MARN, Febrero. Muguerza, A. (2001), “Aguas arriba del flujo torrencial”, Fundación Polar, Caracas.
  • 18. LECCIONES APRENDIDAS DEL DESASTRE DE VARGAS Aportes Científico-Tecnológicos y Experiencias Nacionales en el Campo de la Prevención y Mitigación de Riesgos 42 Must, Vince., (1999), “Huracan Mitch”, National Geographic, November. Pacheco, T.G., (2002) “Las iras de la serranía”, Editorial Tropykos, Caracas. Sardi, Víctor (1959), “Gastos máximos de los ríos y las quebradas del Litoral Central”, Colegio de Ingenieros de Venezuela, Revista No. 275, Febrero. Singer, A, Rojas, C., and Lugo, M. (1983), “Inventario nacional de riesgos geológicos”, FUNVISIS, Caracas, Venezuela. Singer, A. (2009), “Los aludes torrenciales en Venezuela: antecedentes”, en: “Lecciones aprendidas de la tragedia de Vargas”, Instituto de Mecánica de Fluidos, Facultad de Ingeniería, Universidad Central de Venezuela, José L. López (Ed.). Sucre Alemán, O., (1951), “Daños causados por la tormenta del 15 al 17 de febrero de 1951”, Informe Inédito, Instituto Nacional de Obras Sanitarias, Caracas, Venezuela. Takahashi, T. (2001), “Flood and Sediment Disaster caused by the 1999 Heavy Rainfall in Venezuela”, Research Report on Natural Disasters, Japanese Ministry of Education, Science, Sports and Culture. Zevallos, O., Fernández M., Plaza, G., and Klinkicht, S. (1993), “Sin plazo para la esperanza”, Reporte sobre el Desastre de la Josefina, Escuela Politécnica Nacional, Quito, Ecuador. Wieczorek, G.F., Larsen, M.C., Eaton, L.S., Morgan, B.A., Blair, J.L., (2001), “Debris-flow and flooding hazards associated with the December 1999 storm in coastal Venezuela and strategies for mitigation”, U.S. Geological Survey Open File Report 01-144.