2. Biografía
Nace en Paredes de Navas, España en 1440 - Castillo de Garcimuñoz, Cuenca, en 1479.
Poeta castellano autor de las célebres Coplas a la muerte de su padre, máxima creación de
la lírica cortesana del siglo XV y una de las mejores elegías de la literatura española .
Miembro de una familia de la nobleza más rancia de Castilla (era hijo de don Rodrigo
Manrique, maestre de la orden de Santiago, y sobrino del poeta Gómez Manrique), Jorge
Manrique compaginó su afición por las letras con la carrera de las armas, participando junto
a su padre en las luchas que precedieron al ascenso de los Reyes Católicos. Ambos
pertenecían a la orden de Santiago, y combatieron del lado de Isabel la Católica contra los
partidarios de Juana la Beltraneja. Pereció a causa de las heridas recibidas durante al
asalto al castillo de Garcimuñoz, en el feudo del marqués de Villena.
La poesía de Jorge Manrique se sitúa dentro de la corriente cancioneril del siglo XV. Su
producción poética menor, reunida en un Cancionero, está formada por medio centenar de
composiciones breves, en su mayor parte de tema amoroso, que siguieron los cánones
trovadorescos y cortesanos de finales de la Edad Media. Más originales son sus piezas
burlescas, como las "Coplas a una beoda" o la titulada "Convite que hizo a su madrastra".
3. Características literarias de la época
En cuanto a la métrica la rima utilizada es consonante ya que a partir de la última vocal
acentuada, todos los sonidos coinciden. Las estrofas (lira, silva, octava real, tercetos
encadenados,soneto) procedentes de Italia.
Asimismo, aparecen géneros característicos como la égloga (los protagonistas son
pastores idealizados), la oda (para asuntos graves) o la epístola (poema en forma de carta).
La lengua en esta época está dominada por la naturalidad y la sencillez, huyendo de la
afectación.
Los temas preferidos por la poesía renacentista son, fundamentalmente, el amor, concebido
desde el punto de vista platónico; la naturaleza, como algo idílico la mitología, utilizada como tema
central o como ornamento para un asunto amoroso y la belleza femenina, siguiendo siempre un
mismo ideal clásico.
El Carpe Diem, cuya traducción sería «atrapa el día» o «aprovecha el momento». Con él se
aconseja el disfrute de la vida antes de la llegada de la vejez.
La Descriptio puellae, descripción de la belleza ideal de la mujer.
El Beatus Ille o alabanza de la vida del campo, apartado de lo material, frente a la vida de
la ciudad, con sus peligros e intrigas.
El Locus amoenus o descripción de una naturaleza perfecta e idílica.
La Aurea mediocritas, gusto y satisfacción por lo sencillo, lo que se posee... frente al deseo
desmesurado de riquezas.
4. Obra de Jorge Manrique
Su obra poética no es extensa, apenas unas 40 composiciones. Se suele clasificar en tres grupos:
amoroso, burlesco y doctrinal. Son, en general, obras satíricas y amorosas convencionales dentro de los
cánones de la poesía cancioneril de la época, todavía bajo influencia provenzal, con un tono de galantería
erótica velada por medio de finas alegorías.
Sin embargo, entre toda ella, destacan de forma señera por unir tradición y originalidad las Coplas por la
muerte de su padre. En ellas Jorge Manrique hace el elogio fúnebre o planto de su padre, Don Rodrigo
Manrique, mostrándolo como un modelo de heroísmo, de virtudes y de serenidad ante la muerte. El poema
es uno de los clásicos de la literatura española de todos los tiempos y ha pasado al canon de la literatura
universal. Lope de Vega llegó a decir de ella que «merecía estar escrita en letras de oro». En ella se
progresa en el tema de la muerte desde lo general y abstracto hasta lo más concreto y humano, la muerte
del padre del autor. La memoria que deja su hijo en estas coplas y que sirve para salvar tanto al padre
guerrero como al hijo poeta para la posteridad. La métrica adoptada, la copla de pie quebrado, presta al
poema, al decir de Azorín en Al margen de los clásicos, una gran sentenciosidad y un ritmo quebradizo y
fúnebre como el repique funeral de una campana
Los recursos métricos de su poesía prefieren las formas pequeñas y preciosistas frente a las vastas
composiciones denominadas decires. Se limitan al uso reiterado de la canción trovadoresca, la copla real,
la copla castellana, la copla de pie quebrado (de la que fue inventor su tío, el también gran poeta Gómez
Manrique), la esparza (una sola estrofa que condensa un pensamiento artísticamente expresado) y la
copla de arte menor. La rima en ocasiones no está muy cuidada. No abusa del cultismo y prefiere un
lenguaje llano en general, de la lírica cancioneril de su tiempo; ese es un rasgo que individualiza bastante
al autor en una época en que la presunción cortesana hacía a los líricos cancioneriles exhibir su ingenio
mediante un prematuro conceptismo o bien demostrando sus conocimientos con el latinizamiento de la
escuela alegórico-dantesca.
Las dos composiciones dedicadas a su mujer deben ser de la época de su matrimonio, hacia 1470; las
Coplas, del verano de 1477; las Coplas póstumas serán, según la rúbrica que las acompaña, de poco
antes de su muerte y la Pregunta a Guevara, de hacia 1465.
5. Las Coplas a la muerte de su padre
Pero la celebridad de Jorge Manrique se debe fundamentalmente a las Coplas a la muerte de su padre,
su obra maestra, compuesta a raíz del fallecimiento de don Rodrigo (1476) y publicada en 1494 en Sevilla
con el título Coplas de Jorge Manrique a la muerte de su padre, el Maestre don Rodrigo. Esta elegía
pertenece a la tradición medieval de la ascética cristiana: contra la mundanidad de la vida, postula una
aceptación serena de la muerte, que es tránsito a la vida eterna. Sin embargo, apunta ya una idea original
que preludia la concepción renacentista del siglo siguiente: aparte de la vida terrenal y la vida eterna,
Manrique alude a la vida de la fama, a la perduración en este mundo en virtud de una vida ejemplar que
permanece en la memoria de los vivos.
Tras un primer bloque en el que medita sobre la brevedad de la vida, el paso del tiempo y la muerte, la
atención del autor se centró en las figuras desaparecidas de su pasado inmediato, como Juan II, Enrique
IV o Álvaro de Luna, para concluir con un repaso de las virtudes morales del maestre y su diálogo final con
la Muerte. De este modo, la lírica castellana pasó del concepto abstracto de la muerte a su presencia
histórica y a su dimensión particular, en un movimiento de flujo temporal que es uno de los grandes
hallazgos del poeta. Las Coplas se apartaron de los tópicos macabros tan abundantes en la literatura
moral de la época y consiguieron alcanzar una extraordinaria hondura emotiva.
Cada copla está formada por dos sextillas de pie quebrado (8a, 8b, 4c, 8a, 8b, 4c, con rima consonante).
El tono exhortativo característico del poema refuerza la gravedad de los versos, en una evocación serena
del tiempo pasado. Pero la celebridad de Jorge Manrique se debe fundamentalmente a las Coplas a la
muerte de su padre, su obra maestra, compuesta a raíz del fallecimiento de don Rodrigo (1476) y
publicada en 1494 en Sevilla con el título Coplas de Jorge Manrique a la muerte de su padre, el Maestre
don Rodrigo. Esta elegía pertenece a la tradición medieval de la ascética cristiana: contra la mundanidad
de la vida, postula una aceptación serena de la muerte, que es tránsito a la vida eterna. Sin embargo,
apunta ya una idea original que preludia la concepción renacentista del siglo siguiente: aparte de la vida
terrenal y la vida eterna, Manrique alude a la vida de la fama, a la perduración en este mundo en virtud de
una vida ejemplar que permanece en la memoria de los vivos.
6. QUE SUPUSO ESTA OBRA
Manrique presenta una muerte muy "humana". Es morir por y para algo.
El poeta, Jorge Manrique, muestra en sus coplas el sentimiento cristiano medieval, ya que en algunos
versos de algunas coplas invoca a Dios, después tiene fe y cree en Dios, y dice que nuestra misión es
prepararnos en esta vida para la próxima que será mejor. Además muestra como su padre también tiene
fe, se confiesa y le entrega su alma a Dios antes de morir.
Esboza Manrique la existencia de tres vidas: la humana y mortal, la de la fama, que es más larga, y la
eterna, que no tiene fin. El propio poeta se salva y salva a su padre mediante la vida de la fama que le
otorgan no sólo sus virtudes como caballero y guerrero cristiano, sino mediante la palabra poética; tal
como concluye el poema: Dejónos harto consuelo / su memoria.
El estilo de Jorge Manrique anuncia la claridad y el equilibrio renacentistas, y la expresión es llana y
serena, acompañada de símiles, como es propio del sermo humilis o estilo humilde, el natural y común de
la literatura didáctica. Hay incluso vulgarismos, que dan un aire de sencillez y sobriedad, y que los hace
encajar perfectamente en las técnicas retóricas y juegos de palabras típicos de los poetas cuatrocentistas.
Por otra parte, la importancia que se da a la vida que proporciona la fama y la gloria mundana, frente al
ubi sunt? medieval, es también un rasgo de antropocentrismo que anuncia el Renacimiento.