2. El acoso escolar o bullying es un problema
complejo, delicado y no siempre fácil de
detectar y atajar con la suficiente rapidez
como para que no acabe provocando
consecuencias negativas, a veces
perdurables en el tiempo, en forma de daños
psicológicos, problemas de aprendizaje o
rendimiento y hasta abandono o fracaso
escolar.
3. Origen del bullying.
El maltrato psicológico o físico reiterado,
deliberado y constante recibido por un
escolar por parte de uno o varios agresores
muchas veces tiene su origen en una gestión
inadecuada de algo tan natural como son los
conflictos, los cuales pueden derivar en
episodios esporádicos de violencia que al
perpetuarse y sistematizarse acaban
convirtiéndose en acoso escolar o bullying.
4. Los motivos que empujan a un agresor o a
un grupo de agresores a actuar así están
relacionados con una personalidad agresiva
y un bajo autocontrol, acompañado de un
entorno familiar y social inadecuado, con
antecedentes de violencia doméstica o
justificación de la misma.
5. Un grupo de compañeros que, por miedo a
ser ellos mismos las próximas víctimas, se
convierten en observadores pasivos e
incluso instigadores y la ausencia de una
verdadera toma de conciencia del problema
por parte de la sociedad acaban creando el
caldo de cultivo ideal para que se den, con
demasiada frecuencia, situaciones de
bullying en mayor o menor grado.
6. Tipos de bullying
El acoso escolar o bullying es un problema
que se da con frecuencia en las aulas de todo
el mundo. En ocasiones es difícil de detectar,
no solo porque tenga lugar lejos de la
presencia física y la visibilidad de los
adultos, sino porque tiende a diversificarse.
7. Físico.
Es el tipo de acoso más común,
especialmente entre chicos. Implica un
contacto físico entre los agresores y la
víctima, y suele manifestarse en forma de
golpes, empujones e incluso palizas de uno o
varios agresores contra una sola víctima. En
ocasiones se produce también el robo o
daño intencionado de las pertenencias de la
víctima.
8. Se considera una de las conductas de acoso
escolar más graves ya que, además del daño
psicológico, quien lo padece también sufre
daños a nivel físico que pueden llegar a ser
muy graves.
9. Psicológico
En este caso existen persecución,
intimidación, tiranía, chantaje, manipulación
y amenazas al otro. Son acciones que dañan
la autoestima de la víctima y fomentan su
sensación de temor, con el problema
añadido de que son las más difíciles de
detectar por parte de profesores o padres
porque son formas de acoso o exclusión que
se llevan a cabo a espaldas de cualquier
persona que pueda advertir la situación.
10. Frecuentemente, los agresores utilizan esta
forma de acoso con el fin de subrayar,
reforzar o resaltar acciones llevadas a cabo
con anterioridad, manteniendo así latente la
amenaza.
Estas conductas incrementan la fuerza del
maltrato, pues el acosador exhibe un poder
mayor al mostrar que es capaz de amenazar
aunque esté presente una figura de
autoridad.
11. En el agredido aumenta el sentimiento de
indefensión y vulnerabilidad, pues percibe
este atrevimiento como una amenaza que
tarde o temprano se materializará de
manera más contundente. Por su parte, la
amenaza puede ser más o menos evidente.
Consistir, por ejemplo, en una mirada, una
señal obscena, una cara desagradable o un
gesto.
12. En estos casos el daño se produce
directamente sobre la autoestima de la
víctima, que suele desarrollar conductas
como el temor a ir a clase o problemas para
relacionarse con los demás.
13. Virtual/cibernético
Con el acceso masivo a las nuevas
tecnologías, cada vez son más frecuentes
este tipo de actos.
Es un tipo de acoso muy grave y
preocupante por la gran visibilidad y
alcance que se logra de los actos de
humillación contra la víctima y el anonimato
en que pueden permanecer los acosadores.
14. Los canales son muy variados: mensajes de
texto en móviles, tablets y ordenadores,
páginas web y blogs, juegos online, correos
electrónicos, chats, encuestas online de mal
gusto, redes sociales, suplantación de
identidad para poner mensajes, etc.
15. El contenido del acoso va desde los típicos
insultos a montajes fotográficos o de vídeo
para reírse de la víctima, imágenes
inadecuadas tomadas sin su permiso,
críticas respecto al origen, religión, el nivel
socioeconómico de la víctima o de sus
familiares y amigos, etc. Todo vale con el fin
de humillarla.
16. Con frecuencia, este tipo de acoso
cibernético complementa a alguno o algunos
de los vistos con anterioridad, agravando
todavía más la situación de la víctima, que
no se ve libre de los acosadores ni al
terminar las clases.
17. Sexual
Se presenta en forma de asedio que incluye
comentarios o actos de naturaleza sexual.
Por ejemplo, referencias malintencionadas a
partes íntimas del cuerpo de la víctima,
propagación de rumores de índole sexual, o
subir a la red fotos de la víctima desnuda o
como protagonista de un contenido sexual.
18. Incluye el bullying homófobo, que es cuando
el maltrato hace referencia a la orientación
sexual de la víctima por motivos de
homosexualidad real o imaginaria.
En los casos más graves puede llegar a dar
lugar a conductas de abuso sexual sobre la
víctima.
19. Contexto de desarrollo.
Se estima que cuanto mayor es el centro
escolar, mayor riesgo de acoso escolar puede
existir. Esto se debe a que las instituciones
educativas, ya sean públicas o privadas, muchas
veces ven limitada su capacidad de control
físico y de vigilancia en los centros educativos.
Entre las causas o factores más comunes que
provocan el acoso escolar o bullying en la
escuela encontramos las de tipo personal,
familiar o escolar:
20. • Personal: Baja autoestima del acosador
y una manera de suplir la poca confianza en
sí mismo. También es una causa personal el
apoyo al acosador de otros compañeros del
aula.
21. • Familiar: Su origen puede encontrarse
en situaciones de violencia doméstica
experimentadas en la infancia y un modelo
parental agresivo y violento. También, puede
influir la tensión económica de la unidad
familiar, la relación deterioradas entre los
progenitores, los valores y la ausencia de
normas en la convivencia etc.
22. • Escolar: Falta de control físico y
vigilancia en el centro educativo y ausencia
de un modelo generador de
comportamientos sociales adecuados.