1. Convertir WAV (o MP3) a MIDI y viceversa
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2. Aclarando las ideas
Los archivos WAV y MIDI no son formatos convertibles; tienen tanto que ver
entre sí como el sol y la luna. Que nadie se asuste, porque luego daremos solución
a esto; pero es vital marcar diferencias y conceptos antes de empezar.
Cuando hablamos de convertir formatos en informática nos referimos a adaptar
un archivo diseñado para una aplicación, de manera que pueda leerse en otra
correctamente. Para que esto pueda hacerse, deben darse unas similitudes
fundamentales entre los formatos que usan esas dos aplicaciones; por ejemplo,
podemos convertir un archivo de WordPerfect en uno de Word. Esto es así porque
ambos son formatos de texto, y las únicas diferencias reales entre los dos se
deben a la manera que tiene cada programa de leerlos y tratarlos. Lo mismo
sucede con formatos de imágenes digitales, como BPM, JPG o GIF. Todos
comparten algo: son imágenes digitales. Unos formatos son comprimidos, otros
usan más o menos colores, pero en realidad todos están leyendo información
digital de un gráfico.
Dando un ejemplo aún mas palpable, convertir un documento de WordPerfect a
Word sería como coger una camisa verde y teñirla de rojo. Pero "convertir" MIDI a
WAV, o al revés, sería pura alquimia, como transformar la camisa en unos
pantalones. Alguien dirá "pero ¿en qué se diferencian tanto el WAV y el MIDI? ¡Si
reproduzco un MIDI escucho sonidos, y si pincho un WAV también!". Pues no es
del todo cierto...
· El MIDI es un protocolo de comunicación
entre aparatos musicales. El MIDI en sí mismo
no produce sonido alguno; consiste en mensajes
que se dirigen unos dispositivos MIDI a otros,
indicando qué nota debe sonar, a qué volumen,
etc. Por ejemplo, un secuenciador manda
mensajes de notas a un sintetizador y este
obedece y suena. Aquí entra otro elemento de
confusión. Mucha gente cree que un midifile suena porque sí, que lleva los sonidos
"dentro", dado que ellos "no tienen un sintetizador en casa, sólo el ordenador".
Pues tampoco es verdad. Todos los ordenadores actuales llevan sintetizadores-
samplers incorporados, ya sea en su tarjeta de sonido o virtuales (como el que
implanta Microsoft en sus últimos sistemas operativos). Cuando reproduces un
midifile, éste le indica al sintetizador de tu ordenador cómo debe sonar, al igual
que en el ejemplo anterior con los sintes hardware. Por eso, si cambias de tarjeta
de sonido, o usas otro sintetizador virtual diferente, los midifiles
sonarán diferentes. [Arriba a la derecha, datos MIDI de notas
presentados por el secuenciador Logic Audio)
· El WAV es un formato de audio digital. Si colocaras un
microscopio sobre un WAV (figuradamente, claro), sólo verías
cadenas de ceros y unos; el WAV es una fotografía digital del sonido
real. El ordenador convierte los impulsos eléctricos de una señal
sonora en datos que él pueda leer. Así pues, cualquier reproductor
de WAVs hará sonar la misma imagen del sonido original. Aquí no
hay ningún protocolo o lenguaje que le diga a ningún dispositivo
cómo debe sonar; el WAV en sí mismo es el propio sonido capturado, no una
cadena de mensajes que se envían a un sintetizador o sampler, como el MIDI.
Avisamos ya aquí que todo lo que diremos sobre el WAV se aplica al MP3 (que es
un simplemente un WAV comprimido) [A la izquierda, representación gráfica de un
WAV en el editor de audio Wavelab]
3. Hemos sido tajantes: no se pueden convertir WAVs y midifiles entre ellos. Pero sí
hay maneras de hacer algo muy parecido. Sigue leyendo...
Lo fácil: grabando un midifile en formato audio
Hemos dicho que un WAV es una captura digital del sonido real, y que el MIDI hace
sonar un sintetizador o sampler mediante un protocolo de mensajes. Pues bien,
para tener los sonidos que produce un midifile en formato WAV, la cosa es
sencilla... sólo tenemos que grabar digitalmente esos sonidos.
Si tenemos un sintetizador o sampler externo que reproduce los midifiles, la
cosa está bien clara: sólo hay que encaminar las salidas de audio del aparato a la
entrada de línea de nuestro ordenador, y utilizar un grabador para registrar esa
señal. Muchos programas pueden grabar audio; cualquier secuenciador MIDI-Audio
lo hace, y editores como Wavelab o Sound Forge, Cool Edit o Goldwave también
cumplirán la tarea. Solo hay que seleccionar en el programa la entrada de línea de
la tarjeta de sonido, y grabarla.
Si sólo dispones del sintetizador-sampler de tu ordenador (ya sea virtual, por
software, o incorporado a la tarjeta de sonido), sigue siendo fácil la solución.
· En el caso de la tarjeta de sonido, el sistema que
utilizaremos dependerá de si ésta puede
"autograbarse", es decir, si dispone de un circuito
especial que reenvíe toda la señal que genera de
nuevo hacia el ordenador. Muchas tarjetas hacen
esto; por ejemplo, la famosa Sound Blaster Live! (en
la foto) o la Audigy. Diremos como se hace con la
Live!, y si tienes otra tarjeta, seguro que no te será
difícil trasladar la técnica. Lo que debes hacer es abrir el mixer de Windows (el
control de volúmenes), ir a las opciones y ponerlo en modo "grabación". Eso hará
que veas los niveles de grabación de las distintas fuentes posibles, y cuál está
seleccionada para ser grabada en ese momento. Pues bien; sólo debes escoger
como fuente el sintetizador de la Live!, y usar (como en el caso anterior) un
grabador para recoger la señal.
Si tu tarjeta no puede "autograbarse", tendrás que hacer una pequeña chapucilla:
une la salida de audio de la tarjeta con su entrada de línea usando un cable de
audio apropiado, y elige como fuente de grabación esa misma entrada de línea.
Ten cuidado aquí con los volúmenes de salida y entrada; ya no estás en el dominio
digital y puedes distorsionar la señal si te pasas.
· Para grabar la señal de un sintetizador o sampler virtual, el procedimiento es
análogo: si la tarjeta dispone de un circuito que permita grabar internamente la
señal de audio que ella misma produce, solo has de elegir la fuente adecuada para
la grabación (suele ser la fuente "WAV" o "Directsound" en muchos casos). Si
careces de esta posibilidad, tendrás que hacerte con el cable ya citado y
realimentar a la tarjeta con su propio sonido.
Lo difícil: descomponiendo un WAV en mensajes MIDI
Esto es otro cantar. Grabar la salida de un sinte o sampler (hardware, software o
de tu tarjeta de sonido) es un procedimiento obvio y sencillo. Pero si queremos
obtener un midifile a partir de un WAV, las cosas se complican hasta el extremo...
4. La razón para esto es que un WAV reúne
información muy compleja sobre frecuencias,
volúmenes, resolución, etc, y toda ella aparece
mezclada, especialmente si el WAV es de una canción
normal, en la que puede haber percusión, bajo,
voces, acompañamientos... El WAV no entiende de
notas ni de escalas, sólo de frecuencias y de sonido
puro. Ya sabemos que el MIDI consiste precisamente
en mensajes que indican a un dispositivo cómo
interpretar música, así que convertir un WAV en un
midifile sería algo así como cocinar una tarta y luego pretender separar los huevos,
la leche y la harina.
Así pues, estamos en un atolladero. Pero hay alguna esperanza. Al igual que
existen programas de reconocimiento de caracteres (OCR) que intentan "leer" un
gráfico de un texto y convertirlo en datos reconocibles para un procesador de
textos, existen programas que identifican los tonos de un WAV y, a partir
de ellos, generan un archivo MIDI. Por desgracia, esta técnica tiene mucho
más éxito con las letras que con el sonido ya que, como habrás imaginado, un
WAV es algo mucho más complejo que una foto de la página de un libro, donde
sólo hay caracteres de color negro sobre un fondo blanco, nítidos y fáciles de
identificar para un programa de reconocimiento mínimamente inteligente.
Identificar todos los tonos de un WAV, sus volúmenes, y aún más allá, los tonos y
volúmenes de todos los instrumentos por separado, es una tarea imposible.
Además, ¿cómo un programa de ordenador podría diferenciar entre el timbre de un
violín y el de una guitarra?
Sin embargo, algo se ha avanzado en los últimos años. Actualmente uno puede
conseguir un MIDI más o menos aceptable a partir de un WAV monofónico no muy
complicado. Por monófonico entendemos aquel sonido que sólo contiene un tono a
la vez, por ejemplo la voz humana o una flauta (ninguna de las dos puede hacer
sonar dos notas al mismo tiempo). Al haber sólo una línea melódica sin acordes ni
notas superpuestas se hace más fácil identificar los tonos y crear mensajes MIDI a
partir de ellos. Algunos programas presumen de identificar incluso acordes y líneas
más complejas, pero su eficacia es bastante dudosa. Por ello te recomendamos
que en vez de complicarte la vida con conversiones imposibles, busques
directamente el midifile de la canción que desees; seguro que alguien en alguna
parte ha secuenciado ese MIDI para que lo puedas bajar.
Hay una variedad de programas especializados en "convertir" WAV a MIDI
(pulsa sobre ellos para visitar sus webs):
· Digital Ear (en la foto de arriba)
· Sound2MIDI y Wav2MIDI de Audioworks· Intelliscore
· TS-AudioToMIDI (freeware).
Por Xabier Blanco