La teoría del refuerzo se centra en cómo se comporta un individuo teniendo en cuenta los estímulos que recibe. Las recompensas o la ausencia de estas pueden ser aspectos determinantes a tener en cuenta a la hora de potenciar o disminuir una conducta. B.F. Skinner, psicólogo estadounidense, fue el principal precursor de esta teoría que se enmarca dentro de la corriente conductista. Skinner tenía como pretensión más destacada estudiar la conducta humana y cómo se manifiesta esta cuando se le aplican determinados estímulos.