Procedimientos para la planificación en los Centros Educativos tipo V ( multi...
Anatomia del sistema nervioso.daltherramos
1. UNIVERSIDAD YACAMBÚ
VICERRECTORADO ACADÉMICO
FACULTAD DE HUMANIDADES
CARRERA PSICOLOGÍA
ESTUDIOS A DISTANCIA
ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO
AUTOR: DALTHER RAMOS CHARVAL
TUTOR (A): LCDA. XIOMARA RODRÍGUEZ
ASIGNATURA: BIOLOGÍA Y CONDUCTA
BARQUISIMETO, JUNIO 2015
2. El sistema nervioso está formado por un conjunto de órganos de alta complejidad
encargados de ejercer, junto con el sistema endócrino, el control de todo el cuerpo. La
unidad fundamental del sistema nervioso es la neurona, adaptada para captar, procesar y
conducir innumerables estímulos mediante señales electroquímicas provenientes de
distintas áreas sensoriales y transformarlos en diferentes respuestas orgánicas.
El sistema nervioso cumple funciones sensitivas, de integración y funciones motoras. La
función sensitiva se advierte al captar estímulos internos (náuseas, mareos) o estímulos
externos, por ejemplo al percibir determinados olores o al tocar algún objeto muy caliente.
Esas sensaciones son procesadas en forma integral para determinar los pasos a seguir de
acuerdo a la intensidad de los estímulos detectados. Luego, la función motora actúa
produciendo diversos grados de contracciones musculares o bien estimulando la secreción
de las glándulas endócrinas o exócrinas.
Para una mejor descripción, el sistema nervioso se divide en sistema nervioso central y
sistema nervioso periférico. El sistema nervioso central tiene por función la producción y
control de las respuestas ante todos los estímulos externos e internos del organismo. El
sistema nervioso periférico, formado por nervios craneales y raquídeos, actúa como nexo
entre el sistema nervioso central y todos los órganos del cuerpo.
Organización del Sistema Nervioso
3.
4. MENINGES
Son tres membranas de tejido conectivo llamadas duramadre, aracnoides y piamadre que
envuelven y protegen a los órganos del sistema nervioso amortiguando sus estructuras.
Duramadre
Es la capa más externa, resistente y en íntimo contacto con las partes óseas del cráneo y de
la columna vertebral. Además, envuelve la parte externa de los nervios. La duramadre del
encéfalo se prolonga insertándose en los huesos craneales. Se proyecta hacia caudal dando
lugar a tabiques entre los dos hemisferios cerebrales y cerebelares. Por otra parte, la
duramadre encefálica forma pliegues donde drena la sangre. La duramadre espinal se une
en craneal al agujero occipital, y en caudal finaliza en las vértebras sacras. Numerosos
capilares y plexos venosos separan a la duramadre espinal de los cuerpos vertebrales.
Aracnoides
Es la capa media de las meninges que emite prolongaciones filamentosas entre sí. La
aracnoides forma el espacio subaracnoideo, ubicado entre la lámina externa en contacto con
la duramadre y una lámina interna que apoya sobre la capa más profunda de las meninges.
A través del espacio subaracnoideo circula líquido cefalorraquídeo.
Piamadre
Es la membrana más interna de las meninges, fina, transparente y muy irrigada, que se une
íntimamente al encéfalo y a la médula espinal.
Las meninges actúan como un poderoso filtro contra la invasión de algunos virus, bacterias
y sustancias tóxicas capaces de provocan meningitis, grave inflamación con riesgo para la
vida.
Meninges encefálicas
Meninges espinales
5. LÍQUIDO CEFALORRAQUÍDEO
Es un fluido incoloro y transparente que tiene por misión brindar al encéfalo y la médula
espinal una protección mecánica ante eventuales traumatismos craneales. El líquido
cefalorraquídeo circula filtrándose a través del espacio subaracnoideo de los ventrículos
cerebrales y de la cavidad espinal. Transporta proteínas, glucosa, sales, elementos como
sodio, cloro, potasio y calcio y un escaso número de linfocitos. La cantidad fisiológica de
líquido cefalorraquídeo circulante es de 120-140 mililitros, volumen que se reemplaza
alrededor de cinco veces cada 24 horas. Tiene por funciones amortiguar las estructuras
encefálicas y de la médula espinal ante traumas diversos y compensar los cambios de
volumen y presión de sangre intracraneal. También actúa como termorregulador, y en
menor medida en el transporte de nutrientes y eliminación de desechos del cerebro.
El líquido cefalorraquídeo o cerebroespinal se produce en los plexos coroideos, que son
redes capilares presentes en los ventrículos o espacios huecos del cerebro. Circula por esos
ventrículos, por la cisterna y el espacio subaracnoideo.
Dentro del encéfalo existen cuatro ventrículos. Dos de ellos son laterales y se sitúan en cada
mitad o hemisferio del cerebro, el primer ventrículo en el izquierdo y el segundo en el
derecho. En la parte media está el tercer ventrículo, que se comunica con los dos laterales
por medio del foramen interventricular y con el cuarto ventrículo, hacia caudal, a través del
acueducto de Silvio. El cuarto ventrículo se conecta con el conducto central de la médula
espinal, llamado conducto del epéndimo.
6. Disposición de los ventrículos cerebrales
Ubicación de los ventrículos cerebrales
7. El líquido cefalorraquídeo circula desde los plexos coroideos de los ventrículos laterales
donde hay mayor producción hacia la cisterna quiasmática, continúa por el tercer
ventrículo, cuarto ventrículo, el espacio subaracnoideo y por el conducto central de la
médula espinal. Luego fluye por difusión, se reabsorbe en las vellosidades aracnoideas y
pasa a la circulación venosa cerebral. La circulación del líquido cefalorraquídeo es cerrada,
sin posibilidad de distenderse.
SUSTANCIA GRIS Y SUSTANCIA BLANCA
Estas dos sustancias forman parte del sistema nervioso central. La sustancia gris es la
encargada de generar impulsos nerviosos, mientras que la sustancia blanca tiene por misión
conducir esos impulsos. La sustancia o materia gris se forma por la confluencia de millones
de cuerpos neuronales con sus dendritas, terminales axónicos y células de la glia
(neuroglias), encargadas estas últimas de mantener y controlar el funcionamiento de las
células nerviosas. Cuando los cuerpos neuronales se agrupan en las cercanías de la base del
cerebro se denominan núcleos grises y cuando estas mismas estructuras se presentan fuera
del sistema nervioso central, llevan el nombre de ganglios. Los núcleos grises o basales se
asocian a funciones como las emociones, el pensamiento y el aprendizaje.
En el cerebro, la sustancia gris se sitúa en la parte superficial como una lámina delgada y en
áreas más profundas en forma de núcleos grises.
La sustancia blanca se ubica por debajo y está compuesta por axones neuronales con
mielina y células productoras de dicha sustancia. Tiene por función conducir los impulsos
nerviosos a través del sistema nervioso central. Veamos a continuación:
8. CEREBRO
Es el órgano de mayor tamaño que conforma el encéfalo. Para su estudio se divide en
telencéfalo y diencéfalo, estructuras unidas íntimamente aunque con distintas
características.
Telencéfalo
Se sitúa en la parte anterosuperior de la cavidad craneana. La superficie externa del
telencéfalo (cerebro) se llama corteza cerebral y presenta numerosas circunvoluciones,
prominencias separadas por surcos que aumentan la superficie de la corteza.
Otro accidente que presenta el cerebro son hendiduras más profundas llamadas cisuras o
fisuras. La mayor de ellas es la cisura longitudinal o interhemisférica, que divide al
telencéfalo en dos hemisferios, uno derecho y otro izquierdo. Los hemisferios se unen en
medial a través del cuerpo calloso, estructura formada por sustancia blanca que contiene
miles de millones de fibras nerviosas que viajan por todo el cerebro intercambiando
información. Ambos hemisferios actúan en conjunto aunque ejercen distintas funciones y
en diferentes regiones corporales. Entre ellos hay una relación cruzada, puesto que el
hemisferio derecho coordina las actividades móviles de la parte izquierda del cuerpo y el
hemisferio izquierdo hace lo propio con la parte derecha.
Cualquier estímulo producido en la parte derecha del organismo es percibido en el área
sensitiva izquierda. Lo mismo ocurre al mover la mano derecha, donde se activa el área
motora izquierda. El hecho por el cual la gran mayoría de las personas escriben con la
mano derecha determina la dominancia del hemisferio izquierdo. Cualquier daño producido
en la parte derecha del cerebro ocasiona deterioro en las funciones sensitivas y motoras de
la parte izquierda del cuerpo, y viceversa.
9. Funciones de los hemisferios cerebrales
El hemisferio derecho interviene en todo aquello que se relaciona con lo emocional, la
imaginación, las sensaciones, lo intuitivo, con el recuerdo de hechos pasados como
imágenes, sonidos, lugares. Es subjetivo, ya que controla todo lo que no tiene relación con
lo verbal. El hemisferio izquierdo está involucrado con el lenguaje, la lógica, el
razonamiento, la información, la deducción, el análisis.
Además de la ya mencionada cisura longitudinal, hay cisuras que dividen a cada hemisferio
del telencéfalo en cuatro lóbulos llamados frontal, temporal, parietal y occipital. Cada
lóbulo se ubica debajo del hueso craneal que lleva el mismo nombre. En el centro del
cerebro se ubica la cisura de Rolando, entre los lóbulos frontal y parietal. En lateral está la
cisura de Silvio, entre el lóbulo temporal y los lóbulos frontal y parietal. Hacia dorsal se
encuentra la cisura parietooccipital, que separa los lóbulos parietal y occipital. La manera
en que se disponen los surcos y cisuras no es igual entre los distintos individuos. Lo propio
sucede entre los hemisferios de una misma persona. La corteza cerebral está irrigada por
ramas de las arterias cerebrales anterior, media y posterior. Todas las arterias del cerebro
provienen de la arteria carótida interna. Veamos la siguiente imagen:
10. Los impulsos que se originan en los órganos de los sentidos llegan a la corteza cerebral y se
producen las respuestas en dirección a esos órganos efectores (músculos y glándulas). Cada
área de la corteza cerebral posee una determinada función y se sitúa en un lugar específico.
Los tres tipos de áreas corticales son la sensitiva, la motora y la asociativa.
-Área cortical sensitiva: recibe los estímulos captados por los órganos de los sentidos. Es
así como en la corteza se distinguen zonas para la visión, la audición, el gusto, la olfacción,
el habla y el tacto. Este último incluye las sensaciones de frío, calor, presión y dolor.
-Área cortical motora: zona donde se producen las respuestas que son reflejadas por los
órganos efectores. El hecho por el cual los estímulos que llegan a la corteza provocan una
11. inmediata respuesta pone en evidencia la estrecha relación existente entre el área motora y
el área sensitiva.
-Área cortical de asociación: lugar donde son almacenadas las habilidades aprendidas y
todos los recuerdos, con lo cual las respuestas a los estímulos recibidos son muy variadas y
complejas. El área de asociación es de tipo integradora, ya que contacta áreas sensitivas con
áreas motoras de la corteza cerebral.
Los impulsos nerviosos se desplazan a través de vías nerviosas sensitivas y motoras. Las
señales (estímulos) que provienen del medio ambiente o de los diferentes órganos
corporales se desplazan por las neuronas sensitivas y son captadas por las áreas sensitivas
de la corteza cerebral, que las traducen en diferentes sensaciones. Vale decir que esas
señales ascienden desde la periferia en dirección al sistema nervioso central donde se
procesa el estímulo recibido. La producción de estímulos nerviosos se lleva a cabo en las
áreas motoras corticales, que a través de neuronas motoras llegan por medio de impulsos
hasta los órganos efectores donde se produce una respuesta. O sea, desde el sistema
nervioso central se dirigen hacia la periferia para llegar hasta un órgano efector que
traduzca una respuesta. De acuerdo a lo señalado, las vías sensitivas son aferentes por
transportar los impulsos desde los sitios receptores hacia los centros nerviosos. Las vías
motoras son eferentes, puesto que el impulso viaja desde el centro elaborador hacia los
órganos efectores, en la periferia. Cualquier lesión que asiente en un área motora da lugar a
una parálisis de la zona corporal controlada por esa área motora. Si el daño es en áreas
sensitivas provoca insensibilidad en alguna parte del cuerpo.
LÓBULO FRONTAL
Se ubica en la parte más rostral del cerebro, prolongándose hacia dorsal (atrás) hasta la
parte anterior de la cisura de Rolando y hacia caudal (abajo) hasta la cisura de Silvio o
cisura lateral. Los centros nerviosos del lóbulo frontal tienen por función el control de los
movimientos voluntarios, de la personalidad y la inteligencia, del pensamiento, de la
conducta, del razonamiento y las decisiones, de los impulsos, de las emociones y del
comportamiento sexual, entre otros.
A lo largo de la cisura de Rolando se sitúa el área cortical motora. Su parte más alta tiene el
control de las extremidades inferiores. La zona más baja, cerca de la cisura de Silvio, actúa
sobre la musculatura de la boca y de la cara. Posee también áreas vinculadas con el
lenguaje, con lo verbal. Una de ellas es el área de Brocca, ubicada en dorsocaudal
(posteroinferior) del lóbulo frontal, cuya función es realizar los movimientos y la
producción del habla, asociando las palabras que se emplean. Las lesiones producidas en el
área de Brocca suelen derivar en imposibilidad del individuo para articular las palabras
12. (afasia), a pesar de tener buena comprensión. En las personas diestras, las áreas corticales
de Brocca están en el hemisferio izquierdo, y en las zurdas en el hemisferio derecho.
Áreas lingüísticas del hemisferio izquierdo
LÓBULO TEMPORAL
Se sitúa debajo de la cisura de Silvio y se proyecta hacia dorsal, donde se une al lóbulo
occipital. El lóbulo temporal contiene los centros de la percepción de la memoria y el
equilibrio, ya que interviene en el recuerdo de objetos, palabras, imágenes y personas. En la
parte superior, cerca del límite con los lóbulos frontal y parietal, están los centros nerviosos
que controlan la recepción auditiva. Se cree que también intervienen en determinados
estados del ánimo, como el miedo y la irritación.
En la profundidad del lóbulo temporal y hacia medial está el hipocampo, estructura que
interviene en la formación de la memoria a largo plazo. Otra estructura presente es el área
de Wernicke, en dorsocraneal (posterosuperior) del lóbulo temporal, relacionada con la
recepción y comprensión del lenguaje hablado (dicción) y escrito. Los daños producidos en
el área de Wernicke ocasionan problemas en la comprensión y expresión del lenguaje. Tal
como sucede con el área de Brocca, en las personas diestras el área cortical de Wernicke
está en el hemisferio izquierdo, y en las zurdas en el hemisferio derecho. Veamos:
13. LÓBULO PARIETAL
Se encuentra detrás de la cisura de Rolando y se une en dorsal con el lóbulo occipital. Por
detrás del área cortical motora se ubica el área sensitiva (somatosensorial), encargada de
controlar las actividades sensitivas del olfato, el gusto, la audición y el tacto, como también
las sensaciones de dolor, calor y presión. Tal como sucede con la corteza motora, la parte
más elevada tiene el control de las extremidades inferiores, mientras que la zona más baja
actúa sobre los músculos de la boca y de la cara.
LÓBULO OCCIPITAL
Se ubica en el polo posterior de los hemisferios cerebrales. El lóbulo occipital ejerce el
control de la visión, permitiendo asociar e interpretar cabalmente todo aquello que se
presenta ante los ojos.
Además de los cuatro lóbulos superficiales, hay un lóbulo profundo llamado insular, por
debajo de los lóbulos frontal, temporal y parietal y oculto por la cisura de Silvio. Se
sospecha que el lóbulo insular (o de la ínsula) está relacionado con impulsos sensitivos de
los órganos viscerales.
14.
15. Diencéfalo
Está ubicado en ventromedial de ambos hemisferios cerebrales y se continúa con el
mesencéfalo del tronco encefálico. El tercer ventrículo, ubicado en la línea media, divide al
diencéfalo en dos mitades simétricas. El diencéfalo es una importante estructura donde se
procesa la información que llega. Está constituido por cuatro formaciones llamadas tálamo,
hipotálamo, subtálamo y epitálamo.
TÁLAMO
Es una estructura ovoide de materia gris que está en medial del cerebro, entre ambos
hemisferios. La función del tálamo es integradora de impulsos sensitivos y motores. A
excepción de los impulsos olfatorios, el resto de los impulsos sensitivos que ingresan al
cerebro son regulados por los núcleos talámicos (grupo de neuronas). Por lo tanto, el tálamo
recibe estímulos sensoriales visuales, auditivos, táctiles, dolorosos y propioceptivos. La
propiocepción es un sentido mediante el cual se captan estímulos internos a nivel de
músculos, articulaciones y tendones, permitiendo conocer la posición y el movimiento del
cuerpo.
Todos los impulsos sensitivos llegan al tálamo y son enviados a la corteza, por lo que esta
parte del diencéfalo actúa como centro de enlace entre la médula espinal y el cerebro.
Además, desde la corteza cerebral llegan impulsos hacia el tálamo que son derivados a
otras zonas cerebrales y a la médula espinal.
16. HIPOTÁLAMO
Se sitúa debajo del tálamo, en medial de la base del cerebro. Formado por grupos de
neuronas (núcleos grises), el hipotálamo se encarga de regular los estados emocionales, las
sensaciones de placer, enojo y dolor y las condiciones internas del organismo como el
hambre, la sed, la presión arterial, las frecuencias cardíaca y respiratoria, el ciclo menstrual
femenino, el sueño, la vigilia, los centros del calor y del frío y el equilibrio hídrico, entre
otros. Por otra parte, el hipotálamo elabora dos hormonas, la oxitocina y la hormona
antidiurética, a través de células neurosecretoras. Además, el hipotálamo ejerce el control
de la glándula hipófisis. Esta glándula, ubicada en la parte inferior del hipotálamo, es una
estructura del sistema endocrino encargada de segregar importantes hormonas. La oxitocina
y la vasopresina segregadas por el hipotálamo llegan a la parte anterior de la hipófisis para
volcarse al torrente sanguíneo cuando el organismo lo requiere.
SUBTÁLAMO
Se sitúa debajo del tálamo y en lateral del hipotálamo. El subtálamo está relacionado con
los movimientos del cuerpo.
EPITÁLAMO
Ejerce el control sobre la glándula pineal, estructura que segrega una hormona llamada
melatonina y que se relaciona con la cantidad de luz solar. Al oscurecer, la glándula pineal
se activa y vierte melatonina a la sangre produciendo sueño en el individuo.
Partes del Diencéfalo
17. El diencéfalo está irrigado por arterias que conforman el polígono de Willis y por ramas de
la arteria cerebral posterior. El polígono de Willis es una estructura formada por la
confluencia de varias arterias en la base del cerebro. En su interior, las arterias carótidas
internas se ramifican aportando oxígeno y nutrientes a gran parte del cerebro.
Esquema del polígono de Willis
Partes del diencéfalo
18. CEREBELO
Junto al cerebro y al tronco encefálico, el cerebelo forma parte del encéfalo. De forma
ovoidea y protegido por el hueso occipital, se ubica en la base del cráneo por debajo de los
hemisferios cerebrales y en dorsal (detrás) del puente de Varolio y del bulbo raquídeo. El
cerebelo presenta dos hemisferios con circunvoluciones separadas por surcos y una parte
central llamada vermis. Tal como sucede con el cerebro, la materia gris se ubica en la
corteza cerebelosa, mientras que la materia blanca se aloja en la parte interna adoptando
una forma similar a las ramas de un árbol. En esta zona hay núcleos de sustancia gris.
Veamos la imagen que sigue:
Cerebelo
19. La función del cerebelo es armonizar todos los movimientos voluntarios del cuerpo para
que la ejecución sea precisa y acorde. Además, procesa la información para el
mantenimiento y coordinación de la postura y del equilibrio. Una bailarina, un pianista o un
jugador de tenis, por ejemplo, ejecutan movimientos apropiados que están bajo control del
cerebelo. Los daños que asientan en estructuras cerebelosas producen incoordinación y
pérdida del tono muscular, que se traduce en la imposibilidad de poder tomar algún objeto,
tocarse alguna parte del cuerpo o mantener el equilibrio.
MESENCÉFALO
Llamado también cerebro medio, el mesencéfalo es una parte del tronco encefálico que
comunica el diencéfalo con el cerebelo y el puente de Varolio. Las partes que conforman el
mesencéfalo son los pedúnculos cerebrales, los tubérculos cuadrigéminos y el acueducto de
Silvio. Los pedúnculos cerebrales se encargan de transmitir los impulsos que van y vienen
de la corteza cerebral. Los cuerpos cuadrigéminos reciben información de tipo visual y
auditiva, mientras que el acueducto de Silvio, canal que comunica el tercer ventrículo con
el cuarto, se rodea de materia gris.
En el mesencéfalo se encuentran los núcleos que dan origen a dos importantes nervios
craneales, el IIIº par (oculomotor o motor ocular común) y el IVº par (troclear o patético).
El nervio oculomotor se encarga del movimiento de los ojos y de los músculos de los
párpados. El nervio troclear inerva el músculo oblicuo superior del ojo. Los daños que
pueda sufrir el mesencéfalo dan lugar a trastornos visuales, auditivos y en los movimientos
oculares. Podemos observarlo en la siguiente imagen:
20. Sistema límbico
Zona situada en la parte centromedial del encéfalo y formada por un grupo de estructuras
que vinculan al telencéfalo mediante los lóbulos frontales y temporales, al diencéfalo, ya
que tiene conexión con áreas del tálamo, hipotálamo, hipocampo y amígdala cerebral y con
el mesencéfalo. El sistema límbico cumple funciones de reproducción y de
autoconservación de la especie. Está relacionado con expresiones y experiencias
emocionales como el miedo, la ira, la depresión, el amor, el placer, la huida. Ejerce el
control del comportamiento, del estado emocional del individuo y procesa datos
concernientes a la memoria y al aprendizaje.
PUENTE DE VAROLIO
Parte del tronco encefálico situado entre el mesencéfalo y el bulbo raquídeo. El tronco
encefálico sujeta al cerebro y se extiende desde el diencéfalo hasta la médula espinal.
21. El puente se ubica en caudal (por debajo) del mesencéfalo y en craneal (encima) del bulbo
raquídeo. En dorsal se comunica con el cerebelo a través del cuarto ventrículo. Está
formado por fibras nerviosas entrelazadas que hacen nexo entre la médula espinal y los
hemisferios del cerebro (telencéfalo). El puente de Varolio contiene los núcleos para los
pares craneales Vº, VIº y VIIº, es decir para el nervio trigémino, el motor ocular externo y
el facial, respectivamente.
BULBO RAQUÍDEO
Es la porción más caudal del tronco encefálico, una prolongación de la médula espinal que
se extiende hasta el puente de Varolio frente al cerebelo. En el bulbo están los núcleos que
originan los pares craneales IXº (glosofaríngeo), Xº (neumogástrico), XIº (espinal) y XIIº
(hipogloso). Mediante fibras nerviosas ascendentes y descendentes, los impulsos son
llevados por el bulbo raquídeo desde la médula espinal hasta el cerebro. Los nervios
provenientes de un hemisferio cerebral se entrecruzan en el bulbo raquídeo y se dirigen al
lado opuesto del cuerpo. Es decir, una determinada lesión que afecte el hemisferio derecho
provoca en el individuo una anormalidad en el lado izquierdo del organismo, y viceversa.
MÉDULA ESPINAL
Prolongación del encéfalo en forma de cordón, que se aloja en la cavidad raquídea
protegida por las vértebras. La médula espinal tiene 43-45 centímetros de longitud y 1
centímetro de grosor. En una persona adulta se extiende desde el bulbo raquídeo hasta la
segunda vértebra lumbar, aproximadamente. El tramo final se ramifica formando la cauda
equina o "cola de caballo". En su recorrido, la médula espinal presenta un ensanchamiento
a nivel del tórax, llamado plexo braquial y otro a la altura de la región lumbar, el plexo
22. lumbar. El primero de ellos es el lugar de partida de los nervios que se dirigen a las
extremidades superiores. Del plexo lumbar parten los nervios para las extremidades
inferiores.
La médula espinal está envuelta por la piamadre, la aracnoides y la dura madre, capas
meníngeas que le dan protección. Por el espacio subaracnoideo circula el líquido
cefalorraquídeo.
La médula espinal tiene cuatro caras, una ventral o anterior, otra dorsal o posterior y dos
laterales.
-Cara ventral: posee una hendidura en su parte central (surco medio ventral). Hacia ambos
costados emergen las raíces motoras ventrales derecha e izquierda (eferentes) de los nervios
raquídeos.
-Cara dorsal: La cara dorsal también posee un surco en la parte media, pero menos
profundo que el de la cara ventral. A los costados de este surco ingresan a la médula las
raíces sensitivas dorsales (aferentes) de los nervios raquídeos. Lo hacen a través de los
llamados surcos laterales dorsales. En resumen, hacia ambos laterales de la médula espinal
salen 31 pares de nervios raquídeos. Cada par se compone de una raíz sensitiva dorsal y de
una raíz motora ventral. La raíz sensitiva dorsal tiene un ganglio raquídeo que reúne varios
cuerpos neuronales. Podemos conocerla mediante la siguiente imagen:
Estructura externa de la médula espinal
23. Corte transversal de la médula espinal
Vista ventral (anterior) de la médula espinal
La estructura interna de la médula espinal muestra a la sustancia gris con forma de
mariposa ubicada en la zona central, rodeada por la sustancia blanca. Esta disposición es
opuesta respecto del encéfalo, donde la sustancia gris ocupa la periferia y la sustancia
blanca la parte interna.
24. La sustancia gris está formada por los cuerpos de las neuronas, células de la glia que nutren
y sostienen a las neuronas y por vasos sanguíneos. Posee dos astas ventrales gruesas y dos
astas dorsales más finas. De las astas ventrales emergen las raíces motoras (eferentes) en
dirección a los órganos receptores. A las astas dorsales llegan las raíces sensitivas aferentes
desde los receptores (piel y órganos). Este tipo de neuronas poseen el cuerpo celular en la
médula y largos axones que llegan hasta los receptores. Ambas raíces sensitivas y motoras
generan un nervio raquídeo mixto.
En los segmentos torácicos y lumbares de la médula espinal se disponen las astas grises
laterales (intermediolaterales), que corresponden a los cuerpos neuronales preganglionares
pertenecientes al sistema nervioso autónomo simpático. En la zona central de la médula,
dentro de la sustancia gris, hay un conducto llamado del epéndimo, que se continúa hacia
craneal con el cuarto ventrículo del encéfalo. Por este conducto circula líquido
cefalorraquídeo que le da protección mecánica a la médula ante traumas eventuales.
La sustancia blanca de la médula espinal rodea a la sustancia gris. Está formada por grupos
de axones, células de la glia y capilares sanguíneos. Los surcos mencionados anteriormente
dividen a la sustancia blanca en seis porciones o cordones, de los cuales dos son dorsales,
dos ventrales y dos laterales. Por esos cordones ascienden las vías sensitivas (aferentes)
desde los órganos receptores (piel, músculos, articulaciones) rumbo al cerebro y descienden
las vías motoras (eferentes) desde el cerebro hacia los efectores.
Estructura interna de la médula espinal
25. La médula espinal tiene por función movilizar los impulsos provenientes de todo el cuerpo
hacia las áreas del encéfalo, y de estas áreas a los efectores del organismo, a través de los
cordones de sustancia blanca. Transmite los impulsos a las estructuras glandulares, a los
vasos arteriales y venosos y a la musculatura, ya sea por haber recibido un determinado
estímulo externo o bien del sistema nervioso central. Además, la médula espinal actúa
como centro de los actos reflejos, ya que en la sustancia gris posee neuronas que sirven de
nexo entre las fibras sensitivas y las motoras, con lo cual produce respuestas reflejas sin que
el estímulo llegue a los centros nerviosos.
En síntesis, la médula espinal cumple dos funciones esenciales: actúa como un órgano
conductor de impulsos nerviosos desde la periferia a los centros nerviosos y de estos a la
periferia y como un órgano asociativo (de centro nervioso), ya que actúa de manera
independiente del encéfalo.