Debemos regresar a la Palabra porque la Iglesia es columna y baluarte de la verdad. Significa que la Iglesia es responsable de defender la verdad: Jesucristo y por lo tanto a Su Palabra. No hay oposición entre la Palabra escrita y la Palabra encarnada pues la Biblia es el testimonio Santo de Jesús. Las congregaciones evangélicas actuales se han olvidado de una de las premisas de la Reforma que dice: “Ecclesia reformata semper reformanda secundum verbum Dei” que quiere decir la Iglesia reformada siempre reformando según la Palabra de Dios. Ahora la iglesia ya no está filtrando a través de la Palabra de Dios todas las cosas que pueden afectar al cuerpo de Cristo y mucho menos esta siendo sostén y defensora de la verdad. Para sostener y defender la verdad la Iglesia debe de recordar y estar consciente en cada momento de la suficiencia y autoridad de las Escrituras. Regidos por los principios, leyes y normas por las cuales se interpreta la Biblia. La exégesis es el arte de la interpretación y consiste en la aplicación de todas las reglas de la hermenéutica. Cristo ha hablado en la Biblia y nos hace responsables de entender, interpretar, obedecer y enseñar lo que Él dijo.