La sociedad de los poetas muertos

1. ANEXO 5
Guía de observación de la película “LA SOCIEDAD DE LOS POETAS MUERTOS”
Profesor de Literatura, Jonh Keating, llega a una estricta escuela para varones, sus poco
convencionales métodos de enseñanza dan un giro en los ya establecidos y tradicionales
planes de estudio. Con su ingenio y sabiduría Keating alienta a sus alumnos a seguir sus
pasiones individuales y con ello lograr hacer algo valioso de sus vidas.
Escuela: Instituto elitista para varones, ortodoxa, es decir era una escuela muy rígida,
metódica, seguía las pautas que marcaba su lema que era “Tradición, Honor, Disciplina y
Excelencia”, una institución dedicada a logros, virtud y conformidad, una escuela cuyas
normas rigurosas eran mantenidas por cada profesor, excepto uno que llegó a cambiar la
vida de sus alumnos.
Las actitudes de los profesores, principalmente del Profr. Keating:
Todos los profesores eran rígidos seguían sus planes de estudio al pie de la letra como
marcaban las reglas de la institución.
Keating: Sale de sus programas de estudio, él se fijaba más en el conocimiento por
situaciones vividas. Se preocupa por sus alumnos, los escucha y comprende, los enseña
a luchar por sus ideales, a pensar en forma independiente para poder enfrentarse a
problemas y situaciones que surjan en su vida, a que caminen a su aire, es decir a su
ritmo y donde el alumno quiera, si no lo hace es nadar contra corriente, a buscar otra
perspectiva de las cosas, fomenta los valores, todo esto logró que existiera un cariño
recíproco entre alumno-maestro.
Los alumnos: Los alumnos eran jóvenes con una posición económica muy buena, pero
lamentablemente no tenían criterio propio, eran presionados por sus padres para estudiar
en esa escuela y llegar a terminar una carrera que continuaría con el título o la profesión
que sus padres ostentaban, (banqueros, empresarios, etc.), sin embargo ellos tenían
ideales, pasiones que tenían reprimidas, al conocer al Profr. Keating, ellos van
experimentando cierta curiosidad a la libertad, a lograr sus objetivos, por lo que ellos
adoptaron lo que su maestro les decía: “Carpe Diem” (aprovechar el momento chicos,
hacer que su vida sea extraordinaria)
¿Cómo se vive hoy en el ámbito educativo y cuál debe ser la actitud del docente del
siglo XX?
Hoy desde mi punto de vista personal, la educación tiene muchas desventajas.
1.- Los principales actores son los padres de familia, ellos han hecho de la escuela una
guardería de sus hijos y es preocupante ver que rara vez se aparecen a preguntar por la

2. situación académica de los alumnos, si no es por un citatorio o por la entrega de boletas
no se presentan a la escuela.
2.- Al sentirse un hijo olvidado, los alumnos toman una postura de que “no lo hago” y
empieza a tomar conductas de indisciplina y rebeldía, esto trae consigo que el alumno
tenga bajo aprovechamiento escolar. Siente que es incomprendido, olvidado y que no le
interesa a nadie en este mundo.
3.- La falta de valores en el hogar es otro factor importante para la formación del joven,
aunado a la indiferencia de los maestros que solo siguen sus programas de estudio y
esperan que el alumno cumpla para que ellos puedan entregar en tiempo y forma sus
resultados, hacen que el alumno no sienta el interés y la motivación de las clases, más, si
es un maestro que solo marca tareas tras tareas.
Considero que la actitud del docente del siglo XX debería ser como la del Profr. Keating,
dejar de seguir una planeación metódica y salirse de los estándares marcados por la
escuela, que ellos sientan una empatía con los alumnos para poder llegar a conocerlos y
ayudarlos, muchos de los jóvenes que van a la escuela, son de familias disfuncionales y
ellos solo buscan un poco del cariño y la comprensión que posiblemente en el hogar no
encuentran, que sean flexibles e impulsen al alumno para que ellos creen sus propias
ideas pero orientadas a la lucha de ideales que no afecten en forma negativa a los
demás, si no que sean positivos.
El maestro debe marcar la pauta para ir creando en el alumno el interés en las clases,
dejar de utilizar métodos conductistas y tradicionalistas y apegarse más a las situaciones
vivenciales.
¡Oh capitán, mi capitán!