2. Mis labios añoran tu boca
entreabierta,
esperan temblorosos
el paso fugaz
del amante largamente ausente
que, incluso en su regreso,
prolonga la agonía de la espera
jugando a aplazar mi deseo
con un profundo aliento sin
contacto.
Mis labios guardan el recuerdo
del sabor de las violetas que
compartimos
yo en tu boca,
3. Solo te ofrecí el olor del
sotobosque,
acercarte con tus labios
a beber el rumor del riachuelo
mientras se convertía en torrente de
primavera
con el que calmar tu sed de
deshielo,
de palabras rimadas al azar.
Me susurraste complicidades,
leí en tus labios promesas
de fantasías e ilusiones
aún por desvelar
en un paseo junto al mar
en un banquete de colores y
sabores
en un plácido sopor vespertino,