Este documento describe los comités de ética empresarial y sus funciones. Explica que los comités de ética tienen como objetivo promover el diálogo ético dentro de la empresa y asegurar que los intereses de todos los grupos afectados sean escuchados y considerados. También se encargan de supervisar el cumplimiento del código ético de la empresa y ayudar a resolver conflictos de valores que surjan. Sus principales funciones incluyen la reflexión, el seguimiento y control ético, y la colaboración en temas de formación y cultura
1. LA EMPRESA ÉTICA
8. Comités de ética
Aquel que decide un caso sin escuchar la declaración de otro, aunque la decisión
sea justa, no puede considerarse justo. Séneca
2. LA EMPRESA ÉTICA
A partir de
GARCÍA MARZÁ, Domingo, Ética empresarial: Del
diálogo a la confianza, Madrid, Trotta, 2004
Con el propósito de difundir a través de la web una propuesta de
diseño de empresa ética y de facilitar una herramienta que permita
evaluar los beneficios y ventajas de la empresa así concebida
Resumen crítico de la obra:
http://es.scribd.com/doc/117392925/Etica-empresarial-Del-dialogo-a-la-confianza
Presentación elaborada por Asunción Velilla
asuncionvelilla.blogspot.com
3. La participación, el diálogo, es deudor de cuatro principios:
comunicación, inclusión, igualdad y reciprocidad; ineludibles
para que su realización sobre fundamentos morales.
Para el diálogo, la información es el primer paso, el objetivo
es el acuerdo y la forma de realizarlo. Sin olvidar que el
diálogo es valioso en sí mismo, ya que si no lo fuera y se
utilizara como una estrategia para otros fines, no solo nos
encontraríamos ante un monólogo, sino ante un interés
carente de razón ética.
La participación en el diálogo tiene un valor en sí misma, que
no puede ser menoscabada ni alterada sino al precio de
reprimir en alguna medida el desarrollo legítimo de las
personas.
La participación reune dos derechos-deberes: el de influir y el
de contribuir.
4. ¿Qué hay detrás de la escasa consideración de la participación
en la empresa?
La empresa empieza a ser consciente de cómo las dimensiones
económicas contienen dimensiones morales, que afecta a su
credibilidad y a la confianza depositada en ella, pues no es
posible separar como unidades independientes, las esferas de
la libertad.
Las sociedades democráticas se organizan para participar en la
gestión de los intereses universales o universalizables, pero la
empresa, en la ilusión de que es privada, ha negado carta de
ciudadanía a los afectados por ella.
Esta negación se ha producido bajo la otra ilusión de que la
propiedad es un recurso, permitiendo construir sobre la misma
las relaciones de poder, y estableciendo un entorno jurídico en
el que estas relaciones son posibles, de forma que el contrato
laboral da carta jurídica a una relación de dependencia.
5. “¿Es posible una sociedad democrática cuando muchas de
sus instituciones más poderosas están cerradas al gobierno
desde el exterior y están dirigidas desde el interior como si
fueran oligarquías?” (H. Mintzberg, Mintzberg y la dirección,
Díaz de Santos, Madrid, 1991. Citado p 266)
A partir de los años 80s el tema de la participación se sitúa
en el centro de la reflexión empresarial, con el propósito de
atender a las dificultades derivadas de la falta de implicación
de los trabajadores.
Surgen un conjunto de técnicas: círculos de calidad,
programas de sugerencias, grupos de trabajo, participación
en los beneficios, empoderamiento, etc., para mejorar el
clima laboral y motivar la participación de los empleados.
Ahora bien, esta participación pierde su carácter moral y se
utiliza como medio, lo que genera fisuras.
6. El error de base está en la obstinada idea de que ética y
beneficio económico son antagónicos. Y en el temor a
arriesgar por esta vía los beneficios económicos.
La democracia económica, empresarial, industrial, hablan de
la participación en la empresa. Del ejercicio de la democracia
en un ámbito importante y fundamental de la Sociedad Civil,
de nuestras sociedades globales y de la información y la
comunicación. De ahí la lógica de la necesidad de
legitimación de la empresa.
Que no puede quedar en manos exclusivas del derecho, a
menos de seguir confundiendo la responsabilidad pública con
la estatal y, con ello, renunciar al espacio propio de libertad
que tienen los individuos y las instituciones que conforman la
Sociedad Civil para responder por sus acciones.
7. Hablar de coordinación y control de la gestión exige
coordinación y gestión democráticas de los principios que
distribuyen los bienes sociales y económicos, las cargas y los
beneficios. Si no aseguramos ciertas condiciones de igualdad
en los recursos y capacidades, la democracia, reducida a los
Estados, no tendrá capacidad de intervención en decisiones
económicas que se toman fuera de las fronteras estatales.
Ahora bien, hay que considerar las semejanzas y diferencias
entre las democracias políticas y las democracias
económicas, derivadas sobre todo de las relaciones
contractuales y, en consecuencia, jurídicas que se
establecen con la empresa.
Es necesario vencer obstáculos, y avanzar en un concepto
de participación más amplio, es decir, capaz de incluir a
todos los grupos de intereses, también los potenciales, bien
por distancia geográfica, bien por formar parte de
generaciones futuras.
8. Una participación significativa de los implicados y afectados
en la empresa, permite pasar del terreno de los derechos al
de las responsabilidades y hablar de corresponsabilidad. De
esta forma es posible articular la exigencia de justicia con la
de sentido de pertenencia.
Y derivar el concepto de empresa ciudadana, que recogería
los aspectos que se le escapan a la democracia industrial:
Ciudadanía en la empresa: Aplicación de los derechos de
ciudadanía en el interior de la empresa a todas las partes
interesadas. Participación de todos los grupos de intereses
como principio de acción.
Ciudadanía de la empresa: Responsabilidad de la empresa
como corporación en la mediación del principio de autonomía
con los de eficacia y competitividad. Principios básicos de la
responsabilidad social corporativa.
9. Los comités de ética son una contribución al desarrollo
de la ciudadanía industrial, desde la propuesta de un
sistema integrado de gestión, para la incorporación de la
ética en la empresa; que se encargan del seguimiento y
control ético.
Los comités de ética tienen su origen en los comités de
bioética. Son una opción de participación, quizá no la
única ni la mejor, de los diferentes grupos en la empresa.
Su objetivo está vinculado al código ético y a lo que éste
representa: el compromiso de la empresa con el
comportamiento ético. Y debe entenderse como una
complementación de las diferentes formas de
participación ya existentes para reivindicación y defensa
de intereses legítimos, tengan regulación jurídica o no.
10. El rasgo distintivo de los comités de ética lo constituye su
objetivo básico: espacio para la razón pública, espacio de
diálogo y deliberación desde donde se traten aquellos
intereses generalizables que se desarrollan en la empresa.
Intereses con cuya satisfacción se ha comprometido el
diálogo ético.
El concepto de razón pública lo tomamos de Kant (¿Qué es
la Ilustración?), para referirnos al espacio “donde todos
tienen voz”, donde se debe asegurar que los intereses
generalizables encuentren resonancia .
También razón pública porque los temas afectan a
cuestiones de justicia básica, a las condiciones que se
requieren para asegurar el respeto a la dignidad de todos los
afectados o implicados.
El ámbito de aplicación es corporativo y el punto de
referencia para la deliberación es la opinión pública, en el
sentido de que se trata de lo que afecta a todos.
11. Una mala composición del comité de ética sólo será capaz
de producir desconfianza, lo contrario de lo que se desea.
En la confianza juegan un papel decisivo las condiciones en
las que se producen las deliberaciones. Junto a su carácter
público, la racionalidad de este diálogo es la única fuerza de
la que dispone este comité para ejercer una auténtica
influencia.
Así son fundamentales los presupuestos que subyacen a un
diálogo moral:
1- Comunicación: Cada uno de los miembros del comité
constituye una parte interesada en, y/o de, la empresa, pero
su visión debe ser independiente y perseguir el acuerdo y,
con él, la definición de intereses comunes a todos los grupos.
12. 2- Inclusión: Aunque la estructura de estos comités no pueda
definirse a priori y de forma general, debe mantener un
equilibrio entre miembros expertos y afectados. Los experrtos
deben asegurar la objetividad y la imparcialidad que requiere
toda discusión de intereses.
3- Igualdad: Todos los miembros deben poseer idénticas
posibilidades de participar, asegurando la independencia
respecto a las posiciones de la empresa.
4- Reciprocidad: Las funciones de la comisión o comité ético
solo son posibles si los intereses de cada una de las partes
se entiende de forma abierta, con posibilidad de revisión y
cambio. Toda postura dogmática solo puede representar una
posición de poder.
13. Propuesta de funciones básicas del comité de ética de la
empresa:
A- Reflexión y análisis. Foro de reflexión para:
1. Identificar los éticos de relevancia en las actuaciones de la
empresa, siempre desde el punto de vista de todos los
intereses en juego
2. Anticiparse a los problemas éticos futuros
3. Recomendar y desarrollar pautas éticas de actuación,
normas y líneas de acción para la resolución de conflictos
4. Formular orientaciones y códigos de buenas prácticas para
situaciones dudosas y conflictivas
5. Definir estructuras y procedimientos que posibiliten una
cultura ética de la organización
14. B- Seguimiento y control:
1. Realizar un seguimiento y control del cumplimiento de los
compromisos adquiridos por la empresa en su código ético
2. Supervisar la realización de auditorias éticas,
desarrolladas siempre por auditores externos
3. Revisar las decisiones eticamente relevantes de la
empresa y emitir, en su caso, los juicios correspondientes
C- Colaboración:
1. Clarificar y resolver racionalmente los conflictos de valores
que se presenten en la práctica empresarial
2. Atender a la formación en ética, tanto de los miembros del
comité como del conjunto de la organización
3. Organizar actividades formativas en cultura ética de la
empresa
4. Establecer estratégias para cultivar la apuesta ética en
proveedores y otros grupos de interés
15. Presentación elaborada a partir del texto de GARCÍA
MARZÁ, Domingo, Ética empresarial: Del diálogo a la
confianza, Madrid, Trotta, 2004, pp. 261- 276
Resumen crítico de la obra:
http://es.scribd.com/doc/117392925/Etica-empresarial-Del-dialogo-a-la-confianza
Presentación elaborada por Asunción Velilla
asuncionvelilla.blogspot.com