La NASA ha tenido éxito en su misión Orion para enviar humanos a Marte. Planea realizar vuelos de prueba no tripulados en 2017-2018 y el primer vuelo tripulado en 2021, usando su nuevo cohete SLS. El objetivo final es desarrollar una cápsula que pueda transportar astronautas a Marte de forma segura.
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Cómo enviará la nasa humanos a marte
1. Cómo enviará la NASA humanos a Marte
Fuente: NASA
Ya es oficial: el Proyecto Orion de la NASA, cuyo objetivo es el de enviar
humanos a Marte, va por buen camino.
La mañana del viernes 5 de diciembre, se ha realizado con éxito un vuelo de
prueba. En esta ocasión, el vuelo sólo llevaba equipos de pruebas y algunos
accesorios pero, en última instancia, la NASA planea introducir seres humanos en
pequeñas cápsulas espaciales y enviarlos a Marte.
Por supuesto, el envío de una persona al planeta rojo requiere una cantidad nada
despreciable de planificación y logística. Los pasos previstos son:
En 2017 o 2018: Próximo vuelo de Orion, que consistirá en un carguero
robótico y hará un viaje alrededor de la luna y volverá.
En 2021: Se prevé que despeguen en un vuelo de prueba los primeros
viajeros espaciales humanos del proyecto.La NASA no ha compartido ningún
detalle acerca de cómo será el primer vuelo de prueba tripulado, pero se cree que
debería incluir una visita a un asteroide.
Todos estos viajes lejanos son posibles gracias a una nueva tecnología de la
NASA llamada Sistema de lanzamiento espacial (SLS).
Según la agencia espacial, el SLS "proporcionará a la nación un medio seguro,
asequible y sostenible de ir más allá de nuestros límites actuales y abrir nuevas
puertas de descubrimiento desde el punto de vista único del espacio".
El cohete, diseñado para la exploración espacial, es un vehículo sucesor del
2. cohete Saturn V, que llevó a la raza humana a la Luna en los años 60.
En el vuelo de prueba realizado recientemente, el SLS pesaba 70 toneladas e
incluía un cohete central con otros cohetes de refuerzo. El cohete llevaba una
cápsula espacial, un sistema para abortar el lanzamiento y equipo suplementario.
Ahora, los científicos de la NASA se enfrentan a un gran desafío: construir
unas cápsulas que lleven humanos a Marte.
Actualmente, la NASA está investigando cuál podría ser el mejor diseño para una
cápsula espacial destinada a transportar astronautas a Marte. No hay duda de que
esa cápsula será considerablemente más compleja que la utilizada en el vuelo de
prueba; la NASA dice que el sistema final podría tener hasta 130 toneladas de
peso.
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NASA anuncia el mayor hallazgo de planetas nuevos
27 febrero 2014
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Así podrían verse los sistemas multiplanetarios de nuestra galaxia, según
ilustradores de la NASA.
"En sólo un día duplicamos el número de planetas conocido por la
humanidad".
3. Jack Lissauer es miembro del equipo de científicos de la NASA que acaba de
confirmar el descubrimiento de 715 planetas fuera de nuestro Sistema Solar,
gracias a información obtenida por el telescopio espacial Kepler.
El avance, logrado gracias a una nueva técnica de análisis de datos, es un avance
extraordinario por tres razones claras, según Douglas Hudgins, de la división de
astrofísica de la agencia espacial estadounidense.
"En primer lugar es el mayor anuncio de planetas nuevos jamás realizado. En
segundo lugar, logramos determinar que sistemas multiplanetarios en torno a una
estrella, como el nuestro, son comunes".
En sólo un día duplicamos el número de planetas conocido por la
humanidadJack Lissauer, NASA
"Y por último, sabemos ahora que la mayoría de los planetas en nuestra galaxia
son pequeños, con tamaños que van desde el de Neptuno al de la Tierra".
Antes del anuncio esta semana, los científicos de la misión Kepler habían
confirmado la existencia de 246 exoplanetas. Su registro subió ahora a 961, y en
total, el número de planetas descubiertos por diversos equipos de investigadores
en nuestra galaxia es cercano 1.700.
Hace sólo dos décadas, los astrónomos no habían hallado ningún planeta en torno
a estrellas fuera de nuestro Sistema Solar.
Planetas pequeños
Los nuevos exoplanetas orbitan solo 305 estrellas, lo que significa que se
encuentran en sistemas multiplanetarios.
Kepler fue lanzado en 2009 con la
misión de descubrir exoplanetas en nuestra galaxia, la Vía Láctea.
La gran mayoría, el 95%, son más pequeños que Neptuno, que tiene un radio
cuatro veces superior al de la Tierra.
Y cuatro de los nuevos exoplanetas orbitan sus estrellas en las llamadas "zonas
habitables" donde no es ni demasiado frío ni demasiado caliente para la presencia
de agua en estado líquido, un factor crucial para la posible existencia de vida.
4. Estos cuatro planetas son al menos dos veces más grandes que la Tierra por lo
que podrían estar constituidos por gas en lugar de roca.
"Todo indica que la Naturaleza prefiere hacer planetas pequeños", dijo Sara
Seager, profesora de ciencia y física planetaria en el Instituto Tecnológico de
Massachusetts.
Y para la astrónoma Lisa Kaltenegger, de la Universidad de Harvard, la
confirmación de la abundancia de planetas menores es especialmente importante
por una razón clave: es más probable que la vida esté presente en planetas
pequeños que en planetas grandes.
Técnica "mucho más rápida"
El nuevo método de análisis de datos
permite identificar planetas mucho más rápido.
Los objetos investigados por el telescopio Kepler se encuentran a cientos de años
luz, en otras palabras, se trata de distancias que la luz tardaría siglos en recorrer.
El método que habían utilizado los expertos para analizar los datos del telescopio
era llamado "disminución de luminosidad", que ocurre cuando algún objeto transita
frente a una estrella y desde el punto de vista de la Tierra causa una reducción en
la luz percibida.
El sistema de tránsito, sin embargo, no produce una certidumbre ya que puede
haber otras razones por las cuales disminuye la luminosidad de una estrella vista
desde la Tierra.
Los científicos de la NASA añadieron el uso de otra técnica de análisis de datos,
conocida como "verificación por multiplicidad".
El nuevo método se basa en la premisa de que si una estrella muestra múltiples
disminuciones de luminosidad debe ser por la presencia de planetas, ya que sería
muy difícil que el mismo fenómeno, con la misma configuración, se debiera a otra
razón.
Si el patrón de tránsito es múltiple "no ocurre al azar", explicó Jack Lissauer, sino
que responde a la presencia de candidatos más firmes a planeta.
5. Para Sarah Seagar, el nuevo sistema de identificación "permite comparar los
candidatos en grupos y esto lleva a analizarlos mucho más rápido".
Hoy en día, cuando ni siquiera hitos como el éxito de la Misión Rosetta son
capaces de disimular el desinterés de la opinión pública mundial en impulsar la
exploración espacial (un desinterés motivado por la crisis económica y una cierta
sensación de ausencia de logros tras la ya lejana conquista de la Luna), puede
resultar interesante volver la vista atrás para comprobar cuántos avances de uso
cotidiano debemos agradecer a ese esfuerzo titánico de la Ciencia que supuso (y
supone) la conquista espacial:
GPS
Tras el lanzamiento del primer satélite artificial, el soviético Sputnik (1957), los
investigadores del MIT fueron capaces de rastrear su órbita por su señal de radio, y
dedujeron que si era posible hacer un seguimiento de los satélites desde la
Tierra, también sería posible la ruta inversa: localizar objetos en la superficie
terrestre a partir de las posiciones de los satélites.
Así, el primer sistema de navegación por satélite fue usado por la Marina de Estados
Unidos en la década siguiente, y en 1973 el Pentágono definía las directrices
básicas de la actual tecnología GPS (siglas en inglés de Sistema de
Posicionamiento Global). En 1993 se autorizaba su uso civil, y en 1998 una orden
presidencial indicó que el sistema GPS civil debería ser tan preciso como el militar.
Hoy en día, el GPS es, posiblemente, una de las aplicaciones tecnológicas de la
carrera espacial más relevantes en nuestro día a día: una tecnología que nos permite
ubicar con precisión un punto en cualquier lugar de la Tierra con ayuda de una flota de
alrededor de la treintena de satélites (el último de ellos, el Atlas V, lanzado hace un
par de semanas), y que podemos encontrar de forma habitual en nuestros coches y
en nuestros smartphones.
Telemedicina
El Sputnik 2, albergando en su interior a la celebérrima perra Laika, no hizo historia
únicamente por ser el vehículo del primer vuelo espacial de un ser vivo,sino porque
fue la primera vez que se usó telemetría para monitorizar parámetros fisiológico
en el espacio. Gracias a ello, menos de cuatro años después se pudo enviar al
primer cosmonauta humano, Yuri Gagarin, al que también se sometió a telemetría de
sus constantes.
6. La NASA terminó adelantando a los soviéticos en este campo (como en tantos otros
de la carrera espacial) a lo largo de los años 60, impulsado por la necesidad de
asegurar sus vuelos espaciales tripulados (Mercury, Gemini, Apollo). Así los médicos
de la NASA, además de “ser capaces de recibir datos sobre las constantes biológicas
de los astronautas (electrocardiograma, frecuencia cardiaca, presión arterial,
constantes respiratorias, temperatura corporal…) consiguieron hacer lo propio con
los parámetros ambientales de los diferentes vehículos espaciales (nivel de
radiación, concentraciones de oxígeno y dióxido de carbono, etc.)”, como explica
Carlos Martínez-Ramos en Telemedicina. Origen y Evolución.
Pese a alguna notable excepción como el GPS, cuyo uso civil tuvo que esperar a la
finalización de la Guerra Fría, la mayoría de innovaciones tecnológicas desarrolladas
por Estados Unidos tuvo una rápida aplicación al ámbito civil. Así, a mediados de los
70, se usó por primera vez esta tecnología espacial para proporcionar asistencia
médica en un reserva india de Arizona, en la que los servicios de rayos X y
electrocardiograma estaban enlazados con hospitales públicos del exterior a través de
radar, microondas y audio.
Realidad virtual
En realidad, la realidad virtual no nació estrictamente en el seno del programa
espacial, pero sí debemos a la NASA la financiación de muchas de las primeras
investigaciones en torno a la misma, así como su maduración como tecnología.
Así, en 1969 (el mismo año en que la Humanidad pisaba la superficie lunar), la NASA
puso en marcha un programa de investigación con el fin de desarrollar herramientas
de realidad virtual destinadas a aplicar el máximo realismo posible a la formación de
posteriores tripulaciones espaciales.
Así, gracias a otros avances que se fueron desarrollando a lo largo de los 70 (sobre
todo en el campo militar), en 1984, Mike McGreevy y Jim Humphries desarrollaron
para la NASA el sistema “Vived” (Visual Environment Display), el primer dispositivo
que pudo proporcionar una experiencia completa de realidad virtual: estaciones
de bajo coste dotadas de un campo de visión amplio, estéreo, con sensores de
posición en el casco de realidad virtual. También desarrollarían el primer sistema
práctico de visores estereoscópicos.