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Tema 6. Los límites de lo humano (1).pdf

  1. Tema 6. En los límites de lo humano: propuestas críticas desde el animalismo y el feminismo Antropología filosófica (curso 2021-2022) 4º de Grado en Filosofía - UVa
  2. 1. Jacques Derrida: lo humano y lo animal L’animal que donc je suis Partimos de una experiencia, un encuentro con valor heurístico: El gato de Derrida. El encuentro con la mirada del animal que muestra la propia desnudez: Despierta el pudor, la vergüenza. ● yo estoy desnudo - luego estoy (in)vestido = no estoy desnudo ● el gato no está desnudo - luego está desnudo, no está (in)vestigo Percibirme desnudo es percibirme, autoposicionarme, descubrirme. El encuentro con la mirada del gato me hace huir, escapar. ¿De quién escapo? ¿De él o de mí? ¿Escapo o voy tras-él, escapo o le estoy siguiendo? suis: ser/seguir // Traducción: El animal que luego estoy si(gui)endo Ser y seguir son indecibles, indistinguibles A la pregunta por el quién soy le sigue la pregunta por el a quién sigo (seguir o ir-tras) y la respuesta de Derrida es: al animal. Estar-tras, estar cerca de, estar al lado de son distintas modalidades de ser-con. Con el animal.
  3. 1. Jacques Derrida: lo humano y lo animal “¿Ir-tras-él en el sentido de la caza, del adiestramiento, de la domesticación o ir-tras-él en el sentido de la sucesión y de la herencia? En todos los casos, si voy tras él, el animal viene por lo tanto antes que yo, más pronto que yo [...] El animal está ahí antes que yo, ahí a mi lado, ahí delante de mí —de mí, que estoy si(gui)endo tras él—. Y así pues, también, puesto que está antes que yo, helo aquí detrás de mí. Me rodea. Y desde este ser-ahí-delante-de-mí se puede dejar mirar, sin duda, pero —la filosofía lo olvida quizás, ella sería incluso este olvido calculado— él también puede mirarme. Tiene su punto de vista sobre mí. El punto de vista del otro absoluto y esta alteridad absoluta del vecino o del prójimo nunca me habrá dado tanto que pensar como en los momentos en que me veo desnudo bajo la mirada de un gato” Mirada del gato: Abisal, ininterpretable. Mirada sin fondo: me hace ver el límite de lo humano: lo inhumano, los fines del hombre, las fronteras desde las que el hombre se atreve a enunciarse a sí mismo. Ese encuentro con el Otro radical, con el prójimo radical, y nos hace pensar mucho más que cualquier encuentro con el prójimo o vecino humano, la pregunta por el quién soy.
  4. 1. Jacques Derrida: lo humano y lo animal Filosofía: olvido de esa mirada del animal Los discursos filosóficos sobre el animal (Aristóteles, Descartes, Kant, Heidegger, Lacan, Lévinas) se construyen como el de quien ha visto, analizado, observado al animal, pero no ha sido visto por el animal, no ha tenido en cuenta que el animal podía verlos, dirigirse a ellos, que el animal también tiene un punto de vista sobre nosotros (¿y qué nos muestra ese punto de vista?). Convierten al animal en un teorema: cosa vista y no vidente. Sin saberse vistos desnudos. Y puesto que es imposible que un animal nunca les haya “mirado de frente”, de lo que se trata es de una negación. Derrida buscará entonces describir “el síntoma de esta negación”. ¿Qué esconde esa relación? Esa negación, ese olvido, esconde el secreto del hombre, lo propio del hombre, la relación consigo de la humanidad. ¿Qué subyace en esa relación con lo animal? ¿Por qué los hombres hablando de lo que ellos han llamado El Animal como si nunca hubieran mirado al fondo de la mirada de un animal? ¿Por qué subyace en esa relación con lo animal? ¿Por qué el hombre está si(gui)endo al animal?
  5. 1. Jacques Derrida: lo humano y lo animal Bajo la mirada del animal, todo puede ocurrirme: “soy como un niño dispuesto al apocalipsis, soy el último y el primer acontecimiento del fin [...] Revelación y veredicto” Cuando pasa el momento de pasión y vuelvo a encontrar la paz, puedo hablar tranquilamente de las bestias del apocalipsis, visitarlas en el museo, verlas en la pintura, en el zoo, en la Biblia, etc. ¿Cuál es el secreto sobre lo humano que guarda la mirada del animal, ese secreto del que quiero huir, sobre cuyo olvido se construye la filosofía? Sobre el hecho de de que el poder de auto-referencia del ser humano, su poder-tener un “yo”, la facultad de referirse a sí mismo, funda su poder sobre los animales.
  6. 1. Jacques Derrida: lo humano y lo animal El relato del Génesis: ❖ Primera versión: Dios creó primero a los animales. Luego creó al hombre-mujer, y le ordenó someter a los animales. ❖ Segunda versión: Dios crea a Adán y la primera orden que le da es que nombre a los animales, que les ponga nombre para que muestre su poder. Los hombres se han instituido el derecho y la autoridad de darles a otros el nombre de Animal. Hombre se construye entonces desde esa soberanía y soledad. Solo poniendo nombre al animal, que llegó antes que él, el hombre es hombre. El hombre es tras el animal. Y solo después siente vergüenza de su desnudez (también en relación con otro animal: la serpiente). Antes de la caída, del mal y de los males, ¿se puede hablar del animal? Las especificidades de los humanos coinciden con lo que se niega al animal: la capacidad de auto-nombrarse, de ponerse un nombre. El hombre se construye como logos, y como todo aquello que le niega al animal: hablar, responder, pensar, reir, ser-para-la-muerte, etc.
  7. 1. Jacques Derrida: lo humano y lo animal Para construirse como hombre tiene que olvidar ese seguir, ir tras, el animal. Tiene que olvidar ese universal vacío (¿acaso podemos con certeza negarles el autoposicionamiento a los animales?) sobre el que se yergue la humanidad y para ello: 1. Dibuja un límite, levanta una frontera con dos bordes nítidos: el Hombre y el Animal. Y trata de espesar el límite entre aquellos que dicen “nosotros los hombres” lo que estos hombres denominan “el animal”. a. El borde desde el que construir no tanto al animal como una subjetividad antropocéntrica que se cuenta una historia, autobiográficamente, a la que llama la Historia. b. Y olvida que el borde mismo tiene una historia. 2. Olvida que más allá del borde supuestamente humano, en el lugar de “el Animal” o “la Animalidad” existe una multiplicidad heterogénea de seres vivos. “[...] jamás tendremos el derecho de considerar a los animales como las especies de un género que se llamaría El Animal, el animal en general. Cada vez que «se» dice «El Animal», cada vez que el filósofo o quien sea dice en singular y sin más «El Animal», pretendiendo designar así a cualquier ser vivo que no sea el hombre (el hombre como «animale rationale», el hombre como animal político, como animal hablante, zoon logon echon, el hombre que dice «yo» y se toma por el sujeto de la frase que él profiere entonces a propósito del susodicho animal, etc.), pues bien, cada vez, el sujeto de esa frase, ese «se», ese «yo» dice una tontería. Confiesa sin confesar, declara, de la misma manera que un mal se declara a través de un síntoma, hace que diagnostique un «digo una tontería». Y este «digo una tontería» debería confirmar no sólo la animalidad que niega sino su participación comprometida, continuada, organizada en una verdadera guerra de especies.” p. 48.
  8. 1. Jacques Derrida: lo humano y lo animal El hombre se ha otorgado el derecho de dar esa palabra, “el animal”, para otorgarse a sí mismo el derecho a la palabra, al nombre, al verbo, de los que estarían privados los Otros. El hombre es, por tanto, el ser vivo que se ha dado la palabra para hablar con una sola voz del animal y para designar en él al único que habría quedado sin respuesta y sin palabra para responder. “El mal se debe a esta palabra, el mal se concentra en esta palabra” que se han dado los hombres para identificarse, reconocerse, con vistas a lo que ellos deben ser. Esta frontera, este límite, esta palabra, es el secreto que custodia el poder humano. Por eso Derrida se refiere a los animales en su conferencia como el animot (ani-mot/ani-mote): 1) No hay ningún animal en singular general separado del hombre por un solo límite indivisible. 2) El sufijo (mot: palabra, mote) nos retrotrae a la palabra, al nombre, que es el límite por donde siempre se ha querido hacer pasar la diferencia con el hombre y del hombre. 3) No se trata de restituir la palabra a los animales, sino de acceder a una pensamiento que piense de otro modo la ausencia de nombre o de palabra del animal; no como una privación.
  9. 1. Jacques Derrida: lo humano y lo animal La historia de esa frontera hombre-animal en el tiempo presente: Desde hace dos siglos la relación hombre-animal ha sufrido una alteración que se acelera sin saber a dónde va. La cría y adiestramiento a escala demográfica sin parangón con el pasado = reducción del animal a producción y reproducción sobreactivada de carne alimenticia y otras finalidades al servicio del supuesto bienestar humano. Son “proporciones sin precedentes de este sometimiento animal”, y de una violencia y crueldad que el hombre intenta a toda costa por disimular y olvidar. Las imágenes de ello general pathos, abren patéticamente la cuestión del sufrimiento, piedad y compasión. Compartimos el sufrimiento. A este pathos hay que concederle la pregunta por el lugar que debe ocupar: derecho de los animales para despertarnos a nuestras responsabilidades y obligaciones. Con Bentham, la cuestión: ● No es si los animales pueden hablar (si tiene logos). Poder hablar instituye otros tantos poderes: poder, tener, poder dar, poder morir, poder vestirse, poder inventar una técnica. “El poder que consiste en tener, como atributo esencial, esta o aquella facultad, por consiguiente, talo cual poder.” p. 43 ● Sino si pueden sufrir: Aquí la palabra “poder” cambia su significado; el “poder” vacila.
  10. 1. Jacques Derrida: lo humano y lo animal “¿Pueden sufrir?” viene a ser preguntarse: , “¿Pueden no poder?” ¿y qué hay de esta impotencia? ¿Qué hay de la vulnerabilidad experimentada desde esta impotencia? ¿Qué es ese no-poder en el seno del poder? ¿Cuál es la cualidad o la modalidad de esta impotencia? ¿Hasta dónde hay que tenerla en cuenta? ¿Qué derecho concederle? ¿en qué nos atañe? Poder sufrir no es ya un poder, es una posibilidad sin poder, una posibilidad de lo imposible. Aquí se aloja, como la manera más radical de pensar la finitud que compartimos con los animales, la mortalidad que pertenece a la finitud misma de la vida, a la experiencia de la compasión, a la posibilidad de compartir la posibilidad de esta im-potencia, la posibilidad de esta imposibilidad, la angustia de esta vulnerabilidad y la vulnerabilidad de esta angustia” p. 44
  11. 2. Allende las fronteras de lo masculino-cultural: mujer y naturaleza según Sherry Ortner Sherry Ortner (EEUU, 1941), pionera de la antropología feminista, publica en 1974 el célebre artículo “Is Female to Male as Nature Is to Culture?”, recogiendo el texto de una conferencia de 1972. Heredera de los presupuestos teóricos de El segundo sexo (1949), que considera “la mejor explicación global escrita por una sola persona del "problema de la mujer"”, profundiza desde la antropología en la distinción cultural-natural, preguntándose si este dualismo no acompaña en el logos occidental al de masculino-femenino. Problema a explicar: estatus secundario de la mujer dentro de la sociedad constituye un universal (hecho pancultural), aunque (i) las simbolizaciones y concepciones culturales concretas son variadas e incluso contradictorias entre sí, y (ii) la consideración concreta de las mujeres y de su aportación y poder relativos varía mucho de una cultura y una época a otra. Proceder: presentar la lógica subyacente al pensamiento cultural que presupone la inferioridad de las mujeres
  12. 2. Allende las fronteras de lo masculino-cultural: mujer y naturaleza según Sherry Ortner Pruebas de que una cultura en concepto considera inferiores a las mujeres: 1. Elementos de la ideología cultural y declaraciones de los informadores que explícitamente desvalorizan a las mujeres concediéndoles a ellas, a sus funciones, a sus tareas, a sus productos y a sus medios sociales menos prestigio que el concedido a los hombres y a sus correlatos masculinos 2. Artificios simbólicos, como atribuirles una cualidad contaminante = contenido implícito de una afirmación de inferioridad 3. Ordenamientos socioestructurales que excluyen a la mujer de participar o tener contacto con determinadas esferas donde se supone que residen los poderes sociales (ritos sagrados, orden político, etc) ¿Cómo se explica esta desvalorización? Ortner rechaza la explicación del determinismo biológico: diferencias biológicas sólo adoptan la significación de superior / inferior dentro del entramado culturalmente definido del sistema de valores. Propuesta: interpretar la subordinación femenina a la luz de los demás universales
  13. 2. Allende las fronteras de lo masculino-cultural: mujer y naturaleza según Sherry Ortner “¿Qué puede haber en la estructura general y en las condiciones de la existencia comunes a todas las culturas que conduzca, en todas las culturas, a conceder un valor inferior a las mujeres? [...] Mi tesis es que la mujer ha sido identificada con algo que todas las culturas desvalorizan, algo que todas las culturas entienden que pertenece a un orden de existencia inferior a la suya [...]: la naturaleza” Naturaleza: constructo conceptual presente como universal en toda cultura humana y contrapuesto a dicha cultura. La naturaleza es lo Otro de la conciencia humana y sus productos (los sistemas de pensamiento y la tecnología) mediante los cuales la humanidad intenta asegurarse su control sobre el medio y los seres no-humanos que lo habitan. “Naturaleza” y “cultura” son categorías conceptuales, como también lo es la delimitación entre ambas esferas → unas culturas articulan una oposición más fuerte que otras. SIN EMBARGO: “la universalidad de los rituales demuestra que en todas las culturas humanas hay una afirmación de la capacidad, específicamente humana, para actuar y regular, y no para ser pasivamente movida por -o moverse con- las condiciones de la existencia natural.” Además, como se muestra a través de ciertos rituales como el de purificación (actividad intencional de lucha contra las fuerzas de la naturaleza), la cultura afirma de sí misma que no solo es distinta sino que es superior a la naturaleza, puesto que puede la capacidad de transformar («socializar» y «culturizar») la naturaleza. “Toda cultura o bien la «cultura», genéricamente hablando, está empeñada en el proceso de generar y mantener sistemas de formas significativas (símbolos, artefactos, etc.) mediante los cuales la humanidad trasciende las condiciones de la existencia natural, las doblega a sus propósitos y las controla de acuerdo a sus intereses”
  14. 2. Allende las fronteras de lo masculino-cultural: mujer y naturaleza según Sherry Ortner Tesis de Ortner: la subordinación universal de las mujeres se debe a que han sido identificadas o simbólicamente asociadas con la naturaleza, en oposición a los hombres, que se identifican con la cultura. Las mujeres son consideradas más próximas a la naturaleza que los hombres. “Las mujeres toman parte activa en sus procesos especiales, pero al mismo tiempo las ve como más enraizadas en la naturaleza o teniendo una afinidad más directa con la naturaleza” Causas: 1. El cuerpo y las funciones de la mujer, implicados durante más tiempo en la «vida de la especie», parecen situarla en mayor proximidad a la naturaleza en comparación con la fisiología del hombre, que lo deja libre en mayor medida para emprender los planes de la cultura. Beauvoir: la hembra, en mayor medida que el macho, es víctima de la especie. El hombre, al carecer de funciones naturales creativas, debe construirlas artificialmente con símbolos y tecnología. 2. El cuerpo de la mujer y sus funciones la sitúan en roles sociales que a su vez se consideran situados por debajo de los del hombre en el proceso cultural (amamantamiento, crianza [cercanía con los niños, que se consideran cercanos a la naturaleza], cocina). Conversión de la naturaleza en cultura. 3. Los roles sociales tradicionales de la mujer, impuestos como consecuencia de su cuerpo y de sus funciones, dan lugar a su vez a una estructura psíquica diferente que, al igual que su naturaleza fisiológica y sus roles sociales, se considera más próxima a la naturaleza.
  15. 2. Allende las fronteras de lo masculino-cultural: mujer y naturaleza según Sherry Ortner Conclusión: Mujer ocupa una posición “intermedia” entre lo natural y lo cultural; una peligrosa (poder + misterio) posición de pasante entre ambos: no puede ser excluida de lo cultural, pero se encuentra demasiado cercana a lo natural. Es un “ser marginal”, habita el margen. La simbología que le es asociada representa esa ambigüedad polarizada: - símbolos femeninos subversivos (brujas, mal de ojo, contaminación menstrual, madres castradoras) - símbolos femeninos trascendentes (diosas maternales, piadosas dispensadoras de salvación, símbolos femeninos de la justicia, y la fuerte presencia del simbolismo femenino en el arte, la religión, el ritual y el derecho) Si se interpreta como un elemento mediador en las relaciones naturaleza / cultura, entonces puede explicar en parte la tendencia no a simplemente desvalorizar a las mujeres sino a circunscribir y restringir sus funciones, puesto que la cultura debe mantener el control sobre sus mecanismos -pragmáticos y simbólicos- de convertir la naturaleza en cultura.
  16. 2. Allende las fronteras de lo masculino-cultural: mujer y naturaleza según Sherry Ortner “Todo este esquema es una construcción de la cultura y no un hecho de la naturaleza. La mujer no está «en realidad» en absoluto más próxima (o más alejada) de la naturaleza que el hombre” Debemos entonces preguntarnos: ¿Qué implicaciones tiene para la idea de humanidad trazar una frontera espesa entre lo cultural y lo natural? ¿Qué lugar les cabe a los seres fronterizos (mujeres, niños)? ¿Quién trazó esas demarcaciones estrictas, y con qué objeto?
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