2. Las antiguas costumbres culinarias de origen prehispánico, ya casi desaparecidas en el valle
de México, corresponden a una región otrora lacustre. Los alimentos que este entorno
ecológico proporcionaba eran pescados, aves acuáticas, diversos insectos y variados
vegetales. El espectacular crecimiento de la capital del país, sobre todo durante el siglo XX,
no se debe tanto a la condición prolífica de los capitalinos, sino a las migraciones
provenientes de todas las provincias de la nación. Por ello, en la actualidad no es posible
hablar de una cocina característica de la ciudad de México, pues aquí se reflejan las de todo
el país.
Sin embargo, sí hay algunos platillos propios de esta urbe, pero son casos aislados; por
ejemplo, las tortas de tamal: se coloca uno de ellos dentro de un bolillo o telera. También
se acostumbran los tamales encuerados rojos y verdes, cocidos al vapor en hoja de mazorca
y fritos en manteca al momento de comerse. Otro platillo local es el caldo de migas,
emparentado con la sopa de ajos española. Otro son las quesadillas de pancita: solamente
aquí las hay.
3. En Tacuba hay una taquería famosa, única en su género, que expende tacos de cola de becerro mamón,
de tripa y de panza.
Hoy, en la capital del país los tamales más característicos son los verdes, los rojos de mole, los de rajas
de jalapeño con queso y los de dulce, en hoja de mazorca. Valga señalar que los millares de botes
callejeros de la ciudad de México sólo venden los tamales apuntados. Rara vez de hoja de plátano u
otros.
Desde épocas prehispánicas se acostumbra comer en el valle de México el tamal de frutas. A veces es de
masa de maíz rellena con fruta y en otras ocasiones es fruta envuelta en las hojas de mazorca, sin masa.
Así tenemos tamales de chabacano, de tejocote y de pitahaya; estos últimos también se comen en
Nuevo León y en otros estados del norte. En Milpa Alta elaboran unos tamales de capulines enteros, con
masa.
Aunque cada vez más raros, en algunos pueblos del sur y sureste del valle de México existen desde
antes de la Conquista los tamales de alegría, o sea la semilla de amaranto. Hoy en día la forma más
conocida de alegría son los granos tostados y mezclados con piloncillo, formando pequeños bloques a
los que se les adhieren obleas de papel comestible pintado color de rosa.
Afuera de las pulquerías capitalinas o en sus alrededores, con frecuencia venden una especie de tamal
en hoja de mazorca -sin masa- consistente en tripas de pollo cocidas con bastante epazote, chiles secos
y hojas de laurel, bocadillo que compra el bebedor de tlachique o pulque.
En Milpa Alta subsisten antiguas recetas de tamales: de carpa con xoconostle, de hongos panzas, de
hongos clavitos, de haba, de arvejón, de tuza con guajillo, de elote martajado –no molido-, de nopales
con pescado, de nopales con sesos, de nopales con queso, de nopales con axiote, de nopales con carne
molida –o tlapiques-, de nopales con menudencias de pollo y tamales dulces de nopal.
Hay otra variedad asimismo llamada de encuerados que se hace con tortillas remojadas en agua y
molidas.
4. Este plato consiste en tortillas suaves de maíz
rellenas de res, pollo, pavo o cerdo, y queso,
que se hornean para quedar levemente
crocantes. Encima se complementan con
alguna salsa, que puede ser de fríjoles, chiles,
más queso, crema o algún tipo de mole, y se
acompañan con algunas verduras frescas
como jitomate, lechuga en tiras delgadas,
cebolla picada o guacamole. Así como en la
mayoría de platos, cada región o estado tiene
su manera de prepararlas y en la ciudad de
Colima, un importante destino turístico del
país, se prepara una tipo de enchilada dulce
con piloncillo (panela) y pasas que
difícilmente encontrará en otro lugar del
mundo.
5. Ingredientes
2 cajas de mezcla para flan
2 tazas de leche entera
400 cc de leche de coco
1 taza de copos de coco azucarados
Salsa de caramelo
Preparación
Vierte la salsa de caramelo y cubre todo el molde
donde prepararás el flan de coco.
Prepara la mezcla de ambas cajas en una cacerola
mediana usando la leche de vaca y la de coco.
Añade también los copos de coco azucarados.
Lleva el flan al refrigerador una vez que esté colocado
en el mismo recipiente donde pusiste el caramelo.
Cuando ya está frío, da vuelta la flanera (previamente
pasa un cuchillo fino en todo el borde) sobre una
fuente con borde elevado.
Refrigera tu exquisito flan de coco mexicano antes de
servir.
6. El tequila se comenzó a producir a mediados del siglo XVII en
una hacienda llamada Cuisillo, y hoy en día existen alrededor de
12 haciendas que lo producen, dando vida a uno de los
productos mexicanos más demandados en el extranjero, el cual
posee la prestigiosa etiqueta de denominación de origen.
La población de donde surge lleva su nombre y es un
encantador Pueblo Mágicoque, entre paisajes agaveros,
mariachis y aires provincianos, resguarda leyendas y el secreto
de esta mística bebida. Visitando sus tranquilos rincones
encontrarás el Museo Nacional del Tequila, el Templo de la
Purísima, la Quinta Sauza y el apagado Volcán de Tequila.
Además, al ser la producción de este aguardiente el mayor
atractivo de la zona, se creó la Ruta del Tequila Express, un
recorrido en tren en el que se pueden observar zonas
arqueológicas, antiguas casonas y en especial, los bellos campos
donde se cultiva el agave.
Esta bebida legendaria contiene en su sabor y olor únicos el
pasado prehispánico, la tradición de un pueblo mestizo y un
proceso de elaboración que asemeja a una obra de arte. Sin
duda, un auténtico “regalo de los dioses”.