Capítulo V del libro Histéricas historias de piratas y filósofos. Apuntes personales del profesor Ángel Luis del Barco, para la asignatura Historia de la filosofía
1. La flosofía escolástica. ¡¿Dios existe?!
La escolástica se va a caracterizar por dos elementos fundamentales: 1) Retorno a la razón
como vía válida para la comprensión y conocimiento del mundo; y 2) la llegada del pensamiento
aristotélico a través de los pensadores árabes.
Bajo el primer punto la escolástica va a dar lugar a pensamientos, que si bien no dudan de la
existencia de Dios, sí que intentarán acceder a él mediante la razón. Aparece así el famoso
argumento ontológico de la existencia de Dios de San Anselmo1, que dará lugar al
concepto de la fe en busca de la inteligencia. Fijaos en la gran diferencia que hay entre esa
afrmación y la patrística: la inteligencia al servicio de la fe2.
Siguiendo con las relaciones de la razón y la fe, los escolásticos se plantearán el denominado
problema de los universales; consiste en cuestionarse si la verdadera realidad está constituida
por los conceptos universales (“hombre”, “animal”, etc.) o por los individuos a los que se aplican
dichos conceptos. La pregunta tiene una importancia fundamental para la flosofía y la razón, pues
si se admite que la verdadera realidad está constituida por los universales, se salva el valor de la
razón (puesto que los conceptos son el objeto de la razón); por el contrario, si se admite que la
verdadera realidad está constituida por los seres individuales, entonces anteponemos al valor de la
razón el conocimiento aportado por los sentidos (que se dirige a los individuos). Ante este problema
la escolástica ofrecerá dos soluciones: El realismo y El nominalismo. Los nominalistas
afrmarán que los universales no son más que nombres con los que dirigimos nuestro conocimiento,
(de ahí lo de Nominalismo), mientras que los realistas, como San Anselmo, afrmarán que los
universales son esencias puras constituyentes de la verdadera realidad de las cosas. En ese sentido,
Natalie y Ángel Luis3 “participan” del mismo concepto de ser humano que les da realidad, los dos,
en ese sentido, son iguales y lo mismo. La infuencia del pensamiento platónico en los inicios de la
escolástica es más que evidente. Pero el nominalismo no tendrá fuerza hasta el siglo XIV, cuando
derrote defnitivamente al realismo.
El otro gran punto de la escolástica, como hemos dicho, es la llegada del pensamiento de
1 Anselmo de Candia y Ginebra nació en Aosta (Italia) en el año 1033; y murió en Canterbury (Reino Unido) el año
1109. Fue hecho santo por la iglesia católica el año 1494, y doctor de la iglesia en 1720. Fue arzobispo de
Canterbury de 1093 a 1109, por lo que se le suele conocer como San Anselmo de Canterbury.
2 El argumento ontológico intenta demostrar racionalmente que Dios existe a partir del concepto divino, de tal
característica que en su esencia implica su existencia; pero no debe importarnos aquí si el argumento es válido o no
lo es, sino el hecho de que por primera vez la razón accede a los campos que los patrísticos le habían prohibido. Si
cometemos el error de fjarnos en la validez o no del argumento sólo estaremos cayendo en el juego dialéctico de si
Dios puede ser demostrado racionalmente o no, es decir, estaremos haciendo escolástica, pero no la estaremos
comprendiendo; mucho más si actuamos como religiosos y partimos de un prejuicio que declara abiertamente que
Dios existe o que Dios no existe. El ateísmo es, en ese sentido, un pensamiento religioso.
3 Sean quienes sean Natalie y Ángel Luis.
2. Aristóteles, el otro gran pensador griego, al mundo occidental a través del pensamiento árabe en el
siglo XI.
El pensamiento árabe discurrió por caminos muy diferentes a los occidentales y que ahora
no vamos a estudiar. Sin embargo sí hay que saber que conocían la obra de Aristóteles y que
construyeron su flosofía bajo su égida. Durante los siglos XI, XII, y XIII las escuelas de traducción
de Toledo, Siracusa y Nápoles van a ser las responsables de la traducción de casi toda la obra
de Aristóteles, que llega a las escuelas provocando toda una revolución cultural. Como resultado de
esa revolución surgen tres escuelas de pensamiento: Dominicos, Franciscanos, y Averroístas.
Los averroístas, del pensador Averroes4, defendían la existencia de dos verdades,
irreductibles la una a la otra, para la razón y la fe. Y eso, evidentemente, iba en contra de todo el
pensamiento cristiano.
Los Franciscanos van a representar el anti aristotelismo cristiano, y por lo tanto, la tendencia
al regreso a las principales posiciones patrísticas de Agustín. No os ha de extrañar que los
principales inquisidores pertenecieran a esta orden, fundada por el italiano Francisco de Asís5. El
famoso Torquemada6, por ejemplo, era franciscano.
Los dominicos fueron quienes convirtieron el aristotelismo en un pensamiento cristiano,
dando con ello fuerza a los caminos de la razón y de la ciencia, por el valor importante que
Aristóteles daba al conocimiento de los sentidos.
Aristóteles había criticado a Platón por su dualismo, innecesario para comprender el mundo,
y afrmando que la verdadera realidad de las cosas se encontraban en las cosas mismas, siendo
nuestra razón el instrumento que nos permitía acceder a ella. Al hacer esa crítica Aristóteles vuelve
a dar importancia al conocimiento sensible, pues es el primer paso en todo el proceso del
conocimiento. Además, al contrario que Platón, y proveniente de la crítica a su sistema, Aristóteles
afrma que nuestra mente es una tabula rasa cuando nacemos, es decir, no hay ideas inmortales;
nuestros conocimientos se forman a partir de los datos que los sentidos nos proporcionan, y no
como un recuerdo de nuestra estancia en el mundo de las Ideas. Ahora bien, si nuestra mente es
una tabula rasa, si no ha conocido con anterioridad, ¿signifca eso que no es inmortal? Grave
4 Nombre latinizado del árabe Ibn Rushd, que a su vez ya es una occidentalización del nombre Abü I-Walïd Muhammad
ibn Ahmad ibn Muhammad ibn Rushd, en árabe أبو الوليد محمد بن أحمد بن محمد بن رشد , digo porque supongo que soléis usar
los nombres en lenguas originales, y el árabe es de lo más común y fácil. En fn, Averroes fue un pensador andalusí
nacido en Córdoba en 1126, y muerto en Marrakech en 1198.
5 Francesco d'Assisi nació en Asís el 5 de julio de 1182, y murió en la misma ciudad el 3 de octubre de 1226. Es el
fundador de la orden franciscana y de las Hermanas Clarisas. Viajó a Egipto para intentar convertir al cristianismo
a los musulmanes. Fue canonizado por la iglesia católica dos años después de morir.
6 Tomás de Torquemada nació en Valladolid en 1420, y murió en Ávila en 1498. Fue el inquisidor general de
Castilla y Aragón en el siglo XV, y confesor de la reina Isabel de Castilla, conocida como Isabel la católica. Fue el
verdadero artífce del Edicto de Granada, mediante el cual se expulsaba de España a todos los judíos a partir del 2
de agosto de 1492. El personaje de Bocanegra de las novelas del capitán Alatriste de Arturo Pérez Reverte, así como
en la película titulada Alatriste, está inspirado en este famoso inquisidor, aunque temporalmente están muy separados.
3. problema que los aristotélicos medievales deben resolver7. Y lo hicieron. Claro que quien lo hizo,
en realidad, fue otro árabe, Avicena8. La idea es muy sencilla, para Aristóteles todo cambio es una
transformación que lleva de ser una posibilidad a ser una realidad, y toda posibilidad debe darse en
una realidad dada, y admitimos la evidencia de que el conocimiento es un proceso de cambio9,
entonces hemos de concluir que debe existir en nuestra mente, en nuestra alma, una realidad dada
que lleve en sí las posibilidades que luego se desarrollarán en lo que llamamos conocimiento, esa
realidad dada es denominada por Avicena: el intelecto activo, que es, evidentemente, inmortal.
De hecho los dominicos lo convertirán en la parte divina de nuestra alma, en lo que de Dios hay en
nosotros. Con ello el problema queda resuelto.
Dentro de los dominicos va a ser Tomás de Aquino10 su gran representante, y la forma
más fdedigna de aristotelismo cristiano. Para Tomás existen dos fuentes de conocimiento,
independientes e igual de válidas, la razón y la fe, que nos ofrecerán tres tipos de verdades: 1) Los
artículos de fe; 2) Las verdades de la razón; y 3) Los preámbulos de la fe. Los primeros son las
verdades accesibles sólo a la fe; las segundas son las verdades comprensibles sólo mediante la razón;
y las terceras son las verdades de fe que la razón puede comprender. Ahora bien, estas tres formas
de la verdad no niegan que sólo exista una sola verdad, al contrario, son tres formas de presentarse
de la única verdad existente. Con ello, y a pesar del avance que la razón ha tenido, la flosofía debe
subordinarse en última instancia a la teología, o ciencia de la fe y del conocimiento divino.
El aristotelismo cristiano, con Tomás a la cabeza, criticará muy duramente las posiciones
platónicas de la patrística; por ello San Anselmo va a ser objeto de duros ataques, pues su
demostración de la existencia de Dios se basaba en el pensamiento platónico. Ahora bien,
Aristóteles debe ofrecer también formas de demostrar, mediante la razón, que Dios existe, o no
podrá ser usado como elemento fundamental de un pensamiento cristiano.
7 Ya os hice una breve mención al problema cuando estudiamos a Aristóteles.
8 Avicena, seguro que ya os lo habéis fgurado, es otra latinización del nombre árabe Abü 'Alí al-Husayn ibn 'Abd
Alläh ibn Sïnä, que a su vez era una arabización de un nombre persa: سيناابو علی الحسين ابن عبدا ابن , y yo doy por
supuesto que el persa es otra lengua que domináis a la perfección. Nació en Bujará en el 980, y murió en Hamadán
en 1037. Era conocido entre sus discípulos como Sheikh el-Raïs, príncipe de los sabios, o el más grande de los médicos, o el
Maestro por excelencia, o el tercer Maestro (después de Aristóteles y Al-Farabi).
9 Cambiamos de no tener unos conocimientos a tenerlos.
10 Patrón de los estudiantes, por si no lo sabíais. Ya hemos visto que está considerado, junto con San Agustín y
Orígenes uno de los tres pilares de la teología cristiana. No se sabe exactamente donde nació, si en la región de
Roma (Lazio) o en Calabria, (el caso es que era italiano); nació en 1224 y murió en 1274 en la Abadía de
Fossanuova. Era hijo de un noble, el Conde de Aquino, quien no deseaba que su hijo tomase los hábitos, así que lo
encerró en una torre de su castillo cuando tenía 18 años y las hormonas salen por los poros sudoríparos; esperaba
que la naturaleza hiciera su trabajo y cediera ante la pasión de una prostituta que le envió para seducirlo. Sin
embargo Tomás cogió una tea de la hoguera de la habitación y amenazó a la pobre y bella prostituta con ella, por lo
que es muy fácil observar imágenes de Tomás con una tea ardiendo muy cerca de él, así como con la prostituta.
¿Qué hubierais hecho vosotros? ¡Sin comentarios! ¡Yo también, ja!
4. El pensamiento de Tomás de Aquino (Non nobis, non nobis, Domine Sed
nomini tuo da gloriam.)
Es necesario comprender, si deseamos entender el pensamiento de Tomás de Aquino, el giro
que representó el fnal de la patrística y el inicio de la escolástica, más allá de la simple apertura de
la cultura gracias a las escuelas. Y hay que entender el pensamiento cristiano que se generó a partir
del siglo X al margen de prejuicios muy instalados en la cultura occidental, (o bien por la defensa a
ultranza de un pensamiento cristiano, o bien por una reacción anti religiosa que desprestigia todo el
pensamiento cristiano por su fuerte relación con la teología)11.
Para entender bien a Tomás de Aquino hemos de pensar el entramado intelectual en el que
escribe sus obras, especialmente la Suma Teológica, y Tomás lo que intentó fue escribir un libro
científco, así que nosotros debemos leer la Suma Teológica dentro de la comprensión del concepto de
Ciencia que existía por aquella época oscura de hambre, pestes y guerras. Y un tema que
preocupaba mucho durante la Edad Media, especialmente durante la baja Edad Media, fue el de
¿cómo puede la Teología pasar a ser una ciencia? Y para responder a esta pregunta hemos de partir
de los trabajos que realizaban estos hombres del Señor.
Veamos, esta gente leía las Sagradas Escrituras, ¡y mucho!, (las Sagradas Escrituras, por si
sois unos ateos recalcitrantes alejados del beneplácito de Dios nuestro Señor y benefactor, son lo
que conocemos con el genérico nombre de Biblia), y para ellos toda problemática intelectual lleva a
la lectura que se haya hecho de las mismas. ¿Qué signifca eso? Pues signifca que ponen en el
centro de su refexión un texto normativo (La Biblia) fuera del cual no hay verdad que valga; y
frente a ese texto sólo cabe una solución: leerlo. Esta lectura lleva, casi por lógica, al comentario y a
la exhortación (¡habéis visto qué culto soy, qué palabras más raras sé usar!). A partir de ese punto
todo el saber intelectual queda subyugado a la comprensión de esa lectura, es decir, cualquier parte
del saber tiene sentido si ayuda a la lectura. Agustín lo había dicho de una forma muy meridiana:
Toda ciencia tiene sentido en tanto en cuanto sirvan para la lectura y comprensión de la Sagrada Escritura. Esto
hace que se dé un paso más en la Normativa, pues esos comentarios y exhortaciones sobre las
Sagradas Escrituras quedan canonizados, y pasan a ser lecturas válidas y correctas de las mismas
Sagradas Escrituras.
A partir de San Agustín, el último de los grandes patrísticos, toda lectura flosófca y
11 Es evidente que tanto en un caso como en el otro nos encontramos ante prejuicios que deben ser desterrados para
realizar una objetiva comprensión del pensamiento de Tomás, y del pensamiento medieval en general.
5. teológica sobre las Sagradas Escrituras no va acompañada por una elucubración hecha por el lector,
sino por las preguntas: ¿Qué dijo San Agustín sobre esto? ¿Qué dijo Orígenes o Justino? Es el
nacimiento de las autoritas12.
Las autoritas eran las autoridades intelectuales del pensamiento patrístico, aquellos a quienes
había que acudir para poder comprender lo que nos resultara incomprensible de las Sagradas
Escrituras, o quienes debían dilucidar sobre una discusión acerca de algún pasaje. Este continuo
recurso a la autoridad moral e intelectual de las autoritas lleva en los siglos IX y X al nacimiento de
un nuevo concepto de dialéctica consistente en el recurso a la lógica de la autoritas, recurso que a su
vez justifcaba a la propia autoritas. La cuestión era muy sencilla, el conjunto de reglas lógicas y
gramaticales que se incluían en la dialéctica servían para poder comprender lo que las autoritas
decían acerca de las Sagradas Escrituras, y a la vez, puesto que gracias a esas reglas habíamos
podido comprenderles resultaba evidente que las autoritas quedaban justifcados dialécticamente.
Pero este tipo de recurso dialéctico llevaba en sí el germen de la destrucción de las propias autoritas,
puesto que plantea, aun sin quererlo, la posibilidad de error de la autoritas. El uso de la dialéctica
lleva implícito la pregunta siguiente: ¿Qué ocurriría si San Agustín no quedase justifcado? Y esa
sola posibilidad comienza a acabar con el tiempo de las autoritas.
En el siglo XII nos encontramos ya ante un pensamiento cristiano muy diferente. Se ha
pasado de la Expositio a la Demostratio, básicamente porque los comentarios de las antiguas autoritas
pueden ser contradictorios entre sí; ahora ya resulta evidente que Agustín y Orígenes no dicen lo
mismo acerca del Génesis, ahora hay que demostrar quién de los dos tiene razón.
Por esta época, siglos XII y XIII, andaban con esos vaivenes intelectuales y teológicos los
sabios cristianos, que llegaron a ser Santos muchos de ellos, cuando se produce la hecatombe de la
aparición de los textos de Aristóteles13 y de su particular concepción de la ciencia.
A partir de este momento se comienza con la discusión de lo que es la Ciencia y se llega a la
famosa sentencia escolástica: Ciencia consiste en que en el alma del hombre quede descrito el orden del Universo.
Tomás se va a enfrentar al aristotelismo de corte averroísta que había llegado a la teoría de
las dos verdades (una verdad para la razón y otra para la fe); para Tomás, como para todo el mundo
cristiano, eso es algo intolerable pues no hay más verdad que la manifestada por Dios. Para evitar
12 Puesto que toda discusión al respecto hemos dicho que llevaba a preguntas como esas, signifca que se reconoce a
Agustín, a Orígenes, a Justino, etc, una autoridad sobre el tema. Por eso se les llama autoritas.
13 Tras el fnal del período helenístico todo el saber griego se refugió en la famosa biblioteca de Alejandría, y a allí
viajaron también los textos de nuestro amigo Aristóteles. Varios incendios provocaron la pérdida de muchos textos,
entre ellos algunos también de Aristóteles. Sin embargo, se sabe que Andrónico de Rodas se llevó los textos, o una
copia al menos, a Roma, la nueva ciudad que marcaba el eje del mediterráneo y por lo tanto del mundo. A partir
de ese momento se pierde la pista de los textos de nuestro querido estagirita y no se vuelven a tener noticias suyas
hasta que aparecen algunos en Bizancio, roto ya el imperio romano en dos. Cuando Bizancio cayó en manos
musulmanas con la primera de las expansiones del Islam se sabe que se produjeron las primeras traducciones al
árabe de los textos de Aristóteles. Al comienzo de la escolástica la cultura árabe está generando pensadores muy
infuidos por el pensamiento de Aristóteles, como Maimónides, Averroes y Avicena. Son los árabes los que
introducen el pensamiento y los textos de Aristóteles en el mundo cristiano a través de las escuelas de traducción que
había en Toledo, Nápoles, y Siracusa. Y en ese momento nos encontramos en nuestro estudio.
6. ese problema Tomás afrma que hay que remontarse a los verdaderos textos de Aristóteles, sin pasar
por la presentación de los árabes; de esa forma favoreció la versión de los textos griegos, y se valió
para tal fn de la gran traducción del célebre Guillermo de Moerbecke14.
Tomás plantea un nuevo aristotelismo basado en ocho puntos derivados del pensamiento del
estagirita:
1) La distinción entre materia y forma para explicar la sustancia;
2) la distinción entre potencia y acto para explicar el cambio;
3) la explicación científca basada en las cuatro causas aristotélicas;
4) la distinción fundamental entre sustancia y accidente;
5) Dios como forma pura;
6) el ser humano como unión sustancial de materia y forma (cuerpo y alma);
7) realismo científco;
8) la felicidad como fn, como eje de la comprensión del comportamiento humano, es
decir, la ética.
Para Tomás existen dos fuentes de conocimiento: Razón y Fe; estas dos fuentes de
conocimiento nos ofrecen tres tipos de verdades (que no es lo mismo que tres verdades diferentes,
Tomás era algo más listo como para caer en una tontería de este calibre):
a) los artículos de Fe;
b) los preámbulos de la Fe;
c) las verdades de Razón.
Los artículos de Fe son aquellas verdades incomprensibles para la razón humana y que el ser
humano alcanza gracias al amor a Dios.
Los preámbulos de la Fe son aquellas verdades que ofrece la fe pero que la razón puede
llegar a comprender.
Las verdades de Razón son aquellas verdades acerca de conocimientos ajenos a la teología y,
por lo tanto, ajenos al trabajo de la fe.
Evidentemente estos tres tipos nos indican la existencia de una sola verdad pues se
diferencian por el camino que elegimos para llegar a ella y no por ella misma; y a la vez supone una
subordinación de la flosofía a la teología pues lleva a la aceptación del pensamiento racional de que
existe un campo de la verdad donde no puede entrar y, por lo tanto, debe obedecer a la fe.
Evidentemente, si la razón lleva a pensamientos contrarios a las posiciones de la fe, entonces no
tenemos otra opción que la de admitir que nos hemos equivocado. A fn de cuentas la escolástica
14 Prolífco traductor medieval nacido en 1215 y muerto en 1286. Su nombre real es Willem van Moerbecke. Era
miembro de la orden de Santo Domingo. Trabajó junto a Tomás de Aquino, al matemático Johann Campanus, el
médico Witelo, y el astrónomo Henry Bates de Malines. Existe una pequeña ciudad griega denominada Merbaka que
parece ser fue nombrada en honor de este estudioso medieval. Ahora bien, célebre, célebre, lo que se dice célebre, pues
se dice para parecer un intelectual.
7. supuso una apertura cultural, pero seguía siendo un pensamiento cristiano, y de los duros, pues se
produce en la época de mayor apogeo de la inquisición en todo el mundo cristiano excepto en
España, donde la inquisición llegó con fuerza algo después.
Este nuevo aristotelismo de Tomás de Aquino le lleva a intentar comprender, como había
hecho Aristóteles en su día, la composición de los seres, y de esa forma llega a la división de estos en
dos categorías radicalmente distintas: El Creador y los seres creados. Los seres creados se dividen a
su vez en dos: Naturales y Espirituales15; la esencia de los seres espirituales es su forma, mientras que
la esencia de los seres naturales es una unión sustancial de materia y forma. El conocimiento de los
seres naturales no parece plantear ningún problema a la “nueva” concepción de Ciencia que ha
llegado con Aristóteles; otra cosa muy diferente será el conocimiento del Creador.
El Creador, o sea Dios, el Todopoderoso, nuestro Señor, el Salvador, el Omnisciente, el
Omnipotente, el Eterno, nuestro Padre, la Providencia, el Altísimo16, es aquel ser cuya esencia es
igual a su existencia. Esta igualdad entre esencia y existencia plantea un problema a la racionalidad
humana, y a partir de ahí Tomás pretende realizar ciencia (teología) acerca de Dios, que nos lleva a
intentar conocer la esencia y la existencia de Dios de forma separada.
De la esencia de Dios sólo podemos llegar a tener un conocimiento aproximado pues su
suprema existencia, y por lo tanto su suprema esencia, es incomprensible a nuestro fnito
razonamiento. Este conocimiento aproximado lo realizaremos mediante tres vías: a) negativa: lo que
Dios no es; b) afrmativa: lo que podemos saber que Dios es; c) eminencia: por serlo todo en grado
sumo. Sí podemos tener un conocimiento más adecuado de los atributos de Dios y que se derivan
de su atributo esencial: Dios es el que es. Los atributos de Dios se dividen en dos: a) Entitativos: lo que
Dios es; b) Operativos: lo que Dios hace.
Ya hemos dicho que la existencia divina es suprema y, por lo tanto, ajena a nuestro pensar
determinado y restringido; por ello la existencia de Dios, siendo evidente per se notum (por sí
misma), no lo es quad nos (para nosotros). Y puesto que la existencia de Dios no es evidente para
nosotros, hemos de concluir lógicamente que debe ser demostrado, abriendo con ello a la razón
nuevamente un campo que pertenecía a la fe. La existencia de Dios no es un artículo de fe (aunque
lo es la existencia per se notum no lo es su existencia quad nos), sino un preámbulo de la fe. Ahora bien,
existen dos tipos de demostraciones de la existencia de Dios que Tomás coge directamente del
pensamiento del gran flósofo macedonio: la demostración Propter Quid (demostración de por
qué una cosa es lo que es), y la demostración Quia (lo que una cosa es). Para Aristóteles la
15 En general se conocen como ángeles a todos los seres celestiales, pero, en realidad, los ángeles del señor se dividen
en tres jerarquías, y cada una de ellas en tres coros, y así tenemos, por orden de su cercanía a Dios nuestro señor:
ángeles del primer coro de la primera jerarquía, llamados Serafnes; segundo coro de la primera jerarquía,
llamados Querubines; tercer coro, llamados Tronos. La segunda jerarquía está formada por los siguientes coros:
Dominaciones; Virtudes; y Potestades. La tercera jerarquía está formada por los coros que a continuación se
nombran: Principados; Arcángeles; Ángeles custodios.
16 ¡Ejem!
8. demostración Propter Quid era mucho más perfecta ya que iba hacia la búsqueda de las causas
primeras de una cosa determinada, mientras que la demostración Quia sólo indagaba lo que una
cosa es de una manera determinada; y de esa forma las recoge Santo Tomás (que era santo, no se lo
vayamos a quitar ahora) al afrmar que el argumento ontológico que había presentado San Anselmo
era una demostración Quia, basada en la idea, noción o defnición de Dios, y afrma que su validez
está, en última instancia, condicionada por la fe, pues sólo la fe puede entregarnos la noción
absolutamente clara de Dios. Frente a eso propone nuestro cristiano pensador una demostración
Propter quid basada en cinco vías que pretenden argumentar flosófcamente a Dios, partiendo
siempre de la existencia del mundo para obtener la existencia de Dios:
1. La vía ex motu, que de la existencia del movimiento se remite a la necesidad de un
primer motor inmóvil, y eso es a lo que todos llaman Dios.
2. La vía ex causa, que de la causalidad vigente entre los fenómenos (por la cual cada
uno de ellos es a la vez causa y efecto de otro) se remite a la existencia de una causa no
causada, y eso es a lo que todos llaman Dios.
3. L a vía ex contingentia, que del carácter contingente del mundo recaba la
existencia de un ser absolutamente necesario, y eso es a lo que todos llaman Dios.
4. La vía ex gradu, que de la existencia de los seres provistos de poderío, inteligencia,
bondad, belleza en grados diferentes recaba la existencia de un ser que posee estas
perfecciones en grado sumo, y eso es a lo que todos llaman Dios.
5. La vía ex fne, que de la constatación de un orden general de los fenómenos, recaba
la existencia de una mente ordenadora, y eso es a lo que todos llaman Dios.
Evidentemente este Dios racionalmente alcanzado no es el de la religión, por eso mismo el
bueno de Tomás hace intervenir en ese momento a la fe, que logra proveerlo de todos los atributos
del Dios cristiano. Os he puesto en cursiva la frase original con la que Tomás termina todas las vías,
¿por qué? Pues porque es una evidencia de cómo Tomas no quiere afrmar que eso es Dios, puesto
que ya ha dicho que no podemos saber lo que Dios es (su esencia) más que de forma aproximada.
¿Cómo saber que ese concepto alcanzado es Dios? Pues para eso recurre a la fe, y de esa forma,
quisiera o no quisiera, lo hiciese a propósito o no, llevó a la fe al servicio de la razón. ¡Qué
grandeza! ¡Apoteósico! ¡Que canten los serafnes y querubines, que los ángeles surquen el cielo en
guirnaldescas formas! ¡Que no haya más feos sin poder.... bueno, ..., esto, ..., perdón, eso es otro
tema.
Las cinco vías presentadas por Tomás están estructuradas de la misma forma: a) Se parte del
mundo sensible, primer paso de información y conocimiento para el pensamiento aristotélico; b) se
establece una cadena causal, la ley de la causalidad gobierna el orden cósmico, toda causa tiene un
9. efecto y las mismas causas provocan los mismos efectos; c) la cadena causal no puede ser infnita17;
d) existe un fn global a la cadena, y ese fn global es a lo que todos llaman Dios.
Es evidente el posicionamiento aristotélico de Santo Tomás, de quien toma sus principales
nociones de potencia y acto, materia y forma; sin embargo, Tomás innova en esas concepciones, la
materia posee una mayor positividad, no la concibe como pura potencia, sino como efectiva
realidad creada por Dios. De hecho a la materia le atribuye una importancia decisiva para el
problema de la individuación. El principio de individuación (es decir, la causa por la que un
individuo es diferente a otro aun siendo del mismo género y especie) debe buscarse en la materia
signata quantitate: Sócrates y Platón no son los mismos individuos, aun perteneciendo a la
misma especie, porque la materia que se une a la forma (o sea, la forma de ser humano) es diferente
en cada uno de los casos, de tal forma que generan una realidad espacio-temporal diferente.
El alma es la forma del cuerpo; la distinción entre individuos es distinción entre la unión
sustancial del cuerpo y el alma, o sea, personas completas. Ni el alma ni el cuerpo pueden signifcar
por sí solos al ser humano. Sin embargo, es evidente que Tomás debe resolver algunos problemas
que plantea una concepción cristiana de Aristóteles, de esa forma justifca la supervivencia del
hombre más allá de la muerte a través de la teoría cristiana de la resurrección de la carne, y así
escribe:
Después de su separación del cuerpo, al alma se encontrará en un estado casi
innatural, hasta que se reúna nuevamente con el cuerpo en la resurrección de éste.
La teoría del conocimiento de Santo Tomás de Aquino. (Infuidos por
esta santidad que rodea las páginas, ya todos lo llamamos Santo).
Nihil est in intellectum quod prius non fuerit in sensu ; y se quedó tan contento cuando lo
dijo... está bien, viendo vuestra penosa poliglotía os lo traduciré para que podáis intentar acceder a
una comprensión reservada para aquellos que como yo nos hemos subido a la nube en la que Dios
puso el pie para subir a la gloria, que eso es la flosofía. En fn que esa latinada signifca lo siguiente:
Nada hay en el intelecto que no haya estado antes en los sentidos . ¿A que suena? Pues claro, si yo sé
que sois muy inteligentes... feos, pero listos... Evidentemente, es un puro posicionamiento
epistemológico de tipo aristotélico.
En este campo, el de la epistemología, Tomás se convierte en el ejemplo perfecto del
aristotelismo anti averroísta.
La mente humana opera sobre los sentidos para alcanzar un conocimiento superior, a
diferencia de los animales. Es el intelecto el encargado de realizar dicha acción, Tomás distingue
17 El planteamiento de una cadena causal infnita derivaba ya con Aristóteles en un orden universal del tipo de
Heráclito o Parménides, y para evitar los mismos problemas que el pensamiento griego había heredado el estagirita
ya “demostró” en su día que la cadena causal no puede ser infnita y, consecuentemente, ha de poseer un inicio.
10. entre intelecto agente (activo) e intelecto potencial (pasivo). El primero tiene la tarea de abstraer lo
universal de los datos sensibles particulares, el segundo de afrmar el fruto de esa abstracción.
Tomás admite que lo universal existe18 antes que nada en Dios (ante rem), luego dentro de
las mismas cosas particulares (in re) y fnalmente en la mente humana (post rem). La abstracción
de lo universal no es una alteración de lo particular, sino una operación dirigida a enuclear19 de lo
particular la impronta que en este procede del universal ante rem existente en Dios, es decir, obtener
la parte universal que hay en cada particular puesto que todo es una creación de Dios. El universal
es algo nuestro, (¡de verdad de la buena!), es un concepto, un concepto basado en el correspondiente
universal in re y, por último, en ese ante rem que está en Dios.
La verdad es para Santo Tomás una adecuación del intelecto al ser; en cualquier orden de
conocimiento el ser es la base del conocer, no el conocer del ser.
Y ahora viene cuando Tomás decide hilar muy fno en su comprensión de Aristóteles para
realizar una conciliación con el pensamiento cristiano; el proceso de abstracción, es decir, el proceso
mediante el cual nosotros somos capaces de obtener el concepto de las cosas, es para Tomás un
proceso específcamente humano, inescindible (¡ahí va otra palabra!) de la realidad individual
constituyente del hombre, una realidad de cuerpo y alma. Para Tomás no es posible separar el
intelecto del hombre, ni siquiera el intelecto agente posee según esa concepción una existencia
propia fuera del individuo real. El intelecto agente (activo) representa el momento activo de la
abstracción, pero se trata de una actividad inserta en la vida concreta del individuo, no de algo
aislado de ella; por eso toda pretensión de separar el intelecto activo para hacer de él un segundo
ser, superior al hombre concreto, constituye para Tomás un verdadero absurdo, una estupidez
supina, en defnitiva: una suprema gilipollez20.
Esa separación del intelecto activo era el punto del aristotelismo averroísta más contrastante
con el dogma cristiano; de ella derivaba, en efecto, la afrmación de que no el individuo humano
sino sólo el intelecto activo es inmortal. Al combatirla Tomás aporta la mayor contribución al
valiente programa de conciliar cristianismo y flosofía aristotélica, como ya he dicho.
Todo el pensamiento tomista puede ser visto como un valiosísimo aporte a la gran batalla
que -en todas las épocas y en los términos aparentemente más diversos- el verdadero flósofo libra
contra la abstracción, en defensa de la viva y concreta experiencia humana.
¡Toma ya!
18 Podemos ver aquí un ejemplo claro de posicionamiento realista. El siglo XIV verá la victoria de la facción
contraria, intelectualmente hablando, los nominalistas.
19 ¡Hala! Ya vuelvo a usar una de esas palabras que demuestran lo inteligente y culto que soy, sólo que en esta ocasión
soy tan culto e inteligente que la palabra ni siquiera aparece como tal en el diccionario de la RAE, aunque sí aparece
en un buen diccionario de uso como es el de Manuel Seco.
20 Gilipollas, otra gran palabra que muy pocos conocen correctamente, pues signifca literalmente ‘tonto de la polla’ o
sea ‘impotente’; aunque todo el mundo la sabe usar, pues está claro a quién hay que aplicarla... a los gilipollas, claro.
11. Juan Duns Scoto21 (¿Scoto, Scoto, a qué me suena eso de Scoto?)
Este fraile franciscano consiguió realizar, paralelamente a Tomás, una interpretación
aristotélica del pensamiento cristiano, aunque se separará del dominico en elementos
fundamentales.
Duns Scoto se lanzó a demostrar, al igual que Tomás, la existencia de Dios a partir de
principios racionales. Uno de los aspectos más interesantes es la agudeza con que demuestra que el
Primer Principio (La causa efciente, o Causa incausada, o acto puro, etc), por ser infnito, por su
propia naturaleza, está dotado no sólo de inteligencia, sino también de voluntad. Con lo cual la
Creación no es un acto de necesidad metafísica, sino de plena libertad divina, lo cual signifca, ni
más ni menos, que la grandeza de la Creación no sólo se la debemos a Dios, sino que debemos
estarle agradecido, pues podría no haberla hecho. Su pensamiento se desarrolla siguiendo un orden
geométrico, a partir de premisas y conclusiones iniciales que se van encadenando hasta el fnal para
construir todo el edifcio racional22.
Empeñado en construir un sistema flosófco sólido y coherente, radicado en la tradición del
agustinismo propio de la orden franciscana a la que pertenecía, abandonó, sin embargo, el
agustinismo de la iluminación por infujo del aristotelismo, que explicaba el conocimiento de las
verdades y esencias universales por medio de la abstracción. Pero se aleja de Tomás en lo
concerniente al conocimiento de las realidades singulares: el entendimiento, para él, conoce
directamente las realidades individuales por medio de una intuición inmediata confusa. Así pues, el
entendimiento capta abstractivamente lo universal y directa e intuitivamente lo individual.
Del agustinismo mantiene el pluralismo de las formas y la primacía de la voluntad sobre el
entendimiento (voluntarismo). Según él, la voluntad no tiende necesariamente al bien como
postulaba Tomás de Aquino, sino que la esencia de la voluntad es la libertad, y precisamente por
ello la voluntad es más perfecta que el entendimiento y superior a él, ya que el entendimiento no es
libre para asentir o disentir de las verdades que capta. El entendimiento es una potencia natural,
pero la voluntad no lo es. Su posicionamiento sobre la preeminencia de la voluntad le acerca a las
posiciones teológicas mantenidas posteriormente por Ockham; de ahí que ambos sean los flósofos
claves para comprender el fnal de la escolástica, y el paso a una nueva etapa.
En el siglo XIV la escolástica va a entrar en crisis debido a las potentes críticas que el
nominalismo va a realizar contra los sistemas flosófcos del siglo XIII, fruto del realismo. El
21 Tenemos aquí a uno de los que merecen estar en cualquier Histeria de la flosofía sólo por su nombre. Es que si te
llamas Duns Scoto triunfas seguro, pero a ver cómo lo haces con Ángel Luis del Barco... como no sea en un culebrón
venezolano de sobremesa.
22 Un tipo de funcionamiento racional que encontraremos nuevamente en el panteísmo racionalista de Spinoza, en su
obra Ética demostrada según el orden geométrico de las cosas. Pero de eso hablaremos más adelante, aunque hablaremos
poco, no os asustéis.
12. nominalismo del XIV, con Ockham23 como gran representante, va a realizar una separación
radical de la razón y la fe, dando con ello un impulso potentísimo, aunque involuntario, al
pensamiento científco y racional; abriendo con ello el camino a las ideas de Copérnico, Kepler,
Galileo, y fnalmente Newton24. Pero es ya gallo de otro cantar. Por ahora basta.
23 William of Ockham, nacido en 1280 y muerto en 1349. Era oriundo de Ockham, un pequeño pueblo de Surrey,
cerca de East Horsley (todo ello en el Reino Unido). Dedicó su vida a la pobreza extrema como buen franciscano y
murió a causa de la peste negra. Fue expulsado de la iglesia y excomulgado por criticar las posiciones de Tomás de
Aquino, teniendo que retirarse a Munich (Alemania) donde la peste acabaría con él.
24 Sobre todos estos pensadores ya os daré la cita pertinente. Pero no os libráis.