1. CUENTO VIAJERO SEGUNDO CICLO:
Hace muchos años, había un hada llamada Roseta. Vivía en el país de
las hadas y tenía mucha relación con las flores. Campanilla, Rocío, Laguna,
Flory y Claudia eran unas flores muy amigas de Roseta.
Todas las flores adoraban a Roseta excepto Flory. Las flores, amigas
de ella, eran muy trabajadoras y juntas creaban la primavera, el verano, el
otoño y el invierno. Pero Flory no ayudaba, no quería ensuciarse, era muy
holgazana y repipi.
Campanilla era muy trabajadora, simpática y alegre. Rocío, Roseta y
Claudia eran muy amigas y trabajaban juntas. Laguna era la flor del agua y
para preparar el invierno Laguna iba al estanque para recoger el agua y la
congelaba, para hacer nieve.
Roseta era una experta jardinera. Se encargaba de organizar a sus
amigas para la primavera y el verano. Claudia era la flor de los animales, ella
se encargaba de que estuviesen bien y de protegerlos. Rocío era la flor de
los colores, daba color a todos los objetos. Y Campanilla se encargaba de
repartir polen para que todas pudieran andar. Flory, refunfuñando, se
encargaba de la construcción de casa – champiñón. Pero nunca terminaba
su trabajo porque se pasaba casi todo el día durmiendo en una tumbona y
cuando se levantaba, comía frutas del árbol mágico.
Un día entre todos, prepararon la fiesta del pijama, Roseta, que tenía
buenas manos, hizo las invitaciones. Pero olvidó la de Flory.
Llegó el día de la fiesta. El Gran Champiñón estaba resplandeciente.
Las flores iban llegando a la fiesta y bebían rayos de luz, néctar de clorofila…
Un grupito de hadas alocadas y alborotadoras dieron la voz de alarma:
- ¡Flory no ha recibido la invitación! – murmullos de sorpresa y
desasosiego poblaron el Gran Champiñón.
Todas conocían su carácter irascible y temían su reacción, estaban
seguras de que haría algo para estropearles la fiesta, pero el tiempo iba
pasando y, como Flory no aparecía, todas pensaron que no se habría
enterando y se fueron olvidando de ella.
Cuando más animada estaba la fiesta y Claudia y Rocío estaban
presentando una coreografía que habían preparado en honor a Roseta,
Flory entró en el Gran-Champiñón con ánimo de estropear la diversión.
Apagó la música gritando muy enojada:
-“¿Por qué no me habéis invitado?”

2. Todo el mundo se quedó callado.
Roseta, avergonzada, le pidió disculpas por no haberle enviado su
invitación. ¡Tenía tantas que hacer que se había olvidado de ella!
Flory estaba tan enfadada que no quiso escucharla y, menos aun,
perdonarla.
Se fue a su casa sin querer hablar con nadie, muy satisfecha porque les
había estropeado la fiesta.
Todas las flores se quedaron muy tristes sin ganas de divertirse y
pensando cómo podían disculparse con Flory. Les daba mucha pena la
pobre Roseta que se echaba la culpa de todo y no sabían qué hacer para
animarla.
Flory seguía muy ofendida pensando qué podía hacer para vengarse de
ellas.
Al día siguiente, todas las amigas de Roseta se reunieron pensar en hacer
algo para animar a la pobre Roseta que estaba muy triste por lo ocurrido.
Campanilla dijo que faltaba una semana para el cumpleaños de Roseta y que
podían darle una sorpresa celebrando una fiesta de cumpleaños.
Todas dijeron que era una gran idea y que se pondrían a hacer los
preparativos para esa fiesta.
Por otra parte la vengativa Flory, pensaba que tenía que dar un escarmiento
a Roseta y sus amigas. Se acordó de la bruja Jennifer que vivía en las
montañas y fue a pedirle que le proporcionara un ungüento que paralizaba

3. durante unas horas a quien lo probara.
Campanilla y sus amigas también decidieron invitar a Flory a la fiesta de
cumpleaños de Roseta para disculparse por el olvido que había tenido
Roseta. En esta ocasión fue Campanilla a llevar en mano la invitación a
Flory.
Flory pensó que esta era la ocasión de vengarse. Haría una gran tarta y le
metería el ungüento que paralizaba a quien lo tomaba.
Cuando llegó el día del cumpleaños decoraron con cintas de muchos colores
el Gran Champiñón y le dijeron a Roseta que la esperaban allí a las cinco de
la tarde para verse con Flory.
Cuando llegó Roseta se llevó una gran sorpresa, pues todas sus amigas la
esperaban con regalos y le cantaron el cumpleaños feliz. También estaba
Flory, y Roseta le llevó un libro de historias fantásticas y muy divertidas que
sabía que le gustaba a Flory.
Flory se emocionó y lloró de alegría al ver lo que Roseta había hecho
pensando en ella. Flory que llevaba su tarta con ungüento, simuló que se
tropezaba y cayó encima de la tarta. Todas se rieron y en ese momento un
gato que pasaba por allí, se acercó a la tarta y se comió un trozo y de pronto
se quedó paralizado como una estatua.
Flory quedó avergonzada, pues todas las flores se dieron cuenta de que la
tarta estaba envenenada y Flory pidió disculpas.
Pero las flores dudaban si perdonarla o no, ya que lo que hizo Flory había sido
adrede mientras que lo de Roseta fue un descuido. Ella les ofreció regalos y
regalos a cambio de que le perdonasen. Las flores tenían un corazón enorme,
pero no eran tontas y sabían que no era la primera vez que las traicionaba.
Entonces, Roseta le dijo:
- No queremos tus regalos. Te perdonaremos si a partir de ahora ayudas
en las tareas del país.
- De acuerdo, lo intentaré – dijo Flory.
El hada Roseta fue diciéndole a Flory sus tareas, mientras esta lo apuntaba en
su agenda “repipi”, pero de papel reciclado: ayudar a Campanilla a repartir el
polen, atrapar los colores del arco iris y guardarlos en los botes para que Rocío
los mezclase, colaborar en la construcción de los copitos de nieve y vigilar que
el río siempre lleve agua junto a Laguna y negociar un pacto con los animales
herbívoros de Claudia para que no coman demasiadas plantas.
Después de una semana trabajando, y cuando ya la habían perdonado, una
mañana las flores se levantan y descubren su país un tanto revuelto. Las ramas
de los árboles estaban partidas, el río casi seco, la casa – champiñón
pintarrajeada, el jardín de Roseta marchitándose, etc.
- ¡Qué ha pasado aquí! – se preguntaron todas a la vez.
Enseguida pensaron que la culpable de todo aquello había sido Flory y fueron a
pedirle explicaciones. Pero lo que ellas no sabían era que habían sido unos

4. duendes traviesos que querían adueñarse de la zona. Flory lo negó todo una y
otra vez pero las flores no la creyeron y se marcharon enfadadas de nuevo.
Flory ya no sabía cómo demostrar que había cambiado. De repente se le ocurrió
ir a casa de la bruja Jennifer para preguntarle si había visto algo de lo que
ocurrió esa noche. Pero la bruja también estaba un poco enfadada con Flory por
no darle la tarta con el ungüento a Roseta, a la que tenía envidia desde hacía
muchos años. Entonces, la hechizó y Flory se convirtió en una ardilla.
Al contrario de lo que parecía, a Flory no le pareció mal esto, pues al convertirla
en ardilla podría desplazarse más rápido que con su antiguo cuerpo y así
encontrar los culpables de aquel destrozo. Para lograrlo, pidió ayuda a un
detective del país vecino, Foxi el zorro plateado. Juntos empezaron una
investigación…
Ao día seguinte, todas as amigas de Roseta reuníronse para pensar en facer
algo para animar á pobre Roseta que estaba moi triste polo ocorrido.
Campanilla dixo que faltaba unha semana para o aniversario de Roseta e
que podían darlle unha sorpresa celebrando unha festa de aniversario.
Todas dixeron que era unha gran idea e que se porían a facer os
preparativos para esa festa.
Por outra banda a vengativa Flory, pensaba que tiña que dar un escarmento
a Roseta e as súas amigas. Acordouse da bruxa Jennifer que vivía nas
montañas e foi pedirlle que lle proporcionase un ungüento que paralizaba
durante unhas horas a quen o probase.
Campanilla e as súas amigas tamén decidiron convidar a Flory á festa de
aniversario de Roseta para desculparse polo olvido que tivera Roseta. Nesta
ocasión foi Campanilla a levar en man a invitación a Flory.
Flory pensou que esta era a ocasión de vingarse. Faría unha gran torta e

5. meteríalle o ungüento que paralizaba a quen o tomaba.
Cando chegou o día dos aniversarios decoraron con cintas de moitas cores o
Gran Champiñón e dixéronlle a Roseta que a esperaban alí as cinco da tarde
para verse con Flory.
Cando chegou Roseta levou unha gran sorpresa, pois todas as súas amigas
esperábana con agasallos e cantáronlle o cumpreanos feliz. Tamén estaba
Flory, e Roseta levoulle un libro de historias fantásticas e moi divertidas que
sabía que lle gustaba a Flory.
Flory emocionouse e chorou de alegría ao ver o que Roseta fixera pensando
nela. Flory que levaba a súa torta con ungüento, simulou que se tropezaba e
caeu encima da torta. Todas riron e nese momento un gato que pasaba por
alí, achegouse á torta e comeuse un anaco, e de súpeto quedou paralizado
como unha estatua.
Flory quedou avergoñada, pois todas as flores déronse conta de que a torta
estaba envelenada e Flory pediu desculpas.
Pero as flores dubidaban se perdoala ou non, xa que o que fixo Flory foi
adrede mentres que o de Roseta foi un descoido. Ela ofreceulles agasallos a
cambio de que lle perdoasen. As flores tiñan un corazón enorme, pero non
eran parvas e sabían que non era a primeira vez que as traizoaba. Entón,
Roseta díxolle:
- Non queremos os teus agasallos. Perdoarémosche se a partir de agora
axudas nas tarefas do país.
- De acordo, tentareino, dixo Flory.
A fada Roseta foi dicíndolle a Flory as súas tarefas, mentres esta apuntábao
na súa axenda repipi, pero de papel reciclado: axudar a Campanilla a repartir
o polen, atrapar as cores do arco iris e gardalas nos botes, colaborar na
construción dos copos de neve, vixiar que o río sempre leve auga xunto a
Lagoa e negociar un pacto cos animais herbívoros de Claudia para que non
coman demasiadas plantas.
Despois dunha semana traballando, e cando xa a perdoaron, unha mañá as

6. flores levántanse e descobren o seu país un tanto revolto. As ramas das
árbores estaban partidas, o río case seco, a casa champiñón pintarraxeada,
o xardín de Roseta marchitándose, etc.
- Que pasou aquí! ? Preguntáronse todas á vez.
Enseguida pensaron que a culpable de todo fora Flory e foron pedirlle
explicacións. Pero o que elas non sabían era que foran uns trasgos travesos
que querían apropiarse da zona. Flory negouno todo unha e outra vez pero
as flores non a creron e marcháronse enfadadas de novo.
Flory xa non sabía como demostrar que cambiara. De súpeto ocorréuselle ir
a casa da bruxa Jennifer para preguntarlle se vira algo do que ocorreu esa
noite. Pero a bruxa tamén estaba un pouco enfadada con Flory por non darlle
a torta co ungüento a Roseta, á que tiña envexa desde facía moitos anos.
Entón, enfeitizouna e Flory converteuse nun esquío.
Ao contrario do que parecía, a Flory non lle pareceu mal isto, pois ao
convertela en esquío podería desprazarse máis rápido que co seu antigo
corpo e así atopar os culpables daquela desfeita. Para logralo, pediu axuda a
un detective do país veciño, Foxi o raposo prateado. Xuntos empezaron unha
investigación…
La Flory, saltant d'arbre en arbre va arribar al cau del detectiu Foxi i va trucar
a la porta. Va esperar una estona i res. Va tornar a picar i res. Després d'una

7. hora la Flory va decidir mirar per una petita finestra i es va quedar glaçada
amb el que va veure: el Foxi portava posats uns cascos de música i, amb
una raqueta i una perruca llarga, feia veure que era una estrella del rock i no
sentia el timbre.
La Flory va decidir entrar perquè la porta estava oberta. El Foxi estava
d'esquena i la Flory li va tocar l'espatlla. Quin ensurt! El detectiu va pegar un
bot i la raqueta, la perruca i els cascos van sortir disparats.
− Qui ets esquirol traidor? Sóc cinturó negre de karate.
− La Flory estava quieta i se'l mirava mentre el detectiu feia tota mena de
moviments estranys sense sentit. De sobte, la Flory va esclatar a riure
panxa enlaire i no podia parar. Quan es va tranquilitzar, va contar al Foxi
tot el que havia passat i ell la va escoltar atentament.
− D'acord, t'ajudaré. Estàs davant del detectiu més valent i famós del bosc.
− El Foxi es va posar l'uniforme oficial de detectiu: gavardina, barret, ulleres
de sol i lupa per tal que no se li escapés cap pista.
Van començar a buscar pistes a la vora del riu que s'havia assecat i al fang
van trobar unes petitíssimes petjades molt sospitoses. El Foxi treure el seu
mòbil i va començar a fer fotos.
Després van anar al jardí de la Roseta i van veure les flors gairebé mortes. Al
costat d'una rosa que estava molt marejada, la Flory va trobar tres barrets
molt petits de follet.
De sobte, la Flory va sentir un crit:
− NO POT SER!!!
− Què passa Foxi? M'estàs espantant!!
− Mira aquí, a la façana de la casa-bolet, hi ha uns símbols estranys pintats
amb colors que només es poden veure amb la meva lupa.
− Els pots llegir?- va preguntar la Flory.
− És clar! Sóc el millor!
− No et facis el xuleta i dis-me què hi diu el missatge.
− “MEH TATSE SLE STELLOF IPPIP I KUNAN”
− No entenc res.

8. − “Hem estat els follets Pippi i Nanuk”- va dir el Foxi.
− Qui són aquests?- va preguntar la Flory.
− Són dos follets tocats del bolet.
− Els hem de trobar però...com ho farem?
− Pensa Flory, hem trobat tres barrets de follet, només cal que anem al
poble dels follets que es diu Petilàndia i busquem tres follets sense barret i
amb les sabates brutes de fang i les mans plenes de pintura màgica.
En un segon van arribar a Petilàndia i es van haver de fer petits amb la
màquina de l'encongiment que havia a l'entrada del poble.
Van fer un pregó per tal que tots els follets del poble es presentessin a la
plaça amb els seus barrets.
Així ho van fer, hi havia gairebé cinc-cents follets. Van començar a mirar i tots
portaven barret.
Havia barrets de tots colors però, de sobte, la Flory i el Foxi van veure una
cosa molt estranya: un follet amb una gorra del Barça, un altre amb un barret
de copa i un altre amb un barret xinès.
− Eh! Vosaltres tres, atanseu-vos -va dir molt seriós el Foxi.
Aquells tres follets tenien tanta por que van començar a tremolar, van caure i
van rodolar fins als peus de la Flory.
− Perdoneu-nos, no ho volíem fer. La bruixa Jennifer ens va obligar perquè
si no, ens volia fer menjar verdura cada dia i a totes hores.

9. − Sabeu el mal que ens heu fet?- va dir la Flory. Ara es pensen que jo tinc la
culpa.
− Però, perquè la bruixa Jennifer volia fer mal a les fades?- va preguntar el
Foxi tocant-se la barbeta i amb un posat de detectiu interessant...Es va
− rascar el nas d'un cantó, després de l'altre cantó, va tancar els ulls i...va
fer un salt!!
− JA HO TINC!! VISCA!! SÓC EL MILLOR!!SÓC EL MÉS GUAPO!!
− Eh! Eh! Foxy!- va cridar la Flory- Prou! Sembles boig!
− És que estic molt content! Tinc la solució!
− Vols deixar de caminar de cap per avall? Vols fer el favor de dir-nos la
solució?- va dir la Flory una mica enfadada i atabalada.
− Bé, d'acord. Mireu, la bruixa Jennifer no vol ser bruixa, vol ser una fada
del bosc igual que tu i les teves amigues.
− Però, perquè no li ha dit a la Gran Fada si la pot convertir? Ens hauríem
estalviat molts problemes.
− El millor és que li preguntem a ella, oi Jennifer?
− Com?- va exclamar la Flory amb sorpresa- On és la bruixa Jennifer?
− A sota del teu cul- va contestar el Foxy- estàs asseguda a sobre d'ella.
La Flory, que estava asseguda sobre una pedra grossa, va fer un bot i va
veure com la pedra es movia i es convertia de mica en mica en la bruixa.
Els tres follets traïdors i coverds, es van amagar sota una fulla perquè tenien
por que la bruixa els castigués per haver-ho contat tot.
− Molt bé Foxi, ets més espavilat del que em pensava. Estic sorpresa...És
cert, tota la meva vida he desitjat ser una fada i fer les coses que fan les

10. fades.
− Estic farta de fer por i de viure com una bruixa lletja i bruta. Vull ser
bonica, fer coses bones i tenir cura de la natura.
− He estat molt de temps enfadada i rabiosa però ara no, ara estic molt
penedida per tot el que us he fet i us demano perdó. Si voleu, us
prepararé una gran festa amb els meus poders màgics perquè ho passeu
tots superbé.
− D'acord Jennifer- va dir la Flory molt contenta_ vull dir-te en nom de tots i
totes que et perdonem i que volem que visquis amb nosaltres al bosc.
Encara que siguis una bruixa, pots ser una bruixa bona que és molt
semblant a ser una fada.
− VISCA! VISCA! Cantem i ballem per celebrar-ho- van cridar contents els
tres follets sota la fulla.
La festa va ser la millor que s'havia fet mai al bosc. Fins i tot va haver un
gran concert de rock protagonitzat pel gran Foxi amb la seva perruca llarga.
La Campanilla, la Roseta, la Claudia i la Laguna van demanar perdó a la Flori
i totes van ser molt felices amb la Jennifer, la seva nova amiga.
FIN