El autor reflexiona sobre las "contrapedagogías cotidianas" que enfrentan los profesionales de la educación debido a normativas e iniciativas administrativas que se alejan de los fines educativos. Argumenta que las normas institucionales deberían potenciar el desarrollo profesional docente pero en cambio promueven tareas burocráticas que no mejoran la enseñanza. Esto somete a los profesores a escenarios estériles que alienan su intelecto pedagógico en lugar de valorarlo.

1. He decidido compartir una reflexión que escribí cuando trabajaba en un lugar llamado ESCALAE y
que en su momento me causo mucho interés y tan sólo coloco el logo de mi universidad como
acto conmemorativo.
Breves reflexiones sobre las cotidianidades
contrapedagógicas.
A la luz de la realidad los profesionales de la educación demuestran día a día su capacidad de
defensa ante los constantes arrebatos administrativos, superfluas iniciaciones, acciones y
normativas institucionales que para englobarles usare la idea de que a mi parecer se presentan
como “contrapedagogías”.
La naturaleza, razón y plataforma argumentativa que constituye el modelo de acción de todo
profesional es gestado durante el acto formativo de toda profesión (facultades universidades,
centros de formación, etc.) con ello el profesional es provisto de las herramientas cognitivas y
científicas que justificarán su ejercicio, así las normativas institucionales en que se desempeña
cualquier profesional deberán promover y potencializar el desarrollo como el ejercicio del
profesional en miras de un crecimiento institucional, considerando que el desarrollo del recurso
humano está en estrecho vinculo con el fortalecimiento crecimiento de toda empresa
Desafortunadamente el marco institucional en que el docente como profesional de la educación
se desarrolla presenta un carácter impositor de banalidades envuelto en una normativa cuyos
fines se hallan desviados y cuyas bases se apartan del carácter educativo de toda institución
escolar.
En el marco de esta carencia de sentido los docentes se ven inmersos en una constante
contrapedagogía en la que su profesionalismo se ve cuestionado, por la estreches de una
normativa limitativa a configurar una imagen que no asegura el mínimo de calidad educativa, y
más aún alejada de toda finalidad educativa.
La administración educativa, en su mayoría, promueve normas que van del cumplimiento de la
carga horaria, entregas administrativas, vestimenta formal, procedimiento vacios, etc. etc. sin
tocar si quiera superficialmente el cómo se enseña, estas acciones derivadas de la poca
adecuación que algunas escuelas tienen respecto del perfil de los integrantes de la administración
educativa y por consecuencia la falta de justificación pedagógica sobre lo que incumbe a la mejora
educativa someten al conjunto de profesores a escenarios estériles de desarrollo profesional,
mejora continua.

2. Mientras las decisiones de la administración educativa continúen respondiendo únicamente a
factores externos del desarrollo pedagógico de las clases, la dinámica fomentada inicialmente al
interior de la escuela será de una alienación1 docente en detrimento del intelecto pedagógico del
profesional de a educación.
La construcción de normativas de la instituciones escolares…
Este texto quedo pendiente pero en breve espero terminarlo
Formateado y escrito por:
Isaac Carrillo Jiménez
Fecha de elaboración 19 de febrero de 2012
1
1 Alteración temporal o permanente de la razón y de los sentidos: el abuelo sufre una alienación preocupante.
2 Pérdida de la personalidad, la identidad o las ideas propias de una persona o de un colectivo debido a la influencia o dominación de otra