El documento ofrece consejos sobre cómo guiar a los adolescentes a medida que maduran. Sugiere otorgarles independencia pero también orientarlos, enseñarles a anteponer el deber al placer y recompensarlos por ello, y establecer reglas claras pero hacerlas respetar con amor y firmeza. También enfatiza la importancia de escuchar a los adolescentes y encomendar sus problemas a Dios.