2. Los insectos en su conjunto, representan
la mayor biomasa sobre la tierra. Su
masa corporal está constituida por un
alto porcentaje de proteína.
› El uso alimenticio de artrópodos adultos o
inmaduros, especialmente de la clase
insecta es común en diversas partes del
mundo.
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3. La palabra entomofagia, deriva de las
voces griegas: éntomos, "insecto", y
phăgein, "comer". Combinado ambos
términos significa la ingesta de
insectos, como fuente alimenticia.
Como punto de información la
palabra es bastante nueva.
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4. De los cientos de miles de especies de
insectos catalogadas, más de dos mil son
utilizadas como alimento por cerca de tres
mil grupos étnicos en más de 120 países.
El mayor grupo de insectos comestibles son
los coleópteros (468 especies), seguido de
los himenópteros (351 especies), ortópteros
(267 especies) y lepidópteros (253 especies).
› De éstas el 83% pertenece a insectos del ámbito
terrestre y solo el 17% a ecosistemas acuáticos
continentales. El 55,8% de ellas se consume en los
estadios inmaduros (huevos, larvas, pupas y
ninfas), y el 44,2% en estado adulto, pero algunas
especies se consumen en cualquier estado de
desarrollo (Ramos-Elorduy, 2004).
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5. Según la FAO, el consumo de insectos a
nivel mundial es de 2.5 mil millones de
personas. Principalmente en Asia, África y
América Latina, donde el comer insectos
forma parte de una dieta común (FAO,
2004).
› Más de 1 400 especies de insectos son
consumidos por el ser humano en todo el
mundo, y la mayor parte son cosechado en
los bosques naturales. Los insectos comestibles
de los bosques son una importante fuente de
proteínas y, a diferencia de los procedentes
de las tierras agrícolas, no están
contaminados de plaguicidas (Vantomme,
2010).
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6. En el caso del Perú, el consumo de
insectos se encuentra ampliamente
distribuido en los grupos étnicos de la
selva. En la sierra los registros son casi
inexistentes de esta práctica.
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8. Los saltamontes son insectos importantes en la alimentación de
diversas tribus indígenas. Las ninfas (en la estación de las lluvias)
y los adultos (en la estación seca) de Rhammatocerus
schistocercoides , formando parte de la dieta por lo menos una
vez al día, tostados o en forma de polvo (Embrapa, 2000).
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9. El único reporte que se conoce sobre la utilización
de cucarachas como alimento en Brasil ha sido
publicado por Schaden (1938 in Lenko y Papavero,
1996), que afirmó que los indios Xokleng del estado
de Santa Catarina aprecian mucho comer las
cucarachas probablemente de la especie
Periplaneta americana L.
Blattidae - Periplaneta americana L.
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11. Wallace (1854) registró el consumo del
membrácido Umbonia spinosa
(Fabricius) en el norte de Amazonas.
Membracidae - Umbonia spinosa (Fabr.)
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12. Lenko y Papavero (1996) reportan que las larvas de
Scarabaeidae y Buprestidae son, tal vez, las más
importantes fuentes alimenticias en materia de
insectos. Se aprecian las larvas del escarabajo
Geniatosoma nigrum (Ohaus) de la subfamilia
Melolonthinae .
larvas de Pachymerus nucleorum Fabricius , que se
localizan en los frutos de babaçu (Attalea speciosa
Mart. ex Spreng.), son ítems alimenticios importantes.
› P. nucleorum se nutre del endocarpio del coco, su sabor es
delicado y exquisito, ya que los sabores son dados por las
especies lipídicas que constituyen sus grasas, que son
transferidas y sinergizadas en el propio insecto.
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13. las larvas de Dynastes hercules (L.) creyendo que los
poderes especiales asociados con el tamaño de
estos animales (casi 150 mm) podrían ser adquiridos
consumiéndolos. Se dice que su carne blanca y
tierna tiene sabor de tocino.
De los insectos comestibles de Sudamérica, el gorgojo de la
palma, Rhynchophorus (= Calandra) palmarum L.
(Curculionidae), parecería tener el potencial más grande de
producción en masa y de comercio. Este insecto desde hace
mucho tiempo es "semi-cultivado" por poblaciones indígenas en
Brasil.
Los adultos de Ulomoides dermestoides (Fairmaire)
(Tenebrionidae), se comen como fortificante energético.
Conocido como el "bichito del amor", este insecto aún es
cultivado a nivel familiar como un recurso nutracéutico, pues es
consumido como un fortificante y para el tratamiento de la
impotencia sexual, inflamación de ojos y reumatismo (Costa Neto,
1999).
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15. De los insectos comestibles, se dice que las hormigas son las
preferidas en las regiones tropicales. Los individuos alados,
especialmente las hembras de las hormigas cortadoras del
género Atta, han sido ampliamente usados como alimento
en Brasil, tanto en los medios urbanos como en los rurales.
› las hembras de Atta sp. con arroz y fríjol como sustituto de la
carne.
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16. La miel producida por ciertas avispas,
especialmente del género Brachygastra (=
Nectarina), es consumida por muchas
comunidades Rhinostomus barbirostris.
También las larvas y pupas contenidas en los nidos
se aprovechan como alimento.
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17. Nueve especies, incluyendo Apis
mellifera L., son semidomesticadas o de
algún modo manipuladas.
› Las larvas y pupas de siete de ellas sirven como
alimento: Trigonna angustula Latreille,
Oxytrigona tataira (Smith), tres especies más de
Oxytrigona, Trigona spinipes (Fabricius) y Trigona
chanchamayoensis Schwarz.
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20. Diversos estudios han demostrado que la “carne” de
insectos está compuesta de las mismas substancias
encontradas en la carne de los vertebrados de
amplio consumo como la vaca, el cerdo, la gallina y
el pescado. Una de las principales diferencias se
encuentra en el valor cuantitativo: un insecto, como
la hormiga Atta cephalotes, por ejemplo, posee
42,59% de proteínas contra 23% en el pollo y 20% en
la carne bovina (Myers, 1983).
› De hecho, los insectos contienen altas cantidades de
proteínas y lípidos y son ricos en sodio, potasio, zinc,
fósforo, manganeso, magnesio, hierro, cobre y calcio, y
muchas especies son ricas en vitaminas del grupo B,
como tiamina (B1), riboflavina (B2) y niacina (B6) (Ramos-
Elorduy et al., 1997, 1998a, 1998b).
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21. Los lípidos que constituyen sus grasas son,
en su mayoría, del tipo insaturado y
polinsaturado y, así, son los necesarios
para el organismo y no dañinos.
› Los tipos de lípidos encontrados en los insectos
comestibles son: ácidos capróico, caprílico,
cáprico, láurico, oleico, linolénico, esteárico,
palmítico, mirístico, entre otros. De esa
manera, la mayoría de estos insectos proveen
la energía necesaria para realizar diferentes
tareas y funciones orgánicas (Ramos- Elorduy,
2004).
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22. Los insectos comestibles son calificados
como concentrados proteínicos, ya que
su digestibilidad tanto in vitro como in
vivo está por encima del 60%, oscilando
del 64% al 87% (Ramos-Elorduy et al.,
1984).
› Es evidente que el exoesqueleto quitinoso no
es digerible por el ser humano, pero el
exoesqueleto constituye apenas una
pequeña parte de la biomasa total (cerca del
4% en las orugas) y no afecta al valor nutritivo
de los insectos como alimento (Berenbaum,
1995).
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23. Cuando se discute sobre recursos alimenticios, es
necesario tener en consideración su adaptación al
ser humano.
En lo que se refiere a los insectos, es importante
reconocer que muchas especies obtienen toxinas de
sus plantas nutrientes o pueden producir sus propias
toxinas, volviéndose no comestibles (Miller, 1997).
Además, si una persona es alérgica al consumo de
camarones o langosta, debe prestar atención
especial a la ingestión de insectos, pues parecen
existir alergenos comunes en los miembros del
phylum Arthropoda (Phillips, 1995).
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24. Existen alrededor de 1.500 variedades comestibles y cada
uno tiene un sabor peculiar. Sin embargo, se pueden
hacer ciertas generalidades.
En muchos lugares, comer insectos está de moda. El año
pasado, la ONU recomendó su consumo y un estudio
publicado en la BBC estima que forman parte de la dieta
habitual del 80% de la población. Ahora, hasta a los hijos
de Angelina Jolie y Brad Pitt les gusta comer grillos.
En nuestro país se acostumbra a comer suri y siqui sapa,
dos gusanos de la selva que se preparan a la plancha,
fritos, en anticuchos o macerados. Si alguna vez has
tenido la oportunidad y el valor-de probarlos, sabrás más
o menos qué se siente comer un insecto, y a qué saben. Si
no, a continuación te damos una idea.
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25. “Los grillos, por ejemplo, saben como un
camarón almendrado, mientras que la
mayoría de larvas que he probado
saben a hongos almendrados. Mis dos
favoritos, las orugas de la polilla de cera
(conocidas como “gusanos de cera”) y
las larvas de abejas, saben a piñones del
árbol enoki y rebozuelos (un tipo de
hongo) con tocino, respectivamente”
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27. ORTIZ (2010). Plantea varias
formas de preparación en
la que destacan las fritas,
salteadas o la más
novedosa que consiste en
un macerado en agua
ardiente (cañazo) con un
poco de miel de abeja. De
igual manera aconseja que
antes de probarla se debe
cortar los dientes, patas y
alas. Todo lo demás,
cabeza y sobre todo
abdomen (cola) son
comestibles. Frita sabe a
cacha salada y al ser
sacada del macerado tiene
un agradable dulzor.
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29. DELGADO Y COLABORADORES
(2008). Afirma que la larva de
suri juega un papel importante
como fuente proteica de
muchos pueblos indígenas
amazónicos, las personas
colectan las larvas de los
troncos caídos, los comen
directamente o los llevan a sus
casas para comerlos asados; el
aceite es extraído para sazonar
la comida y utilizado en la
medicina tradicional para curar
bronquitis, el reumatismo, la
pulsaría, etc. Además acota
que hoy en día las larvas
preparadas en sus diferentes
formas son parte del menú que
ofertan lujosos restaurantes en
la ciudad de Iquitos y la capital
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32. Desde tiempos antiguos los insectos y algunos
productos extraídos de ellos han sido usados como
recursos terapéuticos en los sistemas médicos de
muchas culturas alrededor del mundo (Costa Neto,
2005)
El registro de la utilización de insectos como
agentes medicinales significa una aportación
relevante al fenómeno de la zooterapia, y abre
nuevas perspectivas para la valoración económica
y cultural.
Los insectos parecen una fuente muy importante
para el descubrimiento de compuestos bioactivos.
Sin embargo, son necesarios más estudios
bioquímicos y farmacológicos de estas especies
que desemboquen en nuevas drogas que mejoren
la salud humana.
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39. Los insectos son bastantes hábiles en lo que se refiere
a la síntesis de compuestos químicos – feromonas de
alarma, de apareamiento, descargas defensivas,
venenos y toxinas, los cuales son secuestrados de las
plantas o de las presas que consumen y
posteriormente transformados para su propio uso.
› Debido a la gama de substancias biológicamente activas
presentes en sus cuerpos, los insectos siempre han sido
considerados como una fuente principal de terapéuticos
potenciales, y ello incluye moléculas que matan células
cancerígenas, proteínas que previenen la coagulación
de la sangre, enzimas que degradan pesticidas, proteínas
que brillan en la oscuridad, peptídos y toxinas
antimicrobianos etc. (Trowell, 2003).
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41. Por otro lado, de la quitina de diversas especies
de insectos son extraídos productos con
propiedades farmacológicas, tales como agentes
anticoagulantes, hemostáticos, reductores del
colesterol, transportadores no alergénicos de
drogas etc. (Diehl, 2003).
El quitosán, un compuesto derivado de la quitina,
posee actividades antimicrobianas y ha sido
usado para reducir el nivel de colesterol, para
reparar tejidos (por ejemplo, piel quemada,
úlceras causadas por la mala irrigación sanguínea
y escaras), como un anticoagulante y hasta
incluso para fabricar lentes de contacto
(Goodman, 1989).
El quitosán también tiene aplicaciones en la
industria cosmetológica, como componente de
cremas humectantes y champús.
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42. Miles de los insectos útiles como recursos
medicinales son recolectados directamente en la
naturaleza, muertos y exportados ilegalmente a
algunos países desarrollados para ser usados de
varias maneras, inclusive como remedios.
Thémis (1997) afirma que el valor comercial de
productos basados en la hormiga Polyrhachis
vicina Roger comprende cerca de US $100
millones. En China, esta especie de hormiga es
utilizada como fuente de alimento y como una
panacea para aliviar una gran cantidad de
enfermedades.
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43. Se necesitan implementar más investigaciones
farmacológicas y bioquímicas para evaluarse
la verdadera eficiencia de las especies de
insectos regularmente utilizadas en las
medicinas tradicionales. Además, a través del
comportamiento del insecto también se
puede llegar a descubrir los compuestos útiles
(Joyce, 1992).
› Dicho abordaje ha sido llamado de "deducción
bioracional", es decir, la prospección química
usándose en la aplicación sistemática del
conocimiento de la biología adaptativa de los
organismos orientada hacia la solución de los
problemas de los seres humanos (Eisner in Beattie,
1992).
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44. Zimian et al. (1997), debemos esperar las siguientes etapas:
1. Identificación taxonómica de los insectos involucrados
en los sistemas médicos tradicionales;
2. Investigación teórica y básica, especialmente en los
campos de toxicología, farmacología y componentes
químicos de los insectos medicinales;
3. Protección hacía la sobreexplotación para garantizar
el uso sostenido y para evitar la destrucción de las
cadenas alimenticias naturales, especialmente donde los
enemigos naturales de plagas están involucrados;
4. Reducción en la aplicación de pesticidas para evitar
posibles cambios en la composición bioquímica de las
especies utilizadas terapéuticamente;
5. Desarrollo de un patrón de control de calidad en las
especies comerciales para garantizar la seguridad y la
eficacia del medicamento en las personas".
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