2. CONEJOS
Uno de los usos más frecuentes de los conejos en los
laboratorios es la producción de anticuerpos, empleados para
detectar la presencia o ausencia de la enfermedad, así como para
investigar enfermedades infecciosas y en inmunología
3. MONOS
Sus similitudes genéticas con los seres humanos los convierten en
los candidatos ideales para llevar a cabo pruebas de seguridad de
fármacos nuevos, así como para estudiar enfermedades
infecciosas o el cerebro. Pero dichas semejanzas también plantean
cuestiones éticas sobre su utilización en experimentos científicos
4. RATONES
Aunque no son los únicos animales que se emplean en los
laboratorios para llevar a cabo investigaciones in
vivo, ratones y ratas son los más utilizados porque sirven como
un valioso ejemplo para averiguar cómo reacciona el organismo
de un mamífero frente a una agresión, una infección o una
intoxicación experimental.