6. ENFOQUES SOBREPESO Y OBESIDAD
6
Sobrepeso, obesidad y diabetes:
Diversos enfoques para su estudio
Juan Manuel Muñoz Cano
Coordinador
Universidad Juárez Autónoma de Tabasco
8. ENFOQUES SOBREPESO Y OBESIDAD
8
Comité dictaminador
Laurence Annie Marchat Marchau
Es doctora en biología molecular. Es Profesor Investigador del Instituto
Politécnico Nacional, Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía y
coordinadora del Programa de Maestría (en el PNP) y Doctorado en Bio-
medicina Molecular de la misma dependencia. Sus líneas de generación y
aplicación del conocimiento son: biología molecular de Entamoeba histo-
lytica; obesidad, leptina y acupuntura; marcadores en cáncer de mama. Ha
realizado más de 30 publicaciones entre artículos científicos, capítulos de
libros y notas científicas en revistas internacionales principalmente. Es
miembro del Sistema Nacional de Investigadores con nivel I, recibe la
Beca COFAA del IPN nivel IV y la Beca EDI del IPN nivel 8.
Ana Magdalena Solís Calvo
Maestra en ciencias con la especialidad en investigación educativa, egre-
sada del departamento de Investigaciones Educativas del Centro de Inves-
tigaciones y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional. Li-
cenciada en Educación por la Universidad Pedagógica Nacional. Profesora
de educación preescolar y primaria. Profesora de posgrado de la Universi-
dad Mexicana. Es directora editorial de Ediciones Regina, asesor pedagó-
gico de diversas editoriales y autora de libros de texto y materiales digita-
les para los tres niveles de educación básica y media superior. Tuvo a su
cargo la coordinación de los Posgrados Nacionales de las Escuelas Nor-
males del país en la Dirección General de Profesionales de la Educación
de la Secretaría de Educación Pública.
Juan Bello Domínguez
Doctor en Sociología por la Universidad Nacional Autónoma de México.
Es Profesor Investigador de la Facultad de Estudios Superiores Aragón de
la UNAM y Profesor Investigador Invitado por la Universidad Sao Paulo,
Brasil. Distinción como Líder del Desarrollo en América Latina otorgado
por el Senado de la Nación Argentina. Distinguido por el PROMEP y el
Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) de México como
Investigador Nacional y Miembro del Sistema Nacional de Investigadores
(SNI) Nivel I. Miembro del Consejo Honorífico Internacional de la ―Dis-
tinción de los Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas‖, otorgada en
la Universidad de Sao Paulo, en Brasil. Es Miembro del Observatorio
Interdisciplinar de Políticas Públicas de la Escuela de Artes, Ciencias y
Humanidades de la Universidad de Sao Paulo, Brasil.
Rodolfo Uribe Iniesta
Doctor en Sociología por El Colegio de México. Es Investigador Titular
del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la Universi-
dad Nacional Autónoma de México. Sus líneas de interés son Estudios
Regionales, Relación Medio Ambiente y Cultura. Miembro del Sistema
Nacional de Investigadores Nivel II. Ha sido investigador invitado en el
Instituto de Estudios sobre Iberoamérica y Portugal de la Universidad de
9. POBREZA-IGNORANCIA-DIABETES
9
Salamanca, España (1995-1996) y Visiting Fellow del Australian National
Centre for Latin American Studies de la Australian National University en
Canberra (2010). Asesoró la Coordinación de Apoyo a Comunidades
Indígenas de la Universidad de Guadalajara. Ha realizado trabajos de
consultoría en Desarrollo Regional y Sustentable para el PNUD, el Banco
Mundial y el INI. Ha sido asesor del Seminario Nacional de Investigación
en Educación a Distancia y Tecnologías para el Aprendizaje. Coordinó
investigaciones en campo en Tabasco para la Universidad de California;
fue jefe de investigación del IV Comité Regional de la CONALMEX-
UNESCO e investigador de la DESIC de la Secretaría de Educación,
Cultura y Recreación del Gobierno de Tabasco.
Fabio Germán Capul Magaña
Doctor en Ciencias para el Desarrollo Sustentable por la Universidad de
Guadalajara. Fue director de la Escuela de Biología de la Universidad de
Occidente en Los Mochis, Sinaloa. Investigador Titular B en el Departa-
mento de Ciencias Biológicas del Centro Universitario de la Costa de la
Universidad de Guadalajara. ―Presea al Mérito Académico‖ en 1999 y el
―Premio a la Vinculación, Difusión y Comunicación de la Ciencia‖ en el
2003 por la Universidad de Guadalajara. ―Premio Vallarta 2005 en el Área
de Ecología‖ por el Pueblo y el Gobierno del municipio de Puerto Vallar-
ta. Investigador Nacional Nivel I del Sistema Nacional de Investigadores.
Paulino Ponce Campos
Biólogo egresado de la Universidad Autónoma de Guadalajara (1988-
1992), con maestría en Ecología en el CUCBA, Universidad de Guadala-
jara (1999-2003). Ha colaborado en planes y propuestas de conservación
como el Plan de Ordenamiento Ecológico de Jalisco. Es miembro del
grupo de especialistas en cocodrilos de la IUCN (CSG/IUCN/SSC), ha
participado como responsable del área de investigación del grupo para la
Conservación, Manejo y Aprovechamiento Sustentable de los Crocodylia
en México. Participa en diversas reuniones nacionales e internacionales
para evaluación de la distribución del riesgo de extinción de anfibios y
reptiles de México para la UICN y revisor de la Norma Oficial Mexicana,
parte Anfibios y Reptiles. Participa como árbitro de las revistas Acta
Zoológica Mexicana, Mexicana de Biodiversidad y Boletín de la Sociedad
Mexicana de Herpetología.
10. ENFOQUES SOBREPESO Y OBESIDAD
10
Introducción general
Este volumen es uno de los compromisos que se establecieron
como productos del proyecto Prevención y tratamiento de la
obesidad desde la niñez: estrategia para disminuir la inciden-
cia de las enfermedades crónicas no transmisibles, financiado
por los Fondos-Mixtos CONACYT-Gobierno del Estado de Ta-
basco con clave TAB-2008-C13-93673.
La idea que permeó ese proyecto fue generar propuestas
que se puedan desarrollar para resolver los problemas derivados de
los factores que han producido cambios en los patrones de consu-
mo en la población que se traducen en el aumento de la prevalen-
cia de sobrepeso, obesidad, diabetes mellitus tipo 2, entre otros
graves problemas de salud, propuestas que deben partir de nuevas
maneras de analizar la realidad, pues los métodos con que se ha
hecho no permiten afrontarla. Por otra parte, la educación, tanto en
el sistema formal como en el informal, enfocados a transmitir de
manera lineal un conocimiento que ha de construirse, fracasa al no
tomar en cuenta que se aprende para situaciones de la vida real, y
que se aprende con componentes altamente emotivos. En tercer
lugar, el sólo percibir el problema como de enfermedades que se
deben tratar no analiza los componentes motivacionales necesarios
para que la gente logre su empoderamiento para la salud, entendida
como bienestar, no sólo ausencia de enfermedad, estos enfoques
no se promueven.
El primer capítulo es Pobreza, ignorancia, diabetes: El
futuro dice presente, es un ensayo de José Luis Cortés Peñaloza.
La idea central es que a mayor educación no ha de confundirse con
cobertura o acceso a niveles escolares pues la escuela actual no
educa para la vida. Así, en México el promedio de escolaridad es
de 7.7 grados, 41 millones de personas carecen de educación bási-
ca completa, en el 20% del sector social más pobre del país, la
escolaridad tiene un promedio de 3 grados, y el sistema escolar es
deficiente en todos los niveles, ya que de acuerdo al CENEVAL
los jóvenes ingresan como reprobados al nivel superior, toda vez
que sólo 15.6% tienen niveles bueno y excelente.
11. POBREZA-IGNORANCIA-DIABETES
11
En Estudio de influencias de ambiente obesogénico en
escolares de Villahermosa, Tabasco, de Juan Manuel Muñoz
Cano, Juan Antonio Córdova Hernández, Soledad Pérez Sánchez y
Pedro Ávalos Córdova, se analizan las condiciones de escolares de
una escuela urbana desde el enfoque multinivel. Se encuentra que
todos los escolares están en el mismo ambiente obesogénico, y no
se encuentran diferencias significativas entre los comportamientos
de los que se consideran con peso deseable de los que tienen so-
brepeso o están obesos. Desde esta perspectiva, al no existir dife-
rencias de comportamiento, hay grandes probabilidades de que las
niñas y los niños con peso deseable sean obesos a menos de modi-
ficar los elementos del ambiente obesogénico.
El tercer capítulo es Evaluación de actitudes y compor-
tamientos socioculturales en escolares, de Juan Manuel Muñoz
Cano, Isis Rivera Fócil y Yuliana de los Ángeles Aparicio Zapata.
Se realizó este trabajo desde el enfoque multinivel con el propósito
de aplicar y evaluar una propuesta de educación para la salud sus-
tentada en el constructivismo, ya que se encontró que los estudian-
tes tienen información suficiente pero que existe desconexión entre
la escuela y la vida real. Durante el taller se negoció con los niños
y las niñas para elaborar metas, estrategias y acciones para trans-
itar a prácticas del estilo de vida saludable.
Margarita Hurtado Badiola realizó “Dime qué comes…”.
Una herramienta para la investigación participativa, resultados
de trabajo comunitario con el fin de desarrollar una investigación
participativa con grupos de mujeres del estado de Morelos. Duran-
te el juego se encontró que ha aumentado el consumo de alimentos
de alto valor calórico y bajo valor nutrimental, así como de refres-
cos embotellados, ha disminuido la capacidad de autoabasto y son
escasos los huertos familiares y la crianza de animales domésticos.
De ese modo se generó la reflexión colectiva, la recuperación de
saberes populares y la puesta en común de la información, para la
construcción de alternativas de solución a sus problemas de ali-
mentación.
En otro contexto y con otro instrumento, en Hábitos de
abasto en familias rurales de Tabasco, de Ana Julia Santos Ra-
mos, Juan Manuel Muñoz Cano y Juan Antonio Córdova Hernán-
dez, se tienen observaciones semejantes. Se partió de información
con entrevistados claves de seis comunidades rurales para elaborar
un diagnóstico de hábitos de consumo y del origen de su abasto.
Las familias de la encuesta dependen de alimentos foráneos, tanto
industrializados como no y son escasos los productos artesanales
por lo que son necesarios proyectos sustentables ya que se ha pro-
ducido proletarización de los campesinos.
12. ENFOQUES SOBREPESO Y OBESIDAD
12
Viridiana Olvera Hernández y Guadalupe Concepción
Pérez Torres, en Papel protector del almidón resistente en el
síndrome metabólico, hacen una breve revisión de proyectos de
investigación que se han realizado en la División Académica de
Ciencias de la Salud en la identificación de factores protectores,
con apoyo de la Unidad de Producción y Cuidado y Experimenta-
ción Animal que se encuentra en el mismo campus.
Los problemas derivados de un sistema de educación su-
perior rígido, entendido como el que se empeña en que se aprenda
todo y se sepa todo, se analizan en Obstáculos curriculares a la
formación de la competencia del médico de Juan Manuel Muñoz
Cano. Partiendo de que hay una preocupación global por cambiar
la educación, presenta las experiencias que se tuvieron con estu-
diantes de medicina en el tránsito a formar capacidades de la com-
petencia del médico.
En el capítulo Modelo integral para prevención y ma-
nejo de obesidad infantil, de Juan Manuel Muñoz Cano, Karina
Ramos Hernández, Leonor Alvarado Cortés y Xavier Miguel Bol-
do León, se realiza una propuesta de atención encaminada a proce-
sos educativos. A diferencia de los enfoques centrados en los tra-
tamientos, o los educativos donde se hace énfasis en que las niñas
y los niños, y luego los jóvenes memoricen y repitan consignas, se
plantea que es necesario un enfoque educativo hacia la integralidad
de la atención para afrontar el problema de salud constituido por el
sobrepeso y la obesidad en México, que considera los estándares
internacionales y nacionales para la atención ya que cualquier
institución del sector forma parte del sistema integrado de servi-
cios, lo cual debe expresarse como un sistema de atención conti-
nuada.
Por último, se encuentra el Manual de procedimientos.
Unidad de prevención para niños con sobrepeso/obesidad, de
Juan Manuel Muñoz Cano, Karina Ramos Hernández y Leonor
Alvarado Cortés.
҉
El proyecto no termina en este punto. Las propuestas necesitan
desarrollarse y retroalimentarse. Por eso, se continúa con Estrate-
gia de intervención educativa para la salud alimentaria, que
contará también con apoyos de Fondos-Mixtos CONACYT-
Gobierno del Estado de Tabasco con clave TAB-2010-144012.
13. POBREZA-IGNORANCIA-DIABETES
13
El propósito de esta investigación participativa que inicia
es facilitar la formación de capacidades en los docentes en servicio
de educación primaria para que promuevan la modificación de los
hábitos de consumo y de costumbres entre sus alumnos y sus fami-
lias para alcanzar un estilo de vida saludable. El enfoque de esta
propuesta por desarrollar, se configura en el análisis de los inte-
reses, percepciones y motivaciones de los niños y los jóvenes del
nivel escolar en contraposición de las centradas en la explicación,
la repetición de definiciones, y en el examen.
Las perspectivas que plantea esta nueva propuesta se re-
fieren a construir un pensamiento crítico que permita fortalecer las
capacidades necesarias para afrontar, desde lo individual y fami-
liar, así como desde la escuela, un problema que rebasa esas áreas
de influencia pero que deben ser el inicio de una reconfiguración,
además, de una visión Universidad-sociedad. En este enfoque, lo
social como globalidad requiere de respuestas que la ciencia utili-
taria no puede proporcionar. Las respuestas necesitan de una pro-
ducción científica que integre los valores éticos del científico, así
como el repensar acerca de las influencias que lo social como
globalización, que responde a intereses minoritarios, tiene en esa
producción científica y tecnológica.
14. ENFOQUES SOBREPESO Y OBESIDAD
14
Índice
Pobreza, ignorancia, diabetes. El futuro dice pre-
sente
José Luis Cortés Peñaloza
1
Estudio de influencias de ambiente obesogénico en
escolares de Villahermosa, Tabasco
Juan Manuel Muñoz Cano, Juan Antonio Córdova
Hernández, Soledad Pérez Sánchez, Pedro Ávalos
Córdova
13
Evaluación de actitudes y comportamientos socio-
culturales en escolares
Juan Manuel Muñoz Cano, Isis Rivera Fócil,
Yuliana de los Ángeles Aparicio Zapata
41
“Dime qué comes…”. Una herramienta para la
investigación participativa
Margarita Hurtado Badiola
57
Hábitos de abasto en familias rurales de Tabasco
Ana Julia Santos Ramos, Juan Manuel Muñoz Cano,
Juan Antonio Córdova Hernández
75
Papel protector del almidón resistente en el
síndrome metabólico
Viridiana Olvera Hernández y Guadalupe
Concepción Pérez Torres
91
15. POBREZA-IGNORANCIA-DIABETES
15
Obstáculos curriculares a la formación de la com-
petencia del médico
Juan Manuel Muñoz Cano
99
Modelo integral para prevención
y manejo de obesidad infantil
Juan Manuel Muñoz Cano, Karina Ramos
Hernández, Leonor Alvarado Cortés, Xavier Miguel
Boldo León
125
Manual de procedimientos. Unidad de prevención
para niños con sobrepeso/obesidad
Juan Manuel Muñoz Cano, Karina Ramos
Hernández, Leonor Alvarado Cortés
139
16.
17. Pobreza-ignorancia-diabetes.
El futuro dice presente
José Luis Cortés Peñaloza1*
1
División Académica de Ciencias de la Salud,
Universidad Juárez Autónoma de Tabasco
Avenida Méndez 2838-A, Tamulté,
Villahermosa, Tabasco, México, C.P. 86150
*Email: JLCPenaloza@gmail.com
1 Introducción
Este año de 2010, la Nación Mexicana cumplió 200 años de inde-
pendencia y 100 de una revolución campesina. Como país, duran-
te este tiempo, México se convirtió en 32 entidades federativas con
sustanciales diferencias en el desarrollo económico de cada uno de
ellas, pero sin integración étnica y cultural –mucho menos aprecio
y respeto a esa diversidad cultural— ni en su aspecto doméstico y
tampoco en su relación con las demás entidades que conforman la
federación. Después de cada uno de estos sucesos el Estado Mexi-
cano emergió como el administrador de recursos naturales y po-
tenciales de este país y de sus leyendas históricas; estas últimas,
han sabido mantenerlas vigentes los indígenas, a pesar de las polí-
ticas de homogenización y transculturización. Esto no será ni en el
corto ni mediano plazo. En cuanto a los recursos naturales, reno-
vables o no, se han visto y manejado siempre cómo patrimonio de
quienes administran el Estado, no como recursos del territorio o la
nación.
Las características socioculturales y económicas son pro-
ducto de esta particular visión de Estado que además, se modifica
con cada cambio de administración, cada sexenio, sin que se iden-
tifiquen avances importantes y fortalezas sustanciales. La inserción
de México en acuerdos como el Tratado de Libre Comercio, y
pertenencia a agencias como la Organización de Comercio y Desa-
rrollo, implican presiones en la forma como se administran, no
sólo los recursos nacionales, sino también las políticas públicas, y
de ello la salud y la educación. Los administradores públicos
quizás consideren que siempre se podrán encontrar fórmulas para
18. ENFOQUES SOBREPESO Y OBESIDAD
2
presentar una nación, un país y un Estado integrado y con elevados
ideales humanistas y solidarios, pero la dura realidad nos despertó
antes del amanecer y el futuro ha llegado adelantado y sin pregón.
Una somera reflexión de la manera en que se ha llegado al
futuro en los aspectos de salud, educación y pobreza, que por su
impacto directo sobre el ochenta por ciento de la población del
país, son indicadores primarios del nivel en que se ubica México a
doscientos años de su independencia y a cien de su revolución. La
insalubridad, la ignorancia y la pobreza forman uno de los muchos
nudos gordianos de la problemática del estado Mexicano. A conti-
nuación se analiza uno de tantos problemas de salud pública, la
diabetes mellitus de tipo 2.
La diabetes era considerada en el decenio pasado una en-
fermedad preponderante en las naciones del primer mundo, ac-
tualmente, de acuerdo a la OPS, la diabetes mellitus tipo 2 pero es
un problema de salud pública de proporciones epidémicas en los
países en vías de desarrollo y aún cuando hay información sobre
las causas y los mecanismos de acción celulares y bioquímicos
involucrados con este padecimiento, las estrategias para su preven-
ción son hasta la fecha insuficientes. En los hechos, la diabetes ha
rebasado todos los pronósticos que los modelos estadísticos formu-
lados en base a la información proporcionada por encuestas ad hoc
que predecían cómo sería el crecimiento de esta enfermedad y los
índices de crecimiento se han visto superados aún en sus más altas
expectativas (Izquierdo et al., 2010).
La Organización Mundial de la Salud estimaba en los 90
que México tendría 2.18 millones de personas con diabetes en el
año 2000; sin embargo, la Encuesta Nacional de Salud, efectuada
por el Instituto Nacional de Salud Pública, contabilizó 3.65 millo-
nes de enfermos de diabetes, 67% más de lo calculado.
De acuerdo con la información disponible en 1995 por la
Secretaría de Salud, México estaba en el 10° lugar mundial con 4
millones de enfermos y se esperaba que hasta el año 2025 pasaría a
ocupar el 7° lugar con 12 millones; sin embargo, el Secretario de
Salud reconoció la existencia de 10 millones de casos en diciembre
de 2010, 500 mil cada año desde 2006 (FMD, 2010), y 6,35 millo-
nes desde el 2000, esto es, México se adelantó en 15 años al
pronóstico de enfermos. En el IMSS ―es de los principales motivos
para consulta en medicina familiar y especialidades, de atención
hospitalaria y muerte‖ (Fernández, 2010).
La diabetes mellitus de tipo 2 es la primera causa de mor-
talidad según la Organización Panamericana de Salud y se predi-
cen 100 mil muertes por diabetes, lo que muestra 40% de incre-
mento al número de muertes de 2006. En 1998, por cada defunción
19. POBREZA-IGNORANCIA-DIABETES
3
por diabetes registrada únicamente en el IMSS se presentaron 8
nuevos casos, lo que significa que en ese año se diagnosticaron 38
nuevos diabéticos cada hora en el territorio nacional (Figura 1).
Figura 1. Mortalidad por diabetes mellitus tipo 2 de 1990 a 2005. En el eje
de las X los años. La población en miles. Fuente: Fernández, 2010.
Para puntualizarlo textualmente, en palabras del Secreta-
rio de Salud de México en el Día Mundial de la Diabetes del 2009:
―Es la primera causa de muerte, hay un costo elevado de la aten-
ción, los servicios de hospitalización están saturados y representará
una amenaza potencial que podría causar mayores problemas en la
operación de los servicios de salud por los elevados costos de
tratamiento y sus complicaciones‖.
En efecto, el alto costo de tratamiento, las horas de trabajo
perdidas por cada empleado de diabetes son, para un país como el
nuestro, situaciones en extremo difíciles ya que el promedio de
edad por muerte prematura debido a la diabetes es en nuestro país
de 57.1 años, lo que significa 13 años potenciales de vida y al
menos 7 años de vida productiva por individuo en promedio.
Pero si el presente se ve complicado, el futuro a corto y
mediano plazo se avizora aún más complejo y esto es debido a que
para el caso particular de la diabetes confluyen, aparte del proble-
ma clínico en sí, otros factores también muy importantes y que
tienen que ver con la explosión demográfica de la población dia-
bética, que son la educación y la pobreza.
25.7 27.1 28.2 29.5 30.3 33.3 34 36
41.7 45.5 46.5 49.8 54.8 57.8 62 67
10 11.5 12.1 12.6 13.3 14.8 15.7 16.5 19.1 21.3 21.7 23.5 25.9 27.2 28.1 29.8
90 91 92 93 94 95 96 97 98 99 0 1 2 3 4 5
Mortalidad por DM2
General IMSS
20. ENFOQUES SOBREPESO Y OBESIDAD
4
Respecto a la educación, es un lugar común decir que ésta
es la herramienta más eficaz para combatir la desigualdad econó-
mica entre los distintos sectores socioeconómicos del país y que
permite la capilaridad hacia los estratos económicamente privile-
giados. Ante problemas como el de la diabetes, si la información y
la educación son cruciales y requieren de la participación coordi-
nada entre las autoridades responsables de la educación pública y
la salud en México, se convierten en problemas de más difícil
solución ya que la escuela en México no enseña a pensar ni a re-
solver problemas: en las evaluaciones PISA, elaboradas por la
OCDE se encuentra que mientras los estudiantes del norte de Eu-
ropa sus adolescentes tienen capacidades para pensamiento com-
plejo, pues el trabajo escolar se orienta al desarrollo de competen-
cias clave (OCDE, 2005), en México se pretende enseñar bajo el
paradigma ya superado de la transmisión lineal del conocimiento.
Figura 2. Fuente: Boletín de la Práctica Médica Efectiva. Instituto Nacio-
nal de Salud Pública, 2006
Actualmente, uno de cada 3 niños mexicanos de 11 años
presenta sobrepeso y obesidad, lo que significa que con los datos
del INEGI 2009. 30 % de la población de nuestro país están en
camino de ser sujetos diabéticos a mediano y corto plazo, si a esto
se suma que en la población adolescente el sobrepeso y la obesidad
afectan al 40% (Figura 2), entre los 20 y 70 años la prevalencia es
del 70 % y que para los adultos mayores de 50 años el porcentaje
sube a 85 %, en 10 a 20 años en un escenario optimista, siete de
60%
40%
Prevalencia obesidad en adolescentes, 2006
Peso sano
Obesidad
21. POBREZA-IGNORANCIA-DIABETES
5
cada diez de los mexicanos serán diabéticos, con los altos costos
en salud que tendrán que orientarse hacia los servicios que este
tipo de pacientes planteará así como los elevados costos que signi-
ficarán para la economía la enorme cantidad de horas-trabajo-
hombre perdidas por incapacidad para laborar debido a este pade-
cimiento.
Tenemos como país un futuro nada halagüeño, no sólo en
cuestiones de salud, sino también en economía y en educación y
esto es debido a que una está relacionada estrechamente con las
otras y esta dependencia mutua significa que no hay manera de
formar una escala jerárquica y decir que una es la que urge solu-
cionar y proponer acciones inmediatas y posponer las otras para
mejores tiempos.
Figura 3. Sobrepeso y obesidad gris oscuro. Peso deseable gris claro.
Fuentes: ENSANUT de México, 2006. Proyecto NAOS de España, 2006.
Es cierto que este problema no es privativo de México,
pues en menor o mayor grado afecta a todas las naciones del mun-
do, pero la manera como enfrentarlo sí corresponde en primera
instancia exclusivamente a nosotros. Las demás naciones tendrán
su propia problemática, y no sería prudente mantener una esperan-
za de ayuda externa como cuando sucede un cataclismo natural.
España, entre otros, inició en 2006 un proyecto integral que inclu-
ye políticas públicas para disminuir el impacto de la mercadotecnia
en el consumo, y en ese año su prevalencia de esas condiciones era
16%, 10% menos que en México (Figura 3). En otras palabras, lo
22. ENFOQUES SOBREPESO Y OBESIDAD
6
que no hagamos los mexicanos por la salud de las generaciones
futuras, difícilmente lo harán otros, es verdad que suena terrible
pero es el escenario más probable.
Tomando en cuenta que no es posible resolver el proble-
ma de salud pública de la diabetes en México sin tomar en cuenta
factores como la educación y la economía del grueso de la pobla-
ción, quizás sería más conveniente considerar que la solución
adecuada debe ser integral, es decir que se deben generar medidas
que vayan incidiendo de manera paralela en los principales ele-
mentos de nuestra problemática nacional, esto conlleva a enfrentar
la diabetes como problema de salud de los mexicanos pero tam-
bién implementar estrategias en el combate a la pobreza y la defi-
ciente educación, este trinomio de flagelos que hacen estragos en
la población nacional, pues así como la diabetes tiene que ver con
la educación, la calidad de esta tiene que ver con el ingreso de los
individuos y esto conlleva a relacionarla con la pobreza.
2 Diabetes y niveles escolares
La mejor forma de enfrentar al problema de salud pública que es la
diabetes, es mediante la educación. La prevención es la táctica más
segura y económica para controlarla pero esto sólo es factible en
una sociedad bien informada, en particular sobre los procesos
fisiológicos de la nutrición así como de la cantidad y calidad de los
nutrientes adecuados según edad, género y actividad.
Para aplicar la información sobre procesos fisiológicos
concernientes a la nutrición en las personas sanas y diabéticas y su
cuidado, el requisito sine qua non es que debe primero mejorarse
la educación, desde la básica hasta en el nivel profesional. Sin una
educación diferente no es posible construir las actitudes de afron-
tamiento necesarias, ni las modificaciones para la transición al
estilo de vida saludable.
La Constitución de la República establece que la educa-
ción básica comprende desde preescolar hasta la secundaria, y
mejorar sustancialmente estos niveles es ya es para México por sí
sólo un enorme reto. Según informes de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) México ocupa
desde 2007 uno de los últimos lugares entre los 30 países que
conforman la organización.
23. POBREZA-IGNORANCIA-DIABETES
7
Tabla 1.
Escala de PISA
Nivel Media
OCDE
Regularmente, qué pueden hacer los
estudiantes en cada nivel de la escala
6 1.3 (0) Pueden, de manera consistente, identificar,
explicar y aplicar conocimientos científicos
y sobre las ciencias en una variedad de
situaciones de vida complejas...
5 9 (0.3) Pueden identificar los componentes científi-
cos de muchas situaciones complejas de la
vida, aplicar a estas situaciones tanto con-
ceptos científicos como sobre ciencia y
evaluar evidencia científica apropiada para
responder a situaciones de la vida real...
4 29.3
(3.2)
Trabajar efectivamente con situaciones y
eventos que pueden involucrar fenómenos
explícitos que les exijan hacer inferencias
sobre el papel que juegan en ellas las cien-
cias o la tecnología...
3 56.7
(14.8)
Pueden identificar temas o eventos científi-
cos claramente descritos en una variedad de
contextos. Pueden seleccionar hechos y
conocimientos para explicar fenómenos y
aplicar modelos sencillos o estrategias de
investigación…
2 80.8
(30.8)
Tienen conocimiento científico suficiente
para dar explicaciones posibles en contextos
que les son familiares o para deducir conclu-
siones basadas en investigaciones senci-
llas…
1 94.8
(32.8)
Tienen un conocimiento científico tan limi-
tado que lo pueden aplicar solamente a unas
pocas situaciones que les sean familiares…
Inferior
nivel 1
0 (18.2) Sin cualificaciones ya que se agregó para
países, como México, cuyos jóvenes esta-
ban debajo de la escala…
Nota: Resultados de la evaluación en 2006. Junto a las cifras
promedio de los países miembros, entre paréntesis, las de México.
Fuente: OCDE.
24. ENFOQUES SOBREPESO Y OBESIDAD
8
Como puede leerse en la tabla 1, mientras que en el pro-
medio de los países de la organización, 94,8 de sus adolescentes
están en el nivel 1, para países como México, con sólo 32,8%, se
debió crear el nivel inferior a 1.
De la misma manera, mientras que 29,3% de los adoles-
centes promedio se encuentran en el nivel 4, con posibilidades de
desarrollar un sistema científico y tecnológico, sólo 3,2 de México
lo logran. De acuerdo con la evaluación efectuada en diciembre de
2009 el 50% de los jóvenes de hasta 15 años tuvieron en rendi-
miento escolar cero de calificación en habilidades científicas, ma-
temáticas y de lectura y menos del 1 % estaba en condiciones de
competitividad con estudiantes de la misma edad de los otros paí-
ses miembros de la OCDE. Esto se correlaciona con la tendencia
macroeconómica de México, prestar servicios de bajo valor agre-
gado, en vez de promover el crecimiento de la ciencia, su aplica-
ción como tecnología y la elaboración de patentes (Viniegra y
Viniegra, 2010).
Figura 3. Fuente: Unidad de Evaluación de Proyectos y Políticas Educati-
vas de la SEP, 2008
Ahora bien, si con los estudiantes que están registrados en
el sistema escolar básico mexicano, los cuales son conducidos en
su instrucción a través de una escolaridad formal y a pesar de ello
en la evaluación de la OCDE reprueban, entonces, que desconoz-
can los aspectos básicos de una adecuada nutrición es sólo corola-
3.4
12.2
37.8
46.6
Nivel de egreso del bachillerato
Excelente
Bueno
Elemental
Insuficiente
25. POBREZA-IGNORANCIA-DIABETES
9
rio del grave problema educativo que padecen los niños mexicanos
y de ahí que el 33 % de ellos tenga problemas con su sobrepeso y
obesidad.
Pero eso no es todo, pues en México el promedio de esco-
laridad es de 7.7 grados, además, 41 millones de personas carecen
de educación básica completa y en el 20% del sector social más
pobre del país, la escolaridad tiene un promedio de 3 grados y
tenemos un índice de analfabetismo del 10%. Por otra parte, el
sistema escolar es deficiente en todos los niveles, ya que de acuer-
do ala Unidad de Evaluación de Proyectos y Políticas Educativas
de la SEP, 2008, los jóvenes ingresan reprobados al nivel superior,
universidades y tecnológicos, toda vez que sólo 15.6% tienen nive-
les bueno y excelente (Figura 3).
Es muy difícil realizar encuestas sobre la diabetes en estos
sectores poblacionales, pero si en los jóvenes que asisten a las
escuelas se tienen los problemas ya descritos de sobrepeso y obe-
sidad, factiblemente se puede esperar que en los que no han tenido
acceso a la educación básica o en los que cursaron una fracción de
la misma los problemas de sobrepeso y obesidad sean aún mayores
y por esta deplorable situación están en un alto riesgo de desarro-
llar la diabetes.
3 Factores económicos y niveles de educación
Los niveles educativos se asocian frecuentemente con los ingresos
económicos y con los patrones de consumo, con el argumento de
que al tener menor capacidad de consumo se tiende a compensar la
calidad de los alimentos con la cantidad, y si esto es así, entonces
existe un elevado riesgo en las poblaciones sin educación escolari-
zada.
Por otra parte, se tiene que la definición clásica de pobre-
za es la falta de acceso o dominio de los requisitos básicos para
mantener un nivel de vida aceptable, en base a esto una persona
será pobre si no tiene para adquirir la suficiente comida o carece
de acceso a una combinación de servicios básicos de educación,
salud, agua potable, sistemas de saneamiento adecuados y un lugar
de residencia estable y seguro.
Los economistas frecuentemente utilizan el ingreso como
una medida representativa de la pobreza pues es el ingreso el que
hace factible la atención a las necesidades básicas de alimentación,
educación y salud.
26. ENFOQUES SOBREPESO Y OBESIDAD
10
Por esta razón, sería conveniente para la sociedad mexi-
cana que la mayoría de las estrategias para combatir a la pobreza
estuvieran orientadas a la generación de empleos con ingresos bien
remunerados y el aseguramiento y fortalecimiento de los ingresos
de la población económicamente activa. Esto no es lo que está
sucediendo, puesto que de acuerdo con el Instituto Nacional de
Geografía y Estadística (INEGI), la tasa de desocupación en la
población económicamente activa se ubicó como promedio en 3.97
en el año 2008, aumentó en 2009 a 5.48 y según lo reportado por
el INEGI para los primeros meses de este año, en el caso más
optimista, se mantendrá esta tasa de desempleo. En otras palabras,
no se está resolviendo el problema de generación de empleos, el
desempleo está creciendo y de manera paralela la dificultad de
alcanzar estándares óptimos en vivienda, alimentación y educa-
ción.
La solución para este problema por parte de las adminis-
traciones públicas y que se efectúa desde hace una década ha con-
sistido en proporcionar compensaciones a quienes se ubican por
debajo de la ―línea de pobreza‖ mediante programas específicos de
―enfocamiento de los pobres‖.
Mediante estos programas se les entrega algún tipo de
ayuda compensatoria alimenticia y de salud a los sectores más
necesitados, se va atendiendo el problema día con día, pero mien-
tras no se tengan estrategias para que cada familia sea autosufi-
ciente en el abastecimiento de sus insumos básicos para una vida
decorosa, el problema no se solucionará y el paliativo que se les
proporciona únicamente mantiene esta situación sin cambios y
dicha ayuda sólo garantiza que los problemas y tensiones sociales
que se generan en esta parte de la sociedad se mantengan dentro de
ciertos márgenes de control político y no se desborden.
Empero, con 4 millones de mexicanos sobreviviendo co-
mo sea con 13 pesos (un dólar) por día, con 14.5 millones de
mexicanos subsistiendo con menos de 30 pesos por día (2.5 dóla-
res), y 40 millones medio viviendo con 60 pesos (4.5 dólares) al
día suman 58 millones de mexicanos pobres, según la Secretaría
del Desarrollo Social de México. El Banco Mundial exhibe las
mismas cifras pero en dos clasificaciones: 40 millones de pobres y
18 millones en la pobreza extrema.
En esta relación pobreza-ignorancia-diabetes se debate el
grueso de la población de México, dando vueltas en un laberinto
de tres compartimentos interconectados entre sí y del cual aparen-
temente es un círculo vicioso. ¿Esto es verdaderamente así?, sólo
enfrentando estos tres problemas de manera integrada y organizada
27. POBREZA-IGNORANCIA-DIABETES
11
en un plan de largo aliento, se podrá ser optimista en el futuro que
como nación estamos construyendo.
Referencias
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tualizados al 24 de diciembre de 2010. FMD URL:
http://www.fmdiabetes.org/v2/paginas/d_numeros.php
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ción derechohabiente del IMSS, 1990-2005. Rev Med Inst Mex Se-
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Práctica Médica Efectiva, 2006. URL:
http://www.insp.mx/Portal/Centros/ciss/nls/boletines/PME_14.pdf
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para desarrollar diabetes mellitus tipo 2 en una comunidad rural de
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definición y selección de competencias clave. Resumen ejecutivo.
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http://www.deseco.admin.ch/bfs/deseco/en/index/03/02.parsys.78532
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resultados por entidad federativa: Tabasco. Secretaria de Salud. 2007.
URL: http://www.insp.mx/ensanut/sur/Tabasco.pdf
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la tecnología a abatir la pobreza? Ciencia, 2010;61(4):46-55. URL.
http://www.amc.unam.mx/
29. Estudio de influencias
de ambiente obesogénico
en escolares de
Villahermosa, Tabasco
Juan Manuel Muñoz Cano1*
,
Juan Antonio Córdova Hernández1
,
Soledad Pérez Sánchez2
,
Pedro Ávalos Córdova1
1
División Académica de Ciencias de la Salud,
Universidad Juárez Autónoma de Tabasco
Avenida Méndez 2838-A, Tamulté,
Villahermosa, Tabasco, México, C.P. 86150
2
Universidad Popular de la Chontalpa
*E-mail: juan.munoz@dacs.ujat.mx
Resumen
Se realizó este trabajo para evaluar la prevalencia de sobrepeso y
obesidad en niños, las consecuencias metabólicas de este fenóme-
no, identificar factores de riesgo, así como la percepción que los
menores tienen del problema de salud. Desde el enfoque multini-
vel se estudió a 57 escolares de una escuela urbana de Villahermo-
sa, Tabasco, localizada en la cercanía de tres unidades deportivas.
Se emplearon los instrumentos del NSW Schools Physical Activity
and Nutrition Survey. En la evaluación antropométrica se encontró
que el 42.3% de los escolares presentaron sobrepeso u obesidad.
No se encontraron diferencias significativas entre los comporta-
mientos de los escolares (comer viendo la televisión, escaso con-
sumo de fitolípidos, tener pocas horas de actividad o prácticas
como intentar bajar de peso mediante dietas o el vómito) por deba-
jo o arriba del punto de corte para determinar el peso sano. Es
posible que niñas y niños con peso sano que conviven dentro del
mismo ambiente obesogénico puedan desarrollar sobrepeso y obe-
sidad, así como las enfermedades crónicas no transmisibles que
son consecuencia.
Palabras clave: Sobrepeso y obesidad infantil; ambiente obesogé-
nico; análisis multinivel: factores asociados al sobrepeso y la obe-
sidad.
30. ENFOQUES SOBREPESO Y OBESIDAD
14
1. Introducción
El aumento de la prevalencia del sobrepeso y obesidad en la po-
blación general, y más dramáticamente en niños, es un problema
global. Se afirma que México es el país que tiene el crecimiento
más acelerado en el nivel de prevalencia de sobrepeso y obesidad
en niños, aunque sólo se tienen estudios limitados en posterioridad
a la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) de
2006. Una de las dificultades para definir obesidad o sobrepeso es
el punto de corte para determinar peso sano (PS), ya que no hay
correspondencia estrecha entre los resultados de las distintas tablas
de referencia (Ramírez et al., 2006). Aunque desde el 2006 el
Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), en concordancia con
las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud
(OPS, SF), estableció el percentil ≥ 75 de las tablas de la Organi-
zación Mundial de la Salud para sobrepeso, y el percentil ≥ 85 para
obesidad. Estudios en México se han realizado con el punto de
corte definido en ≥ 85 para sobrepeso y ≥ 95 para obesidad (Ba-
cardí et al., 2007; Balas et al., 2008; Tavera et al., 2008; Velasco
et al., 2009; Camarillo et al., 2010; Castañeda et al., 2010).
Otra de las dificultades en la definición de parámetros de
obesidad y sobrepeso, es la tabla de referencia para el punto de
corte. La International Obesity Task Force elaboró tablas equiva-
lentes a los puntos de índice de masa corporal (IMC): 25 kg/m2
para sobrepeso y 30 kg/m2
para obesidad. Estas son menos difíci-
les de interpretar y corresponden a los puntos de corte recomenda-
dos por el INSP (Cole et al., 2000); aunque, a pesar de ser am-
pliamente recomendado para su uso (Arjona et al., 2008), se ha
aplicado en escasos trabajos en el país (Cuevas et al., 2009; Muñoz
et al., 2011),
Una tercera dificultad es el intervalo amplio de los grupos
de edad. Por ejemplo, 5 a 11 años como en los estudios de Cuevas
et al. (2009) y Flores et al. (2009); o 2 a 18 años como en Bonvec-
chio et al. (2009). Es decir, se agrupan niñas, niños y adolescentes
en diferentes etapas de crecimiento y desarrollo; lo que puede
conducir a sobreestimaciones en el peso porque se presentan brotes
de adiposidad en etapas normales (Vázquez et al., 2009).
Independientemente de lo anterior, en el análisis de los re-
sultados de los estudios realizados en 1988, 1999 y 2006, Bonvec-
chio et al. (2009) hacen notar un incremento acelerado entre 1999
y 2006 que afecta a la población de todas las edades, regiones y
grupos étnicos de nuestro país. Esto es dramático, pues para los
mexicanos tener un IMC entre 22 y 24 kg/m2
no es un factor pro-
31. COMPONENTES SOCIOCULTURALES
15
tector para desarrollar diabetes mellitus de tipo 2 (Sánchez, Pi-
chardo y López, 2004) por la existencia de delgados con adiposi-
dad central como factor de riesgo (Ramachandran, 2003).
1.1 El ambiente obesogénico y sus influencias
Aunque se han identificado factores de riesgo de enfermedades
que pueden desarrollar niños, adolescentes y adultos a consecuen-
cia de la obesidad, no son suficientes para explicar convincente-
mente el por qué se ha generado este problema de salud pública.
Es comparable en magnitud e implicaciones con el del calenta-
miento global (Clearfield, 2008; Egger y Dixon, 2010), con el que
además se encuentra estrechamente relacionado pues son resultado
de conductas de consumo que aumentan la huella ecológica de la
población en el planeta.
Smith et al. (2009) observaron que la ya conocida asocia-
ción entre IMC alto y enfermedades cardiovasculares, diabetes, y
algunos tipos de cáncer, tiene una relación aún más fuerte en los
descendientes de progenitores obesos. Esto se podría explicar
porque ha habido modificaciones en los hábitos de consumo y en
el tipo de alimentos disponibles con respecto a los de hace 20 o 30
años. La dificultad para resolver el problema parte de que los fac-
tores de riesgo y los estilos de vida se han analizado desde una
visión del paradigma biologicista; el cual, hace énfasis en los efec-
tos del ambiente obesogénico y no al de las influencias que lo
estructuran, tal como lo comentan Azcona et al. (2005), Durá et
al., (2005) y Miller et al. (2008) quienes lo atribuyen al tipo de
familia, ver la televisión o no hacer ejercicio, el cual es el enfoque
desde el paradigma predominante. Es necesario transitar en Méxi-
co a un paradigma de empoderamiento popular para la salud (Se-
cretaría de Salud, 2009), como los resultados de Kain et al. (2008)
y las observaciones de Estrada et al. (2008). Esto es porque el
problema no se afronta correctamente sólo con enfoques hacia
individuos (downstream), sino que se requieren hacia la población
mediante cambios en las políticas públicas (upstream) para la mo-
dificación del ambiente obesogénico (Daniels et al., 2008).
Se afirma que cada vez más gente, sea de países desarro-
llados como en desarrollo, se encuentra viviendo en ambientes
obesogénicos semejantes a los descritos en países desarrollados,
sobre todo, Estados Unidos. El ambiente obesogénico es una cons-
trucción humana donde concurren los esfuerzos agresivos de la
mercadotecnia por colocar alimentos como cereales ricos en azú-
car (Kunkel, 2001), bebidas carbonatadas, y también juguetes
electrónicos en programas que son dirigidos a niños (Maziak,
2007). Esto permite comprender que la pandemia de sobrepeso y
32. ENFOQUES SOBREPESO Y OBESIDAD
16
obesidad no tiene una base simple como la idea de que depende de
un gen, el crtc3 (Song et al., 2010), que es ―ahorrador‖ y cuya
mutación encontrada en cohortes de mexicanos que viven en Esta-
dos Unidos es responsable del aumento de peso corporal de la
mitad de la población del planeta.
Se encontró que los programas de televisión abierta de la
Ciudad de México dirigidos a los niños, que se retransmiten a todo
el país dirigidos a los niños y adolescentes, contenían una carga
muy alta de promoción de estos alimentos y bebidas, además de
una asociación a componentes emocionales positivos y promocio-
nes, lo cual se contrapone a las indicaciones (Rivera et al., 2008) y
regulaciones sanitarias (Pérez Salgado et al., 2010). El consumo de
las bebidas endulzadas, que ya son riesgo para la salud porque su
ingestión-consumo se asocia a sobrepeso y obesidad en adolescen-
tes y adultos (Denova et al., 2008; Denova et al., 2009; Jiménez et
al., 2009), se promueve en las cafeterías escolares con la venta de
néctares como bebidas recomendables y de las bebidas de cola
como proporcionadoras de felicidad.
Este esfuerzo de la mercadotecnia dirigido a los niños, sin
poder de adquisición costó 30 mil millones de dólares en 2002
(Chopra y Pouana, 2003), y está dirigido al entorno familiar de los
pequeños, cada vez más dependientes de la televisión, el internet y
los videojuegos. La mercadotecnia también ha producido una de-
pendencia de los adultos del consumo de la comida rápida que se
extiende a México como país que reproduce un ―patrón de consu-
mo globalizado‖ (Torres, 2010). En un estudio de 2000 se en-
contró que sólo 38% de las comidas de Estados Unidos habían sido
hechas de acuerdo a recetas caseras (Chopra y Pouana, 2003). Es
posible que en la actualidad esa cifra haya disminuido sustancial-
mente, ya que a pesar de que los primeros esfuerzos para disminuir
la ingesta de grasa por persona en Estados Unidos inició hace 30
años, no se han presentado desaceleraciones importantes en la
prevalencia de sobrepeso, obesidad y diabetes mellitus tipo 2 en
ese lapso (Hedley et al., 2004); si acaso, modificaciones a la alza
en casos de diabetes mellitus de tipo 2, de acuerdo a los últimos
datos de la American Diabetes Association (ADA) que se encuen-
tran en su página web.
Maziak et al. (2007) explican la pandemia como un des-
equilibrio social, más que biológico, por lo que se requiere cam-
biar los instrumentos —pero sobre todo los enfoques— con los
que se ha estudiado desde la epidemiología biologicista. En este
modelo se analizan las influencias que como mediadores generan
comportamientos cuyo resultado es el desbalance energético y el
riesgo de sobrepeso, obesidad y diabetes mellitus tipo 2 (Figura 1).
33. COMPONENTES SOCIOCULTURALES
17
Sus observaciones se han visto sustentadas por estudios como el de
Offer, Pechey y Ulijaszeck (2010), que encuentran ―mayor impac-
to del shock de la comida rápida‖ en los países donde son mayores
la inestabilidad laboral, la falta de servicios médicos, y el estrés
social por la competitividad y la incertidumbre, como es el pano-
rama actual de México.
En este sentido, nuestras preguntas de investigación son:
¿cuál es la prevalencia de sobrepeso y obesidad en una muestra de
escolares de sexto grado de una escuela urbana de Villahermosa?,
¿qué características se pueden atribuir como respuesta a las in-
fluencias emanadas desde un ambiente obesogénico que determi-
nen si las niñas y los niños son obesos o no?
Figura 1. Enfoque multinivel del sobrepeso y la obesidad. Se emplea el
concepto territorio en vez de espacio porque tiene mayores implicaciones
socioculturales e históricas. Los estudios habituales sólo describen los
comportamientos pero no analizan las influencias. Adaptado de Maziak et
al., 2007.
34. ENFOQUES SOBREPESO Y OBESIDAD
18
2. Material y métodos
Con el fin de determinar la prevalencia de sobrepeso y obesidad en
una escuela urbana de Villahermosa, Tabasco, sus consecuencias
metabólicas, y algunos de los factores que determinan estas condi-
ciones, se realizó desde el enfoque multinivel (Diez, 2003; Maziak
et al., 2007) un estudio observacional, analítico, transversal y
prospectivo. Este enfoque es un procedimiento analítico para estu-
diar datos con fuentes anidadas de variabilidad que se encuentran
anidadas, a su vez, en unidades de mayor complejidad, o macrou-
nidades (Figura 1).
Los estudios de donde emergen los modelos multinivel,
que se pueden construir mediante herramientas en línea (Universi-
dad de Bristol, sf), afrontan problemas de los modelos que intentan
analizar datos que no son jerárquicos (Aparicio y Morera, 2007):
Problemas de correlación entre los individuos que resulta del
empleo de los mínimos cuadrados lo cual produce significa-
ciones espurias.
Problemas conceptuales derivados del empleo de analizar los
datos a un nivel e intentar explicarlos en otro. Esto a su vez
tiene derivaciones en dos tipos de malas interpretaciones:
o Falacia ecológica: interpretar datos agregados a nivel
individual.
o Falacia atomística: interpretación agregada a partir de
datos individuales al agregar datos, en el intento de
crear datos significativos, de distintas subpoblacio-
nes como si fueran una.
2.1 Población de estudio
Se realizó en una escuela primaria, turno matutino, seleccionada
por conveniencia, perteneciente a una colonia de estrato medio en
noviembre de 2009, en el primer semestre escolar del ciclo 2009-
2010. Para entrar a la escuela se obtuvo autorización de la Secre-
taría de Educación, y de la directora del plantel, y para cada uno de
los procedimientos, desde lo antropométrico hasta la obtención de
las muestras, se solicitó que firmaran el consentimiento informado.
Los criterios de inclusión fue escolar de sexto grado inscrito en esa
escuela, y los de exclusión, que no hubieran llegado el día del
llenado del cuestionario, no hubieran aceptado ser pesados y me-
didos, o los cuestionarios tuvieran errores una vez vaciados a la
base de datos.
35. COMPONENTES SOCIOCULTURALES
19
2.2 Muestra
El muestreo fue de tipo intencional no probabilístico. En las dos
aulas de sexto grado estaban inscritos 70 estudiantes. Por los crite-
rios de exclusión la muestra se redujo a 57 escolares, 27 niñas y 30
niños.
2.3 Antropometría. Para realizar una encuesta de las característi-
cas antropométrica de una muestra de escolares de Villahermosa se
tomó en cuenta la recomendación de la International Obesity Task
Force (IOTF) para la valoración de la obesidad con el punto de
corte del índice de masa corporal en 25 kg/m2
para sobrepeso y 30
kg/m2
ajustado para la edad, 11 y 12 años (ver tablas en Cole et al.,
2000; Arjona et al., 2008). Se emplearon balanzas y estadímetros
semejantes a las del ENSANUT y cintas de fibra de vidrio para
medir la cintura.
2.4 Instrumento y categorías de análisis. Para realizar una en-
cuesta para conocer las características de los hábitos dietéticos, de
actividad física y de manejo de tiempo libre en una muestra de
niños de Villahermosa se empleó el cuestionario del proyecto
NSW Schools Physical Activity and Nutrition Survey (SPANS)
aplicado en 2004 en Australia (Booth et al., 2006) como inicio
para el Prevention of Obesity in Children and Young People: NSW
Government Action Plan 2003-2007 y que se aplicó a 5500 niños
con rango de edades de 5 a 16 años. El cuestionario colecta datos
del tiempo que los niños dedican a actividades recreativas —no
necesariamente físicas sino juegos de mesa, tejido, pero no video-
juegos— o deportivas, costumbres sedentarias como ver televisión,
la forma cómo los niños se transportan a la escuela, si leen por
gusto, actividades sociales y culturales, hábitos y preferencias de
alimentación, y de bebidas.
2.3.1 Elemento familia. Son aquellos que no controla el esco-
lar, tales como las restricciones o permisividades de los padres
hacia los hijos.
2.3.2 Elemento individuo. Son los comportamientos deriva-
dos de las influencias del contexto, tanto desde los medios como
de las influencias de la escuela tal y como funciona de acuerdo al
quehacer docente dominante.
2.3.3 Elemento territorio. Se analizaron las relativas a las ca-
lles y la posibilidad de aumentar el nivel de caminata.
2.3.4 Autoconcepto. Se refiere a cómo interioriza el escolar
las influencias como los mediadores, lo cual se traduce en compor-
tamientos definidos.
36. ENFOQUES SOBREPESO Y OBESIDAD
20
2.5 Elemento sociedad
Otros aspectos de la escuela y del elemento sociedad se evaluaron
indirectamente por medio de los resultados de la prueba PISA de
2009 y las aplicaciones del acuerdo SEP-Secretaría de Salud.
2.5 Procesamiento de la información
Se elaboró una base de datos en SPSS, versión 15.0.
2.6 Consideraciones éticas
Ya que se trató de un estudio que requirió pesar y medir a los esco-
lares, el cual no fue un procedimiento invasivo pero que involucró
el contacto físico, se solicitó consentimiento informado. Este con-
sistió en documentos firmados tanto por un responsable del escolar
como el escolar mismo. Por este mismo sentido se omitió el nom-
bre de la escuela.
3. Resultados
Se realizó este trabajo con el propósito de evaluar la prevalencia de
sobrepeso y obesidad, el impacto que estas condiciones tienen en
las niñas y los niños, así como identificar factores de riesgo socio-
culturales. Se identificó la confiabilidad interna de los datos de la
encuesta SPAN con la prueba Alfa de Cronbach, donde se en-
contró un valor de 0.91. También se analizaron los componentes
principales de la encuesta donde se determinaron las respuestas
que conformarían las variables.
Tabla 1
Datos de antropometría
PS SPyO
Niñas n(%) 16(28) 11(19)
Estatura M(DE) 142.8 (8.5) 148.6 (5.3)
Cintura M(DE) 61.3 (5.0) 82.3 (8.5)
Niños n(%) 14(25) 16(28)
Estatura M(DE) 143.5 (5.8) 148.5 (6.7)
Cintura M(DE) 64.35 (5.0) 80.85 (7.5)
Nota: PS = peso sano cuando el índice de masa corporal ≤ 24.9 kg/m2
;
SPyO = sobrepeso y obesidad, cuando el índice de masa corporal ≥ 25
kg/m2
; M = media, DE = desviación estándar. La estatura y la cintura en
centímetros; n = número de muestras por grupo. N = 57.
37. COMPONENTES SOCIOCULTURALES
21
3.1 Antropometría
Ya que durante las ceremonias de los lunes se concentra todo el
alumnado en el patio, se pueden observar las diferencias de tamaño
de niñas y niños de acuerdo a como transcurre el tiempo en la
escuela y se produce el desarrollo biológico. Niñas y niños delga-
dos en los primeros ciclos, niñas y niños de cintura ancha en los
ciclos finales. En la determinación del IMC se encontró que 47.3%
de los escolares presentan al menos sobrepeso (Tabla 1).
3.2 Análisis de las influencias y sus efectos
3.2.1 Elemento familia. Se observó que niñas y niños tienen
teléfonos celulares a los cuales han dotado de videojuegos, y se
comentan acerca de los aditamentos que tienen en esos aparatos.
Al analizar los resultados de los cuestionarios (Tabla 2) se encuen-
tra que hay conductas que hacen más susceptibles a las niñas y
niños de las influencias de la mercadotecnia. En promedio tanto
los escolares con peso sano (PS), así como con sobrepeso y obesi-
dad (SPyO), comen al menos una vez a la semana alimentos cha-
tarra como desayuno o como lonche durante el recreo. Aunque los
escolares con SPyO tienen un valor medio mayor de días que co-
men frente al televisor en la semana (2.9), con respecto a los que
tienen PS (2.9) y lo practican de una a tres veces a la semana; no
es una diferencia significativa. La media para el consumo semanal
de comida rápida del tipo McDonals o KFC es 2.4 para PS y 2.9
para SPyO, La frecuencia de veces a la semana que hay refrescos
embotellados en sus casas es tres días. A estos niños se les propor-
ciona entre 50 y 200 pesos a la semana para su gasto en el recreo o
a la salida.
3.2.2 Elemento individuo. En el rubro del individuo se anali-
zaron las respuestas a preguntas relacionadas con preferencias y
consumo, aspectos donde los escolares pueden elegir productos
(Tabla 3). Los escolares reportan que les gusta el sabor de frutas y
verduras, y que las consumen de cuatro a cinco veces por semana.
En esta muestra se encontró escaso consumo de fitoesteroles, 37 de
57 niños dicen que nunca o raramente comen cacahuates, nueces o
pepitas de calabaza, independientemente de si tienen PS o SPyO.
Otra conducta de riesgo es la elección de alimentos grasos.
3.2.3 Elemento territorio. De acuerdo a los porcentajes,
a los escolares les gustaría que la escuela estuviera más cerca de
sus casas, a pesar de que está a menos de 500 metros en la mayoría
de los casos (Tabla 4), aunque también se quejan de que los coches
pasan frente a la entrada de la escuela. Entre los requisitos menos
solicitados se encuentran lugares seguros para cruzar, banquetas
anchas, y banquetas limpias. Los niños con SPyO tienen menos
38. ENFOQUES SOBREPESO Y OBESIDAD
22
temor de salir solos a la calle (62.9%) que los que tienen PS
(80%), aunque ambos grupos refieren que sus padres no les permi-
ten salir solos a la calle.
La escuela se encuentra en una colonia, Atasta de Serra,
que fue un poblado periférico de Villahermosa, absorbido por la
ciudad. Hace dos decenios salones populares de baile, hace un
decenio en la colonia hubo cines que desaparecieron con la apertu-
ra de los cines de cadenas que se establecieron en los centros co-
merciales; y la descalificación de los bailes populares; sin embar-
go, la colonia cuenta con dos centros deportivos cerca de la escue-
la, uno de ellos organiza actividades durante el verano y cuenta
con una biblioteca pública, además de que existe una unidad de-
portiva mayor a un kilómetro de la escuela.
En el trayecto los niños recorren calles con tienditas don-
de se venden botanas, dulces, repostería industrial y refrescos
embotellados como principal mercancía, ya que, con la apertura de
supermercados, de los cuales hay uno a un kilómetro de la escuela,
hizo desaparecer la compra de otros productos. La apertura de
tiendas de cadena como Oxxo y Extra, de las cuales hay una a
menos de 100 metros de la escuela, donde se expende una variedad
mayor de dulces, chocolates, botanas y repostería industrial, au-
menta la disponibilidad de estos productos a la entrada y salida de
la escuela.
En el interior no hay bebederos de agua simple y en la ca-
fetería escolar, de acuerdo con los niños, sólo se vende chatarra.
El patio se encuentra techado, con suficiente altura para practicar
juegos como voleyball, aunque en los recreos no se observaron
juegos o actividades coordinadas, por lo que el principal uso son
las ceremonias de homenaje a la bandera de los lunes y las clases
de educación física, que eran de dos horas a la semana. La mayor
parte acude caminando desde sus casas. No hay señalamientos
específicos de que se trata de una zona de peatones para que las
niñas y los niños crucen de manera segura aunque hay un paso a
desnivel para peatones que no es empleado por muchos de los
escolares, ya que se encuentra al norte del edificio y muchos niños
viven hacia los otros puntos cardinales y prefieren cruzar por deba-
jo a pesar de la existencia de circulación continua a la derecha en
las calles en la esquina sureste de la escuela, donde se encuentra la
entrada.
3.2.4 Autoconcepto. Para identificar algunas característi-
cas del autocencepto se analizaron respuestas relativas a cómo
perciben las niñas y los niños la salud y sus interrelaciones con los
demás en la escuela (Tabla 5). Aunque no es significativo, comer
comida sana, hacer ejercicio y estar saludable, tener amigos, son
39. COMPONENTES SOCIOCULTURALES
23
conceptos donde hay mayor preocupación por quienes tienen
SPyO. El disfrute acerca del peso es mayor en los escolares que
tienen PS (3.5 = me importa) que los que tienen SPyO (2.5 = me
importa algo). En ambos grupos se observa que alguna vez los
escolares han vomitado para bajar de peso, y que los que tienen
SPyO han tenido prácticas de ayuno o restricción calórica.
3.3 La escuela y la sociedad
Las influencias determinadas por la escuela y la sociedad se pue-
den evaluar por otro tipo de fuente de información, entre ellas los
resultados de las pruebas PISA aplicadas a estudiantes de 15 años
de los países miembros de la Organización Mundial para el Desa-
rrollo Económico (OCDE), donde se pregunta acerca de pensar.
Tabla 2
Elemento familia
Reactivo
PS SPyO
M DE M DE
1. ¿Comes papas fritas, papas a
la francesa, alimentos chatarra?
1.7 1.3 2.4 1.6
2. ¿Comes algunas golosinas o
chatarra de desayuno?
1.3 0.8 1.3 0.8
3. ¿Comes golosinas o chatarra
como lonche?
1.5 1.1 1.8 1.2
4. ¿Comes tu cena frente al
televisor?
2.9 1.1 3.4 1.4
5. ¿Compran comida rápida
como McDonalds, Burger King,
KFC?
2.4 0.9 2.8 1.1
6. En mi casa se sirven verduras
en las comidas
4.27 1.2 3.8 1.4
7. Comemos al menos una fruta
al día
3.6 1.5 3.6 1.5
8. En mi casa siempre hay re-
frescos
2.3 1.4 2.5 1.5
Nota. PS = peso sano cuando el índice de masa corporal ≤ 24.9
kg/m2
; SPyO = sobrepeso y obesidad, cuando el índice de masa
corporal ≥ 25 kg/m2
; M = media, DE = desviación estándar. Las
puntuaciones medias por reactivo reflejan las siguientes opciones de
respuesta: 1 = nunca o raramente; 2 = menos de una a la semana; 3 =
de 1 a 3 veces por semana; 4 = de 4 a 5 veces por semana; 5 = todos
los días. N = 57.
40. ENFOQUES SOBREPESO Y OBESIDAD
24
Tabla 3
Elemento individuo
Reactivo
PS SPyO
M DE M DE
1. ¿Comes dulces, incluyendo choco-
late?
2.2 1.2 2.5 1.6
2. ¿Comes nueces, cacahuates, semi-
llas de calabaza
1.6 1.1 1.7 1.1
3. Comiendo verduras me siento sano 4.0 1.4 4.0 1.0
4. Disfruto con gusto muchas verduras 3.8 1.2 3.2 1.4
5. Es fácil preparar verduras 3.6 1.4 3.4 1.6
6. Comiendo frutas me siento sano 4.4 1.0 4.3 1.1
7. Disfruto con gusto muchas frutas 4.3 1.2 3.7 1.5
8. Prefiero los refrescos al agua o la
leche
2.3 1.6 2.1 1.4
9. Escojo refrescos de dieta 1.5 0.8 2.0 1.2
10. Tomando refresco me siento bien 2.0 1.3 2.0 1.3
11. Escojo refrescos de acuerdo a los
comerciales de la TV
1.9 1.4 2.4 1.5
12. Escojo refrescos de acuerdo a las
promociones o premios
1.9 1.4 2.5 1.4
13. Normalmente escojo la comida de
mayor tamaño
2.2 1.4 2.9 1.3
14. Me gusta el sabor de las pizzas, las
tortas, los tacos
3.0 1.5 3.4 1.3
15. Escojo las pizzas si me gustan los
comerciales
2.0 1.4 2.1 1.3
16. Escojo la comida con menos grasa
o más saludable
3.1 1.7 3.2 1.6
Nota. PS = peso sano cuando el índice de masa corporal ≤ 24.9 kg/m2
;
SPyO = sobrepeso y obesidad, cuando el índice de masa corporal ≥ 25
kg/m2
; M = media, DE = desviación estándar. Las puntuaciones medias
por reactivo reflejan las siguientes opciones de respuesta: 1 = nunca o
raramente; 2 = menos de una a la semana; 3 = de 1 a 3 veces por semana;
4 = de 4 a 5 veces por semana; 5 = todos los días. N = 57
41. COMPONENTES SOCIOCULTURALES
25
Tabla 4
Elemento territorio
PS SPyO
Característica n % n %
1. Banquetas anchas 18 60 17 63
2. Buen alumbrado en las calles 25 83 22 81
3. Tráfico lento o embotella-
mientos
30 100 24 89
4. Caminar acompañado por
amigos
21 70 18 67
5. Agentes de tránsito en esqui-
nas peligrosas
21 70 21 78
6. Practico en cómo y dónde
cruzar
27 90 23 86
7. Poder salir sin temor a que me
roben o ataquen
24 80 17 63
8. Mis padres no lo permiten 28 93 27 100
9. Banquetas limpias 18 60 16 59
10. Calles menos solitarias 30 100 27 100
11. Tener lockers en la escuela
para no cargar mochilas
26 87 21 78
12. No pasen coches cerca de la
escuela
26 87 26 96
13. Lugares seguros para cruzar
calles
20 67 18 67
14. La entrada debe ser lejos de
los coches
30 100 24 89
15. La escuela esté más cerca de
casa
30 100 26 96
Nota. PS = peso sano cuando el índice de masa corporal ≤ 24.9 kg/m2
;
SPyO = sobrepeso y obesidad, cuando el índice de masa corporal ≥ 25
kg/m2
; M = media, DE = desviación estándar. N = 57.
42. ENFOQUES SOBREPESO Y OBESIDAD
26
Tabla 5
Autoconcepto
Reactivo
PS SPyO
M DE M DE
¿Qué tanto te importa lo siguiente?
1. ¿Comer comida sana? 4.7 0.8 4.2 1.2
2. ¿Controlar tu peso? 4.4 1.0 4.4 1.0
3. ¿Estar bien y hacer ejercicio? 4.5 1.0 4.2 1.1
4. ¿Estar sano? 4.7 0.8 4.4 1.0
5. ¿Cómo te ves? 4.0 1.2 4.0 1.3
6. ¿Tener amigos? 4.2 1.1 3.9 1.1
7. ¿Ver televisión? 2.7 1.5 2.9 1.5
8. ¿Jugar en la computadora o en inter-
net? 3.0 1.6 3.2 1.6
9. ¿Hacer deportes? 4.2 1.1 4.1 1.3
10. ¿Ir a la escuela? 4.3 1.2 4.3 1.2
¿Algo de esto te hace feliz?
11. ¿La forma de tu cuerpo? 4.2 1.3 4.6 0.9
12. ¿La talla que tienes? 4.2 1.2 4.2 1.2
13. ¿Tu masa muscular? 3.9 1.4 3.9 1.4
¿Cuántas de las siguientes cosas son verdaderas para ti?
14. Alguna vez dejaste de comer para
bajar de peso 1.8 1.4 2.6 1.5
15. Alguna vez comiste mucho y sentis-
te que perdías el control 1.7 1.1 2.5 1.5
16. Has disfrutado acerca de tu peso 3.5 1.7 2.5 1.5
17. Te cansas con facilidad en activida-
des físicas 2.2 1.4 2.6 1.6
18. Alguna vez haz vomitado para bajar
de peso 1.7 1.4 1.7 1.4
19. Haz hecho dieta para bajar de peso o
mantenerte en el que tienes 1.6 1.3 2.7 1.7
Nota: PS = peso sano cuando el índice de masa corporal ≤ 24.9 kg/m2
;
SPyO = sobrepeso y obesidad, cuando el índice de masa corporal ≥ 25
kg/m2
. Las puntuaciones medias son las siguientes respuesta de la 1 a la
13: 1 = no me importa; 2 = me importa un poco; 3 = me importa algo; 4
= me importa; 5 = me importa mucho. De la 14 a la 19: 1 = nunca; 2 =
algunas veces; 3 = a menudo; 4 = casi siempre; 5 = siempre. N = 57.
43. COMPONENTES SOCIOCULTURALES
27
Esto se encuentra en oposición a exámenes memorísticos
como las pruebas ENLACE, que además están sujetas a mayores
controversias, y la puesta en marcha del Acuerdo Nacional para la
Salud Alimentaria: Programa de acción en el contexto escolar.
Para la prueba PISA —de acuerdo con el informe del 7 de diciem-
bre de 2010— que en 2009 fue de lectura, de matemáticas y cien-
cias, Tabasco, junto con Chiapas, Guerrero y Oaxaca, ocuparon los
últimos lugares del país. A su vez el país ocupó el lugar 48 de los
65 países miembros. Además, 47% de los adolescentes mexicanos
se calificaron en los niveles 1 o inferior, en 2006 el porcentaje fue
32.8. De nuevo, como en la evaluación de 2006, ningún adolescen-
te mexicano ocupó el nivel 6, cuyo promedio para los países de la
OCDE fue de 1.3%.
La respuesta de la Secretaría de Educación Pública fue
elaborar la estrategia nacional ―Competencias para el México que
queremos‖ (SEP, 2010), dentro del mismo paradigma educativo de
la transmisión del conocimiento, que se estableció con la UNAM
(lectura), el IPN (ciencias) y el Tec de Monterrey (matemáticas).
Esto pasa por alto de que se requiere transformar el quehacer do-
cente, transitar a ambientes presenciales donde se privilegie el
aprendizaje sobre la docencia —mientras que en la estrategia se
piensa fortalecer la especialización de los docentes por disciplina y
no sus otras competencias docentes— y hacer atractiva a la escuela
dándole sentido y significación en la resolución de problemas y
para situaciones de la vida real, sean científicas, sociales o artísti-
cas al formar y fortalecer todas las competencias docentes (García
et al., 2008).
4. Discusión
4.1 Evaluación antropométrica
Aunque desde hacía un año se aplicaba un programa educativo de
la transnacional Walmart en la escuela donde se evaluó a los esco-
lares de sexto grado, y hay conceptos en los programas escolares
de la SEP que se explican y memorizan, estas niñas y niños no
muestran efectos de los mismos (Tabla 1). La prevalencia de SPyO
es alta, mayor que la encontrada en estudios similares (Tavera et
al, 2008; Castañeda et al., 2010), y en el ENSANUT 2006, lo cual
se ha notado como efecto diferenciado de la transición alimentaria
y que se expresa a diferentes niveles de prevalencia en diferentes
grupos de población (Vázquez et al., 2009). Es importante que en
esta muestra se observa diferencia significativa del tamaño de la
44. ENFOQUES SOBREPESO Y OBESIDAD
28
cintura en escolares con SPyO y los que tienen PS, 20 cm en pro-
medio, lo que debe alertar las repercusiones que la adiposidad
central tendrá en mediano plazo a esta población, pues se sabe de
correlación de biomarcadores anómalos en niños en estas condi-
ciones (Oquendo et al., 2010; Muñoz et al., 2011), aún cuando
hace falta estandarizar un método de medición con cinta métrica
(Rodríguez et al., 2008), sobre todo en comparación con el están-
dar de oro: la resonancia magnética nuclear (Gutiérrez et al.,
2009).
4.2 Comportamientos y percepción de las influencias
4.2.1 Elemento familia. La díada madre hijo origina tan-
to prácticas saludables como la mayoría de las enfermedades no
transmisibles relacionadas con la nutrición (Vázquez et al., 2009).
La importancia del factor familiar, que en esta muestra se expresa
en permisividad de consumo de botanas, golosinas (Reactivos 1, 2,
3, tabla 2) y comer mientras se ve la televisión (Reactivo 4, tabla
2), así como el gasto en alimentos de entre una y cuatro bolsas de
botanas calculadas a $10.00 cada una. Esto es relevante en repro-
ducir en el entorno familiar el ambiente obesogénico, incluso aun-
que los padres consuman estos alimentos con menor frecuencia
como observaron López et al. (2007). El consumo de refrescos
embotellados es parte de las prácticas a la hora de las comidas,
mismos que hay habitualmente en estas familias (Reactivo 8, tabla
2). El que la cooperativa escolar de esta escuela, aprobada por los
padres de familia, expenda productos que los escolares no conside-
ran sanos, es resultado de un proceso social de transculturización y
pérdida de cultura y salud alimentaria, pues se observa que no toda
la semana se consumen frutas y verduras (Reactivos 6 y 7, tabla 2).
Las madres y sus hijos son sensibles a los impactos de la
mercadotecnia y de las desregulaciones que se promueven desde el
Estado, lo que se observa en el consumo de comida rápida (Reac-
tivo 5, tabla 2). Por otra parte, la falta de una política pública que
contribuya de manera efectiva a afrontar el problema no es privati-
vo a México (Maziak et al., 2007; ADA, 2010). En México, las
políticas para afrontar la transición nutricional y sus efectos no son
adecuadas para hacerlo de manera preventiva (Vázquez et al.,
2009). El Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria: programa
de acción en el contexto escolar que no es una ley o al menos una
Norma Oficial Mexicana, no tiene líneas de acción específicas ni
fechas para que se cumplan metas determinadas lo que se refleja
que en esta escuela la cooperativa continúe vendiendo lo que los
escolares denominan como chatarra, pero que continúan consu-
miendo (Reactivos 1, 2, 3, tabla 2). No debe ser sorprendente que
45. COMPONENTES SOCIOCULTURALES
29
hayan pasado cuatro años desde el ENSANUT de 2006 y la reali-
zación del Acuerdo, menos aún que aún cuando entre 1999 y 2006
hubo un incremento acelerado de esta situación, que ya en ese año
era mayor a la de otros países. España, por ejemplo, donde en 2006
era sólo de 16%, implementó la estrategia integral para la nutri-
ción, actividad física y prevención de la obesidad (Ballesteros et
al., 2007).
4.2.2 Elemento individuo. Para identificar algunas de las
prácticas de consumo de los escolares se analizaron las respuestas
relacionadas con preferencias y frecuencia de consumo de alimen-
tos y bebidas. En esta muestra se encontró escaso consumo de
fitoesteroles, 37 de 57 niños dicen que nunca o raramente comen
cacahuates, nueces o pepitas de calabaza. Esto es concordante con
uno de los rasgos actuales del consumo de alimentos en México, la
disminución del consumo de los fitoesteroles (Mejía y Brent,
2007), que son una costumbre alimentaria protectora (Biruete et
al., 2009). Paradójicamente los niños con PS tienden a preferir las
porciones más grandes de alimentos, las superporciones (Astrup
2005; Astrup et al, 2007), y tienen mayor predilección por comida
rápida que los escolares con SPyO, a menos que haya un sesgo
consciente en las respuestas. Por lo contrario, hay una ligera prefe-
rencia de los escolares en con menos peso por las frutas y las ver-
duras (Tabla 3). Estudios recientes sustentan la urgencia de esta-
blecer medidas dirigidas a las familias en forma de políticas públi-
cas. Smith et al. (2009) observaron que la ya conocida asociación
entre IMC alto y enfermedades cardiovasculares, diabetes, y algu-
nos tipos de cáncer, tiene una asociación aún más fuerte en los
descendientes de progenitores obesos, lo cual se podría explicar
porque ha habido modificaciones en los hábitos de consumo y en
el tipo de alimentos disponibles con respecto a los de hace 20 o 30
años. Los que se convirtieron en obesos hace 20 años lo hicieron
en otras condiciones y con otro tipo de alimento. Hay obesos desde
que gatean (Anónimo, 2003) y niños que muestran los efectos de
la DM2 (Montemayor y Montes, 2004).
4.2.3 Elemento territorio. Sea porque la percepción no-
vedosa de inseguridad (antes hubo maleantes y antaño robachicos,
ver ―M, el vampiro de Düsseldorf‖ de Fritz Lang, de 1931, que nos
debería hacer cuidar a los menores desde otra percepción) se ha
apropiado de los padres (Reactivos 6 y 7, tabla 4), no existen con-
diciones reales para que los niños transiten seguros en las calles
diseñadas en exclusiva para los vehículos —en todas las calles de
Villahermosa hay vuelta continua a la derecha y ningún respeto
por las líneas amarillas que ya se borraron— (Reactivo 12, tabla
4), no haya suficientes espacios públicos donde desarrollar activi-
46. ENFOQUES SOBREPESO Y OBESIDAD
30
dades deportivas y recreativas, o porque se sustituye el papel de
los padres por las golosinas y los dispositivos electrónicos. El que
los escolares quieran a la escuela más cerca de sus casas (Reactivo
14, tabla 4) y en cambio no analicen condiciones reales del trayec-
to que se hace andando (Reactivos 1, 4, 8 y 12, tabla 4) es signifi-
cativo de la disminución del interés en caminar.
4.2.4 Autoconcepto. Los trastornos alimentarios, como
vómito autoinducido y dietas sin control (Reactivos 18 y 19, tabla
5), que refieren estos escolares, se ha visto que se incrementan en
la adolescencia (Vázquez et al., 2009). En este trabajo se demues-
tra que este grupo de niños se encuentra en riesgo de desarrollar
temprano enfermedades crónicas no transmisibles, puesto que no
hay diferencias significativas que explique por qué hay niños con
SPyO y por qué hay otros con sobrepeso u obesidad. Aunque es
posible que las niñas y los niños respondan las respuestas que se
esperan de ellos, no se observa una tendencia clara hacia este tipo
de respuestas. Se puede inferir que la percepción que tienen ellos y
sus familias del problema de salud es poco claro. De esta forma no
se pueden organizar de manera efectiva acciones que fortalezcan
conductas hacia el estilo de vida saludable. Este es el valor del
trabajo, ya que pone de relevancia que al no haber diferencias
entre los escolares, las niñas y los niños con PS no están así de
manera consciente, menos por una práctica originada en la escuela.
4.3 Escuela y sociedad
Desde un año antes de la investigación en la escuela, se aplicaba
una participación de educación nutrimental del proyecto que tiene
Walmart como aportación social. Los resultados de las actividades
de educación para la salud desde este paradigma, como fue el de la
que se aplicó en esta escuela por personal de Walmart, a pesar de
que tienen más respuestas correctas después de los procesos, el
logro de las intervenciones; no hay diferencias en las conductas ni
en la prevalencia (Pérez-Villasante et al, 2008), los niños saben
que comen chatarra pero lo siguen haciendo (Abril et al., 2009),
los diabéticos saben que deben cuidarse pero se deterioran más
(Vargas et al., 2010). A menos de realizar propuestas de educación
participativa (Arcega y Celada, 2008), y de negociar con los niños
y adolescentes en un proceso donde aprenden a proponerse objeti-
vos y metas que se pueden cumplir (Muñoz et al., 2010), no se
desarrollará un proceso de educación para la salud.
47. COMPONENTES SOCIOCULTURALES
31
5. Conclusiones
Los resultados de las pruebas PISA sirven para sustentar que los
procesos educativos —centrados en la transmisión lineal del cono-
cimiento en espacios donde el docente sabe y los estudiantes son
ignorantes— no cumple su papel de formar a las niñas y los niños,
muchos de éstos en el final de su carrera académica, en competen-
cias para la vida. Del modo como funciona difícilmente la escuela
puede afrontar el reto que emana desde los intereses de las com-
pañías con acceso a los medios. Las dificultades para la regulación
en el comercio y la mercadotecnia impiden en Estados Unidos el
que se pueda diseñar una estrategia integral.
6. Recomendaciones
Son varios los países del mundo que han replanteado políticas de
salud. Con el propósito de reorientar el gasto público, se ha tratado
de dar mayor prioridad a las acciones preventivas y de salud colec-
tiva. Sin embargo, para que este cambio de política muestre efec-
tos, se requiere más que la asignación del presupuesto; hay que
fomentar entre los integrantes de los equipos de salud un cambio
de mentalidad, que lleve a pensar más en términos de la atención
primaria. La forma de lograrlo es dando mayor impulso a la medi-
cina preventiva, a través del reforzamiento de sus acciones de
prevención primaria, orientadas primordialmente pero no exclusiva
al primer nivel de atención, sino en coordinación con el sector
educativo como parte de una política pública de interés en la mejo-
ra de las condiciones de salud de la población (Figura 2). Noruega
y Finlandia lo han logrado, aunque también países pobres como
Mauritius (Chopra y Pouana, 2003).
Los principales instrumentos de la prevención primaria
son la educación para la salud y la prevención específica. La edu-
cación para la salud tiene un ámbito de competencia muy diverso,
abarca aspectos tales como la promoción de una alimentación sana
y equilibrada, una vivienda higiénica y funcional, fomento de la
actividad física, acceso a fuentes de recreación, práctica del des-
canso reparador, la ampliación de la cultura sobre la salud y el
desarrollo de un pensamiento crítico que le permita a los sujetos
asumir el compromiso de responsabilizarse de su salud y de en-
frentar el embate mercadológico de productos y estilos de vida
obesogénicos.
48. ENFOQUES SOBREPESO Y OBESIDAD
32
Los patrones actuales de morbilidad y mortalidad requie-
ren una atención creciente por el estudio de la influencia de la
nutrición en la prevención de las principales enfermedades cróni-
cas. Fundamentalmente interesa la identificación de los determi-
nantes dietéticos en las enfermedades cardiovasculares y cáncer,
aunque también se deben considerar otras afecciones de gran im-
pacto sobre la salud pública, como la diabetes y la obesidad. Estos
son ejemplos de los problemas que actualmente acaparan la aten-
ción de la alimentación en salud pública, y para los que hay que
diseñar estrategias eficaces de intervención.
Figura 2. En los bloques superiores las intervenciones que se proponen a
partir de este estudio con base en la figura 1. El empoderamiento organiza
a los consumidores (flecha de puntos) y regula el mercado desde el interés
público (flecha discontinua).
49. COMPONENTES SOCIOCULTURALES
33
Agradecimientos
Este trabajo se realizó como parte del proyecto Fondos-Mixtos
CONACYT-Gobierno del Estado de Tabasco con clave TAB-
2008-C13-93673. Soledad Pérez Sánchez recibió una beca de ese
proyecto como estudiante de la licenciatura de química fármaco
bióloga. Pedro Ávalos Córdova tuvo beca como estudiante de la
maestría en salud pública de la UJAT.
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tamientos socioculturales en esco-
lares. Hacia la modificación de
estilos de vida
Juan Manuel Muñoz Cano1*
,
Isis Rivera Fócil1
, Yuliana de
los Ángeles Aparicio Zapata1
1
División Académica de Ciencias de la Salud,
Universidad Juárez Autónoma de Tabasco
Avenida Méndez 2838-A, Tamulté,
Villahermosa, Tabasco, México, C.P. 86150
*E-mail: juan.munoz@dacs.ujat.mx
Resumen. Se realizó este trabajo desde el enfoque multinivel con
el propósito de aplicar y evaluar una propuesta de educación para
la salud sustentada en el constructivismo. La investigación se ins-
cribe dentro del concepto de intervención educativa, como investi-
gación-acción participativa. Se desarrolló como un taller de ocho
sesiones con 71 escolares de sexto grado de una escuela urbana de
Villahermosa. Se trabajó con dos fichas didácticas sustentadas en
el aprendizaje por descubrimiento y los dilemas de Kolberg. Se
encontró que los niños y las niñas tienen información suficiente
pero que existe desconexión entre la escuela y el contexto. De esta
manera 67% no comen tres raciones de fruta diario, 48% beben
agua menos de tres días a la semana o nunca, 37% juega menos de
tres días en el recreo. Durante el taller se negoció con los niños y
las niñas para elaborar metas, estrategias y acciones para transitar a
prácticas del estilo de vida saludable.
Palabras clave: Educación para la salud, intervención educativa,
hábitos de consumo, estilo de vida saludable.
1 Introducción
El incremento en la prevalencia del sobrepeso y la obesidad en
niños en México señalan la urgencia de aplicar medidas preventi-