La hermana Gloria agradece a las otras hermanas por compartir mensajes que llegan al corazón como granos de trigo que nutren su vida y congregación, formando un solo corazón y alma para servir a un mundo hambriento y sediento de Dios. Ella desea que el Espíritu Santo fluya sobre cada hermana y las haga dóciles para entender la voluntad de Dios en este día importante.