2. • Tecnologías emergentes o tecnologías convergentes son términos
usados para señalar la emergencia y convergencia de nuevas
tecnologías, respectivamente, con potencial de demostrarse como
tecnologías disruptivas. Y entre ellas, deben citarse la
nanotecnología, la biotecnología, las tecnologías de la información y
la comunicación, la ciencia cognitiva, la robótica, y la inteligencia
artificial.
• Aunque las denotaciones exactas de estas expresiones son vagas,
varios escritores, incluyendo al empresario informático Bill Hoy, han
identificado grupos de cada una de estas tecnologías que
consideran críticas para el futuro de la humanidad.
• Quienes abogan por los beneficios del cambio tecnológico
usualmente ven a las tecnologías emergentes y convergentes como
una esperanza que ofrecerá la mejora de la condición humana. Sin
embargo, algunos críticos de los riesgos del cambio tecnológico, e
incluso algunos activistas del transhumanismo como Nick Boston,
han advertido que algunas de estas tecnologías podrían significar un
peligro, incluso al punto de amenazar la supervivencia de la
humanidad.
4. • En un mundo cada vez más superpoblado, mejorar la
gestión de los alimentos y el agua es uno de los factores
clave para mantener el crecimiento sostenible de la
población. En esta misión, una nueva generación de
drenes para la agricultura fáciles de usar, baratos y
equipados con cámaras pueden servir para realizar un
seguimiento pormenorizado de las cosechas y mejorar
el consumo de agua.
• Es algo que se está haciendo cada vez más habitual
entre los grandes agricultores de los países
desarrollados, pero también en muchos países en vías
de desarrollo (algunos con tecnología española). Estas
aeronaves se pilotan de forma autónoma gracias a un
GPS y una cámara estándar. El software con el que se
maneja la recogida de datos permite pintar un mapa de
alta resolución de la extensión de los cultivos. Así,
pueden ver una cosecha desde el aire, descubriendo
posibles problemas de riego, plagas u hongos que no se
ven desde el suelo.
5. • La aparición en escena de estos robots y su
progresiva implantación se deben a avances en
distintas tecnologías que se están haciendo
cada vez más comunes, perfeccionando sus
características: sensores diminutos
(acelerómetros, giroscopios, sensores de
presión…), pequeños módulos GPS, pequeños
procesadores cada vez más potentes. El uso de
estos componentes en teléfonos inteligentes ha
mejorado sus prestaciones y abaratado su
precio.
7. • El 21 de enero, durante las manifestaciones en la Plaza de la
Independencia de Kiev, los manifestantes recibieron en su
móvil un mensaje: “Estimado suscriptor, estás registrado
como participante en un disturbio de masas”. Es imposible
ser más claro: desde nuestros teléfonos nos vigilan.
• Como respuesta, toda una nueva generación de teléfonos
móviles que subrayan la importancia de la privacidad y los
sistemas de seguridad está asomándose al mercado. Los
usuarios desconfían de los gobiernos, de las grandes
corporaciones o incluso de los comercios locales que a través
de sus móviles pueden querer saber más de lo que estamos
dispuestos a compartir.
• Por eso han surgido sistemas de encriptación y cifrado con
los que podamos hacer llamadas o enviar mensajes
impidiendo (o al menos dificultando) que otros los lean.
Modelos como Blackphone se venden con la configuración de
seguridad reforzada, de forma que no haya fugas de datos
del usuario. Este tipo de tecnología, que lleva tiempo
empleándose para sistemas militares o de alto nivel
corporativo, cada vez está más en las manos de los usuarios
de a pie.
8.
9. • Hoy en día, los ordenadores utilizan la arquitectura
von Neumann, que transporta los datos entre el
procesador central y los chips de memoria en
secuencias lineales de cálculos. Ese método
funciona sin problemas para trabajar con números
y programas escritos con precisión, pero no sirven
para procesar imágenes o sonidos y darles
sentido. Cuando en 2012 Google presentó un
software que había aprendido a reconocer gatos
en vídeo necesitó 16.000 procesadores para
llevarlo a cabo. Para mejorar su rendimiento hay
que incluir más transistores que sean cada vez
más rápidos, lo que a su vez aumenta la
temperatura, limitando la velocidad de los chips.
Eso detiene el progreso hacia la creación de
dispositivos que procesen eficazmente imágenes,
sonidos y otras informaciones sensoriales y que
luego las apliquen a tareas como el reconocimiento
facial o la navegación.
11. • En la provincia china de Yunnan se ha llevado a
cabo un experimento clave en el desarrollo de la
genética: la gestación y el nacimiento de dos
monas con mutaciones genéticas muy precisas,
determinadas por los investigadores
Esta técnica, desarrollada durante años por
científicos de la Universidad de Berkeley, Harvard y
el MIT es una ventaja, ya que permite hacer
cambios genómicos precisos con facilidad, aunque
no está exenta de dilemas morales. Desde un punto
de vista técnico, sería posible hacer lo mismo en
óvulos humanos y manipular bebés genéticamente,
algo que sin embargo está muy lejos de los objetivos
de los científicos que la han creado, y que no sería
si quiera algo sencillo de conseguir.
13. • Caminar es una actividad biomecánica más
compleja de lo que parece. Cada paso requiere
equilibrio y capacidad de adaptación, y por ello los
robots no han aprendido a caminar con éxito.
Hasta ahora.
• La compañía Boston Dynamics ha desarrollado
recientemente Atlas, un robot humanoide que
puede caminar a través de terrenos accidentados
y correr sobre una superficie plana. No es el
primero que logra andar, pero sí el primero que
ajusta el equilibrio rápidamente. De la misma
forma que los humanos recuperamos
instintivamente el equilibrio desplazando el peso
de nuestro cuerpo y recolocando las piernas para
no caernos, el robot percibe su propia
inestabilidad y se endereza rápidamente.