1. Virginia Humero
Ruiz 1ºC

2. Se había acostado y estaba a oscuras, [...] cuando escuchó el ruido
inconfundible que la puerta de su estudio hacía al abrirse. No oyó pasos
en el corredor, pero ese ruido nada bueno podía augurar, puesto que él
sabía que había cerrado aquella puerta. Fue la vergüenza, más que el
valor, lo que le indujo a salir en bata e inclinarse sobre la barandilla para
escuchar atentamente, pero no había nada... de repente la puerta del
baño se abrió a sus espaldas, él supuso que fue la brisa que corría tras la
ventana.("¿Pero la ventana estaba abierta?"). Fue a su habitación tras lo
ocurrido, se metió en la cama y se tapó hasta los ojos por el miedo que
sentía. Un silencioso ruido se oía, como cadenas oxidadas moviéndose y
luego llamaron a la puerta con un ruido muy misterioso.

3. El libro que estaba encima de la mesa del estudio de
él se abrió por la mitad y con runas ponía: "Te vienes
conmigo ja ja ja ja ja", abrieron la puerta y...

4. El cuaderno de la mesa otra vez se abrió y escrito en runas extrañas ponía:
“¡Vuestro hijo está muerto, ya no podéis hacer nada, habéis cogido la maldición
de las runas que os durará para toda vuestra gran o corta vida, por haberme
quitado mis preciadas runas escritas a mano por mi querido y amado esposo,
que me regaló al casarse con migo hace más de 1.000 años a.C. y como eran
para vuestro hijo, lo maté, con mis propias manos; yo reina de Escandinavia,
juro que me lo pagareis...!"
Después de una hora de haber leído un libro sobre las peores maldiciones una
de ellas era esta, llegaron a la última página donde ponía la solución, pero... no
se entendía, porque ponía la solución en signos de runas; y ponía esto:

5. Tenían que descubrir la solución, cuya respuesta no la sabían.
Se pusieron a resolver la solución.
El mensaje decía así: "la solución para deshacer la maldición es
devolverle lo que le habéis quitado, darle el objeto más preciado que
tengáis en el mundo, junto con un cuchillo y dejárselo en su estatua,
que ella aparecerá como un fantasma al instante".
Ellos lo entendieron perfectamente todo menos lo del cuchillo.
Cogieron la cosa más preciada que era el anillo de compromiso de los
dos, el pergamino de las runas, pero el cuchillo lo iban a coger de su
casa en Escandinavia.
Cogieron el primer vuelo, y casi tienen un accidente de avión pero no,
sin ruedas tuvieron que aterrizar, asustados se cogieron de la mano y
aterrizaron bien. Fueron a su casa, cogieron el cuchillo de la cocina y
fueron a la cueva. Llegaron a la estatua donde apareció ella; le dejaron
todo, y el padre le dijo: " ¡Ahora devuélvenos a nuestros hijo!". Ella
riéndose a carcajadas les dijo: “pero si está muerto, y los padres dijeron
¡no!, solo nos lo quitaste y lo tienes prisionero que lo se”, y ella dijo:” sí,
lo tengo prisionero y bueno aquí lo tenéis”. Y... ¿Para qué querías el
cuchillo?. Dijo la madre. Y la reina de Escandinavia contestó:” para
hacer esto y zas le clavo el cuchillo a la madre ja ja ja ja se rió y mientras
se reía el padre y el hijo cogieron a la madre, y rápidamente salieron de
la cueva; porque había un terremoto, entre las piedras;

6. ¡Nunca olvidareis esta cueva!

7. Lograron salir y las piedras cerraron la entrada. Llevaron a
la madre al hospital y se murió, pero lograron reanimarla y
juntos fueron a casa felices porque decía el libro que si
hacías eso moría el espíritu de la reina, se metieron en la
cama y en seguida una puerta se cerró... (¿Y entonces no
estaba muerta?)...