La sabiduría se desarrolla a través de la aplicación de la inteligencia y la experiencia, lo que lleva a un mayor entendimiento y capacidad de reflexión. Implica un juicio sano basado en el conocimiento y la comprensión, así como la habilidad de resolver problemas. A diferencia de la inteligencia, la sabiduría se considera más como un rasgo desarrollado a través de la experiencia que no puede ser enseñado directamente.