1. TEMA 15
LA GLOBALIZACIÓN
Durante las dos últimas décadas se han producido una serie de fenómenos que
transformaron el mundo actual:
- El final de la confrontación bipolar
- La crisis del modelo característico de organización política de la contemporaneidad.
Económicamente, la interrelación de las economías nacionales, la conexión de los mercados
financieros mundiales y el surgimiento de grandes conjuntos regionales de libre comercio,
lo que ha deparado la formación de un Mercado Mundial Único.
Social y culturalmente, la tecnología procuró un enorme salto cualitativo al multiplicar las
posibilidades de producción y comunicación interpersonal y la ciencia abrió nuevas
expectativas de conocimiento y control, desde la fusión nuclear hasta el genoma humano.
La trascendencia de estos cambios hacen tan distinto el mundo actual del salido de la II
guerra Mundial, que sugiere el final de época y el comienzo de un nuevo periodo
histórico.
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2. LA GLOBALIZACIÓN ECONÓMICA
Las nuevas formas de producción y comercialización, la integración transfronteriza de los
mercados financieros, el crecimiento de las corporaciones multinacionales y la pérdida de
los Estados nacionales de su
antigua hegemonía en el control económico son las principales características del
fenómeno globalizador: la mundialización de la economía.
Factores desencadenantes y manifestaciones de la globalización económica.
El comercio, a lo largo de la historia ha evolucionado al compás de la mejora de los
medios de transporte y comunicación. Así como del perfeccionamiento de los sistemas
financieros.
Hasta el siglo XIX el ámbito productivo y comercial era regional o a lo sumo nacional;
los intercambios transnacionales o intercontinentales estaban reducidos a mercancías
muy valiosas. Durante el siglo XIX, la implantación del Estado Liberal propició y a su
vez descansó sobre la estructuración de las economías nacionales, este proceso
estructurador se llevo a cabo mediante una serie de medidas ejecutadas desde el
gobierno central: unificación del sistema monetario, creación de bancos y cecas únicas,
fundación de bolsas, desarrollo de infraestructuras de transporte que integraran todo el
territorio y legislación comercial unificada. A partir de mediados del s. XIX y durante
toda la primera mitad del XX el crecimiento de la marina mercante, la extensión del
colonialismo y el oro fueron los vehículos para multiplicar el comercio, ya a una escala
internacional. Si bien las economías nacionales estaban controladas por los respectivos
Estados, en una lucha entre liberalismo y proteccionismo.
El fin de la II Guerra Mundial, y el gran desarrollo económico de los años cincuenta y
sesenta, produjeron un salto cualitativo en la creación de una economía internacional, si
bien la base productiva y comercial era esencialmente nacional o transnacional.
Tras la crisis económica de los años setenta se produjeron profundos cambios,
transformando definitivamente la economía mundial.
- El primer factor, la revolución de las comunicaciones.
- El segundo factor. fue la transnacionalización de los centros productivos y
financieros.
Las dos últimas décadas del siglo XX se caracterizaron por un constante crecimiento del
intercambio comercial y financiero internacional. Fueron varios los factores que
caracterizan la globalización económica.
a) La liberalización del comercio
b) Las transformaciones productivas
c) El incremento del mercado financiero
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3. d) La nueva economía ( con esta expresión se sintetiza la aplicación por parte de las
empresas de las nuevas tecnologías)
e) El aumento de la renta per capita y del nivel de vida.
La globalización de la economía ha aportado beneficios en prácticamente todo el mundo
(salvo donde la globalización es inaplicable) si desde mediados de los setenta se había
producido una ralentización del crecimiento, a mediados de los noventa el crecimiento de
los índices de productividad mundial subieron de un 1,4 % al 3% lo que aceleró el aumento
de PIB.
Sin embargo la globalización también ha tenido costes igualmente mensurables.
- En la década de los noventa, el reparto de riqueza global correspondiente a la quinta
parte más pobre del planeta, ha descendido, potenciando la marginalidad de los
denominados Pobres Fuertemente Endeudados, incrementando considerablemente la
riqueza de la quinta parte más rica. Las diferencias han aumentado no sólo entre el Norte
y el Sur, sino en el seno mismo de las sociedades desarrolladas.
- La aparición de las crisis financieras se ha producido a lo largo de toda la década con
efectos inicialmente locales, alcanzando inmediatamente a toda la economía mundial.
- La política del mercado laboral ha visto descender los niveles de protección amparándose
en las políticas de liberalización en los países desarrollados y alcanzando a los pobres
situaciones de neoesclavismo.
- La situación de defensa medioambiental, ha seguido un curso dispar, multiplicándose la
legislación nacional e internacional al tiempo que aumentaban las amenazas y agresiones al
medio.
- Se han denunciado las prácticas de algunas multinacionales (bien de modo directo o a
través de pequeñas empresas interpuestas) en el comercio de bienes y productos que se
encuentran bajo restricción o prohibidos en países desarrollados.
Los grandes bloques económicos nacionales
Uno de los efectos más importantes de la globalización económica ha sido el empuje dado
a los procesos de integración de los mercados de amplias regiones, lo que a medio plazo
favorece la creación de grandes bloques económicos.
La entrada en vigor del Acta Única (1987) y el Tratado de Maastricht (1922) evidenciaron
la proyección política y social de la nueva Europa. Los propios nombres de la entidad
(Mercado Común y Comunidad Económica Europea) señalaban que la pretensión de la
unidad europea descansaba principalmente en su dimensión económico-comercial. Se ha
llegado a la configuración de un mercado único y una economía transnacional totalmente
integrada. Esta
integración alcanzó su punto culminante con la entrada en vigor de una moneda común(el
Euro) y la fusión de todos los mercados financieros nacionales.
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4. Por primera vez, puede hablarse con propiedad de un verdadero mercado
norteamericano, conformado por Canadá, Estados Unidos y México. A partir del 1 de
enero de 1994 entró en vigor la primera fase del Tratado de Libre Comercio (TLC O
NAFTA) que en realidad constituye una paulatina liberación del comercio interno con la
desaparición de gran cantidad de aranceles aduaneros y de las cuotas de producción en los
siguientes 15 años. Aunque la desigualdad es manifiesta ( la estadounidense es 8 veces
mayor que la de Canadá y México juntas), el bloque compone la primera potencia
económica del mundo.
Las empresas y financieras japonesas constituyen la tercera potencia económica del
mundo. Los años noventa se han caracterizado por la explosión de una crisis estructural de
crecimiento (1989-1992) seguida de una crisis financiera (1995) que ha supuesto la
primera gran depresión de su economía. Las multinacionales han respondido
descentralizando su producción e invirtiendo en el extranjero, en especial en otros países
asiáticos (con mano de obra más barata) y Estados Unidos y Europa.
En las dos últimas décadas el mayor incremento porcentual de producción y comercio se ha
dado en Estados asiáticos y polinesios, a los que se conoce con el nombre genérico de los
dragones asiáticos (Corea, Taiwán, Hong Kong, Singapur, Filipinas, Indonesia, Tailandia y
Malasia). El éxito de sus economías exportadoras se basa en la producción de mercancías
altamente competitivas debido a su bajo precio en base a una mano de obra barata.
El gigante asiático CHINA supone en si mismo una potencia, que ha comenzado a
evidenciar sus enormes capacidades en los años noventa.
El paulatino abandono del sistema de producción comunista y la entrada de inversiones
extranjeras (mediante el sistema de empresas mixtas) en áreas determinadas, ha logrado
que China, sea el país con un mayor índice de crecimiento económico mundial en la última
década.
La persistente desigualdad Norte-Sur.
Las denominaciones de Norte y Sur son las más apropiadas para distinguir a los países más
ricos y los más pobres.
Las diferencias de creación de riqueza y de nivel de vida entre ellos son muy acusadas y
han permanecido creciendo constantemente.
Las principales características de los países más ricos son:
la elevada renta per capita (por encima de los 10.000 dólares anuales), amplia
industrialización tecnológicamente avanzada, depurados sistemas comerciales y
financieros, alto nivel de consumo y solidez del Estado del bienestar.
Frente a ellos, se encuentra el Sur, las grandes potencias de la pobreza. La mayor
parte tienen una vida políticamente independiente menor de 50 años, salvo China y
distintos Estados latinoamericanos, la oleada de independencia de los años cuarenta a
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5. setenta dio lugar a estos países, que no pudieron aprovechar la edad dorada económica de
esas décadas.
El ejercicio de la soberanía, lejos de haber hecho disminuir sus diferencias con las
potencias colonizadoras, no ha impedido que aumentara el déficit de riqueza y nivel de
vida, en ocasiones a mayor distancia que en la época colonial.
Un caso distinto suponen los países de economías en transición, anteriormente sometidos
a una economía centralizada y planificada por el Estado; la desaparición de la URSS y la
liberalización de los países del "socialismo real". ha abierto un colosal proceso de
transformación.
Las causas y modalidades de la miseria son múltiples y permiten realizar una clasificación
de los grados de desarrollo:
a) Países de pobreza extrema: su acceso a las materias primas es muy limitado, sus
recursos propios ha sido sobreexplotados, el media ambiente está alterado, su demografía
es alta y su economía preindustrial. Eje: Haití, Somalia, Bangla Desh etc.
b) Países subdesarrollados: caracterizados por una economía de mercado fuertemente
mediatizada por las carencias de ese mercado: bajo consumo, escasa producción materias
primas (comercializadas por compañías exteriores mínima industrialización y dependencia
exterior en comercialización, inversión y tecnología. Sus tasas de natalidad son altas el
nivel en escolarización y sanidad bajo y en amplias zonas inexistentes.
c) Países en vías de desarrollo: en el interior de estos países existen grandes
diferencias entre clases sociales, regiones e incluso generacionales. Coexisten en un
mismo ámbito, pero sin apenas relacionarse entre sí, los dos mundos: pobreza y riqueza
extremas, características de los países desarrollados o subdesarrollados. Alta
industrialización y consumo junto a elementos socioeconómicos del subdesarrollo. Eje:
México, Brasil, Sudáfrica o India.
d) Países desarrollados sólo económicamente: La riqueza de un país no sólo se mide por
su producción, comercio o renta per capita. Existen países muy ricos - como los árabes
productores de petróleo - con sistemas sociopolíticos medievales y una economía
preindustrial. En otras ocasiones el Estado es rico pero sus ciudadanos viven
miserablemente: Rusia, China, India o Irán son potencias económicas y militares, pero su
renta es baja y su estructura social característica de los países subdesarrollados. Por
último, países de reciente y muy rápida industrialización (los dragones asiáticos) no han
transformado los resultados económicos en logros sociopolíticos.
e) La pobreza de los países desarrollados: entre un 5 y un 15 % de la población de los
países desarrollados vive en la pobreza. Las razones van más allá de las presentes en otros
grupos: desempleo crónico, déficit educativo, problemas familiares o psicológicos,
drogadicción, etc. La mendicidad y los homeless (sin casa), son manifestaciones de que el
Tercer Mundo llega hasta el corazón de las sociedades más ricas.
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6. El segundo grupo de efectos incide directamente en los procesos productivos y el
mercado laboral. El crecimiento espectacular de las economías basadas en industrias
manufactureras de escasa inversión y con mano de obra barata ha producido en las últimas
décadas efectos transformadores, el coste de la mano de obra es el principal atractivo
para la ubicación de las industrias.
Los países desarrollados, han perdido millones de puestos de trabajo en industrias
manufactureras y de transformación que han ido a parar a países con la mano de
obra barata y gastos sociales muy bajos.
En los países desarrollados se han afrontado procesos de reconversión muy duros, ha
crecido considerablemente el número de desempleados y con ellos los gastos sociales.
Al mismo tiempo, se ha reabierto el debate entre el liberalismo y el proteccionismo; si
para el primero la existencia de esos nuevos países de economía emergente son
oportunidades comerciales para los neoproteccionistas los países desarrollados no podrán
a medio plazo competir con los emergentes en costes laborales y sociales.
Consecuencia de todo lo anterior, ha sido la extensión del problema de desempleo. El
desempleo es una de las lacras principales de las sociedades actuales y el origen de otras
que introducen peligrosos elementos de inestabilidad.
El desempleo alcanza a todos los sectores laborales y generacionales. Ningún colectivo
está libre de riesgo, como lo prueba la gran cantidad de titulados universitarios que no
encuentran su primer trabajo. Existen colectivos más afectados por el desempleo que
otros, como mujeres, parados de larga duración y jóvenes, este hecho a la vez tiene
profundas consecuencias sociales. Uno de los mayores logros del sistema económico
occidental fue el desarrollo por los Estados de medidas que garantizaban la protección y
la solidaridad, socializando los beneficios del crecimiento económico a través del Estado
del bienestar.
El aumento de la población beneficiaria del sistema y la disminución porcentual de la
población labora contributiva, ha hecho que en los últimos tiempos resulte gravoso el
mantenimiento del Estado de bienestar, sostenido principalmente por las empresas y
trabajadores.
GLOBALIZACIÓN Y POLÍTICA
La moderna contemporaneidad ha tenido en el Estado nacional su modelo de ordenación
política.
El Estado nacional fue el marco institucional de las revoluciones atlánticas de finales del
siglo XVIII y primera mitad del XIX.
Las transformaciones económicas y culturales de las últimas décadas tienen un efecto
directo en la pervivencia del modelo de Estado nacional.
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7. La pérdida de soberanía
Los tres pilares de la clásica soberanía eran:
- La moneda
- El Ejército
- La diplomacia
La moneda representa la soberanía que los Estados tienen sobre la economía. Sólo
persisten tres divisas con peso propio: el dólar, el euro y el yen.
La tradicional imagen de la soberanía nacional, tenía en la defensa de la integridad del
territorio una de sus manifestaciones más importantes. La política exterior se establecía
de estado a estado, únicos propietarios de la legitimidad para la regulación del orden
internacional.
Tras el fin de la Guerra Fría y la desaparición del sistema de superpontencias, la política
exterior muestra una creciente interdependencia multilateral. Los objetivos han
variado, de la dominación casi absoluta de las superpotencias se ha pasado a la vigilancia,
necesariamente debe ser conjunta, de un orden internacional aún no establecido contra
las potenciales amenazas al sistema (las guerras del Golfo y las crisis yugoslavas fueron
clara muestra de ello). Es una política exterior de geometría variable, fruto de redes de
intereses y de constantes negociaciones que muestran la incapacidad de cualquier Estado
para actuar unilateralmente en el ámbito internacional.
La espectacular repercusión de la nueva tecnología en la guerra, no fortalece sino que
debilita a los Estados nacionales para decidir en solitario; a más alto grado de
tecnología, mayor coste bélico, mayor rapidez en quedar el armamento obsoleto y mayor
facilidad para destruir el del enemigo.
Ningún Estado en la actualidad es autosuficiente (excepto, y aún altísimo precio,
Estados Unidos) en la producción de equipo bélico. Al mismo tiempo, el mercado global
ilegal de armas, permite la adquisición de tecnología punta, independientemente de su
legitimidad para utilizarla; los riesgos de guerras termonucleares, químicas y biológicas
resultan más factibles que durante la Guerra Fría; no sería una guerra mundial sino en
escenarios locales, pero la amenaza es global, puede surgir en cualquier parte. Por ello, se
necesitan acciones multilaterales concertadas constantemente, en las que instancias
superiores a los Estados nacionales (ONU, OTAN) desempeñan un papel fundamental. Esto
en cuanto al concepto convencional de defensa; pero en la actualidad se contemplan otros
escenarios de inestabilidad y ataques al sistema internacional.
Los dos más alarmantes son los que contemplan los ataques, con medios biológicos e
informáticos (la ciberguerra). El primero no es nuevo (tras la Primera Guerra Mundial se
legisló contra el uso de gases), el segundo, por su facilidad de implementación y su
capacidad para dejar inerme un país muy rápidamente.
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8. La calidad, la productividad y sobre todos los costes de producción hacen que la
movilidad empresarial crezca exponencialmente., ayudada por las posibilidades de
intercomunicación electrónica y el abaratamiento de los medios de transportes. Esto
incide directamente en el mercado laboral y en el PIB de los Estados, en las balanzas
comerciales y en los sistemas de financiación.
Las empresas atienden a sus propios intereses, localizando sus empresas donde más
barato y mejor se fabriquen sus productos. Si este fenómeno crece a nivel empresarial, en
el mercado financiero la movilidad de capitales será todavía mucho más intensa.
La interconexión de las bolsas de todo el mundo, hace que fluya diariamente un creciente
flujo de capital.
Esta movilidad de dinero crea riqueza.
Los mercados financieros, se han convertido en los tribunales diarios supremos de la salud
de las economías nacionales, ningún estado de forma aislada puede aguantar un veredicto
negativo.
Las limitaciones de la acción del Estado
Si la globalización ha tenido como consecuencia importante en el orden político, la
transferencia de soberanía del estado hacía instituciones superiores- internacionales -
e inferiores - regionales, locales - también ha deparado una clara limitación del Estado
en ámbitos que antes le eran exclusivos. Dos de las más significativas son el
cuestionamiento del Estado del bienestar y las dificultades para el control de la
comunicación.
Un elemento clave en las políticas nacionales de la segunda mitad del siglo XX ha sido el
Estado del bienestar. La globalización de la producción y la inversión lo están poniendo
en un grave peligro. La disparidad en los costes sociales entre los distintos países ( no
sólo Norte y Sur sino el países desarrollados) y los diferentes grados de regulación
laboral están en contradicción con la práctica global empresarial.
En todo el mundo se percibe un retroceso alarmante, en beneficio de una reducción de
los costes laborales y sociales y una desregulación del mercado laboral.
El control sobre la información ha sido a lo largo de la historia uno de los puntales
básicos del fortalecimiento y la defensa del Estado nacional. Esto en la actualidad es
prácticamente imposible que un Estado controle la información, debido a tres fenómenos
coincidentes: la flexibilidad y abaratamiento de la tecnología, la globalización de la
propiedad, y la autonomía y diversificación de los medios de comunicación. Al tiempo del
constante avance tecnológico, el mundo empresarial descubrió las posibilidades de la
industria que unía las esferas de la economía, la cultura y la política; es decir, el poder.
Durante los años ochenta se llevo una presión sin precedentes para que los Estados
rompieran su monopolio, especialmente televisivo. Al unir la imagen de la modernización
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9. tecnológica con la de liberación empresarial, el resultado fue una cadena de
privatizaciones y concesiones de licencias en todo el mundo (Salvo China, Singapur y los
países islámicos)Todo ellos hace que la información cada vez esté más alejada de las
posibilidades estatales, con ello el Estado pierde una de sus más firmes bases de poder.
Los grandes desafíos
Uno de los negocios más rentables a escala mundial, es la delincuencia. En la actualidad
el proceso de crecimiento de estas actividades y de modo destacado la globalización de
las redes criminales, establece el poder de los Estados nacionales en una escala sin
precedentes. Mientras la delincuencia menor-urbana reduce su importancia en los países
desarrollados, la alta delincuencia crece con los beneficios de los tráficos de drogas,
armas, etc., y el sistema delictivo más trascendental de todos, el blanqueo de dinero.
A través de este blanqueo, existe un canal de comunicación entre la economía criminal y
los mercados financieros globales. Lo que realmente resulta peligrosos de esta actividad
para el Estado nacional es la capacidad de absorción que tienen las actividades criminales
y sobre todo el dinero por ellas conseguido.
Si hasta hace unas décadas, los estados sospechosos eran pocos, a estas alturas hay
menos que se libren de sospechas; desde Japón hasta Suiza, donde las autoridades
deben obligar constantemente a su sistema bancario a abrir las cuentas de los
delincuentes internacionales. Desde México, donde los carteles han alcanzado un poder
antes sólo comparable a los colombianos (de Colombia a Bolivia, pasando por Ecuador y
Perú, la exportación de cocaína alcanza entre un 33 y un 605 de PIB nacional; los ingresos
por el tráfico de coca en Colombia son casi el doble que los provenientes de la exportación
del famoso café), hasta la nueva Rusia, donde la mafia controla de forma directa un tercio
de la nueva economía.
La capacidad científica para el estudio del medio ambiente, ha demostrado a la opinión
pública internacional el grado de deterioro del medio ambiente.
Los gobiernos nacionales no tienen capacidad para abordar la resolución de los múltiples
problemas glogales perciben la incapacidad de sus aparatos estatales para solucionar uno
de los principales problemas de la humanidad.
La incapacidad de los Estados nacionales para tratar los problemas globales que
tienen una alta repercusión en la opinión pública, hacen que iniciativas civiles, tomen cada
vez más responsabilidades que antes éstos mantenían en monopolio. La "privatización" del
humanismo solidario global, hace cada vez más débil uno de los últimos razonamientos
sobre la legitimidad del Estado.
Las Transformaciones Sociales
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10. Los grandes cambios políticos y económicos de las últimas décadas han conllevado a unas
trasformaciones sociales de unas proporciones mayores a cualquier otra cambio de la
edad contemporánea.
Características del cambio social
Los rasgos fundamentales de las transformaciones sociales afectan a todos los
ámbitos.
a) La crisis de lo político
b) Modificación de la trascendencia de los agentes sociales.
c) Crisis del sistema de valores.
d) Decadencia de las comunidades culturales homogéneas.
e) Comunicación y masas, los medios de comunicación se han consolidado como la base
misma de la legitimación del poder.
f) Revolución Tecnológica
Homogenización y fragmentación
Una de las características más importantes de la sociedad actual radica en la
expansión de una cierta cultura universal y el fortalecimiento de movimientos mayoritarios
(nacionalismos) y minoritarios (tribalismo, neoclanes).
Las comunicaciones globales han extendido claves de conducta, sistemas de valores,
conjunto de relaciones personales; la defensa de los derechos humanos, la aspiración
a sistemas democráticos de decisión, la búsqueda de trabajo y de la realización
personal.
La sociedad del ocio
La reducción de las jornadas laborales, las facilidades de comunicación y el
incremento del sector servicios, han hecho que las tradicionales horas en las que se
descanaba del trabajo se transformaran en "tiempo de ocio". El ocio, concepto que
surgió en los años cincuenta para designar las actividades que llenaban el tiempo libre.
En la actualidad mueve industrias y actividades de muy variado signo, desde el cine y
televisión, pasando por el turismo, deportes, bricolaje o la jardinería, etc.
Las distintas posibilidades de ocio caracterizan un nuevo tipo de sociedad, que gasta
energías, tiempo y recursos económicos en actividades no laborales. Las características
de la sociedad del ocio son:
a) Del productor al consumidor: La identificación del individuo como productor de
bienes ha cambiado hasta asimilar los derechos del consumidor de esos bienes.
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11. b) Ocio y bienestar: Las actividades lúdicas miden el nivel de vida de una sociedad; cuanto
más alto es aquel, mayores recursos humanos y económicos dedican al ocio.
c) De las elites a las minorías: Han acabado desapareciendo las diferencias clasistas,
generacionales y geográficas en el disfrute del ocio. No sólo todos tienen acceso a él,
sino que participan de actividades similares; las únicas diferencias que persisten atienden
al nivel cultural.
d) Mitificación e identificación: la práctica masiva de una actividad lúdica ha propiciado el
fenómeno identificatorio entre los que la practican. Elevando a los altares de la fama a
personajes que practican esa actividad (deportistas, actores, escritores, etc)
No existen actividades de ocio que en sí sean más positivas o negativas. Sin embargo
existe diferencias notables de unas a otras; según la actitud del participante pueden
diferenciarse, el ocio pasivo, activo, solidario o consumista.
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