Este documento trata sobre la importancia de la actitud positiva. Explica que la actitud afecta todas las áreas de la vida, incluidas las relaciones familiares, laborales y comunitarias. Además, cita un pasaje bíblico que describe cómo la actitud negativa puede impedir hacer el bien que se desea. Finalmente, ofrece sugerencias para cultivar una actitud que promueva la convivencia positiva dentro de la comunidad parroquial, como vivir la fe con optimismo y cultivar amistades responsables.

1. APLICACIÓN DEL LIBRO DE HECHOS DE LOS APOSTOLES ANEXO 2, SOBRE LA ACTITUD. Profesor: Pbro. Lic. Juan Calixto Alonso Alumna: Claudia Xochitl Fuentes Martínez

2. Cambiando desde nuestro Interior: La actitud, es el principio de todo cambio en nuestras vidas. La actitud al final se mide a través de comportamientos, somos proactivos o reactivos, positivos o negativos, optimistas o pesimistas, pasivos o activos. Esto afectará todas las áreas de nuestra vida, incluyendo nuestra relación en la familia, en el trabajo y en el apostolado dentro de la comunidad parroquial.

3. Carta del Apóstol San Pablo a los Romanos Capítulo 7, versos 15, 17-19 y 21-23 “No entiendo el resultado de mis acciones, pues no hago lo que quiero, y en cambio aquello que odio es precisamente lo que hago… Porque yo sé que en mí, es decir, en mi naturaleza débil, no reside el bien; pues aunque tengo el deseo de hacer lo bueno, no soy capaz de hacerlo. No hago lo bueno que quiero hacer, sino lo malo que no quiero hacer. Me doy cuenta de que, aun queriendo hacer el bien, solamente encuentro el mal a mi alcance. En mi interior me gusta hacer lo correcto, pero veo en mí algo que se opone a mi capacidad de razonar: es mi actitud negativa, que está en mí y que me tiene preso.”

4. PARA UNA SANA CONVIVENCIA DENTRO DE LA COMUNIDAD PARROQUIAL SE SUGIERE: Viva positivamente su FE, ella la guiará congruentemente. Elimine los vicios físicos y emocionales de su vida comunitaria. Tenga una cita con Dios y consigo mismo cada día. Busque la satisfacción de ser lo que es Hijo de Dios y hermano de Cristo. Aprenda a manejar la oposición y las circunstancias, como algo pasajero. Cultive las amistades en una forma madura y responsable. Tenga una perspectiva de largo alcance: La vida eterna.

5. La vida que compartían los creyentes Hch.4,32-35 Los primeros cristianos se consideraban parte constituyente de su mismo mundo: “lo que es el alma para el cuerpo, eso son los cristianos en el mundo” (Epístola a Diogneto) . No se distinguían de los demás hombres de su tiempo, ni por su vestido, ni por sus insignias, ni por tener una ciudadanía diferente.