1. FRUTO DISPERSO
Juan 13:3-15
Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.
1 Corintios 11:1
Se cuenta la historia de un cristiano que estaba sirviendo
en las fuerzas armadas y que estaba en casa de licencia.
Estaba corriendo a toda prisa para alcanzar el tren cuando
chocó contra un puesto de fruta en la plataforma de la
estación, derribando al suelo la mayor parte de las
manzanas que habían estado apiladas.
El joven que operaba el puesto trató de levantar su fruta
dispersa pero se le estaba haciendo difícil hacerlo. El
contrito soldado dejó su equipaje y comenzó a recoger las
manzanas. Limpió cada una con su pañuelo y la volvió a
colocar en el estante. El muchacho quedó tan
impresionado que le preguntó lleno de agradecimiento,
quot;Soldado, ¿es usted Jesús?quot; Con una sonrisa, el soldado
respondió, quot;No, pero estoy tratando de ser como Élquot;.
2. Algunas veces, al apresurarnos con nuestras
propias responsabilidades, nos volvemos
demasiado atareados como para preocuparnos
por otras personas. Pero debemos recordar que
Jesús nos insta a mostrar amabilidad y
preocupación por nuestro compañeros de viaje.
Él estableció el ejemplo para nosotros en Juan
13 siendo un siervo. Tenemos que tomarnos el
tiempo necesario para ser de ayuda también.
¿Habrá alguien que nos pregunte, quot;Es usted
Jesús?quot; ¿Y podríamos responder con total
honestidad, quot;No, nos soy Jesús, pero estoy
tratando de ser como Élquot;. La amabilidad a la
imagen de Cristo puede abrir la puerta para un
testimonio que toque el corazón.
4. Lectura Bíblica: 1 Corintios 10:23
Todo me es lícito, pero no todo conviene; o todo me es lícito, pero no
• 23
todo edifica. 24 Ninguno busque su propio bien, sino el del otro. 25 De todo
lo que se vende en la carnicería, comed, sin preguntar nada por motivos de
conciencia; 26 porque del Señor es la tierra y su plenitud. p 27 Si algún
incrédulo os invita, y queréis ir, de todo lo que se os ponga delante comed,
sin preguntar nada por motivos de conciencia. 28 Mas si alguien os dijere:
Esto fue sacrificado a los ídolos; no lo comáis, por causa de aquel que lo
declaró, y por motivos de conciencia; porque del Señor es la tierra y su
plenitud. 29 La conciencia, digo, no la tuya, sino la del otro. Pues ¿por qué se
ha de juzgar mi libertad por la conciencia de otro? 30 Y si yo con
agradecimiento participo, ¿por qué he de ser censurado por aquello de que
doy gracias?
Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria
• 31
de Dios. 32 No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios;
como también yo en todas las cosas agrado a todos, no procurando mi
33
propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos.
5. Biblia Diario Vivir
• 11.1 ¿Por qué dice Pablo: «Sigan mi ejemplo»? Él no
era arrogante, no se creía una persona sin pecado. En
este momento, los creyentes en Corinto no sabían
mucho acerca de la vida y el ministerio de Cristo. Pablo
no podía decirles que imitaran a Cristo porque los
evangelios todavía no habían sido escritos, por lo tanto
no tenían idea de cómo era Jesús. La mejor manera de
guiar a estos nuevos cristianos era mostrándoles a un
Cristo en quien confiaran (véanse también Gálatas
4.12 ; Filipenses 3.17 ; 1 Tesalonicenses 1.6 ; 2.14 ; 2
Tesalonicenses 3.7 , 9 ). Pablo estuvo en Corinto casi
dos años y pudo establecer una relación de confianza
con muchas de estas personas.