El documento describe la asistencia social en el cristianismo primitivo. Practicaban la caridad y rechazaban la acumulación de riquezas. La reciprocidad era una costumbre inherente a la sociedad donde cada persona asumía ayudar a otros sin esperar compensación, como entre familia, vecinos o amigos. La iglesia primitiva estableció diaconías, que eran hospicios u hospitales para asistir a los pobres y enfermos, con fundamentos de cuidado, terapia y hospitalidad.