2. • Ya los primitivos Padres de la Iglesia
censuraban los juegos circenses en los
que intervenían fieras, llamándolos
“espectaculum daemonum”, o
sea, espectáculo demoníaco.
3. • Diversos prelados españoles, como Hernando
de Talavera (1428-1507) y Tomás de Villanueva
(1488-1555), arzobispo de Granada, confesor y
consejero de Isabel la Católica el primero y
arzobispo de Valencia y confesor de Carlos I el
segundo, clamaron insistentemente contra las
fiestas de toros.