1. LAS ARTES PLÁSTICAS DEL ANTIGUO EGIPTO LA ESCULTURA LA PINTURA LA ESTATUARIA: LA ESCULTURA EXENTA EL RELIEVE
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3. ¿QUÉ PODEMOS DEDUCIR DE ESTAS IMÁGENES SOBRE LA PLÁSTICA EGIPCIA? APRENDER A MIRAR
4. ¿Qué tenemos que saber sobre la plástica egipcia? LOS TEMAS REPRESENTADOS Y SU SIGNIFICADO LA TÉCNICA LA TIPOLOGÍA O FORMAS ESCULTÓRICAS LOS MATERIALES EMPLEADOS LAS CARACTERÍSTICAS FORMALES LA CONDICIÓN SOCIAL DEL ARTISTA LAS OBRAS MÁS REPRESENTATIVAS
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6. LA ESTATUARIA EGIPCIA: TIPOLOGÍA ESTATUARIA REAL Se centra en la figura del faraón, encarnación de Egipto e hijo de los dioses, garante de la supervivencia de la civilización egipcia. Siempre en actitud hierática. ESTATUARIA CORTESANA Junto a él aparecen con frecuencia representaciones de funcionarios ( escribas, sacerdotes, contables, alcaldes, etc...), con un tratamiento menos hierático .
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18. LA EVOLUCIÓN DE LA ESCULTURA EGIPCIA: OBRAS MÁS REPRESENTATIVAS.
21. LA PALETA DE NARMER La paleta está confeccionada en esquisto verde , según otros investigadores el material es pizarra , tiene unas proporciones de 45 cm. de ancho, 64 cm. de alto y en su parte más gruesa de 6.5 cm. Ambas caras de la paleta están decoradas, en su parte superior aparecen dos cabezas de vaca que simbolizan, bien a la diosa Hatubat o bien a la diosa Hathor . Entre ellas se sitúa la Fachada del Palacio , y en su interior se encuentra el nombre Horus del rey, el pez Nar y un cincel, cuyo significado es “ Querido de Nar ”.
22. PALETAS DE COSMÉTICA Paleta del "Campo de Batalla". Pizarra. Hacia 3150 a. C. Probablemente procede de Abydos. Anchura, 20 cm. Museo Británico. Paleta con forma de pez
23. Estatuas de Rahotep y Nefret. Caliza pintada. Altura, 120 cm. Procedentes de la mastaba de Rahotep en Meidum. Museo Egipcio de El Cairo
24. Casi a tamaño natural , las dos figuras están separadas, pero podrían haberse concebido como una pareja . Nefret está envuelta en una túnica ceñida, la mano izquierda oculta, y la derecha entre el pecho y el codo. En Rahotep , en cambio, los miembros están ligeramente separados del cuerpo y del asiento, que es un sencillo bloque sin decoración alguna. Se marcan con claridad los músculos del brazo, y los dedos aprietan un objeto cilíndrico. Los rostros están tratados de un modo tan individualizado que es casi obligado considerarlos como retratos. Los cuerpos son volúmenes plásticos de formas amplias (angulosas en Rahotep, redondeadas en Nefret) y no apuradas en pos del detalle, como para no restar interés a las cabezas, donde el afán de vida se concentra y expresa. Rasgos arcaicos, no superados hasta la V dinastía, son los anchos tobillos. Los nombres y títulos de la pareja están inscritos en las losas de piedra que forman los respaldos. Son esculturas concebidas como estatuas incluidas en la roca . Ninguna de las dos está hecha para ser vista por detrás. Estatuas de Rahotep y Nefret. Caliza pintada. Altura, 120 cm. Procedentes de la mastaba de Rahotep en Meidum. Museo Egipcio de El Cairo.
25. Estatua de Katep y Hetepheres. Caliza. Altura, 47'5 cm. Procedente posiblemente de Giza. Alrededor de 2300 a. C. Museo Británico. El enano Seneb y su familia. Caliza pintada. Altura, 34 cm. Procedente de Giza. Museo de El Cairo.
26. Estatua de Kefrén. Diorita. Altura, 168 cm. Procedente de Giza. IV dinastía. Museo Egipcio de El Cairo.
27. Estatua de Kefrén. Diorita. Altura, 168 cm. Procedente de Giza. IV dinastía. Museo Egipcio de El Cairo. La estatua de tamaño natural de Kefrén sigue siendo la obra maestra de la escultura del Imperio Antiguo , tanto por la destreza de la labor cuanto porque materializa el concepto de soberanía en el Egipto antiguo . El faraón está sentado en un trono cuyo respaldo le llega a los hombros; encima éste, Horus, en forma de halcón, abraza con sus alas la cabeza del rey, y las dos figuras están vinculadas porque el faraón reinante es la encarnación de la divinidad. El trono tiene patas de león, y cabezas del mismo animal sobresalen en los dos extremos del asiento. A ambos lados del bloque en que el trono está esculpido como relieve, se ven las flores del Alto y el Bajo Egipto, enlazadas por el nudo de la unificación. El rey se halla semidesnudo, con sólo el shenti plisado, en postura de rígida simetría , apenas aliviada por la distinta colocación de las manos. Esta estatua se hallaba en el Templo del Valle del faraón. Se descubrió bajo el enlosado, en una fosa en la que se había colocado en fecha indeterminada, ya fuera para protegerla o con una finalidad ritual. En el mismo lugar se encontraron fragmentos de estatuas similares.
28. El faraón Menkaure (Micerinos) y su esposa (probablemente Kha-merer-nebty). Altura, 139 cm. Procedente de Giza, del templo de Menkaure. 2548-2530 a. C. Museo de Bellas Artes de Boston.
29. El faraón Menkaure (Micerinos) y su esposa (probablemente Kha-merer-nebty). Altura, 139 cm. Procedente de Giza, del templo de Menkaure. 2548-2530 a. C. Museo de Bellas Artes de Boston. El hecho de que algunas esposas de faraones estén representadas en pequeño tamaño a los pies de éste no debería autorizarnos a especular sobre el lugar que ocupaban entonces las mujeres. Menkaure se hizo esculpir acompañado de su esposa, y los dos tienen las mismas proporciones. La mano de la reina ciñe el talle del faraón; los dos están avanzando, aunque a ella el ajustado vestido le estorba el paso. El faraón egipcio se consideraba en parte hombre y en parte dios, el eslabón entre el mundo de los mortales y los cielos . Su poder y la autoridad eran supremos. Entre sus deberes estaba la conservación del orden de Maat, la justicia contra las fuerzas de caos
30. El faraón Menkaure (Micerinos) con la diosa Hathor y la representación de un nomo. El faraón Menkaure (Micerinos) con la diosa Hathor y la representación de un nomo..
31. El faraón Menkaure (Micerinos) con la diosa Hathor y la representación de un nomo. Pizarra. Altura, 83'5 cm. Procedente del templo del valle de su pirámide en Giza. Dinastía IV. Museo de Bellas Artes de Boston. Altorrelieve de una serie de ocho (de los que sólo cuatro se conservan enteros) en homenaje a las ciudades-cantones de Egipto que veneraban a Hathor como divinidad principal . Esta magnífica escultura muestra la relación cercana que los egipcios percibieron entre sus dioses y sus reyes. La figura central es la diosa Hathor , identificada por los cuernos que rodean el disco solar en la cabeza. Expresa su cariño al faraón (que lleva la corona del Alto Egipto), rodeándole la cintura con uno de sus brazos y tocándole levemente el brazo con la otra mano. La tercera figura personifica un nomo o provincia, identificado por su símbolo, la liebre, que tiene sobre la cabeza. En la mano izquierda lleva el ankh, símbolo de la vida, como obsequio al rey.
32. Colosos de Memnom: Estos colosos miden 18m de altura , antiguamente eran una entrada del desaparecido templo de los muertos de Amenofis III. Por culpa de un terremoto uno de los colosos se agrietó y desde entonces “cantaba”a la salida del sol, Pero enmudeció de nuevo cuando la grieta fue reparada, las causas de este canto se debía al cambio de temperatura y humedad entre el día y la noche.
33. Escriba sentado. Caliza pintada. Altura, 53 cm. Procedente de Sakkara. V dinastía. Museo del Louvre. París.
36. Los ritos mortuorios durante la V dinastía del Imperio Antiguo, que exigían conservarlas esculturas de los difuntos, nos han permitido conocer las efigies de algunos colaboradores de los grandes faraones constructores de las grandes pirámides. Son esculturas que muestran un intencionado acercamiento a lo real representando a hombres concretos , no idealizados , en actitud tranquila, en una inmovilidad lleno de vida que expresa la dignidad de su jerarquía . Tal es el caso de la famosa obra llamada El alcalde del pueblo que fue descubierta en el año 1860 en la excavación de la mastaba o tumba del sacerdote-lector Kaaper, en la región de Saqqara. Recibió el nombre vulgar de Cheik-al-Beled o "alcalde de pueblo", porque los obreros que trabajaban reaccionaron al verla identificándola con el alcalde o jaique del poblado, seguramente semejantes en el parecido físico o en la arrogancia y porte algo opulenta del sacerdote Kaaper. Hoy se encuentra en el Museo Egipcio del El Cairo. Tallada en madera conserva la rigidez cilíndrica del tronco del árbol, estando policromada seguramente en su origen , es sin duda un retrato muy expresivo de los caracteres de este sacerdote, en cuya diestra debió de empuñar no el bastón que ahora ostenta sino un sistro o sonaja.
37. Estatua de un funcionario provincial. Altura, 134 cm. Procedente de Deshasha. Alrededor de 2400 a. C. Museo Británico.
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39. Estatua colosal de Tolomeo Filadelfo. Granito rojo. Altura, 266 cm. Procedente de Heliópolis. Reinado de Tolomeo II, 285-246 a. C. Museos Vaticanos. Roma. Estatua colosal de granito rosa de Tolomeo II Filadelfo que, junto con la de la reina Arsínoe II (dos de los artífices de la helenización de Egipto durante el segundo cuarto del s. III a. C.) fue llevada a Roma por Calígula (37-41 d. C.) para decorar los Huertos Salustienses. Calígula hizo realizar una copia de la estatua de la reina Arsínoe II en honor de su hermana Drusila, con la que se había casado y a la que deseaba ensalzar como a una diosa. La manía de grandeza del emperador lo llevó a compararse con los faraones, a quienes no se negaba la calidad divina.
40. Relieve de la familia real. Akenatón y Nefertiti. Caliza. Altura, 32'5 cm. Procedencia desconocida. Hacia 1340 a. C. Esta obra ilustra de forma inequívoca el cambio radical en la teología durante el reinado de Akenatón . A diferencia de obras anteriores, el faraón y la deidad ya no aparecen en un mismo nivel, sino que esta última domina la escena desde el cielo. La humanidad es representada por los reyes Akenatón y Nefertiti con sus hijas ; estas figuras aparecen en el orden simétrico típico de los retablos (un indicio de su papel mediador entre lo humano y lo divino). La comunicación entre el dios-sol Atón y la familia real es simbolizada con los rayos que emanan del disco solar. Estos terminan en forma de manos que ofrecen símbolos de la vida a los reyes, gesto que simboliza el efecto vivificador del sol.
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42. Cabeza de retrato del rey Akenatón. Yeso. Altura, 26 cm. Cabeza de retrato de una reina. Cuarcita. Altura, 30 cm. Ambas procedentes de Amarna, de hacia 1335 a. C. Museo Egipcio de Berlín.
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44. Estatua colosal de Amenhotep IV (Akhenatón) con doble corona y nemes. Arenisca. Altura, 205 cm. Procedente de Karnak. 1351 - 1348 a. C. Museo Egipcio de El Cairo.
45. Busto de modelo de la reina Nefertiti. Caliza y yeso. Altura, 48 cm. Procedente de Amarna. Hacia 1340. Museo Egipcio de Berlín.
46. Busto de modelo de la reina Nefertiti. De construcción perfectamente simétrica , fue reducida a un busto debido a su función de modelo, hecho que también explicaría la ausencia de incrustación en el ojo izquierdo. El tipo de corona está documentado casi exclusivamente para la reina Nefertiti. La enorme popularidad que alcanzó al poco tiempo de ser expuesto se debe probablemente al hecho de que coincidiera con el ideal femenino austero y distanciado que predominaba en los años veinte . Debido a que el busto de Nefertiti parecía sugerir el mismo ideal, fue copiado en innumerables ocasiones y utilizado discrecionalmente para fines publicitarios de todo tipo. La perfección académica y el aire atemporal del busto de Nefertiti son tan atípicos para su época como lo fue todo el periodo de Amarna en el contexto del arte y de la religión del Egipto antiguo. Por lo tanto, es un doble malentendido proclamar a Nefertiti como símbolo representativo del Egipto antiguo.
48. Figurilla de una sirvienta. Madera. Altura, 38 cm. Procedente de la tumba de Gua, en Deir Bersha. Museo Británico. La mayoría de las figurillas que se colocaron en tumbas ricas del Imperio Medio muestra la producción de ofrendas de alimento para el dueño. Esto debía asegurar que las ofertas continuaran para toda la eternidad . Las figurillas incluyeron la preparación de campos para cosechas, los graneros, fabricación de pan y carnicería. El vestido ajustado de lino es el típico que llevaban la mayoría de las mujeres hasta el Imperio Nuevo. En esa época, tanto hombres como mujeres comenzaron a llevar voluminosas prendas de vestir finamente tejidas con muchísimo plegado y el vestido ajustado quedó reservado sólo a diosas.
49. Figura de un hombre con una azada. Altura, 33 cm. Procedente de Assiut. Alrededor 2250 a. C. Museo Británico. Las provisiones de la tumba para la vida después de la muerte deberían durar para toda la eternidad, por lo que las tumbas eran equipadas con figurillas que representaban todas las etapas del proceso de producir el grano para el pan, una de las ofrendas principales para mantener el difunto en la vida después de la muerte. El empleo de una azada, para romper los terrones de tierra que no podía romper el arado, podía constituir la diferencia entre una cosecha buena y otra pobre. Esto, en última instancia, afectaría a lo que estuviera disponible para ofrendas para sostener al difunto.
50. Mujer moliendo grano. Caliza. Altura, 30'9 cm. Dinastía V. 2524-2400 a. C. Procedente de Giza, tumba G 2004. Museo de Bellas Artes de Boston. Estatuillas de sirvientes realizando tareas domésticas como hornear, tejer, etc., eran colocadas en las tumbas en la creencia de que llegarían a proporcionar mágicamente lo necesario para el ka y asegurarían el bienestar del difunto en la otra vida. Esta mujer arrodillada moliendo grano para el pan lleva una falda atada a un lado y un pañuelo cubriendo el cabello. La piedra caliza en la que está tallada se habría cubierto con una capa fina de yeso y después pintado.
51. Figurillas de criados que preparan alimento. Altura, 30'5 cm. Procedente de Sedment. Alrededor de 2200 a. C. Museo Británico.
52. Gato. Bronce. Altura, 27'9 cm. Metropolitan Museum. Esta figura está formada por dos mitades unidas por una juntura casi invisible, y contuvo un gato momificado. El gato era el animal sagrado de la diosa Bastet. En rituales realizados en su honor, gatos momificados se enterraban dentro de sus templos. Este gato de bronce no es una figura ordinaria. Su oreja derecha tuvo una vez un pendiente de oro (ahora perdido), y colgado de un collar un colgante de ojo de wedjat. La postura erguida y la expresión alerta de sus ojos crean una impresión de majestad y solemnidad. Los músculos y las patas largas y elegantes transmiten un sentido del poder controlado.
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54. Relieve de la tumba de Rehotep. Caliza. Longitud, 114, cm. Anchura 83'8 cm. Procedente de Meydum. Alrededor de 2600 a. C. Museo Británico. Representa a Rehotep sentado ante una mesa de ofrendas . Rehotep era un príncipe de la Dinastía IV, hijo del rey Sneferu. Sirvió como sumo sacerdote en Heliópolis, el centro de culto del dios del Sol Re. La mastaba de Rehotep fue construida cerca de la pirámide de Meydum. Rehotep está sentado delante de una mesa de ofrendas, encima de la que aparecen los nombres escritos en jeroglíficos de las ofrendas, como incienso o vino. Los rastros de pintura indican que el relieve fue decorado con colores muy vivos.
55. Relieve de Mentuhotep II. Caliza. Altura, 35'9 cm. Procedente de Tebas Oeste. 2040-2010 a. C. Metropolitan Museum. El bajorrelieve delicadamente modelado y los detalles finamente pintados muestran los estándares artísticos altos que prevalecieron en los talleres reales de Tebas durante este periodo. El relieve egipcio posee poco bulto, de ahí que hablemos de bajorrelieve . Generalmente se policromaba , de modo que casi parecen pinturas. El color: los relieves y la pintura utilizan la policromía , cuya simbología está determinada de antemano: Hombres : color terroso, Mujeres : color amarillo claro.
56. Relieve funerario. Caliza. Altura, 110 cm. Procedente de Deir Dronka, cerca de Asyut. Hacia 1250 a. C. Museo Egipcio de Berlín. Los relieves de la tumba de Amenhotep corresponden a escenas del Libro de los Muertos . La temática profana de las imágenes funerarias ha desaparecido totalmente de las representaciones sobre papiros y ataúdes. Una visión glorificada del otro mundo sustituye la esperanza de una eternidad concebida a partir de la vida terrenal. El difunto glorificado ha entrado en el círculo de los dioses; la presencia de tales imágenes en las tumbas garantiza la proximidad eterna de éstos.
57. Pintura mural egipcia British Museum. Londres EL PEQUEÑO PASTOR DE BUEYES La pintura se sirvió de una técnica mixta para la ejecución de sus murales , consistente en la utilización del fresco en primer término, para luego ser repasado con temple . Los recursos expresivos del relieve y la pintura son similares y están ligados a los rígidos convencionalismos de la plástica egipcia, que apenas evolucionaron en su larga historia.
65. PINTURA AL FRESCO PROCEDENTE DE LA TUMBA DE METHETHI DESCRIPCIÓN: Representación de unos pastores de un rebaño de orix. Se puede apreciar la frontalidad de los individuos frente al naturalismo de los animales que forman el rebaño.