2. Un exitoso joven abogado exclam ó : “El mejor regalo que he recibido fue uno que me di o mi pap á en una cajita pequeña. Adentro ten í a una nota que decía, ‘Hijo, este a ñ o quiero regalarte 365 horas. Una hora cada día después de la cena será tuya. Hablaremos de lo que t ú quieras, iremos donde tú quieras y jugaremos lo que tú quieras. ¡ Esa hora será toda tuya!’” “Mi papá no solo cumplió su promesa, sino que la renovó cada año y ha sido el regalo más grande que he recibido en mi vida. Yo soy el resultado de su tiempo.”
3. A veces el hombre más pobre deja a sus hijos la herencia más rica. --Ruth E. Renkel
4. Cuando era un chico de 14 a ñ os, mi padre era tan ignorante que yo evitaba estar cerca del ‘viejo’. Pero cuando cumplí 21 a ños , me asombr é de ver todo lo que el ‘viejo’ había aprendido en siete anos. --Mark Twain
5. Cuando un hombre se da cuenta de que su padre tal vez tenía razón, normalmente tiene un hijo que cree que está equivocado. -- Charles Wadsworth
6. Se amable con tu padre, pues cuando eras niño, ¿ quien era como é l para amarte y entretenerte? El escuch ó tus primeros balbuceos y se unió a ti en tu gozo inocente. -- Margaret Courtney
7. Cuando nací mi padre era un ser que a veces aparecía para aplaudir mis últimos logros. Cuando me iba haciendo mayor, era una figura que me enseñaba la diferencia entre el mal y el bien. Durante mi adolescencia era la autoridad que me ponía límites a mis deseos. Ahora que soy adulta, es el mejor consejero y amigo que tengo. He vivido una vida repleta de problemas, pero no son nada comparado con los problemas que tuvo que afrontarse mi padre para lograr que mi vida empezase. --Bartrand Hubbard
8. Soy soldado por profesión y me enorgullezco de ello. Pero estoy muchísimo m á s orgulloso de ser padre. Un soldado tiene que destruir para poder construir. Un padre solo construye, nunca destruye. El uno tiene m ás posibilidad de la muerte, el otro incorpora la creación y la vida. Y aunque los batallones de ‘muerte’ son poderosos, los batallones de ‘vida’ son aun m á s. Es mi esperanza que cuando haya dejado este mundo, mi hijo me recuerde, no por las victorias en el campo de batalla, sino por los momentos en nuestro hogar repitiendo juntos: “Padre nuestro que est á s en los cielos.” -- General Douglas MacArthur