2. • Tema: atraco
• Narrador: interno
• Tiempo: pasado
• Lugar: antiguo oeste
• Personajes:Razegor,Willro y J.Marston /Juan
• Argumento: La Historia comienza en un atraco
a un banco. Habla de una banda peligrosa
5. • Nombre : Willro.
• Descripción: Es un personaje que lleva un gorro romano que parece una
escoba, lleva una armadura romana robada del coliseo de Roma, con unas
sandalias, y con su preciosa capa roja de piel de jaguar.
6. • Nombre: Razegor
• Edad: 30
• Armas: cuchillo, revólver
• Nacimiento: 2/2/1820
• Especialidades: muerte sigilosa, avanzar por las sombras, tácticas de atracos
• Biografía: Razegor nació el febrero del 1820 a las 10:00h. A los 10 años ya
atracaba a la gente de su pueblo. A los 15 empezó a crear su propia banda.
Unos años más tarde creó una máscara para poder ocultar su rostro. A los 20
había subido su recompensa a $1000. A los 22 dio su golpe más sonado
atracando a la Casa Blanca robando al presidente y finalmente, a los 30
tenía creada una de las bandas más peligrosas del país,
7. • Nombre: Joan
• Edad: 70
• Nacimiento: 1/1/1780
• Fallecimiento x/x/1850
• Es un hombre bajito, de unos 1’54m. Siempre va con un penique en el bolsillo por
si a caso y un revólver escondido en los calcetines para protegerse de los
policías. Es un poco loco(bastante) y siempre quiere volarlo todo con dinamita.
8. Era el año 1850, yo y mis compañeros estábamos en el banco de la ciudad . Poco nos
esperábamos que en ese momento entraría la banda de los Rompe-Cráneos, conocidos
por ser ladrones de diligencias y bancos. Uno de los 4 se llamaba Razegor . Siempre iba
con un traje negro de cuero y unas botas que le pasaban de las rodillas. Nadie conocía
su verdadero rostro. La recompensa de los cuatro delincuentes sumaba un total de
$300.000. Esos ladrones despiadados no se paraban delante de la ley ni de nadie . Los
otros atracadores encontraron los otros tres miembros. Eran Joan el viejo, J. Marston el
rápido y por último Willro el antiguo, conocido por llevar una armadura Romana. Yo
veía sus intenciones; los tres delincuentes peligrosos avanzaron pero Joan, que no
tenía precio por su cabeza, se quedó retrasado. Razegor se puso delante del mostrador,
y una vez allí dijo –!Tú, pipiolo, empieza a darme todo el oro que tengas en el banco
ahora mismo! En ese mismo instante todos sacaron las armas y apuntaron al
banquero. Entonces todos los civiles saltaron al suelo y el banquero empezó a dirigirse
a la caja fuerte pero el ayudante del banquero, intentó coger el teléfono. J. Marston le
disparó a la cabeza y el hombre cayó fulminado.
9. Yo estaba en el suelo mientras el banquero ponía los lingotes de oro dentro de una bolsa que
llevaban. Todos estábamos asustados pero entonces oímos un ruido de caballos. Eran los
policías de la ciudad que rodearon el local. Razegor lanzó una sonrisa –Yo ya decía que
tardaban mucho- Willro me miró y dijo:
–Chicos podríamos coger un rehén-.
“De acuerdo”, contesté yo y me levantaron del suelo y apuntándome a la cabeza salieron con
el dinero. La gente de fuera estaba a punto de abrir fuego.
Ellos vieron el ambiente y pensaron qué podían hacer antes de salir. Cargaron las pistolas y se
lanzaron al suelo. Los hombres de fuera abrieron fuego contra el edificio pero no hirieron a
ninguno de los delincuentes .Desde las ventanas empezaron a disparar. Dispararon todo el
cargador matando a 10 hombres. Los tres recargaron. Juan seguía distraído cuando una bala le
hizo caer el sombrero. Al ver eso saltó al suelo y cogió su revólver. Los tres al ver que su
cómplice aún no se había enterado, suspiraron . Entonces J. Marston se levantó y disparó su
cargador en pocos segundos matando a todos los que quedaban en pie. Entonces Razegor , me
cogió del cabello y me levantó del suelo. Los cuatro salimos del edificio con el dinero. Fueron
hasta unos caballos que tenían atados en uno de los lados del banco, me subieron a uno de los
caballos y marchamos. Cabalgamos unas 3h hasta que llegamos a un burdel. Allí bajaron de los
caballos y entraron.
La dueña se les acercó
–¿Qué chicos, cómo os ha ido el atraco?
–Bien traemos nuestras recompensas en oro- respondió Willro
–Bueno chicos ir a divertiros, que yo tengo que ir a preparar nuestro próximo golpe ,y encerrad
a ése en el calabozo.
Entonces me cogieron y me llevaron al subterráneo donde me encerraron en una cárcel
improvisada. Juan se sentó en una silla delante de la cárcel y empezó a leer un diario que tenía
encima de una mesa.
10. Entonces bajó una de las chicas y les preguntó
–Juan, Razegor me ha dicho que habéis tenido un día duro ¿Quieres qué te
relaje?
- Juan sonrió y dijo :
–No, estoy bien, no lo necesito. De los que estamos aquí ,el prisionero es el
que necesita más ese tratamiento- La joven entró en la cárcel y cerró. Juan
cogió la pistola y me dijo:
–Disfruta del trato de preferencia, pero intenta hacer cualquier truco y te
vuelo la tapa de los sesos. La muchacha me atrapó con sus habilidades
durante unos 10 minutos y luego se fue dejándonos solos a mí y a Juan otra
vez. En ese momento entró Razegor que me miró y dijo:
–Escucha, no pretendo dejarte aquí mucho tiempo, es decir, ahora iremos a
atracar un tren y tú te vienes para hacer de rehén. Juan abrió la cárcel y me
sacó- Entonces me llevaron hasta fuera donde tenían los caballos . Me
hicieron subir. Luego empezamos a cabalgar. Entonces llegamos a un puente
por donde pasaba el tren.
11. . J. Marston saltó al tren, Razegor me cogió y saltamos. Los dos caímos encima del
tren, un poco más lejos que J. Marston. Entonces Willro y Juan también saltaron.
Cuando todos los miembros de la banda estaban ya encima del tren, se dirigieron al
extremo y entraron al último vagón. Al entrar dispararon al revisor y empezaron a
avanzar por el tren hasta que llegaron a uno de los tres últimos vagones donde se
encontraron con un grupo de 10 hombres que iban armados con revólver y que nos
apuntaron nada más entrar.
Juan creía que era el único que pensaba que quería robar el oro de este tren. J.
Marston sonrió –¿Tú qué piensas?
Boris- el hombre se giró –muy gracioso, pero habéis perdido. Ahora mismo algunos
de mis hombres están robando el oro- Razegor puso las manos a la espalda e hizo
dos señales con los dedos. Los tres se lanzaron al suelo y antes que les diese tiempo
de disparar les lanzó una bomba de humo. El humo los cubrió rápidamente.
Entonces se oyeron tiros. Cuando el humo se dispersó, todos los secuaces del otro
estaban muertos. Al ver eso, Boris gritó y se escondió en otro vagón. Entonces
oímos un ruido. Todos los demás vagones estaban llenos de matones de Boris.
Razegor se puso en un lado de la puerta y me dijo:
–Escucha, estos tipos nos matarán a todos, incluso a ti. Por eso confiaré en ti y te
daré este revólver. Pero si nos matas, tú también morirás. Entonces Juan y Razegor
empezaron a perseguir a Boris. Willro puso una caja para bloquear la puerta y ellos
se pusieron detrás y empezaron a disparar a los sicarios que entraban. J. Marston me
indicó que fuera a ayudar a Razegor. Entré por la puerta del vagón y me encontré a
Razegor disparando a otros mafiosos .
12. • Él y Juan estaban escondidos detrás de unas cajas. Yo me
puse detrás de otras y entonces entraron unos de los
hombres de Boris con una “gátling” y empezaron a disparar.
Yo cogí aire salí y disparé al que llevaba la gátling . Le di de
lleno y cayó al suelo. Razegor ,sacó una bomba de pólvora
británica y se la lanzó. Con la explosión mató a todos los
hombres. Nosotros seguimos corriendo y entramos en la
sala del oro donde encontramos a Boris. Razegor sacó la
pistola y apuntó a Boris, que rió y empezó a avanzar hacia la
puerta del vagón, la abrió y saltó antes de que Razegor hiciera
nada. Entonces llegó corriendo Willro diciendo con voz alta:
• -¡Chicos, tenemos un problema! Boris ha detonado el puente
y estamos a punto de caer por el Precipicio del Hereje.
• Razegor miró por la puerta abierta y dijo:
• - Esto no me gusta.
• Entonces se llevó los dedos a la boca y silbó. Llegó el caballo
de J. Marston .
13. Razegor dijo: –Marston , sube al desfiladero antes que caigamos
y danos una cuerda-.
Él, subido a su caballo, se dirigió al desfiladero y allí dispensó
una cuerda. Subimos al tejado del tren y vimos la cuerda.
Razegor se cogió y empezó a subir. Después Willro también
empezó a subir. Yo, que iba detrás, también subí. El último en
llegar fue Juan pero los vagones del tren se estaban acabando.
Juan saltó pero la cuerda se le enrolló alrededor del cuello
haciendo de orca. Razegor, que lo vio todo, hizo unos segundos
de silencio y luego dijo –subidlo y quemad su cuerpo- Entonces
me miró y me dijo: -Puedes irte, no te necesitamos pero eso sí,
no digas nada de nuestra historia sino te mataré y nadie sabrá
nunca quien pudo ser.
Finalmente, se marcharon con sus caballos dejándome solo en
medio de la nada.
Me pasé una cuantas horas antes de encontrar un pueblo
donde me establecí e hice mi hogar.