Desarrollo y Aplicación de la Administración por Valores
LOS VIRUS MAS RECIENTES
1.
2. Conocida además como «Artritis epidémica chikunguña» o «Fiebre
de chikungunya» (abrev.: CHIK) es un virus transmitido por
artrópodos, del género alfavirus, que se transmite a las personas
mediante la picadura de los mosquitos portadoresAedes;3 tanto
el Aedes aegypti como el Aedes albopictus.4
El virus se transmite de manera similar a la fiebre del dengue y
causa una enfermedad con una fase febril aguda que dura de 2 a
5 días, seguido de un período de dolores en las articulaciones de las
extremidades; este dolor puede persistir semanas, meses o incluso
durante años en un porcentaje que puede rondar el 12 % de los
casos
La mejor forma de prevención es el control general del mosquito,
además, evitar las picaduras de mosquitos infectados.
3. La fiebre de chikungunya es una enfermedad transmitida por un
virus del mismo nombre, contagiada a través de la picadura de un
mosquito infectado, que provoca un cuadro febril agudo, que
habitualmente se resuelve sin complicaciones. Fue descrita por
primera vez en el año 1953 en Tanzania y poco después se
descubrió que se trataba de una enfermedad endémica en África
(en idioma makonde –de la zona de Tanzania y Mozambique–
quiere decir ‘retorcerse’ o ‘secarse’). Desde entonces se han
descrito casos en todo el mundo, principalmente en India y el resto
de Asia. El virus chikungunya pertenece al grupo de los arbovirus, un
tipo de virus que se transmiten por picaduras de artrópodos.
4. Estos virus se conocen desde hace décadas por causar afecciones
que se transmiten por picaduras.Estos mosquitos no puede vivir en
cualquier clima, requieren climas tropicales o subtropicales para
poder reproducirse, por eso la fiebre de chikungunya se ha limitado
en ciertas regiones geográficas, y ahora se piensa en el
calentamiento global como una de las causas que pueden
explicar por qué está aumentando el número de casos en otras
latitudes de artrópodos. El mosquito consigue el virus al picar a una
persona infectada y lo conserva en su aparato digestivo durante un
tiempo desconocido. Después, el mosquito infectado con el
chikungunya pica a otro ser humano y le inyecta el virus en el
torrente sanguíneo. Desde ahí se distribuye por todo el cuerpo. Esto
produce una reacción inmunológica con producción de muchas
toxinas y sustancias que favorecen la respuesta inmune que elimine
el virus.
5. El chikungunya puede causar síntomas a varios niveles del cuerpo
humano, sobre todo fiebre alta y fuertes dolores articulares. Su método de
actuación es similar al deldengue y otros virus transmitidos por mosquitos.
La mayoría de las personas que se contagian manifiestan síntomas, es
decir, hay muy pocos portadores asintomáticos.
Los síntomas principales de la fiebre de chikungunya son:
Fiebre elevada con dolores de las articulaciones, son los síntomas más
frecuentes, la fiebre puede durar entre dos y tres días y llegar a los 40ºC.
Dolores musculares y de la cabeza, con malestar general, posibilidad de
náuseas y sensación de cansancio, aunque estos dolores suelen durar tan
solo unos días.
Artritis, inflamación de las articulaciones, especialmente pies y manos.
Exantema o rash, manchas rojas o puntos púrpura en la piel difusas que a
veces se acompañan de picor.
6. En escasos pacientes se han observado otros síntomas asociados a
problemas cardiacos, oculares, gástrointestinales o neurológicos.
La fiebre de chikungunya sólo es mortal en el 0’4% de los afectados.
En estos casos el paciente no consigue superar la infección porque
tienen un sistema inmunológico débil. Las personas más vulnerables
son aquellas con enfermedades de base (insuficiencia cardíaca,
diabetes, hipertensión arterial, cáncer), ancianos y recién nacidos.
7. Los menores de un año son uno de los grupos de edad con más
probabilidades de contagiarse por el virus Chikungunya, por eso
conviene identificar la aparición de los síntomas en los niños
pequeños y ponerle remedio lo antes posible, ya que puede
afectarles de manera severa.
Este contagio en los menores suele producirse con más frecuencia
debido a que en muchas zonas las siestas durante el día son más
habituales a estas edades, o suelen pasar más tiempo jugando al
aire libre, lo que hace que los pequeños sean un blanco más fácil
para las picaduras de mosquitos infectados. Igualmente, el
contagio puede producirse en bebés si la embarazada está
infectada en las fechas próximas al parto.
8. Las manifestaciones clínicas de la fiebre de chikungunya son muy
inespecíficas. No hay síntomas muy característicos que hagan
sospechar que se padece esta enfermedad en concreto en un
primer lugar, por ello es difícil que el médico diagnostique la fiebre
de chikungunya directamente.
No obstante, se debe pensar en esta enfermedad en las siguientes
situaciones:
Fiebre elevada en personas que han viajado a zonas de riesgo
(África, India, Sudeste asiático, región del Caribe).
Síntomas parecidos al dengue o a la malaria, habiéndose
descartado ambas (fiebre muy elevada, exantema en piel, artritis,
etcétera).El diagnóstico de sospecha de chikungunya debe ser
realizado por un médico con experiencia, pero para confirmar la
enfermedad es necesario solicitar pruebas que comprueben el
estado infeccioso y detecten al virus responsable.
9. No existe un tratamiento específico para la fiebre de chikungunya. El tratamiento
que existe sólo sirve para paliar los síntomas y sólo se puede esperar a que las
propias defensas de nuestro cuerpo eliminen el virus. El cuadro clínico se pueden
tratar con medicamentos que alivien las molestias del paciente, sobre todo
analgésicos que disminuyan la fiebre y el dolor, como el paracetamol. Se debe
evitar la aspirina, porque puede alterar la coagulación de la sangre en cuadros
clínicos similares de mayor riesgo. No existe vacuna contra este virus a día de hoy,
así que curarse de la infección depende del estado de salud previo del paciente
afectado y de la atención sanitaria que se le proporcione.
Usar mosquiteras mientras duermes y también en las ventanas para evitar el paso
de mosquitos.
Evitar tener las ventanas abiertas durante el día y noche.
Eliminar el agua estancada allí donde la haya (cubos, jardineras, etcétera), este
mosquito vive y se reproduce en esos ambientes.
Viste ropa blanca o muy clara, con manga larga siempre que puedas.
Utiliza repelente de insectos. Si te pones crema de protección solar échate el
repelente 20 minutos después.
En caso de que sospeches que tú o alguien cercano puede tener la fiebre de
chikungunya mantén la calma, el contagio se previene evitando las picaduras,
ya que no se transmite de persona a persona. Acude a un hospital cercano para
ser examinado por un médico. le proporcione.
10. El virus del Ébola1 (Ebolavirus)2 es un virus de la familia Filoviridae y
género Filovirus, situación taxonómica que comparte con el virus de
Marburgo. Es el patógeno causante de la enfermedad del Ébola,
una enfermedad infecciosa muy grave, que afecta tanto a seres
humanos como otras especies de mamíferos.[cita requerida]
Este nombre proviene del río Ébola (en la República Democrática
del Congo, antiguo Zaire), donde fue identificado por primera vez
en 1976 durante una epidemia con alta mortalidad.
11. El período de incubación de esta enfermedad oscila entre dos y 21
días, después de los cuales ocurre el inicio de los síntomas del
ébola, aunque lo más habitual es que aparezcan entre el octavo y
el décimo día:
Fiebre alta y repentina.
Dolor de cabeza.
Molestias en las articulaciones y fuertes dolores musculares.
Dolor de garganta y debilidad generalizada.
Diarrea, vómitos y dolor de estómago.
Aparición de una erupción rojiza en la piel.
Congestión conjuntival (ojos rojos).
Alteración de la función renal y hepática.
En algunos afectados pueden observarse hemorragias internas y
externas.
12. Antes de establecer un diagnóstico de EVE hay que descartar el
paludismo, la fiebre tifoidea, la shigelosis, el cólera, la
leptospirosis, la peste, las rickettsiosis, la fiebre recurrente, la
meningitis, la hepatitis y otras fiebres hemorrágicas víricas.
Las infecciones por el virus del Ebola solo pueden diagnosticarse
definitivamente mediante distintas pruebas de laboratorio, a saber:
prueba de inmunoadsorción enzimática (ELISA);
pruebas de detección de antígenos;
prueba de seroneutralización;
reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa (RT-PCR);
aislamiento del virus mediante cultivo celular.
Las muestras de los pacientes suponen un enorme peligro biológico,
y las pruebas tienen que realizarse en condiciones de máxima
contención biológica.
13. En la actualidad no existe ningún medicamento dirigido a combatir
el virus del Ébola, por lo tanto solo se puede realizar tratamiento
sintomático o medidas de apoyo. Entre ellas tenemos: para la
fiebre, administrar Acetaminofén, nunca tomar Aspirina (ácido
acetilsalicílico) por el riesgo que existe de manifestaciones
hemorrágicas; también se debe ingerir abundantes líquidos para
evitar la deshidratación y guardar reposo en cama. Si el paciente
tiene manifestaciones hemorrágicas requerirá la administración por
vía endovenosa de líquidos, así como concentrado de plaquetas,
factores de coagulación o de transfusiones de sangre si existen
pérdidas importantes. Igualmente, dentro del tratamiento del
ébola, es necesario llevar un control estricto de los signos vitales
como la frecuencia cardiaca, el pulso y la presión arterial con el fin
de poder determinar cualquier signo indicativo de shock.
14. Controlar la infección en animales: actualmente no hay vacunas
dirigidas a prevenir la infección por virus del Ébola-Reston en
animales, es por ello que se deben aplicar métodos químicos de
desinfección utilizando hipoclorito de sodio y otros detergentes de
forma regular en las granjas de animales como monos y cerdos.
Ante la sospecha de cualquier brote del virus los animales deben
ponerse en cuarentena o podrían incluso sacrificarse para evitar la
transmisión a seres humanos.
Disminuir el riesgo de la infección humana: al no existir una vacuna
para seres humanos ni tampoco un tratamiento específico contra la
infección por el virus del Ébola la educación de la población en
riesgo es un arma fundamental. Se deben implementar campañas
de concienciación sobre los distintos factores de riesgo y las
medidas de protección frente a ellos.
15. El virus del papiloma humano (VPH o HPV del inglés human
papilomavirus) son grupos diversos de virus ADN pertenecientes a la
familia de los Papillomaviridae y representa una de las infecciones
de transmisión sexual más comunes, y se conocen más de 100 tipos
virales que en relación a su patogenia oncológica, se clasifican en
tipos de alto y de bajo riesgo oncológico. La Agencia Internacional
para la Investigación del Cáncer (IARC) considera que los tipos de
VPH 16, 18, 31, 33, 35, 39, 45, 51, 52, 56, 58, 59 y 66 son carcinógenos
para los humanos ―tipos de alto riesgo oncológico― y que otros
tipos, incluidos el VPH 6 y el VPH 11, son posibles carcinógenos para
los humanos ―tipos de bajo riesgo oncológico―.1 Como todos los
virus de esta familia, los VPH solo establecen infecciones
productivas en el epitelio estratificado de la piel y mucosas de
humanos, así como de una variedad de animales. La mayoría de
los VPH descritos no causan ningún síntoma en la mayor parte de la
gente.
16. El virus del papiloma humano pertenece a una familia de virus llamada
Papillomaviridae, cuyo único género es el papillomavirus; se trata de
virus de ácido ácido (ADN) de doble cadena, que infectan de forma
preferencial a las células de la piel y el epitelio de las mucosas
(genitales, ano, boca o vías respiratorias).
De los 100 tipos de papilomavirus conocidos, unos sesenta tipos
producen verrugas en áreas tales como las manos o los pies, y se
transmiten persona a persona por contacto directo con estas lesiones.
Entre los factores que aumentan el riesgo de infectarse con una
enfermedad de transmisión sexual como el papilomavirus encontramos:
Tener múltiples parejas sexuales.
Tener alto riesgo social por mantener relaciones con parejas
promiscuas.
Mantener contacto sexual sin protección o sin utilizar condones. Sin
embargo, hay que aclarar que el papilomavirus puede infectar la piel
que normalmente no está cubierta por el condón, por lo que el uso del
mismo no protege al cien por cien. Además, muchas personas son
portadores asintomáticos, por lo que la pareja sexual no puede darse
cuenta del riesgo de propagación del virus.
Tener un sistema inmunológico deprimido.
17. El VPH puede no manifestar síntomas y, en muchas personas, no
llega a causar problemas de salud, sino que el virus es eliminado
por el sistema inmune del organismo. Sin embargo, cuando la
infección por VPH no se cura, y dependiendo del tipo de virus
involucrado (tal y como explicamos en el apartado anterior),
puede provocar desde verrugas genitales, hasta enfermedades
graves, como diversos tipos de cáncer. A continuación se describen
los síntomas y la evolución de estas patologías en ambos sexos. En
las mujeres, el papilomavirus puede provocar la aparición de
verrugas genitales, que pueden ser de diversos tamaños –planas o
elevadas–, y que el médico puede observar a simple vista. Si no se
sigue ningún tratamiento, con el tiempo estas verrugas pueden
desaparecer, permanecer inalterables, o crecer y multiplicarse.
18. Aunque la mayoría de los hombres infectados con el virus del
papiloma no presenta síntomas, el VPH también puede causar
verrugas genitales en los hombres, al igual que en las mujeres. Las
verrugas pueden ser únicas o múltiples y tener diversas formas: de
coliflor, con relieve o planas, y suelen aparecer alrededor del ano,
en el pene, en la piel que cubre los testículos (escroto), en la región
inguinal, en los glúteos, o en los muslos. Las lesiones pueden
aparecer en un tiempo que va desde semanas a meses después
del contacto sexual con la persona infectada. Es importante que
los hombres entiendan cómo reducir los riesgos de infección por
este virus, ya que puede aumentar el riesgo de contraer cáncer
genital, aunque esto no sea lo más frecuente.
19. El diagnóstico de la infección por VPH (virus del papiloma humano)
se realiza con las siguientes pruebas:
Examen macroscópico: comprende la observación directa de las
verrugas genitales; se puede utilizar ácido acético, que tiñe de
blanco las lesiones. Así mismo, se observa mediante colposcopia
del cuello uterino y la vagina, previamente teñida con yodo o
ácido acético.
Examen microscópico: observación de células sospechosas con
cambios coilocíticos en citologías de cuello uterino y vagina en
mujeres, usando la tinción de Papanicolaou. Se pueden tomar
biopsias de lesiones sospechosas, o incluso de vegetaciones o
verrugas genitales, tanto de hombres como de mujeres, y enviar las
muestras a una sección de anatomía patológica para su análisis.
Detección directa del material genético del virus por técnicas de
biología molecular, que amplifican el ADN del virus y permiten la
identificación de los distintos serotipos.
20. El tratamiento de la infección por VPH (virus del papiloma humano) puede
variar dependiendo de varios factores, entre los que se encuentra el tipo de
lesión (verrugas, lesiones precancerosas o cancerosas), la localización
anatómica de las lesiones, así como el numero de lesiones.
Tratamiento de las verrugas
El tratamiento de las verrugas originadas por VPH incluye:
Aplicación tópica de podofilina al 0.5% directamente sobre la verruga, que
puede ser aplicada por el mismo paciente dos veces al día durante tres
días consecutivos seguido de cuatro días de reposo, pudiendo repetir el
ciclo hasta en cuatro oportunidades.
Aplicación tópica de Imiquimod al 5% (Aldara en crema sobre mono-dosis).
Este fármaco inmunomodulador actúa activando las células del sistema
inmunológico que atacan y destruyen al virus. Previo lavado con agua y
jabón de la zona, el Imiquimod puede ser aplicado por el mismo paciente,
una vez al día antes de dormir, tres veces por semana, por un período
máximo de 16 semanas. Transcurridas entre seis y diez horas de acción, el
medicamento debe ser retirado de la zona con abundante agua y jabón.
21. Para prevenir la infección por el VPH (virus del papiloma humano),
además de limitar los factores de riesgo, como evitar la
promiscuidad y las relaciones sexuales sin protección, los
especialistas recomiendan la administración de la vacuna contra el
VPH.
La primera vacuna desarrollada y comercializada para prevenir el
cáncer de cuello uterino, las lesiones genitales precancerosas y las
verrugas debidas al papilomavirus, está disponible desde el año
2006 bajo el nombre de Gardasil, que consiste en una suspensión
inyectable de las proteínas L1 purificadas de cuatro serotipos del
virus: 6, 11, 16 y 18.
Gardasil se administra a pacientes mujeres, con edades
comprendidas entre 9 y 26 años, en tres dosis, dejando pasar dos
meses entre la primera y la segunda dosis, y cuatro meses entre la
segunda y la tercera. La vacuna se administra en forma de
inyección intramuscular (inyección en un músculo),
preferentemente en el brazo o el muslo. La segunda vacuna está
disponible desde el año 2009 y se llama Cervarix. Contiene una
suspensión de la principal proteína antigénica que proviene de la