La contaminación auditiva afecta a 130 millones de personas expuestas a niveles de ruido mayores a 65 db. Los vehículos son responsables del 80% de la contaminación auditiva, mientras que las industrias representan el 10% y los bares y ferrocarriles el resto. Los sonidos por encima de 75 db pueden ser molestos, y sobre 120 db pueden causar daños irreversibles e incluso la muerte a 180 db. La exposición prolongada a altos decibeles puede ocasionar pérdida auditiva.