No lavarse los dientes después de comer puede provocar caries, inflamación de encías y placas bacterianas, ya que la comida se incrusta en los dientes. Lavarse las manos adecuadamente y cepillarse los dientes tres veces al día ayuda a reducir el riesgo de contraer organismos patógenos. Lavarse las manos es importante para evitar traspasar bacterias a los alimentos y provocar infecciones u otras afecciones al comer.