El Imperio Austríaco era una monarquía absolutista liderada por el emperador Francisco José I que controlaba Europa Central a pesar de perder la guerra contra Prusia. Sin embargo, para satisfacer las demandas de autonomía de Hungría, creó la Monarquía Dual en 1867 dándole autonomía política interna a Hungría. El imperio estaba formado por una conglomerado de pueblos bajo dominio austríaco que comenzaban a mostrar aspiraciones nacionalistas.