17. Manuel Méndez Ballester Este gran escritor puertorriqueño nació en Aguadilla en 1909. Al graduarse de octavo grado se fue a estudiar la escuela superior a Nueva York. A su regreso a Puerto Rico, trabajó como oficinista en varias casas comerciales de Aguadilla y de San Juan. Luego, ejerció por varios años el puesto de la Secretaría del Administrador de la Central Azucarera Coloso. Allí tuvo la oportunidad de conocer íntimamente la vida y las costumbres de los trabajadores de los cañaverales. Esta experiencia inspiró muchas de sus obras.
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27. José de Jesús Esteves Nació en 1881 y falleció en Nueva York en 1918. Se graduó de abogado en 1912. Ejerció su profesión en San Juan, en el bufete Luis LlorénsTorres y Miguel Guerra Mondragón. Desde sus años adolescentes, mostró interés en las letras y públicó, junto a otros jóvenes, dos periódicos de vida fugaz: Fiat Lux y El Eco Juvenil . Al aparecer la Revista de las Antillas , será Esteves uno de los más consecuentes colaboradores. Su inspiración poética quedó plasmada en sus poemarios Besos y plumas , Crisálidas y Rosa de amor .
46. El Parterre Se decía que las aguas que corrían en ese ojo de agua eran la fuente de la juventud que buscaba Juan Ponce de León en la época de la conquista.
89. "CANTO DE LAS PIEDRAS" José de Diego Hay un sitio en las costas de Aguadilla, al pie de una montaña de granito y a poco trecho del lugar bendito en que duermen los muertos de la villa; un sitio entre las rocas, donde se humilla la honda que bate al duro monolito, y es perenne el rumor y eterno el grito que se oye en toda la escarpada orilla. Cuando el sordo fragor del oleaje, allí las tempestades se quebrantan, vibra más fuerte el cántico salvaje: el himno de las piedras, que levantan las que su nombre dieron al paraje... ¡Porque en mi pueblo hasta las piedras cantan!
90. "OJO DE AGUA" José de Diego Con los rumores de su eterno coro, brota la fuente de la peña dura... El "Ojo de Agua" que, en su cuenca obscura, de un cíclope en prisión derrama el lloro. Y, en tanto salta el surtidor sonoro por la ancha verja, que el recinto mura, tiembla en el fondo de la linfa pura el pez de rosa con estrellas de oro. En el misterio y en la sombra oriundo, ¿de qué hondo abismo o ignorada orilla surge a la luz el manantial profundo? ¡Raro prodigio! ¡Oculta maravilla! El pan de Dios lo tiene todo el mundo… ¡Pero, el agua de Dios sólo Aguadilla!