Conocer la única forma de Conocer, Amar y Recibir a Cristo como Nuestro Salvador, y dejar las formas equivocadas en las que realizamos esto.

1. 4ta. Ley Espiritual.
«"Mas a todos los que le recibieron, a
los que creen en su nombre, les dio
potestad de ser hechos hijos de Dios."
(Juan 1:12)

2. Objetivo:
Conocer la única forma de Conocer, Amar
y Recibir a Cristo como Nuestro
Salvador, y dejar las formas equivocadas
en las que realizamos esto.

3. 4ta. Ley
Debemos RECIBIR a Jesucristo como
Señor y Salvador mediante una invitación
personal; entonces podremos conocer y
experimentar el amor y propósito de
Dios para nuestras vidas.

4. Debemos Recibir a Cristo
Juan 1:12 nos enseña que sólo hay una
manera de ser Hijos de Dios, y es
creyendo en Nuestro Salvador, pero no
como los demonios (Santiago 2:19) o los
religiosos (Marcos 11:27 – 33) sino con
un verdadero amor (Juan 14:15 – 21)

5. Recibimos a Cristo Por Fe
Filipenses 2:1 – 11 nos enseña una forma
de cómo debemos recibirle al recibir a
nuestros hermanos, con Humildad, con
Amor y confesando que Él es Hijo de Dios
Efesios 2:8 – 9 Nos indica que no es por el
esfuerzo que realicemos, sino por la
Misericordia de Dios que lograremos ser
salvos

6. Recibimos a Cristo Mediante
Una Invitación Personal.
Apocalipsis 3:20 nos indica la invitación
personal, nadie puede aceptar a Cristo
por otra persona, es completamente
personal, así que no crea que porque mi
familia ya es salva, lo soy yo también.

7. Dos estilos de Vida:

8. ¿Puedes recibir a Cristo, Hoy?
Esta respuesta es personal, y debe ser
contestada todos los días por cada uno
de nosotros, no creamos que por haberlo
tenido un día, ya es para siempre, (1ra
Timoteo 6:11 – 16) La invitación es a que
pelees la Buena Batalla y que, junto a
Dios, seas Victorioso en el Nombre de
Jesucristo.

9. Conclusión:
Estas cuatro leyes nos dan oportunidad
de acercarnos a Dios y tener Vida Eterna:
Dios te AMA, y tiene un PLAN para ti.
El PECADOR está SEPARADO de Dios.
Jesucristo es el UNICO camino hacia Dios.
Debemos RECIBIR a Jesucristo como
Señor y Salvador.