2. Si pudiésemos tener consciencia de lo efímera de nuestra vida, tal vez pensaríamos dos veces antes de ignorar las oportunidades que tenemos de ser y de hacer a los otros felices.
3. Muchas flores son cortadas muypronto algunas apenas pimpollo. Haysemillas que nunca brotan y hayaquellas flores que vivenla vida entera hasta que pétalo por pétalo, tranquilas, vividas, se entreganalviento.
4. Pero no tenemos como adivinar. No sabemos por cuanto tiempo estaremos disfrutando este Edén, tampoco las flores que fueron plantadas a nuestro alrededor. Y nos descuidamos a nosotros mismos y a los otros.
6. Perdemos días, a vecesaños. Nos callamoscuandodeberíamoshablary hablamos demasiado cuandodeberíamos quedar en silencio.
7. No damos el abrazo que tanto nos pide nuestro corazón porque algo en nosotros impide esa aproximación.
8. No damos un beso cariñoso "porque no estamos acostumbrados a eso" y no decimos lo que nos gusta porque pensamos que el otro sabe automáticamente lo que sentimos.
9. Y pasa la noche y llega el día; el Sol nace y adormece, y continuamos siendo los mismos. Reclamamos lo que no tenemos, o que no tenemos lo suficiente.
10. Cobramos. A los otros. A la vida. A nosotros mismos.
11. Y nos consumimos, comparando nuestra vida con la de aquellos que poseen más.
12. Y si probáramos compararnos con aquellos que poseen menos? Eso haría una gran diferencia!
13. Y el tiempo pasa. Pasamos por la vida y no vivimos. Sobrevivimos, porque no sabemos hacer otra cosa.