2. Hoy emprendo un largo viaje, distinto a los que hice antes...
Un viaje que no tendrá retorno... Nadie irá a despedirme ni a
esperarme, y sólo me acompañará el fantasma del recuerdo.
Ese recuerdo que agita en mí el cansancio de otros viajes...
Y tal es mi cansancio que ya no soporto el peso de las valijas
cargadas de desamor y de penas... Un viaje provocado por el
acierto de la incomprensión, hacia cualquier parte...
3. No conozco el camino, y sin embargo, sé que atravesará
el valle de la soledad, el monte del dolor y el abismo de la
tristeza. Ignoro también el rumbo que ha de tomar, pero
tengo la esperanza que voy a encontrar en su final el remedio
que más necesita mi alma: el tiempo del olvido. ¿Y la
distancia? Distancia es no ver... pero no ver con los ojos...
4. Mucho me cuesta este viaje. Un precio muy caro. El precio de
transformarse en hombre y dejar de ser ese inocente niño que
vivía en un mundo de fantasías, donde todo era alegría e ilusión…
En un mundo donde el silencio se escuchaba... Donde una caricia
era más que suficiente para detener el tiempo...
5. Donde existía un pecho en el cual apoyaba su cabeza para
dormir el sueño de la paz... Donde sus lágrimas eran los
jirones de un alma débil y desprotegida que aún no había
aprendido a usar los escudos del orgullo y el amor propio...
Ese mundo donde no se quiere ser hombre, porque para
serlo hay que nacer otro, y nacer en este caso, es morir...
E.R.A.
6. Donde existía un pecho en el cual apoyaba su cabeza para
dormir el sueño de la paz... Donde sus lágrimas eran los
jirones de un alma débil y desprotegida que aún no había
aprendido a usar los escudos del orgullo y el amor propio...
Ese mundo donde no se quiere ser hombre, porque para
serlo hay que nacer otro, y nacer en este caso, es morir...
E.R.A.