El documento enfatiza la importancia de agradecer a Dios por las bendiciones diarias como el aire y el agua. También destaca que Dios está presente en todas las circunstancias de la vida, tanto en los momentos de felicidad como en los de dolor. Finalmente, recomienda colocar a Dios en el centro de todo para transformar los sufrimientos en enseñanzas y vivir una vida llena de alegría y alabanza.
2. ¿Te has acordado de agradecer a Dios por el aire que respiras, desde que naciste, sin que te haya faltado jamás? El aire está siempre a tu disposición, gratuitamente. Agradece también a Dios por el agua que te quita la sed, por el sol que ilumina tu día, dándote la oportunidad de trabajar, por la noche que te proporciona el reposo, la salud, la alegría, los amigos... La gratitud es una obligación que no debemos olvidar jamás.
3. Dios está en nosotros en todas las circunstancias de la vida. Sea que actúes rectamente o que cometas una acción errada, Dios está siempre en ti. Ya sea que goces de felicidad o que estés agobiado por un gran dolor, Dios está en ti. Procura no olvidar esta verdad, en ningún momento de tu vida: DIOS ESTÁ EN TÍ
4. El amor y la alegría son elementos básicos para conquistar amistades y conservarlas. Y son básicos para nuestra paz mental. Demuestra amor y alegría en todas las oportunidades y verás que la paz nace dentro de ti. La felicidad no puede estar en nada que esté fuera de ti. Busca la felicidad dentro de ti mismo, porque la felicidad es Dios, y Dios mora en ti.
5. Coloca a Dios en todo lo que haces y en todos tus problemas. Y comprobarás que tus sufrimientos se transformarán en experiencia y enseñanza. Coloca a Dios en todos tus pensamientos, y tu vida se transformará en un himno de alegría y de alabanza, porque los dolores se disiparán como las tinieblas con las primeras luces de la aurora...