Santa Luisa de Marillac nos muestra: Los escollos a evitar
BIBLIA CATOLICA, ANTIGUO TESTAMENTO, ESDRAS, PARTE 15 DE 47
1. ESDRAS 1 442
en Ne 10 (el nombre de Nehemias en el versículo 2 es una inserción anacrónica)
es la confirmación de lo que éste ya había emprendido.
Con Esdras, que es un sacerdote, y con su misión oficial, los sacerdotes pasan
a ser el grupo dominante. Estarán ligados al poder imperial persa y serán los
garantes de la estabilidad, lo que. en e[ plano religioso, contiene una amenaza
para el porvenir. Se pensará que la prosperidad del Templo, Ios sacrificios, 1a
aceptación de la Ley aseguran las correctas relaciones entre Dios y su pueblo.
.Pero Ia espera de tiempos nuevos se va debilitando; el profetismo pasa a ser
marginal y sus obras tardías se incluirán en los libros anteriores tal como fue el
caso de Joel y de la segunda parte de Zacarías.
De ese judaísmo no se renegará, sino que será seriamente cuestionado por la
invasión de la cultura helénica, y como una respuesta del alma judía aparecerá el
movimiento asideo. Véase al respecto la introducción a Daniel.
ESDR.AS
Ciro autoriza a los judÍos
Para que vuelvan a Jerusalén
lTl ' I El primer año de Ciro, rey de
I r I Persia, se cumplió la palabra de
Yavé proclamada por Jeremías: Yavé
despehO et espíritu de Ciro, rey de Per-
sia. Ciro maridó proclamar, ianto de
viva voz como por escrito, eD su reino,
lo siquiente: 2 oAsí habla Ciro, rey de
PersÉ: Yavé, el Dios de los Cielosl me
ha dado todos los reinos de la tierra; y
ahora me encarga gue reconstruya su
templo en Jeru§aléh de Judá. 3-Dios
esté con los que pertenecen a su Pue-
blo y que subirán a Jerusalén de Judá
patá reconstruir el Templo de Yavé,
Dios de Israel, el Dios que está en Je_-
rusalén. o En todo lugai donde se en-
cuentren estos sobrevivientes, que Ia
gente.d"l lugar l.q proporcione p.lata,
óro, bienes, ganado y también ofren-
das voluntáíias paía el Templo de
Dios, que está en Jerusalén.»
i Entonces se pusieron en camino
los jefes de familia de Judá y de Ben-
jarn'ín, los sacerdotes y los
-levitas,
y
todos aquellos a los que Dios había
abierto el espíritu para ^ir
a reconstruir
el Templo de Yavé en Jerusalén. 6
To-
dos lcs que los rodeaban les entreqa-
ron su ayuda de diversas formas: dán-
doles plata, oro, bienes, ganado, gran
cantidad de objetos preciosos, además
de las ofrendas voluntarias. ' EI rey Ci-
ro tomó los objetos del Templo dé Ya-
vé que Nabucodonosor había traído de
Jerusalén y que había puesto en el
Templo de su dios. I Ciro, rey de Per-
sia, los mandó retirar por interrnedio
del tesorero Mitrídates, quien los contó
delante de Sesbasar, príncipe de Judá.
e Esta es Ia lista: 30 bandeias,de oro.
1.000 bandejas de plata, 29 cuihillos, 'o 3d
copas de oro, 470 iopas de plata de media-
na calidad; y 1.000 otros objetos. " En totai
había 5.400 objetos de oro y plata; Sesba-
sar se llevó todo eso cuando volvieron los
desterrados desde Babilonia a Jerusalén-
Los que volvieron con Zorobabel
t-.-l ' Estas son las personas de Ia provin.
la cia de Judá quá reqresaron del cauti.
verio; habían sido'depoítados a Babilonia
por Nabucodonosor, rey de Babilonia. Re-
gresaron a Jerusalén y á ..luaa, cad#cual a
su ciudad. 2 Llegaron junto con Zorobabel,
Josué, Nehemía"s, Seráías, Relaías, Mardo-
queo, Bilsán, Mispar, Bigvayz, Rejum y Ba-
ana
Lista de los hombres del pueblo de Is-
. 1.1 Para comprender este capítulo, sera útil
leer la Introducción al libro.
Notemos que sólo serán rer:atriados los que
acepten «ser'liberados,; no hay ninguna libeia-
ción o a'./uda exterior que valqa para los indife-
rentes. Vuelven aquáliós a qüieries Dios había
despertado el espí'ritu.
t43
,n?li
3,los hiios de Pareós: 2.172 ' los hiios
)', Sefataíaé: 372 3 los hiios de nra: 775;
ílor hijos de Pajat-Moab (hi;os de Josué y
toab: 2.872;' los hiios de Elam: 1.254;
iins hiios de Zatú: 945:' los hiios de Za-
.^7:760;'0 los hiios de Bani: 642 rr los hi-
"í
¿" Belay: 623; '2 los hijos de Azgad:
)í2ZZ;'r los"hijos de Adonicám: 666; 'Y los
ii¡ot de Bigvay: 2.056; '' los hijos de Adín:
'154; 16
los hijos de Ater (Jejizquía): 98;
,ilos hijos de Besay: 323; '8 Io§ hijos de
,tora: 1f2; 'e los hijoá de Yasum: 22J;20 los
n¡¡os de Gibar: 95; 2t los hiios de Belén:
't23; zz los hombres de Netófa: 56; 23 los
nombres de Anatot: 128: 2' los'hiios de Az-
mavet: 42; " los hijos de Quiriát-Yearim,
áuefira y Beerot_: 7 43; 25
los hijos de Ramá
iCuebá: 627; " los hombres- de Micmas:
122;28 los hombres de Betel y de Ay: 223;
i los hiios de Nebo:52; 'o los hiios de Maq-
bis: 156; 3' los hijos de otro Efam: 1.254;
l, los hijos de Yarim: 320 " los hijos de
tod. Yaá¡d y Ono: 725; y los hiios db Jeri--co:345; 3' lós hijos de Senar. 3.6:0.
36
Los sacerdotes: Ios hijos de Jedaías (la
casa de .Josué): 973; )' los hijos de Imér:
I.OSZ;
38 los hijos de Pasejar:
'1
.247' 3e
los
hiios de Yarim: 1 .01 7.
'¡0 Los levitas: los hijos de Josué (Cad-
miel, hijos de Hodavía):74-
4r Los cantores: los hiios de Asaf: 128.
¿2
Los hijos de los porteros: Ios hijos de
Salum, los hijos de Ater, los hijos de Tal-
mán, los hiios de Acub, los hiios de Atita,
los hijos de-Sobay: en total 139
o3
Los sirvientes: Ios hijos de Sijá, los hi-
ios de Asufa, los hiios de Tabaot, 'o los hi-
]os de Querós, los hi¡os de Sía, los hiios de
Fadón,
o5
los hijos dé Lebana, los hijos de
Aqaba, los hiios de Acub, o6 los hiios de
Aóab, los hiio§ de Samlay, los hiios de Ja-
nín, " los hijos de Cuidel, los hijos de Re-
sin,
4s los hiiós de Necod'a, los hiios de Ca-
zam,
oe
los ñi¡os de Uza, los hiios de Pasea,
los hiios de Besay, ,o los hiios-de Asna, los
hiios de los Meunltas, los híios de los Nefa-
si[as, '' los hijos de Babuc,
-los
hijos de Ja-
cufa, los hijoi de Jarur, 52
los hijós de Bas-
lut, los hijos de Mejida, los hijos de Jarsa,
'r los hiios de Barcos, los hiios de Sisra, Ios
hijos dé Tem d,'o los hijos de Nesia, los hi-
¡o's de Jatifa.
' 55
Los hijos de los esclavos de Salornón:
ESDRAS 3
los hijos de_Sotay, lqs hijos de Ha-Soferer,
los hijos de Perud-a, r los hi;os de Yaaba, loj
hijos de Darcón, los hijos de Cuidel, )7 los
hijos de Sefatías, los hijos de Jatil, los hiios
de Poqueret-Ja-Sabayim, Ios hijos de Ami.j¿
El tótal de sirvientés e hijos ile esclavos
de Salomón: 392. " Los sobrevivientes oue
venían de Tel-Mela, de Tel-Jarsa, de Qüe-
rub, de Addán y de Immner no pudieron de-
cir si sus familias y sus clanes éran de Isra-
el:60 los hifos de Delaías, los hiios de
Tobías, los hi;os de Nacoda: 652.'r Entre
los hijos de los sacerdotes, Ios hijos de Yo-
baías, los hijos de Jacós, los hijo§ de Barci-
lay
-ese
hombre había adoptado el nom-
bre de Barcilay de Calaad con una de cuyas
hijas se había casade. t2 Todos esos bus-
caron sus listas genealógicas, pero como
no las encontraron, fueron descartados del
sacerdocio como impuros. 6' El gobemador
les p.rohibió que comieran alimeñtos sagra-
dos hasta que un sacerdote solucionará el
problema por el Urim y el Turnim.' 6'r
Toda la asamblea'era de 42.360 perso-
nas, 65 sin contar a los esclavos y a lós sir-
vientes en número de 7 .357; tanibién había
200 cantores entre homb_req y mujeres,
66
736 caballo s, 245 mulas, 6' 435 caméllos y
6.720 burros. 6E
Algunos jefes de familia, ál
llegar al Templo denavé én Jerusaién, hiéie-
ron oFrendas voluntarias para el Templo de
Yavé, para--que se lo reconstruyera en él mis-
mo lugar. 6''Para esa obra depositaron en el
t_esg¡g, según los medios de cada cual,
ql.^00.0 piezas de oro; 5.000 piezas de plata y
100 túnicas para los sacerdotes. 'o Los sacer-
dotes, los levitas y una parte del pueblo se
quedaron a vivir en Jerusalén; Ios cantores,
los porteros, Ios sirvientes y todos los demás
israélitas se fueron a vivir a su ciudad.
Reconstrucción del altar
ffl ' Los israelitas ya estaban en sus
l-'I ciudades, cuando, al llegar el séptimo
rnes, el pueblo se reunió como un solo
hombre en Jerusalén. 2 Josué, hiio de Yo-
sadac, y sus hermanos sacerdot-es , Zoro-
babel, hijo de Sealtiel y sus hermanos, se
juntaron para reconstruir el altar del Dios
de Israel y otrecer en él holocaustos, tal
como está escrito en la ley de Moisés, el
hombre de Dios. I A pesar del miedo a los
o J.1 EI decreto de Ciro no había modificado la
situación política de Palestina. que había pasado a
ser una prouncia del Imperio. Jerusaién lique ba-
jo la autóridad de Samaria desde un punto-de üs-
'ta administrativo v la aristocracia sámariiana no
quiere ser pasa.da á llevar por los notables de Judá
oue reqresan al país ciespüés de cincuenta años de
e'xilio. É,sto.explica los cbnflictos entre judíos y sa-
rnaritanos. los-que iamás se apaciquaríán.
La restauración del Templó fuá Dara los iudíos
una oportunidad para desiubrir de nuevo I-o que
hacía su oriqinalidad entre todas las naciones: s€r
los senidorás del Dios único. También les permi-
tió afirrnar su existencia entre los habitantes del
país, pues trabaiando iuntos se foria la unidad.- Se hotará qus los repatriados al lleqar habían
ofrecido con qenerosidad lo necesar-i,c para la
construcción del Templo (2.68). Sirt embargo,
pasarán veinte años v será necesaria la interwén-
iión de los. profetas Ageo y Zacarías para que se
concreten los proyeclos acordados en el entusias-
mo del regreso.
2. ESDRAS 3
paganos, se reconstruyó el altar en el rnis-
ho" luoai y se ofrecieón en él holocaustos
en hoñor áe Yavé: el holocausto de la ma-
ñana v el de la tarde. o Se celebró la fiesta
de loi Tabernáculos, tal como está escrito,
con el número de holocaustos determina-
dos para cada día. 5
Luego, además del ho-
locausto perpetuo, se ófrecieron lo.s que
estaban pievístos Para los sábados, las lu-
nas nuevas y toda's las fiestas en honor de
Yavé; se ofrécieron también los holocaus-
tos que cada uno, con toda libertad, quería
ofreier a Yavé. 5 Se comenzó a ofrecér ho-
locaustos a Yavé el primer día del séptimo
mes, cuando aún nó se habían puesto los
cimientos del santuario de Yavé.
7 Dieron dinero a los que, trabajaban. la
piedra v a los carpinteros; víveres,- bebidas
y aceitá a Ia genté de Sidón y de Tiro Pgra
áue traiesen- madera de cédro. Debían
tiansportarla por mar desde el Líbano has-
ta YaIo,.segúñ. la autorización dada por Ci-
ro, rey de Persia.
8 AI seoundo año de su lleqada al Tem-
olo de DÉs en Jerusalén, el lequndo mes,
Zorobabel, hiio de Sealtiel, y Jo-sué, hijo de
Yosadac, sus demás hermanos, .los sacer-
dotes, los levitas y todos los que habían re-
oresaáo del cautiúerio a Jeru§alén, cornen-
íaron la obra. Encarqaron a los levitas de
veinte años para arr-iba que diriqieran la
obra del Teniplo de Yavé.'e Josuá, sus hi-
ios y sus herinanos, Cadmiel y sus hijos,
los hiios de Yodabías, se hicíeron todos
carqo'de la dirección de los que trabajaban
en él Temolo de Dios.
ro Cuando los obreros pusieron los ci-
mientos del Templo de Yavé, se Presentaron
Ios sacerdotes revestidos de túnicas con sus
tromoetas. los levitas hiios de Azaf con sus
címb'alos; para celebrar a YguÉ, tal como lo
había ordehado David, rey de Israel. r¡ Ento-
naron este canto Para alabar y celebrar a
Yavé: "¡Porque es bueno, Porque etemo es
su amor pára con.lsraeit, Todo gl .pueblo
lanzaba qiandes aclamaciones, y daba gra-
cias a Yané porque se habían puesto los ci-
mientos del Templo de Yavé.'2 Muchas Per-
sonas de edad, sácerdotes y levitas, jefe§ de
familia que habían conocido el primer tem-
plo, lloraban abundantemente mientras se
ponían ante su vista los cimientos, Pero mu-
444
chos otros dejaban escapar sus alegres ex-
clamaciones.
-''
No se podÍa distinguir entre
el ruido de las aclamac'iones alegre! y el del
llanto del pueblo; eran tales las aclamacio-
nes que se podian oír desde lejos.
Interrupción de los trabajos
A' ' Los adversarios de Judá y de Benia-
L3 mín supieron que los que habían vue'lto
del cautiverio estaban construyendo un tem-
plo a Yavé, Dios de lsrael. 2
Fuéron Pues d ver
á Zorobabel y a los jefes de iamilia y les dije-
ron: nVarnos-a construirlo junto con ustedes
pues. al igual que ustedes, invocamos d su
bios v le oTrecemos sacrificios desde la épocá
de Aéarjadón, -rry de Asiria, quien nos deste-
rró para acá,. 3 Zorobabel, Joiué y los dernás
iefes de famllia de Israel les resDondieron:
.¡No tenemos que construir .¡unto con ustedes
ün Templo pará nuestro Diós. Nosotros solos
construiremos para Yavé, Dios de lsrael, tal
como nos lo órdenó Ciro, rey de Persia!'
' La oente del paÍs trató entonces de de.
sanimaí al pueblci de Judá y de amenazarlo
gara impedirle que construy-era. ' Y mientras
bstuvo Ciro, rey'de Persia, y hasta el reinado
de Darío, rey de Persia, pagar-on a unos
conseieros Dara que hicieran fracasar el
proyeéto del'puebló de Judá.
Paréntesis en el relato
. 6 Al comienzo del reinado de Jerjes,
mandaron cartas para acusar a los habi-
tantes de Judá y de Jerusalén. ' En tiem-
pos de Artaierieé, Bisláffi, Mitrídates, Tabe-
bt y sus deimás colegas, le escribieron a
Art'aieries, rey de Pers-ia, para acusarlos de
nueüo; el teito del docuinento estaba es-
crito en arameo, pero lo habían'traducido.
E Luego, el gobernador Rejum y el secreta-
rio S'rinsav éscribieron uná carta en contra
de Jerusálén, destinada al rey Artajerjes:
n *El qobernador Reium, el secretario Sim-
sav. ü todos sus demás coleqas, los iueces
y l'o's'embaiadores, los funcidnarios de Per'
3ia. Ia qenté de Uruc, de Babilonia y de Su-
sa (es?ecir, los Elamitas) ¡o y loé demás
oueblos que el qran v célebre Asurbanipal
ilesteró a instaTó en las ciudades de Sa-
maría y en las de la Provincia que está
más allá del Eufrates, e'scriben esto,.
445
r¡ Esta es la copia de la carta gue man-
,iaron: *Al rey Artájerjes, tus servidores, los
ñombres que están más allá del Río:
tz Debe saber el rev. que los iudíos que
;e Vinieron de tu ladó'hásta no3otros, ile-
Áaron a Jerusalén. Reconstruyeron esa
Ziuda¿ rebelde y malvada, estárí levantan-
áo de nuevo laé murallas'y reparando sus
t¡¡nientos. '3 Pero ha de saber el rey, que si
llegan a reconstruir la ciudad y levantan
nuévamente sus murallas,.no pagarán más
tributos, impue.stos ni.peqjes,,, y. por último
loS reyes Saldran PerdlendO. '' LOffiO noso-
Lros comemos la sal del palacio real, oo
podemos aguantar viendo el daño que se
le ha.ra al rey; es, por 9io^que enviar.no_s es-
la lnfOrmaclOn al fey. '' LJue Se averlque en
lor libros en que eítán guardadas la"s me-
r-norias de tus pad.re.s.. Alfí, en el libro de las
rnemorias, descubrirás y te enterarás que
esa ciudad es rebelde y-que ha provocádo
perjuicio a los reyes y a las provincias, y
bue en los tiempos antiguos nacieron allí
riruchas revueltas; a eso se debe que haya
sido d.estruida. '6 Le hacemos saber al réy,
que si esa ciudad es reconstruida, si son
lévantadas de nuevo sus murallas, yd no
tendrá más territorios a este lado de[ Río,.
t7 El rgy les mandó esta respuesta: -¡AI
gobernadór,Rejum, al secretario'simsay , y a
[os otros colegas suyos que viven en Sama-
ria -y en la re-giOn mas állá del Río, salud!
'a-La carta que me enviaron ha sido leída
delante de mí punto por punto. 'e Se han
hecho averiguaciones por orden mía y se
ha compro.b-a(o qug, desde tiempos ánti-
ouos, esa ciudad s'e ha alzado contra los re-
íes; se han visto alli rebeliones y revueltas.
ro Poderosos reves reinaron en Jérusalén en
la provincia más allá del Río, a los que se
ies-pagaba tributo, impuestos y peaje.-2' Por
eso, ordenen que se detenga el trabajo de
esa gente; esa ciudad no ,Cebe ser recons-
ruidá hasta una nueva orden de mi parte.
¿2
No descuiden nada en este asunto, oo
sea que el mal siga en aumento con perjui-
cio,para los t€ves».
D'Se leyó la'coDia de la carta del rey Ar-
tajerjes delante üe Rejum, del secretario
Simsay y de sus colegas. Apenas se termi-
nó la léclura, salieronÉara Jerusalén y obli-
qaron a los judíos, poi medio de la fu-erza y
üe la violenéia, a fárar los trabajos.
'o Así fue como se suspendiéron los tra-
bajos d9l Templo de Diós en Jerusalén y
asi se siquió hásta el segundo año del reí'
nado de"barío, rey de Peísia.
a
Se reanuda la construcción del Templo
lEl ' Los profetas Aqeo y Zacarías. hiio
lgJ de lddo, profetizáron para los iüaiós
de Judá y de'Jerusalen en nombie del
Dios de l§rael que estaba con ellos. 2 En-
tonces Zorobabél, h{g de Sealtiel y Josué;
ESDRAS 5
hiio de Yosadac, s€ decidieron a reiniciar la
cónstrucción del Templo de Dios en Jeru-
salén; los profetas de Dios estaban con
ellos y los ápoyaban. I Fueron a'verlos en-
tonces Tatenay, gobernador de la provin-
cia al otro lado cje'l Río, Setar-Boznay y sus
colegas. Les preguntaron: *¿Quién lei dio
permiso para reconstruir ese templo y po-
her esos ti¡erales? ' Dennos los nornUÉs ae
los que trábaian en esta obra,. ' Pero Dios
cuid'aba a lós ancianos de Judá: Dues
mientras se enviaba un informe a Dárío v
se aguardaba su respuesta no se los obligé
a suSpender el trabajo.
6 Esta es la copia de la carta que escri-
bieron al .rey Daríb Tatenay, gobeinador de
la provinciá más allá del-Río, Setar-Boz-
!ay, sus colegas y los responsables de la
Próvincia:
7 *¡Sálud, rey Darío! t Ha de saber el rey
que fuimos a lá provincia de Judá, al Tem'-
plo del Cran Dios. Se lo construve con oie-
dras talladas y con una arm azóá de máde-
ra puesta sobre el muro. La obra se hace
cuidadosamente y va ava nzando bien,
merced a su trabajo. e Interrogamos a los
ancianos v les plahteamos esfa oreounta:
¿Quién loé autoiizó a reediticar es'e Témplo
i u tultaurar ese Santuario? 'o Les pedimos
también su nombre y anotamos por escrito
los nombres de los
-responsable!
para co-
municártelos.
I I Esta tue la respuesta gue nos dieron:
Nosotros somos los' servidoies del Dios del
cielo y de la tierra, y reconstruimos el Tem-
plo que fue edificad-o hace muchos años; un
gran rey de Israel lo edificó y terminó. ¡2
Pe-
ro, como nuestros padres provocaron la có-
lera del Dios del Cielo, ésté los deió caer en
manos de Nabucodonosor, rey de Babilo-
nia, el caldeo. Demolió este Templo y se
llevó al pueblo desterrado a Babilonia. 'r Sin
ernbarqb, en el primer año del reinado de
C-i¡o, ráy de Babilonia, éste dio su autoriza-
ción para reconstruir este Templo de Dios.
i4 El i"y Ciro mandó buscar loi obietos de
oro y plata del Templo de Dios qué Nabu-
codónósor había traido de Jerusálén v de-
positado_ en el templo de Babilonia. 5e los
fasó a Sesbasar, a'quien nombró qobema-
iio[, ¡5.diciéndole: Toma. esos objeós y de-
vuélvelos al Templo de Jerusalén, y reóons-
truye el-Templo de _Dios en el miímo lugar
qué tenía antes. 16
Sesbasar vino entoncés,
puso los cimientos del Templo de Dios en
Jerusalén y, desde ese día hasta ahora, la
construcción Drosique sin oue se la hava
terminado todávía. r Por esd, si el rey eíte
de acuerdo, ordene buscar en la Casa de los
tesoros del rey, allá abajo en Babilonia, si es
que hubo uná autorización del rey Ciro para
rbconstruir ese Templo de Dios
-en
Jerri.¡sa-
lén. Y el rey nos dirá cuál es su dictamen al
respecto,. :
o Q.1 Apoyados por el profeta Ageo (Ag 2,10),
los iuciíos rechaan [a cóooere,ción samaritana para
h cbnstnrcción del Tempfo. No querían rnezclár lo
imburo en esta obra réliqiosa. Para decirlo con
orrás oalabras. estaban dácididos a constmir una
comunidad cuya base fuera la práctica de.la L-ey, y
no oodían acdptar que qente no convertida tuüera
deráchos sobrd el Teimpfo
'Lo mismo hoy, por'muy-deseosos que estemos
de acooer a todos. no pódemos entráqar las co-
sas san-tas ni la dirección de las comunidades' a
Ios que no se han convertido, y tampocÓ aceptar
gffth§j:sia apoyos politicos que comprometan
El relato emxezado en 4.1-5 sique en los capítu-
los 5 v 6. Los judíos se mantieneñ firmes y la Pro-
videnéia los aÚuda. Los favórece Tatenai, inten-
dente Dersa dá la proüncia de Transeufratina, que
abarcá toda Paleitina con Sarnaria por capifal.
. 4.6 L-a'carta copiada en 4,6-23 corresponde
a una intervención posterior de los notables de
Samaria. cuando. años más tarde, los iudíos tra-
taron de construir las murallas de Jerusalén.
3. ESDRAS 6
Darío favorece
la construcción del TemPlo
fA ' Entonces el rey Darío ordenó que se
L()J hicieran las aveíiguaciones en lá Sala
de los tesoros, donde se conservaban los
archivos de Babilonia. 2 En la ciudad fortifi-
cada de Ecbatana, en la provincia de los
Medos, s€ descubrió un rollo en el que es-
taba escrito esto: 3 -El primer año áel rey
Ciro, el rey Ciro dio esta orden con respec-
to a'l Templo de Dios en Jerusalén: El
Templo seiá reconstruido y será. un lugar
para'ofrecer. sacrificios. Se pondrán sus ci-
inientos, su altura será de treinta metros y
su ancho de treinta metros. 4 Habrá tres
bases de oiedra Dor una de madera. Los
oastos serán costéados por el palacio real.
í Los objetos de oro y db pla[a' del Templo
de Dios que fueron árre_bátados por Nabu-
codonosor y traídos a Babilonia'serán de-
vueltos; seián depositados en la Casa de
Dios v cada uno de ellos recuperará su lu-
oar eá el Templo de Jerusalén,.*' 6 nTú, Tatenay, gobernador de ta provin-
cia que está rnás-allá del Eufrates, como
tamtiién Setar- Boznay y lps demás, sus
coleqas, y los iefes de la-provincia, retiren-
se dÉ ailí. ' EI gobernadbr de Judá y los
ancianos de lo-s judíos reconstruirán el
Templo de Dios en el mismo lugar; ¡déjen-
los tiabajar! a Estas son mis órZenes para
esa reconstrucción del Templo de Dios'que
hacen los ancianos de los
'iudíos:
Ustedes
cubrirán los qastos de esos hombres escru-
oulosa v req-ularmente con la parte de los
impuesíos de Ia provincia que deben al te-
soio real. ' Proporcionarán tada día sin fal-
ta, según lo indiquen los sacerdotes de Je-
ruialé"n, todo lo qr" sea necesario para los
holocaústos que 3e ofrecen al Dios:del cie-
lo: novillos, cát.neros y corderos, trigo, sal,
vino v aceite. r0 Ellos ofrecerán sadrificios
de ao'radable oior al Dios'del cielo y orarán
Dor [a vida del rey y de sus hiios. " Ade-
inas ordeno estoí S¡ alguien desobedece
esta orden, arancarán ulna viga de su ca-
s?, lo amarrarán a esa viga y su casa será
transformada en un montón áe escombros.
t2 Que el Dios cuyo Nombre habita en el
Templo de Jerusalén arrase con cualquier
rey ó cualquier pueblo que-quieia destruir
esá Casa,
'menospreciahdo 'este decreto.
Yo, Darío, he dado esta orden, la que será
eiecutada al pie de la letra,
' 'r Tatenqy, gobemador de la provincia de
446
más allá del Eufrates, Setar-Boznay v .srro
colegas hicieron exactamente lo quá á iI,]
Darío había ordenado- '' Los anciano.s. ae ió(
judíos prosigu.iefgn Ia reconstrucción y i;obra avanzó !apidamelqg gtacjqq.at prófel
lg Ageo y. a Zacarías, hijo de lddó; l'o ed¡-
ficaron y lo terminaron conforme a las Ai-
denes del Dios de Israel y a las de Ciro',,
Darío. 't El Templo de Di-os fue termina¿I
el tercer día del mes de Adar, en el r*rió
año del reinado de Darío.
r6 Los israelitas,. los sacerdo.tgs, ios levi.
tas y J.or.demás desterrados hiciero.n unu
qran tiesta para la consagración de.ri
Temp.lo de Ó¡os. '' Trajeron"para.la consa-
gración del Templo cien toros, dosc.ientos
carneros y .c.uatrocientos corderos; ofreciá-
ron doce chivos como sacrificio ,por .l pé-
cado, eo nombre de todo el pueblo, sedun
el número de ias Lribils oe israei. 't Dis[u-
sieion a los sacerdotes según sus grupos y
a los levitas según sus cláses pará aiequ'-
rar el servicio dé Dios en Jerusalén, tal éo-
mo está escrito en el libro de Moisés.
'e Los que habían sido desterrados cele-
braron la Pascua el día catorce del prirner
mes. 20
Todos los levitas se habÍan puriiica.
do; estaban puros e inmolaron la-Pascua
para todos lo§ desterrados, para sus herma-
nos sacerdotes y para ellos mismos. 2r
Los
israelitas que habían vuelto del destierro co-
mieron la Pascua, y junto con ellos, todos lo
que habían renunciádo a las prácticas im-
puras de los paganos del país para buscar a
Yavé Dios dé liael. '2 CéteUráron con ui..
gría durante siete días la fiesta de los panes
sin levadura, porque Yavé los había cblma-
do de alegría,'pues había tomado favorable
pa.rq ellos-el corazón del rey de Asiria, quien
había venido en su ayuda para reconstruir el
Templo de Dios, del Dios de Israel.
Esdras llega a Jerusalén
Éf' ' Después de todo eso, bajo el
lr I reinado de Artaieries, rey de
Persia, arribó procedente áe Babi[onia
Esdras, hiio de Seraías, hiio de Aza-
rías, hiio de Hilguías, 2
hiio-de Salum.
hijo de-Sadoc, hijo de Ajilub, 3 hijo dé
Amarías, hrjo de Azarías, hijo de Me-
rayot, * hijo de Zeraquías, hijo $ Uzi,
hijo de Buqui, t hrjo de Abizúa, tiijo de
Pinjas, hijo de Eleazar, hijo del sumo
c J.1 Entre la Pascua del año 515 relatada en
el caoítulo 6. v esta misión de Esdras, han trans-
currido cerca ije sesenta años. Posib[emente Es-
dras vino en e[ año 458. Pero tambián es posible
qu.e haya yglidq en- gl año 4?7, despuái de la
Dnmera mlslon de Nehemías. Entonces estos ca-
bítulos 7 -lO deberían leerse despuás del capítulo
6 de Nehemías.
Esdras estaba en la proüncia persa de Babilo-
nia como encargado db los asunlos religiosos ju-
dios. Era saceráote v pertenecía a los qruDos
que. animados Dor F:,équiel. habían profun?izádo
tá Ley de Moisés. Habíán reunido lós varios tex-
tos y, muy posiblemehte, son ellos los que dieron
su forma-d'efinitiva a los libros de la Biblia oue
componen ula Ley,, es decir, del Génesis al Dáu-
447
<acerdote Aai'Ón. u Era un escriba
ñry ilst.tuido en la Ley,que.Yavé.
óios de Israe[, había ordenado por
Áedio de Moisés. Como Yavé su Dios
Istaba con é1, el rey le concedió todo
in que le pedía. ' Llegaron a Jerusa-
ián,^el séptimo año del rey Artajerjes,
iiraelitas, sacerdotes, Ievitds, canto-
;-.s, porteros y sirvientes. 8 Esdras lle-'60
a'Jerusalén el quinto mes del sép-
nYmo año del rey. e Había iniciado iu
satida de Babilonia el Cíu primero del
árimer mes, y llegó a Jerusalén el día
Irrimero del quinto mes, con la ayuda
áe Dios. ¡0 Pues efectivamente sé ha-
¡¡a dedicado con todo su corazón al
ástudio de la Ley de Yavé, a ponerla
en práctica y a enseñarle a Israel las
leves v las costumbres'-'¡
' Esta es una copia de la carta
oue el rey Artajerjes dio a Esdras, el
s'acerdote escriba (un escriba instrui-
do en las palabras y en las leyes que
Yavé había dado a Israel): tz ,,Artajer-
ies, el rey de reyes, a Esdras; ei sa-
terdote, escriba de la Ley del Dios
del Cielo.
'3 Esta es la orden que doy: todos
los hombres, sácerdotes y levitas del
pueblo de Israel, que viven en mi rei-
ho y que quieran volver a Jerusalén,
pueden partir contigo. '', El rey y sus
Siete consejeros te envían para que
inspecciones Judá y Jerusalén, con-
forrne a la Ley de tu Dios gue llevas
en tus manos. 15
Tú llevar᧠el gro y
la plata que el rey y sus sonsejeros
ofrecen, con mucho agrado, al Dios
de Israel que mora en Jerusalén. '6'.Tú
llevarás tddo'el oro y la plata que re-
colectes en la proviñcia de Babilonia
y lag ofrendas que el pueblo y los sa-
cerdotes otrezcan generosamente pa-
ra el Templo de su-Dios en Jerusa[én.
'' Te encargarás de comprar con ese
dinero toros, ca rneros, corderos,
ofrendas y libaciones; las ofrecerás en
ESDRAS 7
ei altar del Templo del Dios .le uste-
des en Jerusalén. 'a Con Io que sobre
de plata y oro, tú y tus her:manos ha-
rál lo que .ie parezca mejor, según la
voluntad de su Dios. re'Depos-ítarás
ante el Dios de Jerusalén, para el
servicio de'su casa, lospbjeios que
te han sido confiados. 'o Si tienes oue
proporciona r otra cosa aún para' Ia
Casa de tu Dios, Ia tomarás all táso-
ro real. 2' Yo, el rey Artajerjes, ordeno
esto a todos los tésoreros- de la pro-
vincia de más allá del Eufrates:
'eie-
cutarán al. pie de.la letra todo Io que
les pida el sacerdote Esdras, escriba
de la Ley del Dios del Cielo .22 ?odrán
gastar en todo eso hasta cien talen-
tos de plata, cien medidas de triso,
cien medidas de vino y cien rnedidas
de aceite; en cuanto a la sal, no re-
parar{n en gastos. 23
Se ejecutará es-
qrupu[osqmente cualquier orden del
Dio's del Cielo con res'pecto a su Ca-
s3, para que no se desate su cólera
contra el reino del rey y de sus hijos.
2o
Además les comunlcámos esto:- No
cobrarán tasa, ni iqrpuesto ni peaje a
Ios sacerdotes, a lbs Ievitas, a
"
los
cantores, a los porteros y a los sir-
vientes, en una_ p.alabra, á todos los
que aseguran el servicio de ese Tem-
plo de Dios.' 25
Por lo que a ti toca, Esdras, con
esa sabiduría que te viene de tu Dios,
instalarás jueces y magistrados para
que administren justitia a tod'o el
pueblo de la provincia al otro lado
det Jordán, a todos los,que conocen
Ia ley de tu Dios, y tú se la darás a
conocer al que no la conoce aún.
i Si alg.uien no cumple la. ley de tu
Dios y-la ley del rey, será acusado
ante.la. justicia y..gondenado a multa,
a prisión, a exilio o a la muert€».
2t Bendito sea Yavé el Dios de
nuestros padres, quien puso eñ, €l co-
razón del rey esa decisión de glorifi-
teronomio. Estos sacerdotes han entendido que
Israel emoieza una nueva etapa de su histofia.
Los iudíod que han wrelto del Destierro deben di-
rioirée oor [a Lev de Dios. Esta Lev. oue seDara
¡,-idios ú..,o ju{íoi, y Tge todos los det'alles Ce la'existentia,
sérá el cimiento de una cornunidad re-
ligiosa
-y l,.,ego política-, haciendo de ellos un
Dueoto unroo
' Al lleqar a Jerusalén con misión oficial, Esdras
pretendé imponer [a Ley de Moisés redaitada en
forma definitiva: el pueblo judío renace como
oueblo de la Lev-' L-a,
,l?v hará-del nygblo ju{io up puebio rnás
cumpuoor y responsaote, seruloor Oe Ulos en to-
dos los de[alles. Pero también está el riesgo dL
confundii la fe verdadera con las prácticas-exte-
riores. Los que solamente ven el servicio de Dios
en el culto del Templo y las prácticas religiosas
pueCen quedar inditerentes a Io más impoÉante
áe la üda.
4. ESDRAS 7
car el Templo de Yavé que está en
Jerusalén El hizo que'el rev. sus
conseÍeros y todos loi altos fúncio-
narios del réy estuvieran a favor de
mis Drovectos
Lúegó, lleno de entusiasmo, por-
que Yávé mi Dios estaba conmigo,
reuní a los jefes de Israel para que
partieran conmigo
fql ' Estos son los jefes de farnilia, con su
IllJ resDectiva oenéaloqía. qúe partieron
conmigci de Bab-ílonia bá;o el reihado del
rev Artaieries:
2 De fos" hiios de Pinjas: Gersón; de los
hiios de ltamár: Daniel;'de los hiios'de Da-
viá: Jatús, 3 hiio de Secanías; de los hijos
de Pareos: Zeéarías, y junto con él fueion
registrados ciento cincuenta hombres; o de
loi hiios de Paiat-Moab: Elivoenav. hiio de
Zerai(as, y con él doscientoá hombiesi ' de
los hiios de Zatú: Secarías. hiio de Yaca-
ziel, i con él trecientos hombíes; 5 de los
hiios de Adia: Ebed, hiio de Yonatán, y con
é1, cincuenta hombres; ' de los h¡jós de
Elam: Jesaías. hiio de Atalías. v con él se-
tenta hombreé; s'de los hijos áe Sefatías:
Zebadías, hijo de Micael, y con él ochenta
hombres; ' áe los hijos dé Joab: Obadías,
hiio de Jeiiel. v con él doscientos dieciocho
hómbres"'o dá los hijos de Baní: Selomit,
hijo de Yosifías, y con él ciento sesenta
hómbres; rr de los hijos de Bebay: Zecarí-
as. hiio de Bebai. v con él veintiocho hom-
brés;1' de los hiioé ae Azqad: Yoianán, hiio
de Yacatán, y cbn él cieñto diei hombrei;
'3 de los hiios de Adonicam: los. últimos cu-
yos nombñes son: Elifelet, Jeiel y Semaías,
í con ellos sesenta hombies; '' áe los hiioé
áe Bigvay: Utai, hUo de Zabud, y con él 3e-
tenta hombres.
15
Los reuní cerca del río que corre ha-
cia Ahava y acampamos allí tres días. Vi
que había Iáicos y sacerdotes, pero no le-
üitas. '6 LIamé enionces a los leles Eliezer,
Ariel, Semaias, Yarib, Elnatán y Natán V á
los instructores Zecarías y Mesulam. ¡7 Y
Ios envié donde ldo, el gobernador de Ca-
sifía, para gue nos mandara servidores
Dara el Temblo de nuestro Dios. 't Como
Dios en su bondad lo dispone todo para
nuestro bien, nos trajeron a Serebías', un
hombre inteliqente del clan de Maili, hiio
de Leví. hiio de Israel. Lleqó con sús'hiiós
v sus hermanos: eran dieéiocho. ¡e LIeáa-
íon también Yasabías y su hermano Je-
saías, del clan de Merari, con sus hijos, €R
total veinte personas.20 De los sirvientes
que David i los jefes habían designado
448
para.servirl a los levitas, llegaron también
doscientos veinte; los empadronumos-a
todos uno por uno.
: 2t
4!lí, a orillas del ríg Ahava, procla-
mé un dia de ayuno pgra hacer periitencia
delante de nuestro Dios, .
pqrg s.uplicaiie
que los c,o.ncediera un,viaje feliz .iunto coñ
nuestros hiios y todo lo que lleúábamo-.'
22
Me habríá d.ailo vergüenla haberle puái:
do al rey un destacamento o una troria á"
caballería para que no: projegieran, de Iós
Salteadores en el CamlnO. fues I'tdDrar¡g5
dicho al re!: «La fuerza de nuestro Dió;
asgppala a todos los qye lo buscan pará
el bien de ellos; ,pero su fuerza y su. cóleri
recaen sobre todos los que lo abandonanJ
23 Ayun?Tos,. pues,.y suplicamo.s a Dioi
por esa intención, y él nos escuchó.
24 Entonces eieqr a ooce de entre los ie-
fes de los sacerdotes, además de Serebíái
Asabías y diez de sus hermanos. tt Pesé ü
plata, gl_oro X lo? objetos qgg habían dado
para el t ernplo oe nuest,ro Dtos el rey,.sus
consejeros,^_s_us jefes. y todos los isráelitai
presentes. 'u Pesé todo eso y se lo entrequé
3B; !lii, T3";''á,3: : Já:'*T Í: fJ3'fu J,::
valía dos talentos de plata, cien talentos de
olo, 27
20 copas de o.ro que valían 1 .000
piezas persas y dos hermosos vasos de
bronce dorado, tan precioso como el oro.
28 Les dije: nUstedes- están consagrados al
servicio de Yavé; estos obietos són soqra-
dos; esta plata y este oro lueron dados"oa-
ra Yavé e'l Dioé de sus padres. 2e Tenáan
mucho cuidado y guárdénlos hasta el?ía
en gue puedan pesarlos delante de los ie-
fes de lcjs sacerdotes y levitas y delante de
los iefes de familia da Israel, én las salai
del Templo de Yavé en Jerusalén,.
30 Entonces los sacerdotes y los levitas
se hicieron cargo de esa plata, de ese oro v
de todos esos bb¡etos qire habían pesadó
parq llevarlos_?l_Templo de nuestró Dios,
bn Jerusalén. I' Deianios el río Ahava para
diriqirnos a Jerusálén, el doce del primer
me§; la mano de nuestro Dios estaba con
nosotros y nos proteqió a lo larqo del ca-
mino de lós ataciues de los enemigos y sal-
teadores. 32
Cuahdo llegamos a Jeruéalén,
tomamos tres días de descanso. 33
Al cuar-
to día,_se pesó el oro, la p!_a!a y loslbjetos
en el Terriplo de nuestro Diosl lo pustmos
todo en las manos del sacerdote Meremot,
hiio de Uría. Estaban allí Eleazar. hiio de
Pihias y tarnbién los levitas'Yozabai. ní¡o cie
Jo§ué,-y Noadías, hijo de Binui. ' Íodo se
encontraba en la misma cantidad y peso, y
se anotó el peso total.
. 8.21 Nótese esta página en que el
rasgos más humanos y simpáticos.
muy estricto maestro de la Láy, Esdras, se presenta con
449
)i Los que volvieron del cautiverio des-
nr rés del destierro ofrecieron holocaustos
l[pios de Israel: doce toros Por todo Is-
iael, noyenta y, seis Sarneros, setenta, y
¿ái .orderos y dqge chivos Por el pecado;
ii¿o eso se ofreció en holocausto a Yavé.
}-S" despacharon las ordenanzas del rey a
loi gobeinadoles y g J-os"jefes de la provin-
cia, al otrO lado del E ulrates, qulenes en-
iiáguron su€yuda Para el puebfo y para el
teñlPlo de Dios.
El asunto de lo? qug se casaron
con muJeres exErarUeraS
ñ' ' Después de eso, se me acercaron
lZ los jefes, diciéndome: *El pueblo de
Lsrae l, los sacerdotes Y los levitas no se
iián t.p.arado de todos
-eso.s
Pueblos cana-
neos, hltltas, Pereceos, JeDuseos, amonl-
tas, mOaDltas, eglPClOS O amOffeOs, Cuyas
o"r-u.t¡.ut son ab;ominables. 2 Han [omádo
á rrt hijas Pa.ra ellos y para sug hijos, y la
iaza santa se ha mezclado con los pueblos
¡á p.aís. Lgt jefes y los responsables han
i¡do los primeros en pecar de ese modo,.
3 Al oír eso rasgué mi túnica y m¡ man-
to, me arrangué l-os cabellos y Iu,barba y
muy conmovloo me rur a sentar. ' trnton-
ceí todos los que temían la palabra del
Dios de Israel con respecto a ese pecado
de los desterrados, s€ juntaron a mi alre-
dedor y yo seguí alli muy conmovido hasta
la ofrenda de Ia tarde. ' En el momento de
la ofrenda de la tarde, salí de mi abati-
rniento, y con la túnica y el manto rasga-
dos, me Puse de rodillas. Extendí las ma-
nos hacia-Yavé mi Dios t y le dije:
*Estoy tan avergonzado y confundido que
no me atievo a levantar mi cara hacia ti,
Dios mío. Nuestras faltas se han acumulado
de tal forma que han sobrepasado nuestras
cabezas, y nuéstro pecado ha subido hasta
el Cielo.
7-Desde los tiempos de nuestros pa-
dres hasta ahora no hemos deiado de pecar
delante de ti, y por culpa de nuestras faltas,
nosotros, nuestrós reyes y nuestros sacerdo-
ESDRAS 9
tes fuimos entregados a los reyes de las na-
ciones paganas, .condenados a la espada, al
cautiverio-y al pillaje, y aún hoy llevamos la
verqüenza en nuestro rostro. u Desde hace
un Úempo Yavé, nuestro Dios, nos ha mani-
festado-su bondad: nos dejó un pequeño
resto de sobrevivienles y nos permitió poner
un pie en su Lugar San[o. Nuástro Dioi qu¡-
so ilarles un poto de luz a nuestros oioi y
damos vida ein nuestra esclavitud. ' Séouí-
mos como esclavos, pero nuestro Dios"no
nos ha abandonado eri esta esclavitud, pues
nos cubrió con su misericordia frente á los
reyes de Persia. Nos ha dado un respiro. la
Cása de nuestro Dios ha resurqido de áus
ruinas, nos ha devuelto las murallas de Judá
y de Jerusalén.
'0 Por eso, ahora, Dios nuestro, ¿qué más
podemos decir? Pues no hicimo§ caso de
tus mandamientos I ¡ ni de las advertencias
que nos hacías por boca de tus servidores
los profetas:. El pais donde van a entrar y
gue sera su herehcia es un país manchadó
pot la impureza de los pueblbs paganos. De
i¡n extreri'ro al otro lo Lian llenado"de impu-
rezas con sus prácticas verqonzosas. '2'No
den, pues, sus hi;as en matrimonio a los hi-
ios de ellos ni tomen sus hiias Dara los hiios
de ustedes. No hagan nadá por su felicidad
y prosperigad. Si áctúan segjún mi Ley, us-
tedes serán poderosgs, comerán los pro-
ductos .l"l pdís y. lo dejarán como herehcia
a sus h¡ros oara sremDre.
13
Noi hán ocurrido muchas desqracias
debido a nuestras prácticas malvadas y a
nuestro gran pecadb; tú, sin embargo, D¡os
nuestro,-no tei has fiiado mas gue en un po-
co de nuestras falta3 y nos has dejado a'los
sobrevivientes qug e-stán aquÍ. 't ¿Vumos,
una vez más, á violar tus mandamiehtos y a
unirnos en rnatrimonio con esos abomina-
bles? Ciertamente que tú te enoiarás con
nosotros y nos destiuirás de tal fórma oue
no quedé ni un resto ni sobrevivientás.
¡5 Ya'vé, Dios de Israel, eq un hecho que
eres justo, pues nos has dejado un resto,
unos sobrevivientes. Aquí estamos, pues,
. 9.L Los judÍos están mezclados con los que
no comparteñ su reliqión. Esdras piensa que' la
comunidad iudía será inas fuerte v
'conscierite
de
su oriqinalidad si se aparta de t<ída conüvencia
con la-s demás. Y pará evitar la influencia de las
demás reliqiones. se prohíben los matrimonios
con los quáno son *hdbreo5», €s decir, de familia
iudía.
' Pero Esdras, sin darse cuenta, favorece la ex-
clusión de aquello v de aquellos que no son iu-
díos. La obsérvación estrióta de las leyes es,-al
comienzo, yna protección contra,los pgganos,
pero, con el trempo, un muro de oescontlanza 9
üe oáios recíprocbs' irá aislando a los judíos dá
los demás puéblos.
Las barreras levantadas por Esdras resultaron
ser muv eficaces. v en esio oodemos ver una
vóluntaá de Dios.'Éues el pueblo judío resistió a
persecuciones durísimas (ver Mac). Lueqo. des-
fuás de la venida de Cridto, fuerón disp-ersados
v tuvieron que vivir durante poco menos de
úeinte siglos' en medio de paí3es oficialmente
cristianoslque, habituplmentd,- los persiguieron o
trataron de convertirlos a la te cristiana por to-
dos los medios. Y, sin embarqo, hu p".rñaneci-
do el pueblo judío, hecho úrñco en'la historia,
gracias, en pa-rte, d su fidelidad a la Ley.
También ahora los cristianos pueden sacar de
ahí una lección. Si bien nos correéponde *r el fer'-
rnento en la masa, conüüendo sih preiuicios con
hombres de todas las creencias, tambiéír se preci-
sal erygencias y pracücas,exteriores,, aceptadas por
tooos los que mgresan en la comunload.
Ver al respecto lo dicho respecto a Nehe-
mías 13.