Un hombre le grita "yegua" a una mujer desde su coche mientras conducían en direcciones opuestas; ella le responde furiosa "¡más yegua será tu madre!". Al dar la mujer la vuelta a la siguiente curva, se da cuenta de que se había equivocado en su respuesta. La moraleja es que a veces las mujeres no entienden lo que realmente quieren decir los hombres.