El documento analiza las opiniones de la gente sobre el paro de los recolectores de basura. Muestra que un 53% apoya explícitamente el paro, mientras que un 14% culpa a las municipalidades y empresas por las malas condiciones laborales. Un 18% enfatiza la importancia social de este trabajo. Solo un 15% se opone al paro por problemas higiénicos. El documento concluye que la mayoría (85%) apoya el paro para mejorar las condiciones laborales.
6. ¿Cómo no apoyarlos?
Mayoritariamente la muestra estudiada tiende a apoyar el paro de los/as
trabajadores recolectores de basura. 53% de los comentarios señala apoyo
explícito al actuar de los/as trabajadores, que según múltiples opiniones, realizan
su trabajo en condiciones deplorables.
Reiterados son aquellos comentarios que señalan las consecuencias prácticas en cuanto al
higiene hogareño y de la ciudad. Sin embargo, se tiende a coincidir que es un problema
necesario de asumir, si de ello depende las mejoras en las condiciones laborales de los
recolectores de basura. Aquí como principal disputa (y pese al apoyo generalizado) está en si
sacar o no la basura a la calle; para algunos, dejar la basura en la calle es una forma de presión
para que las autoridades solucionen el conflicto; para otros, un serio problema higiénico que
invita a reciclar y evitar excesos de basura en las calles dejando la mayor cantidad de basura en
casa. Entonces, por un lado está el apoyo a los trabajadores en paro (que es
generalizado), mientras que de forma paralela surge la discusión sobre qué hacer con la
acumulación de basura.
7. ¿Cómo no apoyarlos?
En tanto, un 14% de la muestra estudiada enfatiza en el rol que han cumplido
las municipalidades y las empresas concesionarias para no cumplir con
estándares mínimos de decencia en el ejercicio del trabajo recolector. De forma
reiterada, surgen comentarios que cuestionan la probidad a la hora de realizar
concesiones, aludiendo a hechos de corrupción y coimas. Para esta
categoría, también se tiende a justificar el paro y el apoyo hacia los trabajadores.
Un 18% de la muestra manifiesta su apoyo señalando la importancia social del trabajo
realizado por los trabajadores recolectores. De forma masiva, se indica que un recolector de
basura es igual de importante para la sociedad que un médico o un funcionario público: con más
horas de trabajo y con pésimas remuneraciones, el recolector de basura pese a tener gran
importancia en el quehacer diario de la comunidad, trabaja en condiciones indignas.
Finalmente, un 15% de la muestra manifiesta enojo por el paro de los trabajadores.
Se considera en esta categoría que nada justifica dejar de ejercer un trabajo, y más
cuando de trata de uno tan importante para la salud de la población. Se destacan de
forma generalizada aquellos comentarios que señalan los problemas de higiene que
tendrán dentro de sus casas o en su comunidad. En menor medida, algunos tweets
critican como un “exceso de politización” las peticiones de los trabajadores.
8. Se concluye entonces…
En base a la muestra estudiada y las categorías desprendidas del
análisis, es posible concluir al menos los siguientes puntos: al
menos los siguientes puntos:
-De forma generalizada, se tiende a apoyar el paro de los/as
trabajadores recolectores de basura. Dicho apoyo se expresa de
forma explícita, culpando a las municipalidades y empresas
concesionarias o indicando el rol que cumplen los trabajadores
recolectores en el quehacer diario de la población.
- En total, es posible indicar que el 85% de la muestra estudiada
apoya el paro de los/as trabajadores recolectores de basura.
- Los principales argumentos señalados a favor del paro son la
necesidad de mejorar las condiciones laborales de los trabajadores,
el aumento de los sueldos que reciben y el fin a las malas prácticas
entre municipalidades y empresas concesionarias.
-En cambio, los argumentos señalados en contra del paro son la
“excesiva” politización de las peticiones de los trabajadores y las
complicaciones higiénicas para los hogares y la ciudad.
9. ¿Discusión?
Hay un tema que discutir. Incluso más allá de la aprobación o desaprobación del paro, ¿de
qué forma valoramos en Chile los trabajos de poca capacitación, aún sabiendo la vital
importancia que tienen?
Es un tema de consideración ideológica. La meritocracia de creer que en la medida que más
títulos se posee mejor deberían ser las condiciones laborales es propio de una sociedad que
justifica la existencia de trabajos que se desarrollan de forma indigna por algunos/as que por
situaciones estructurales no han podido desenvolverse en igualdad de condiciones en la
“sociedad de oportunidades”.
No es un tema de esfuerzo. Aquí la máxima ideal del modelo de mercado que señala
“mientras más trabajes mejor vivirás” no rige. 70 horas laborales, sin baños, sin trajes de
seguridad y con sueldos bajísimos denotan un problema más profundo: la valoración
ideológica del trabajo; ¿por qué un médico debe ganar más que un basurero, y este, menos
que un profesor? ¿ Acaso no tienen la misma importancia para el desarrollo de nuestras
vidas?
Se está en presencia de un problema de Estado. No olvidar que este es un paro nacional, por
tanto, independiente de la municipalidad, existen problemas comunes, que aunque moleste,
el Gobierno de turnos debe responder y solucionar es una esfera ideológica y a través de
protocolos políticos que reorienten las condiciones de trabajo en Chile y por cierto, no sólo en
este caso.